Flow es una parábola exquisita y conmovedora sobre la humanidad
Desde que a principios del siglo pasado y a quien se le considera el padre del dibujo animado es al británico James Stuart Blackton, en 1906 realizó un film experimental llamado Episodios Humorísticos y hasta 1907 realiza su primera animación titulada The Haunted Hotel, a esta le siguieron Fantasmagorie de Émile Cohl y Creation hecha por Pinto Colvig en 1916, trabajos que en este género son una muy importante influencia en el entretenimiento hasta nuestros días.
La animación como género ha abarcado casi todas las historias que podemos ver en el cine y la televisión incluso yendo más allá de lo que propios y extraños podemos imaginarnos. Cada vez esta flexible categoría evoluciona más al presentarnos proyectos hechos en CGI o bien regresando a la animación tradicional hecha a mano.
Durante los últimos años hemos visto la evolución qué acompañado de la tecnología han presentado trabajos excelentes y de muy buena calidad, los directores, los guionistas, los técnicos, los animadores, las voces y la música son solo algunos elementos que han completado y complementado diferentes y muy variadas historias algunas de ellas muy conocidas y comerciales y otras más independientes.
Es en este inicio de año que llega una cinta animada de aventuras y fantasía dirigida por Gints Zilbalodis y escrita por Zilbalodis y Matīss Kaža, Flow es una producción etona-belga-francesa y se destaca entre otras cosas por no contener diálogos.
¿De qué trata la película Flow?
Un gato se despierta en un mundo cubierto de agua donde toda la raza humana parece haber desaparecido, asustado y solo busca refugio en un barco con un grupo de otros animales, un perro, un capibara, un lémur y un ave, llevarse bien con ellos resulta ser un reto aún mayor que superar que su miedo al agua, es así que todos tendrán que aprender a trabajar en equipo y a superar sus diferencias para adaptarse a un nuevo mundo en el que se encuentran.
Las películas independientes en este género suelen ser más interesantes y mejores que las de los grandes y conocidos estudios con muy altos presupuestos, películas como Flow que no tienen un solo diálogo tenemos otros ejemplos a seguir y considerar, More (1998), Les Triplettes de Belleville (2003), La dama y la muerte (2009) y The Red Turtle (2016) cada una de ellas tiene su propia personalidad y narran historias que van desde lo sencillo a lo má complejo haciéndonos reflexionar sobre lo que estamos viendo.
Flow es una cinta que toma algo de cada una de las anteriores mencionadas y de algunas otras más y lo transforma en toda una experiencia visual y sensorial en el que como espectadores podemos ir descubriendo qué es lo que está pasando y qué decisiones son las que serán o no tomadas.
Cada uno de los personajes tiene una identidad propia de su especie, la hiperactividad del perro, la obsesión de un lémur, la pasividad comprensiva de un capibara, la conformidad de un ave y finalmente la curiosidad y miedo de un gato, no estamos ante un producto comercial en el que cada idea es analizada y revisada una y otra vez para obtener un éxito en taquilla, aquí la fantasía tiene otra apariencia y algo más que contar.
Con una narrativa que va de lo simple a lo complejo y visualmente impactante, su director Gints Zilbalodis junto con su equipo técnico crean una historia que empieza en algún punto , es conmovedora y nos habla directamente sobre los vínculos que se van forjando en circunstancias peligrosas, desconocidas e improbables, su protagonista es un gato negro adorable y sin nombre que comienza siendo un típico felino con las características propias de su especie, es descarado, reservado y siempre hambriento, nunca se nos dice quién fue su dueño y en algún momento nos damos cuenta como audiencia que el gato ha tenido una crianza casera y educada, sin embargo, se necesita un acto de alto impacto para desafiar la naturaleza de su carácter y su personalidad.
En el transcurso y desarrollo de esta aventura las interacciones entre los animales de compañía este gato se va convirtiendo de poco a poco en un ser cariñoso y generoso, en esta historia distópica no es necesario antropomorfizar a estos animales con voces o diseños más comerciales para ofrecer un arco triunfal y completo sobre una posible extinción de la humanidad y de cómo sobreviven a esto, parte de su interesante encanto es que podemos presenciar cómo es que estas criaturas van en contra de su hábitat natural para encontrarse con otros y descubrir que tienen la capacidad de adaptarse al medio y al entorno.
