Reseña de The Black Phone se queda en el intento entre el ser y el parecer

Reseña de The Black Phone se queda en el intento entre el ser y el parecer

Las adaptaciones cinematográficas que tiene como fuente base una novela o un cuento o un cómic entre muchos otros suelen cambiar las reglas y adaptarlas a su propio género, esto puede variar según las necesidades que tenga la historia para contarnos en poco tiempo lo más destacado.

Joe Hill ha ocupado un lugar consustancial muy a parte de su padre el escritor Stephen King, sus cuentos cortos y novelas han sido del agrado de propios y extraños, ha sido galardonado con numerosos premios y sus obras ya han visitado la pantalla grande.

The Black Phone (2004) es un cuento corto y cuando digo corto es que es muy corto pero logra captar la atención del lector y sumergirlo en una historia desesperante, originalmente fue publicado por la revista inglesa, The 3rd Alternative para luego formar parte de la colección de cuentos cortos 20th Century Ghosts (2005).

En este 2022 el director Scott Derrickson (Dr. Strange 2016) es el encargado de narrar audiovisual y cinematográficamente lo que parece ser una espeluznante historia.

¿De qué va la película?

En la década de los 70 en una ciudad de Colorado, un hombre que se autonombra The Grabber secuestra a Finney Shaw (Mason Thames) un chico de 13 años tímido e inteligente, lo mantendrá encerrado en un sótano insonorizado, en la pared se encuentra un teléfono descompuesto y sin conexión que repentinamente empieza a sonar, el chico descuelga y descubre que a través de él puede escuchar las voces de las anteriores víctimas que están decididas a impedir que termine igual que ellos.

Es muy evidente que en este género ya no hay nada nuevo que ver, ya todo está dicho y se ha hecho de muchas y muy distintas formas, resulta tedioso ver que la fórmula del asesino serial y secuestrador se repite una y otra y otra vez, hay quienes lo han hecho excelentemente bien y otros no, en el caso específico de la película que nos ocupa, Derrickson tiene la difícil tarea de hacer más sustancial una historia corta que se sostiene a sí misma, su experiencia como director le ha permitido tener su propio recurso y desarrollar muy bien este trabajo.

Recrear la década de los 70 es muy sencillo porque la mayoría de la trama se desarrolla en un sótano, la ambientación claustrofóbica que eso da es un buen elemento para apoyar el suspenso de los eventos que hay en la trama, no entiendo y no sé por qué esta película desde su trailer se ha vendido en un género equivocado, no es de horror ni tampoco de gore, es suspenso psicológico en un nivel muy aceptable, cumple con el cometido de mantenernos interesados en lo que está pasando, hay un punto en el que al menos conmigo se dio que ya quería que terminara para saber la resolución de todo no porque estuviera cayendo en el fastidio.

La premisa al igual que en el cuento corto narra una historia de suspenso, The Grabber es un asesino serial que secuestra adolescentes para nunca más ser vistos, cuando Finney se convierte en su víctima es retenido en un sótano insonorizado donde solo hay un teléfono desconectado del que empieza a recibir llamadas fantasmales de las víctimas anteriores, en este punto hay que reconocer que a pesar de que ya sabemos que esto lo han planteado desde un principio sí sorprende y esto se debe al buen trabajo de edición de sonido que junto con las imágenes crean esa atmósfera siniestra y tétrica en donde un asustado adolecente escucha algo de alguien que ya no está, este juego de que el espectador se imagine lo demás aquí funciona bien.

Visualmente este trabajo aboga por la nostalgia del final de una década, el recurso de usar fotografías antiguas, polos, jeans acampanados, trajes de terlenka que se ven viejos, la música, el manejo de la luz para tratar de retratar un pacifico suburbio de la década que representa los años y que ha sido corrompido por el horror y la desesperación de las desapariciones y asesinatos de varios infantes.

La historia es sobre Finney que cuenta con 13 años y su hermana menor Gwen (Madeleine McGraw) quienes viven con su padre Terrence (Jeremy Davies) viudo y abusivo con el que sostienen una relación amorosa y protectora. juntos. Finney fuera de casa es tímido y muy retraído lo que lo ha llevado a sufrir acoso por otros niños, no sabe cómo hablar con la chica que le gusta, en general, es socialmente incómodo y solitario, es cuestión de tiempo antes de que sea capturado por Grabber lo que cambiará la perspectiva de las cosas y lo llevará a hacer cosa que jamás hubiera imaginado para sobrevivir, su captor es un hombre con la mente retorcida y demente usa una máscara como un punto de apoyo que le da el valor de cometer atrocidades, sin ella es sumamente débil.

