Fear Street 1994 no es una película en serio pero sí en serie

Fear Street 1994 no es una película en serio pero sí en serie

Es interesante ver cómo el género de terror ha pasado por diferentes etapas, en alguna se vio una clara evolución en cuanto a sus historias y como estas dieron su aporte a la industria cinematográfica.

De unos años a la fecha esto ha cambiado y lo que considerábamos que era inmutable ahora ha tenido un retroceso y se ha estancado, como muestra tenemos la franquicia de Halloween que luego de tener secuelas muy malas y un reinicio, quieren seguir explorando a su asesino serial, otro caso sería Friday 13th, Nightmare on Elm Street, The Texas Chain Saw Massacre y hasta la misma de Scream, todas ellas con buenas ideas pero que terminaron siendo un mal chiste que no divirtió a nadie.

Netflix ha comprado los derechos de una trilogía de películas de horror juvenil basada en los libros de Robert Lawrence Stine (Goosebumps) que tiene como principal protagonista a un niño y a un adolecente, Fear Street al igual que las obras originales se dividirá en 3 partes, que la plataforma estrenará cada semana.

¿De qué va Fear Street 1994?

En el pueblo de Shadyside todo parece ser normal, una noche luego de que cierre un centro comercial una de las trabajadoras, Heather (Maya Hawke), es acosada y asesinada por un encapuchado con máscara de calavera, este evento desatará una investigación en la que están implicados varios habitantes del pueblo a lo largo de los años, un misterio que involucra una fuerza maligna y sobrenatural que ha estado presente a través de varias generaciones y que amenaza con seguir aterrorizandolas.

Su concepto no es nada nuevo ni tampoco algo que no hayamos visto antes contado de otra manera, esta película es un slasher posmoderno que pretende rendir un descarado homenaje a cintas clásicas empezando por Scream, pretende también abogar por esa nostalgia ya muy usada en otros trabajos, la ambientación, los entornos, la moda, las referencias al año 1994 están muy presentes a cada momento.

Desde los primeros minutos se nos plantea hacia dónde van a ir las cosas y lo adivinable de estas, con cada una de las entregas se abordará un subgénero ligeramente diferente, haciendo referencia a una amplia gama de otras películas y franquicias, todo se desarrolla como un resumen de muchas cosas que ya hemos visto, entonces, si bien sus partes pueden parecer derivadas de una historia central la experiencia en conjunto no lo es.

Fear Street abre con algo trillado y sumamente sangriento y nostálgico para los espectadores adultos pero también es lo suficientemente divertido como para ser apto para adolescentes a quienes va dirigido este producto.

La linea en la que se maneja es aún más simple que su historia base, esto es una narración experimental e inteligente una configuración elaborada que nos muestra que el asesinato y el caos puede ser un buen negocio, tenemos una ciudad que parece estar maldita porque recordemos que lo maldito vende, los asesinatos son algo común en la extensa historia de Shadyside Ohio en la que residen personas normales que de repente se convierten en asesinos porque alguien que de la nada salga matando a quien se le ponga en frente es algo que vamos, también vende, existe en esta trama el pueblo vecino de Sunnyvale donde todo el mundo es así muy cool y amables en donde su máximo en la vida para los jovenes que lo habitan es ser un deportista exitoso o una animadora popular que discretamente es muy puta, es el típico lugar en donde nunca pasa nada malo.

QUIZÁ TE INTERESE  Las 10 mejores películas de Stephen King

Explorar esta idea de un lugar y su contraparte es interesante porque podemos ver la burla y la mofa que hace a la sociedad moderna pero ubicándose estratégicamente en otra época para que como espectadores pensemos que ya desde aquellos años las cosas van de mal en peor, un mensaje que claramente no es en serio ni mucho menos para tomar acciones al respecto, aquí sólo funciona para definir el papel que cada quién va a jugar dentro de la trama y cómo es que estos personajes van a relacionarse con los de las siguientes entregas.