El hecho de que no se pronuncien palabras y su narración silenciosa pero a la vez ágil demuestra que los animadores son algunos de los narradores más creativos que pueden dar vida a sus personajes sin dejar su naturaleza real, sonidos, gruñidos, ladridos, maullidos son lo que estos animales tienen para comunicarse con los demás, la interpretación de sus gestos, miradas y movimientos es lo que utilizan para saber qué es lo que los demás quieren o desean hacer, la expresividad juega un papel muy importante para que como espectadores nos involucremos con ellos y entendamos que por más diferentes que seamos en una situación extraordinaria podemos cambiar para bien o para mal.
El sonido que hay durante toda la cinta está compuesto de ruidos diegéticos y ruidos ambientales de olas marinas, madera que rechina, sonidos de insectos en los árboles, el viento, pisadas, etc. El trabajo que hace el diseñador de sonido Gurwal Coïc-Gallas equilibra de manera perfecta y simétrica el ruido de la naturaleza de este aparente desastre climático con los peligros mortales y reales que enfrentan estos animales, todo esto se destaca porque que todos los ruidos de los animales ya existían y son reales como por ejemplo los sonidos expresivos del ave o los bufidos del lémur que evocan emociones de miedo, de sorpresa, de alegría e incluso de tristeza que ban bien a juego con sus expresiones realistas.
También destaca en su aspecto más fantástico del elemento que tienen estos animales fue cómo usaron otros ruidos para el capibara porque el ruido de chillido natural que hacían no coincidía con la naturaleza relajada del personaje y decidieron cambiarlo para hacerlo más apacible y amigable no solo con los demás personajes sino para nosotros como audiencia, los realizadores no querían que su naturaleza salvaje fuera violenta sino todo lo contrario, imaginaron cómo reaccionarían estos animales en diferentes situaciones.
La mayor parte de este impresionante proyecto animado es muy realista que tiene como base la sutileza con tomas largas y un montaje minimalista que nos permite conectarnos a un nivel más profundo con el protagonista y los demás personajes, resulta impresionante ver cómo esta película nos hace hace empatizar con un gato animado sin depender de un diálogo o de emociones evidentes.
A medida en la que el agua sube inundando todo lo que encuentra a su paso el gato se encuentra literalmente fuera de su elemento protector que le da su casa y sus dueños, una estatua gigante de un gato está casi completamente sumergida lo que obliga a este protagonista a sobrevivir alejándose de su cómodo aislamiento, las estructuras artificiales que aparecen en la superficie y bajo el agua transmiten una invitación a tener un espacio para una mentalidad distinta y más receptiva mientras nos enfrentamos a la extinción o lo insignificante que pueden ser ya las ambiciones humanas y atentar contra la naturaleza, esto se ve reforzado cuando vemos que una ballena nada entre las ruinas de lo que alguna vez fueron las calles de una ciudad abarrotada de gente.
Y entonces, este gato encuentra la seguridad que necesita en un velero, a lo lejos ven una cadena de picos montañosos esbeltos que parece guiar a estos animales a un sitio mejor, algo con lo que se podría soñar y para que eso se revele deben confiar los unos en los otros, la cordial relación que tienen se ponen a prueba y a su vez se refuerza a través de un roce de narices, el gesto generoso de compartir la comida o en un caso de mayor riesgo la decisión de enfrentarse a la violencia para proteger a un nuevo amigo, el ave asume una posición de falso liderazgo afirmando su dominio de poder volar con una postura erguida que lo distingue de los demás.
Pero esto no se debe propiamente a la situación caótica a la que tienen que enfrentarse sino a que también todos los acontecimientos después de un apocalipsis no explicado los enfrentan de cara a sus propios miedos y a superarlos para poder seguir coexistiendo, conviviendo y sobreviviendo.
