Durante las décadas de 1980 y 1990 se hizo popular un género que no ha conseguido tener una identidad propia y me refiero al Thriller erótico, producciones como Cruising de William Friedkin (1980), The Postman Always Rings Twice de Bob Rafelson (1981), Fatal Attraction de Adrian Lyne (1987), o la aclamada e inolvidable Basic Instinct de Paul Verhoeven (1992) y L’Inconnu du Lac de Alain Guiraudie (2013) son grandes trabajos que establecen sus propias reglas y van más allá de una simple trama, que arriesgan y transgreden con su contenido, en cambio hay otras que no fueron tan afortunadas como Silver de Phillip Noyce (1993), Body of Evidence de Uli Edel (1993), Color of Night de Richard Rush (1994), Wild Things de John McNaughton (1998) o In the Cut de Jane Campion (2003) que más que aportar fueron imitaciones de lo que ya antes habíamos visto.
Es difícil que una trama mezcle estos 2 conceptos y salga avante en ello, es difícil reunir a un cast de actores que entiendan lo que se está haciendo, es difícil que un director lleve a cabo esta tarea y termine presentando una película convincente sin que se caiga en el morbo y la cachondería, es incómodo para la audiencia entender y justificar algunas escenas ya sean de corte sexual o de violencia explícita.
Pareciera ser que esto se está renovando y dando un nuevo giro, en este 2022 el director Adrian Lyne regresa con Deep Water (Aguas Profundas) un thriller que busca reivindicar y mx/pelicula/deep-water este género para que pueda tener eso que tanto ha buscado, una personalidad propia.
¿De qué va la película?
El matrimonio que forman Vic Van Allen (Ben Affleck) y Melinda (Ana de Armas) está pasando por una fuerte crisis en la que él decide y permite que ella tenga relaciones extra matrimoniales con otros hombres para evitar el divorcio, cuando sus amantes empiezan a desaparecer él se convierte en el principal sospechoso y con esto saldrán a la luz secretos oscuros que celosamente tenían guardados convirtiendo su relación en algo tóxico y peligroso.
La primicia no suena a algo muy original o que sea una novedad, quizá para las nuevas generaciones, basada en la novela del mismo nombre de la ya fallecida escritora Patricia Highsmith publicada en 1957 cuenta con otros trabajos que también han sido llevados a la pantalla grande como Strangers on a Train, The Talented Mr. Ripley y The Blunderer por mencionar solo algunos, que han tenido grandes adaptaciones con buenos directores y actores.
Entendemos que cuando Deep Water fue publicada causó una gran controversia por el tema a tratar, pero adaptar eso a la modernidad de nuestros tiempos le quita mucho de ese factor sorpresa, en gran parte porque como espectadores ya estamos acostumbrados a ver este tipo de tramas ya sea en películas o series de televisión, tarea que resulta difícil para quienes se aventuran a reestructurar, cambiar y por supuesto adaptar la trama de una manera creíble para las audiencias de este tiempo, esto representa un esfuerzo por llevar más variedad y salir de lo convencional y aquí eso se logra muy a medias.
Debe haber algo atractivo en un thriller erótico, hay una razón por la que la serie de novelas de Fifty Shades of Grey escrita por E. L. James (2011) ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo o Basic Instinct que habla por sí sola, y es que tienen una buena estructura literaria y de guión son muy concretas y precisas, en el caso de Deep Water no tiene absolutamente nada de ninguna de esas propuestas, es un “algo” que quiere ir más allá luciendo más a sus actores que a su propia trama.
La historia se centra en los infelizmente casados Vic y Melinda Van Allen. él es un genio en la informática que ya se ha jubilado después de desarrollar un chip de computadora para drones militares que está en su etapa piloto, Él y Melinda tienen una hija pequeña Trixie (Grace Jenkins) que al parecer tiene déficit de atención, más que ser madre y esposa el único placer real de Melinda es buscar satisfacer sus necesidades carnales con otros hombres es una manipuladora que sabe exactamente cómo presionar a las personas y obtener de ellas lo que quiere, literalmente le pone los cuernos a Vic delante de sus amigos y de quién sea, como es de esperarse y teniendo una esposa como ella Vic trata de alejar a las posibles conquistas de su esposa con débiles amenazas de muerte, esto no nos queda del todo claro desde un inicio, no sabemos si esto se trata de algún tipo de juego pervertido, elaborado y enfermizo entre él y su esposa o es más bien una respuesta genuina y verdadera que tiene de vengarse por la humillación a la que lo hace pasar su esposa, de cualquier manera, uno de los antiguos amantes de ella está desaparecido y otro muere en circunstancias un tanto misteriosas.