El guión fue adaptado por C. Robert Cargill y el mismo Derrickson pretende ser versátil pasando de una cosa a otra y camb iando el orden de eventos y del protagonismo e importancia de los mismos, primero es la parte del secuestro, luego el encierro y de esto pasamos a las llamadas que provienen de un teléfono de disco negro y desconectado que está en la pared de un  sótano húmedo y semi oscuro, comenzar a recibir llamadas de las víctimas anteriores es algo difícil de creer, estamos en el entendido fijo de que esto viene del más allá, es algo paranormal pero que sirve como clave para la única oportunidad que tiene el protagonista para sobrevivir y poder escapar.

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Su director tiene experiencia en manejar diferentes narrativas según las necesidades de las historias, ya lo vimos con  The Exorcism of Emily Rose (2005), The Day the Earth Stood Still (2008), Sinister (2012), Deliver Us from Evil (2014) y con Doctor Strange (2016), el cambio en estos estilos son los que le han dado su propio estilo, Black Phone se define así misma como una historia lenta que gradualmente va aumentando la tensión, algo que apoya lo anterior son los insistentes detalles de la época muy al estilo de lo que hemos visto en Stranger Things entreteje de manera creíble sus referencias de y lo más importante, se enfoca en el desarrollo del personaje de Finney, su hermana menor y lo que ha sido su vida día a día, con muy poco y sin más explicaciones se crea esa empatía tan importante tan esencial para una película como esta una vez que el horror se vuelve implacable.

Un punto a favor que tiene esta cinta es el hecho de que su narrativa nos da una idea muy creíble de lo que era ser un niño durante los años 70, saben bien cómo desarrollar a estos personajes mientras que uno es el tímido y maltratado, la otra es descarada valiente y decidida a hacer todo lo que esté a su alcance para encontrar a su hermano, esto se construye y se crea a un personaje fuerte y determinante para la historia, por el lado del villano vemos que Hawke tiene toda la experiencia para interpretar personajes como este, aporta el matiz y la complejidad que debe de tener este ser malvado, un fallo en su construcción es que nunca descubrimos mucho más allá de lo que presentan sobre Grabber y su personalidad, sabemos que era un mago que secuestra a sus víctimas en una camioneta negra, que usa una máscara demoníaca que puede quitarse parcialmente o cambiar sus secciones, algo que lo hace aún más espeluznante y aterrador porque no sabemos cuál será su siguiente movimiento manteniéndolo intrigante pero nunca exagerando su naturaleza vil y siniestra.

A diferencia de su original aquí se tiene todo el recurso para terminar de complementar lo escrito por Hill y transformarlo en algo con una personalidad completamente distinta, casi se logra de no ser porque la imaginación de quienes lo hayan leído es mucho más vasta.

Como es de esperarse el mensaje que lleva es el común denominador hoy en día, primero está el tema del abuso, ya sea en casa por su padre o en la escuela por sus compañeros, esto se siente más actual y menos nostálgico, no logra retratar de manera creíble que en esos años se le diera la importancia que se le da hoy en día, el mensaje se siente demasiado forzado aunque.. ¿a quién le importaba que en ese tiempo alguien sufriera traumas por eso? a nadie, las cosas así simplemente sucedían porque se establecía de manera inconciente que los débiles fueran así el resto de sus vidas y que los abusivos serían los que tuvieran más oportunidades, en este caso son 2 niños pero bien sabemos que también había hombres y mujeres adultos que lo sufrían calladamente, esto aquí se presenta mucho más actual, luego está el mensaje familiar, estos 2 protagonistas con sus específicas características cuidan uno del otro porque saben que no pueden contar con una figura paterna que les brinde esa seguridad y protección que necesitan, que han aprendido a educarse y a sobrevivir en un ambiente semifamiliar y tóxico, por último está el mensaje del valor que aquí el hilo conductor de esto son las llamadas que recibe estando cautivo los que dan ese elemento de transformación, como tu no puedes hacerlo solo entonces que te ayuden los muertos porque has sido un chico tímido y estúpido incapaz de defenderse por sí mismo pero llega el punto en el que o lo hace o muere y este punto decisivo es lo que cambia absolutamente todo.

