Los aficionados a los videojuegos no tienen que dejar de jugar cuando están de viaje o fuera de casa, ya que desde hace años en el mercado hay una gran variedad de laptop gamer. De hecho, la mayoría de las marcas tienen al menos un portátil con unas características muy especiales. Gracias a ellas, es posible jugar como si estuviésemos en el PC de casa.
Procesadores potentes
Es normal que los laptops tengan procesadores de un rendimiento discreto e incluso diseñados para este tipo de ordenadores. La idea es que funcionen bien con las tareas cotidianas, a la vez que gastan poca batería.
En los portátiles para juegos se usan procesadores muy potentes, como los AMD Ryzen 9, ya que los videojuegos necesitan múltiples núcleos y una alta velocidad de reloj.
Tarjetas gráficas dedicadas
Para poder jugar es imprescindible una buena tarjeta gráfica y esta tiene que ser dedicada, lo cual ocurre con los laptops destinados a los juegos. Cuando se juega se buscan tasas de FPS altas y estables, además de una resolución alta que llega a los 4K.
No se consigue con las tarjetas integradas que llevan los portátiles “normales”, de manera que se recurre a GPU como las NVIDIA GeForce RTX o las AMD Radeon RX.
Pantallas de alta frecuencia de actualización y resolución
Si nos vamos a las pantallas, las de los laptops gamer también se diferencian mucho de las de otros portátiles. Por ejemplo, cuentan con tasas de refresco muy altas, que suelen comenzar con los 120 Hz. Eso consigue que la pantalla muestre más imágenes en cada segundo, de manera que la experiencia de juego es más suave.
La resolución también es diferente, ya que la mayoría de portátiles que se venden tienen resolución HD, mientras que los gamers suelen venir con resolución 4K con vistas a que se puedan conectar a un monitor externo de gran tamaño.
Un sistema de refrigeración eficiente
Al comenzar a jugar los ordenadores se calientan mucho. Tanto el procesador como la tarjeta gráfica trabajan a pleno rendimiento, por lo que emiten una gran cantidad de calor. Refrigerar un espacio tan angosto como el que posee un laptop es un reto, de forma que los que se diseñan para jugar traen sistemas de enfriamiento muy eficaces.
Ahora es usual que vengan con refrigeración líquida, puesto que es la más eficiente a la hora de enfriar el procesador y la gráfica.
La batería es su punto débil
A diferencia del resto de laptops, en donde una batería aguanta un mínimo de tres o cuatro horas, las de los portátiles gamers no duran tanto. Todos los fabricantes están trabajando de forma constante en las baterías y han mejorado la autonomía, pero su duración es muy corta y por eso conviene tener siempre un enchufe cerca.
Un hardware potente en combinación con juegos muy exigentes hace que estas máquinas necesiten una gran cantidad de energía, por lo que no es raro que la autonomía no sobrepase las dos horas en el mejor de los casos.
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