Reseña de No Time to Die cierra una etapa de una manera no muy digna pero efectiva

Reseña de No Time to Die cierra una etapa de una manera no muy digna pero efectiva

Las películas de espionaje han tenido como su principal representante a James Bond desde que fue creado en 1953 por el escritor Ian Fleming, este personaje saltó de la tinta a la cinta y creó una de las franquicias más largas e importantes en el cine hasta nuestros días.

Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan, Y Daniel Craig han encarnado a este espía a lo largo de 59 años y 25 películas que han tenido historias interesantes pero que a su vez han evolucionado junto con nuestro mundo.

Después de meses de retrasos, No Time to Die es la película número 25 de James Bond que finalmente pudo ser estrenada y con esto termina la era de Craig que iniciara en el año 2006 con Casino Royale.

¿De qué va la película?

Bond (Daniel Craig) se encuentra disfrutando de unas merecidas vacaciones en Jamaica las cuales terminarán abruptamente cuando su amigo en la CIA Felix Leiter (Jeffrey Wright) le pida ayuda para una nueva misión que implica rescatar a un importante científico que ha sido secuestrado antes de que revele en lo que ha estado trabajando y caiga en manos enemigas.

Ya todos sabíamos que desde Spectre en el 2015 que esta sería la última película de Daniel Craig como James Bond, propios y extraños estamos de acuerdo en que poner fin a la era que la mayoría considera que se le dio una nueva vida a uno de los personajes cinematográficos más icónicos de todos los tiempos requería de una buena historia a cargo de un buen director y esto aquí sucede a medias.

Una cinta de acción con 163 minutos de duración podría parecer pesada si no es bien llevada en cuanto a su historia y narrativa, y más, viniendo de una mini saga que cumplía a medias este cometido en lo que es una metahistoria que involucra personajes y referencias de películas pasadas, No Time to Die entretiene bajo sus propios términos, proporcionarnos un sentido de finalidad para este capítulo del personaje, cerrar todas aquellas subtramas, presentar nuevos personajes y desarrollarlos e incluso, insinuar cuál será el futuro de la franquicia a largo plazo.

El Director Cary Joji Fukunaga fue el elegido para dar este cierre que aunque no es tan digno para este personaje sí entretiene y aclara muchas cosas y a su vez arregla todo aquello que salió mal en las entregas pasadas, la historia abre muy bien, demasiado segura y familiar desde el primer momento pero las cosas se van desvaneciendo y diluyendo hacia su final que es predecible desde la película anterior incluso cuando se trata de arcos en los personajes que comenzaron hace años, se siente como una película que muy poco arriesga y donde hay muy poco en juego pero que tiene algunas sorpresas que presentar que a la larga no son tan impactantes como se esperaba.

Los días en los que podíamos esperar que una de estas películas nos sorprendiera reiniciando al personaje con un nuevo actor en un nuevo universo con una historia más actual quedaron ya muy atrás, si tomamos en cuenta que el mundo de la cinematografía también ha cambiado en los últimos años, los productos finales que parecieran ser interesantes y que terminan siendo comerciales con la importancia de los números que haga en taquilla entonces esta película funciona muy bien en ese rubro, aquí se plantea desde un principio que no es necesario haber visto las anteriores pero que a su vez sí es necesario tener frescas las referencias de lo que sucedió en Spectre de la cual esta es una secuela directa y mal han hecho en darle forma y estructura tomando como referencia al MCU para hacernos creer que todo lo que aquí sucede fue planeado desde un principio.

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Lo que mantiene el interés en No Time to Die es toda la atmósfera visual que el director crea alrededor del personaje cuando no tiene que concentrarse en la trama, toda la secuencia de apertura es lenta con paisajes abiertos en tomas angulares como la primera toma de un hombre misterioso encapuchado sobre un fondo blanco o el tiroteo en Cuba que explota demasiado el exterior, es como si estuviéramos viendo un episodio de la primer temporada de la serie de HBO True Detective (2014) que son dirigidos por Fukunaga.

El tema de los villanos es uno más que importante, mucho o poco llevan el peso de la historia ya que su plan es el que debe ser detenido por el famoso agente, vemos el regreso de Ernst Stavro Blofeld (Christoph Waltz) su participación no tiene la emoción y la tensión que esperábamos ver en el caso Lyutsifer Safin (Rami Malek) tiene muy poco tiempo en pantalla y el personaje es el menos desarrollado e todos, no hay una manera en la que podamos conectar con él por el hecho de que lo que se explica es tan pobre que su peso en la historia es de menor a nulo, y por mucho no está a la altura de clásicos como el Dr. Julius No (Joseph Wiseman), Auric Goldfinger (Gert Fröbe), Elliot Carver (Jonathan Pryce), Victor “Renard” Zokas (Robert Carlyle) o Raoul Silva (Javier Bardem) que aportaron mucho a la franquicia con sus personajes y su alta calidad histriónica, aquí Bond merecía que su alter ego final fuera mucho mejor.