Los personajes son planteados de forma directa tenemos a Shadysider Deena (Kiana Madeira) nuestra heroína a quien su novia Sam (Olivia Scott Welch) le rompió el corazón en mil pedazos al mudarse a Sunnyvale en donde comienza a salir en plan romántico con la estrella del fútbol Peter (Jeremy Ford) al que inmediatamente definen como un estúpido, aquí cabe señalar que este tipo de relaciones son vistas con toda naturalidad saliéndose del paradigma de esos años en donde se nota claramente que no hubo un trabajo de investigación más profundo sino que todo queda en un simple “se ve bien hagámoslo total, vale verga, esta no es una película en serio” también tenemos a Josh (Benjamin Flores Jr.) el hermano amable y muy estereotipado como nerd, él sabe que la ciudad tiene problemas mucho más grandes que el fallido romance de su hermana, después del asesinato en el centro comercial él cree que hay un patrón establecido en esas muertes y todo se remonta a una mujer llamada Sarah Fier que fue ejecutada en 1666 presuntamente acusada de brujería.

Este pintorezco pueblecillo estadounidense está lleno de forasteros a quienes de inmediato encasillan como los pobres y los marginados e incluso aquellos que han tenido éxito a pesar de su entorno, conocemos a quienes son los mejores amigos de Deena, Kate (Julia Rehwald) y Simon (Fred Hechinger) a quienes definen como una drogadicta y al bueno pero idiota que a su vez es responsable de mantener a su familia porque no hay que dejar de lado este tipo de relaciones entre los personajes y ese mensaje de la importancia de los valores familiares.

La directora Leigh Janiak no se toma la molestia de respetar las reglas del género y de ninguna manera justifica las fallas que tiene el guión, la narrativa, la continuidad y el apego de las referencias con la época, en cuestiones de moda y la forma de vestir no coincide en lo absoluto con el entorno, la ausencia de personajes adultos si bien nos sitúa en una teenage movie, su elenco no tiene la suficiente fuerza para sostener este trabajo y no es porque lo hagan mal sino porque le dan más importancia a las decisiones pendejas que toman que las hacen ver sumamente ridículas.

QUIZÁ TE INTERESE  Nosferatu cumple 100 años de aterrorizar

Y hablando del casting este lo conforman Kiana Madeira, Olivia Scott Welch, Benjamin Flores Jr. Julia Rehwald, Fred Hechinger y Maya Hawke quienes a pesar de hacer un buen trabajo se pierden mucho de esto con la dirección porque una cosa es que tenga buenos actores y estos interpreten a personajes sosos y tontos porque podrían haber dado más de sí mismos con actuaciones más convincentes pero entendamos que este no es un trabajo en serio.

La música para la película está llena de éxitos de los años 90´s con canciones de Garbage, Radiohead, The Pixies entre otros, el problema aquí es que eso cansa demasiado porque hasta por tirarse un pedo lo fondean con alguna canción.

Los efectos especiales y el maquillaje rinden el mejor homenaje a aquellas pésimas películas de las franquicias que se mencionan al principio de esta reseña, solo una impacta y que tiene que ver con un rayador de carne pero en cuanto a las demás están mal dirigidas cosa que al parecer fue hecha totalmente a propósito porque como he mencionado, esta no es una película seria que pretende serlo pero siempre no.

En conclusión, Fear Street 1994 no pasará a ser un clásico pero cumple el cometido de entretener, nuevamente me quedo a medias porque aún faltan por estrenarse las 2 películas que completan esta trilogía que al parecer llevarán la misma línea absurda con sus respectivos homenajes.

La película en su primera parte  ya se encuentra disponible en la plataforma de Netflix y el estreno de Fear Street 1978 para el día 9 de Junio y la última parte Fear Street 1666 para el 16 del mismo mes.


Descubre más de Aztechin

Suscríbete para recibir las últimas publicaciones en tu email.