Cada especie está animada de maneras en la que se pueda demostrar que cada uno de ellos existe en el mundo real, su estilo de animación hiperrealista en 3DCG cel-shaded es único, el equipo de animación se esfuerza por lograr una arquitectura realista lo que significa que todos los animales, los entornos, las texturas, los colores la iluminación y su detallada fotografía están diseñados específicamente para reflejar su contraparte con un mundo real, el diseño de personajes, expresión y movimiento junto con efectos ambientales hace que esta cinta animada sea novedosa, original y que aporta algo muy importante al género que ocupa.
En una animación convencional de personajes animales son generalmente presentados como estereotipos antropomorfos, animales que se comportan como humanos que hasta cantan y bailan en lugar de cumplir con la función real de su especie, las emociones, los detalles minuciosos del movimiento son precisos de lo que es un reflejo del animal y no solo una metáfora barata, descarada y trillada de alguna característica humana con la que podamos identificarnos.
Los envolventes movimientos de cámara a través de los entornos luminosos crea una ilusión de que los eventos están ocurriendo espontánea e impecablemente hasta el más mínimo detalle, su imprevisibilidad de la vida se toma aqui con una naturalidad que va de lo ficticio a lo real siguiendo a estas criaturas en tomas largas que van desde el peligro que representa el agua hasta la seguridad de su bote, la exuberante vegetación, la arquitectura y la textura del agua tiene un efecto perfecto con el resto de la animación que está entre lo pictórico y lo realista, la calidad gráfica y estilizada en su diseño interactúa con el tono de color que le han dado a cada uno de sus cuerpos.
No podemos ignorar su mensaje planteado desde un inicio, algo que se aleja de la moralidad trillada hollywoodense, aquí nos muestran de una manera sutilmente cruda lo que puede suceder con el calentamiento global y la sobre explotación de los recursos naturales, la devastación de miles de hectáreas de bosques lo que ha obligado a las diversas especies a migrar a otros sitios más poblados en donde son víctimas de depredadores y de humanos, por medio de estos animales nos muestra la fragilidad del ser humano y la subsistencia de las especies.
La exploración temática no es particularmente profunda, se trata de la amistad, el equilibrio entre la dependencia y la independencia de los demás, si bien estos temas no son innovadores hoy en día la película no pretende ser un tratado filosófico ni mucho menos educarnos en un tema que se ha hablado durante años que terminará en algo aterrador, en cambio nos ofrece una experiencia hermosa, conmovedora, reflexiva e inmersiva que naturalmente nos genera empatía hacia lo que vemos y a la vez que nos refleja como sociedad y de lo antipáticos que nos hemos vuelto unos con otros.
¿Quién compuso la banda sonora de Flow?
La banda sonora fue compuesta por Zilbalodis y Rihards Zaļupe enriquece la experiencia audiovisual como un elemento muy importante y nos transmite la serenidad de sus imágenes en sus momentos más tranquilos y emoción en los momentos de más acción y desesperación, al ser una cinta sin diálogos los efectos sonoros y la música son lo que respaldan lo que vemos como un personaje más.
Su final junto con su escena post créditos nos hacen ver que todo lo que hemos visto ha sido un viaje alegremente nostálgico por un mundo que ha sido devastado pero que aún conserva con su entorno la humanidad que presuntamente ayudó a destruirlo todo, pero que a la vez nos deja una esperanza de que todo lo malo tiene algo bueno.
En resumen, Flow es una deconstrucción de hechos y personajes se alimenta de otros conflictos que tienen como especie al ser tan diferentes en una interrogante que se demuestra a lo largo de la cinta y es que sus protagonistas no son tan conscientes de lo que sucede, no saben quién o qué es bueno y malo para ellos y su nueva situación de vida.
Es la misma trama la que plantea la opción, la aceptación y convivencia, de que pueden compartir las mismas cosas y el mismo espacio bajo ciertas condiciones, son muchas las capas de reflexión que tiene en la que nos invita a profundizar entre cada uno de sus personajes y la comparación con el mundo real en el que actualmente vivimos.
Flow es un logro cinematográfico que pone un estándar muy alto en lo que al género de animación se refiere, trabajos como este no solo merecen ser premiados sino también reconocidos por un público que está acostumbrado al reciclaje y a lo trillado que se ha vuelto el entretenimiento.
Flow ya está de estreno en salas cinematográficas de nuestro país. Cinemex y Cinepolis
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