El eje central de todo esto es el hecho de que Vic permite que su esposa tenga aventuras para evitar un divorcio con el que ella lo tiene amenazado, esto aparte del escándalo implica que su hija sufra las consecuencias, la visión que tenemos no es general sino que se centra en un solo personaje, el de Vic, que pasa la mayor parte de su tiempo pensando y dándole vueltas al asunto una y otra y otra vez sin llegar a una posible solución mientras observa como Melinda se involucra con diferentes hombres y como es que cada uno de ellos comienza a desaparecer en circunstancias cada vez más espeluznantes.
Si bien la película tiene puntos buenos como lo es su fotografía y la música que combinados crean una atmósfera de misterio en el que nos van envolviendo poco a poco, con esto, cada vez queremos saber más y sobre todo cuál será la conclusión, los guionistas Zach Helm y Sam Levinson tratan de estructurar esta historia para que parezca compleja, nos engañan haciéndonos creer que las cosas van a tener un giro de tuerca impactante y espectacular, nos preparan para eso pero nunca ocurre, ya es muy adivinable desde un inicio saber que Vic es el responsable de esas muertes, es aún más adivinable que esos giros no tienen la menor de las importancias, junto con esto, cada una de las muertes sí tiene un tono macabro, algo que de repente sucede y no te lo esperas pero sí te lo imaginas, y esa sensación se debe a que la narrativa es floja, lenta, pesada y llega a ser cansada porque a momentos no pasa nada y en otros intenta pasar de todo.
Hay algo que reprocharles a Helm y Levinson y es que, las reglas que establecen para esta película quedan como un juego, como una imitación de un thriller erótico en lugar de uno genuino y mejor adaptado, hay varias tramas secundarias y personajes que no van a ninguna parte, solo nos están contando las cosas a medias, hay algun indicio sobre una supuesta conspiración entre Melinda y un escritor, Don Wilson (Tracy Letts) quien está muy interesado investigando las actividades sospechosas de Vic, la esposa de Don parece estar interesada en Vic pero esto nunca llega a explicarse ni a concluirse, lo mismo podrían hacer un spin off de los amantes de ella y profundizar m ás en sus personajes, hay unos realmente interesantes.
Si se supone que estamos ante una historia que se desarrolla como un Thriller psicológico/Suspenso erótico se olvida de agregar fuertes emociones y por supuesto, erotismo, aquí no hay ningún misterio a pesar de que la película intenta actuar de esa manera nos lleva más por el lado de un drama familiar mientras que las pocas escenas de sexo que hay aquí no son particularmente excitantes, tampoco hay planos completos de una desnudez y se debe a la falta de consistencia en el guión y todo esto se define como un trabajo mediocre que pasa de aburrida a más aburrida y estúpida y no ayudan los agujeros en la trama, las decisiones de algunos personajes que resultan terribles y poco creíbles que un adulto haga eso o aquello, que teniendo un elenco con buenos actores no haya logrado buenos resultados, las películas para platraformas no deben ser malas por el contrario, deben estar a la altura de un estreno en cine.
Ben Affleck, Ana de Armas, Tracy Letts, Rachel Blanchard, Lil Rel, Jacob Elordi, Kristen Connolly y Dash Mihok son actores que quedan muy por encima de la trama, cada uno de ellos aporta lo que tiene y como puede a su trabajo en un intento desesperado por desarrollar de alguna manera a sus personajes, darles estructura y carisma, a que estos resulten trascendentales tanto o más que a su original, es muy frustrante ver esto y que su director prefiere no arriesgarse y quedar en una zona de confort en donde entretener es cumplir.
Marcelo Zarvos fue el elegido para musicalizar esta cinta, con trabajos impecables como Hollywoodland, New York, I Love You, Cell, Wonder y The Guilty aporta mucho porque sin sus piezas en escenas claves estas resultarían lo que sigue de aburridas, es pertinente decir que como compositor también queda muy por encima de lo que aquí estamos viendo.
En conclusión, Deep Water no debería regodearse en el género del que presume es simplemente una película dramática que pretende ser algo completamente diferente y no lo logra, como entretenimiento para una tarde de domingo es perfecta pero no como algo que aporte o sea novedoso y vanguardista, es cumplidora y ya está.
Deep Water ya está disponible en Amazon Prime.
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