El problema es que esto no se aprovecha, esta historia es conclusiva, es decir, ya no puede ir hacia adelante, podrán hacer innecesarias precuelas que cuenten más sobre sus personajes y reconstruirlos pero ya alejándose de todo esto y queda claro que es una oportunidad perdida en algo que aparenta ser independiente pero que cae en lo comercial y en el susto fácil, cae en esa zona de confort de que no se necesita más que el recurso de ponerla en un género que llame más la atención que en lo que en realidad es porque claro, el horror atrae más que el suspenso y la audiencia es lo que quiere ver y no en todos los casos funciona, aquí se toman esos elementos y los apoya con ciclos parciales de abuso, antes de la mitad ya adivinamos que nos espera para el final, que aunque Mason Thames lo hace estupendamente bien no se siente que esté en un peligro inminentemente real, sí, sí, tenemos al asesino cruel y despiadado que en ningún momento piensa seriamente en asesinarlo, esta ventaja en los personajes son los que alargan innecesaria y desaprovechadamente el recurso, es absurdo caer en el que uno hace como que te mata y el otro como que se asusta y si no fuera por la naturaleza de las llamadas esta cinta no tendría ningún propósito y ningún sentido.

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Es ridículo cómo retratan a las autoridades responsables de la investigación de este caso y de los anteriores, el concepto de que la policía es tonta aquí definitivamente no funciona Gwen con sus habilidades de clarividencia es quien dirige la investigación y las víctimas anteriores se comunican con Finney, esta similitud de un sistema de apoyo entre niños en ausencia de adultos maduros, confiables que sepan hacer su trabajo hace que Black Phone se salve de no caer en el cliché de ser solo una simple película palomera para pasar el rato.

La película como tal en sus primera parte no logra definir que estamos viendo o si está disfrazada como como algo semi-paranormal de asesinos en serie o es suspenso, o es policiaca, o es un drama, lo fundamental es lo que permite que sus diferentes matices matices tomen el control situándola donde debe ser con sus aciertos y sus fallos, desarrolla bien sus personajes, da una dosis de emoción necesaria, maneja bien el suspenso pero de ninguna manera llega a ser horror y mucho menos gore, se preocupan más por dar esos mensajes que mencioné anteriormente que de sentirse un poco más libre de arriesgarse a contar más ampliamente lo que ya estaba escrito y llevarnos como espectadores a un punto más alto de tensión en donde si van a jugar con nosotros que lo hagan bien y no se quede a medias, el talento ahí está y se ve lo poco aprovechado que está, después del fracaso en taquilla que representó Horns (2013) no hay un director que sea apto para llevar las historias de Hill a la pantalla grande con esa veracidad que tiene como escritor.

La época que representa es otro de los factores que muy poco se aprovecha, sí está bien ambientada, los detalles están muy bien puestos tanto que a cada momento nos dicen con alguna referencia en dónde estamos pero que igualmente se desaprovecha, los cambios sociales y culturales en esos años en los que el secuestro de niños y los asesinos en serie se convirtieron en un mito de lo más oscuro en los Estados Unidos, la paranoia y la desconfianza eran plausibles, a los niños se les permitía tener un margen más amplio de maniobra y libertad en sus vidas sin que alguien se preocupara por las consecuencias, sin embargo, tampoco es una película nihilista que ignore estos hechos en el momento de ser presentados de una manera moderna y equivocada, por lo menos es de reconocer que el final y la resolución de todo es fiel al material original.

El cast tiene a Mason Thames, Madeleine McGraw, Jeremy Davies, James Ransone e Ethan Hawk quienes lo hacen muy bien pero que quedan muy por encima de sus personajes, son destacables las actuaciones infantiles tanto en las voces de las llamadas como el de su protagonista, logran estructurar y construir muy bien lo que quieren representar y hacen lo que pueden con lo que tienen con una dirección sumamente pobre.

La música compuesta por Mark Korven ayuda demasiado a la trama en sus momentos más tensos, con estas piezas es muy fácil caer en la facilidad del susto,  las canciones de época interpretadas por Edgar Winter Group, Blind Blake, Sweet y Pink Floyd son una muletilla necesaria para ubicar a las nuevas audiencias en una era específica.

En conclusión, Black Phone cumple con entretener pero que no aporta absolutamente nada a ningún género, lo que vemos es lo que hay y que pudo haber sido más pero que como en muchas producciones de este tipo solo se queda en el intento entre el ser y el parecer.

Black Phone ya está disponible en salas cinematográficas de nuestro país.

Reseña en Inglés


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