El plan malvado de crear un arma biológica está explicado de una manera tan técnica que raya en lo absurdo y en lo menos creíble de la cinta, el Proyecto Heracles es usado principalmente en forma líquida, su particular mezcla contiene nanobots que infectan a quien es suministrado, al entrar en contacto con el cuerpo destruyen la capa muscular matando rápidamente a su portador, el giro de tuerca en este novedoso invento es que se puede recodificar en un ADN específico lo que significa que puede ingresar sin causar daño al sistema pero, si esta persona toca a alguien para quien el virus está codificado, lo matará instantáneamente, como idea es muy buena si no fuera por la pésima ejecución de la misma.

En cuanto a los efectos especiales y sonoros no hay queja, cada cosa está puesta en su lugar en el momento preciso para dar la espectacularidad y lucimiento que necesita Bond en pantalla, aunque todo lo demás a su alrededor sea solo para rellenar espacios como es el caso de Paloma (Ana de Armas) una agente de la CIA que se supone debe ayudar a Bond en esta misión y que como resultado no aporta absolutamente nada a la trama, la ubicación de sitios lleva una buena secuencia para los eventos pero nos hace preguntarnos si es realmente necesario que se pierda tanto tiempo en estos cambios.

Sobre el cierre al final hay mucha controversia entre los fans del personaje porque han tenido la tendencia de compararlo con otras películas de la franquicia, y de plantear la pregunta ¿por qué a los demás actores que interpretaron a Bond no se les dio un cierre como merecían? una pregunta interesante si tomamos en cuenta que cada película se filmó y se trabajó en diferentes épocas en donde se ubicaban en ese entorno y contexto.

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Otra de las cosas que salta a la vista es que en esta producción se le da una gran importancia al tema del feminismo, y no es que esté mal, lo que está mal es que lo exageren y que quieran ponerlo por encima del personaje principal, que quieran darnos un mensaje con esto derivado de los rumores de que para futuras entregas sería una mujer quien se haría cargo de interpretar al famoso agente, sobre esto lo único que hay que decir es que, se pueden adaptar las historias para hacerlas inclusivas y políticamente correctas siempre y cuando no se afecte de ninguna manera la base de origen.

El cast fue cuidadosamente seleccionado, Daniel Craig, Rami Malek, Léa Seydoux, Ana de Armas, Lashana Lynch, Naomie Harris, Jeffrey Wright, Christoph Waltz y Ralph Fiennes están muy bien en pantalla, el problema es que unos brillan más que otros y eso hace que sea evidente que algunos de ellos están solo de paso y otros más de relleno.

La música ha sido un personaje que ha acompañado a esta franquicia desde sus inicios, el icónico tema compuesto por John Barry ha estado presente en todas y cada una de estas producciones dándole un sello único y distintivo, George Martin, Bill Conti, Thomas Newman, Michael Kamen, Marvin Hamlisch, David Arnold, Eric Serra y ahora Hans Zimmer no solo han enriquecido estos trabajos sino que han puesto al género musical que a los soundtracks se refiere en una posición muy alta así como los temas de apertura en cada producción, Shirley Bassey, Tom Jones, Nancy Sinatra, Paul McCartney, Sheena Easton, Duran Duran, Gladys Knight, A-ha, Tina Turner, Madonna, Adele y ahora Billie Eilish han sido intérpretes de grandes canciones que han sido multipremiadas.

Hans Zimmer da un sello muy especial a esta película con temas muy emotivos así como temas cargados de instrumentación para las escenas de acción, todo sumamente cuidado para que cada pieza enmarque a la precisión lo que vemos en pantalla, que en gran parte ayuda a soportar todas esas escenas de relleno que vemos durante el filme.

En conclusión, Daniel Craig le dio al personaje un giro completamente nuevo por lo cual estamos agradecidos, ha equilibrado muy bien la franquicia que por años vivió a la sombra de un Sean Connery que creíamos era insuperable, la modernidad en la cinematografía ha permitido redefinir toda una era y formar un universo propio, quizá todo debió haber terminado hace un par de películas y en esos años haber podido presentar algo nuevo y no dar un cierre tan forzado y tan poco digno.

No Time to Die ya se encuentra en exhibición en salas cinematográficas de nuestro país.


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