Las películas independientes suelen tener estrenos limitados en salas de cine, sus realizadores las presentan en festivales para dar a conocer sus trabajos, mismos que están sujetos al escudriño de críticos muy exigentes que buscan aquél detalle que las haga sobresalir entre las demás y sean acreedoras a un premio.
Muchas de estas producciones hechas en muchos países están destinadas a terminar en formatos caseros o como relleno de alguna plataforma, pero ¿qué hay de aquellas que ganan premios y que quedan en el gusto de propios y extraños o de un público más general, puede suceder que esto trascienda y su equipo creativo tengan más trabajo en otro tipo de trabajos o bien que no pase nada y solo sea la novedad del momento mientras que los grandes estudios gastan millones de dólares en fracasos asegurados.
Siendo honestos esto puede verse como algo muy injusto que por tener una idea y llevarla a cabo con buenos resultados no suceda nada, más para todos aquellos que estuvieron involucrados en todo ese proceso, tenemos la tendencia a criticar de mala manera sin conocer lo que hay detrás del resultado final, pareciera que esto de entrada está condenado al fracaso y a que solo unos pocos lo conozcan y lo recomienden de boca en boca.
España es un país que ha tenido muy buenas producciones cinematográficas, grandes directores y actores nos han llevado a conocer historias en diferentes géneros , unas cin mucho éxito y otras no tan afortunadas que quedan en el olvido, hay un director que ha hecho lo que ha podido con lo que ha tenido, los cortometrajes: Nada S.A (2014), Una historia de amor (2015), Lo siento cariño (2015), No es lo que parece (2015), y R.I.P (2017), ASYLUM: Twisted Horror and Fantasy Tales (2020) le dieron la puerta de entrada al mundo del cine con Matar a Dios (2017) y La mesita del comedor (2022), Caye Casas junto con Albert Pintó han hecho interesantes propuestas en sus historias, en su dirección y en su cinematografía.
En un 2022 muy castigado para la industria cinematográfica llegó La mesita del comedor, un proyecto difícil de describir que ha tenido su punto más alto en este 2024, causando controversia y dividiendo opiniones la cinta ya ha sido exhibida en diferentes festivales con un éxito que pone a sus realizadores en el camino correcto a seguir entregando tan buenos trabajos con una peculiar y siniestra manera de contar historias.
¿De qué trata la película The Coffee Table?
María (Estefanía de los Santos) y Jesús (David Pareja) acaban de ser padres, pero su relación de pareja no pasa por el mejor momento, esta crisis ha hecho que tengan más problemas, lo que no imaginan ni en sus peores pesadillas es qué la compra de una mesita para el comedor se convertirá en la peor decisión de sus vidas.
Hay trabajos que se caracterizan por ser muy peculiares, la visión de estos pueden o no ser novedosas, nos pueden o no dar una buena experiencia en un rato de entretenimiento, nos pueden o no involucrar en su trama más allá de lo que nosotros mismos pensamos y al final nos puede o no dejar pensando en lo que acabamos de ver y qué relación tiene eso con algo que personalmente nos haya sucedido.
Dicho lo anterior, la mesita del comedor de Caye Casas cumple con esto y más y aquí cabe hacer la pregunta, ¿cómo cuentas algo sin contar nada? estamos en la era del potencial spoiler, hay quienes están a favor, otros en contra y a otros lo único que les importa es causar debate con lo anterior, pocas son las películas que causan un efecto incómodo o desagradable en el espectador, hay quienes saben mucho y también quienes no saben nada sobre lo que van a ver, recuerdo que este fenómeno mediático se dió con 3 películas, The Blair Witch Project (1999), Paranormal Activity (2007) y A Quiet Place (2018) en donde los asistentes a una sala de cine se involucraron con lo que estaban viendo haciendo de esta experiencia algo estratégicamente planeado y novedoso.
Bien sabemos que de una idea puede desarrollarse todo un argumento que involucre más subtramas dentro de una principal, hay algunas demasiado elaboradas que terminan confundiéndonos por su falta de fluidez y por querer contarlo todo en muy poco tiempo, hay otras que son sencillas y simples de ver, cun una narrativa rápida y audaz que nos pone de inmediato en contexto sin que por esto tengamos que tener un bagaje previo, toma un momento y por un tiempo determinado nos muestra una serie de sucesos que terminan con un climas ya sea impactante o no, el juego de la adivinación y de que sepamos previamente lo que va a pasar y cómo va a concluir es algo que ha estado muy de moda en estos años debido a la falta de creatividad de sus realizadores o bien a las exigencias de los estudios por querer ganar más en taquilla que por presentar algo de calidad.
La mesita del comedor de redefine así misma como un thriller dramático con tintes de horror y no, no trata de una mesa poseída por algún demonio o que esta represente algo paranormal es simplemente como la definen al inicio como:
“La “famosa” mesa de centro Rörret con un cristal tintado en bronce irrompible, una estructura con imagen de 2 bellas damas modeladas en marfil y bañadas en una perfecta imitación de oro, una pieza de diseño sueco, tan versátil es que se puede usar en el salón, en el dormitorio o en cualquier rincón del hogar donde se quiera dar un look elegante y de diseño, de un pésimo diseño y gusto cabe aclarar, y pretende ser la mesa preferida para tomar un café o un aperitivo con nuestros seres queridos, y nos asegura que esta mesa por su (espantoso) diseño y su nivel nos va a cambiar la vida a mejor y nos va a aportar felicidad en el hogar”
Lo anterior no puede estar más lejos de la realidad, un vendedor charlatán que haría y diría cualquier cosa con tal de vender su chingadera a un incauto que quiera comprarla, y a partir de este momento las cosas van a cambiar de manera radical y no para cambiar sus vidas a mejor y a aportar felicidad al hogar sino todo lo contrario, esto va a volver su peor pesadilla en algo real y hay que aclarar que como bien dice María su protagonista “nada es irrompible” dicho esto, esta espantosa mesa será la que ponga a prueba a los personajes y nos impacte a nosotros como audiencia.
Muchos nos preguntamos ¿y cómo podría cambiarme la vida para muy mal una chingada mesa de centro? no es en sí la mesa es todo lo que la rodea, la tensión de sus personajes que cada vez va siendo más profunda hasta el punto en el que por un accidente comprobamos que ese cristal irrompible tintado en bronce causa una tragedia a un matrimonto en el que las cosas no van nada bien, un esposo que se siente presionado por su pareja que ya ha elegido todo, desde el día de la boda, lo que vestirá ´él y su madre y hasta la desición de tener un hijo y ponerle el nombre de Cayetano que es el nombre del abuelo de ella a lo que él se refiere como un nombre cutre, de torero facha y es aquí en donde salta la primera chispa de humor negro al mencionar el vendedor que él también se llama Cayetano como su padre, su abuelo, su tatarabuelo y varias generaciones más y la esposa se refiere a este señor vendedor como horroroso y cutre como la mesita, esto ya nos pone en contexto de lo que vamos a ver más adelante.
Según el razonamiento y estoy de acuerdo que muy cutre a los objetos hay que tratarlos bien y darles amor, sin duda una de las peores estrategias de venta, he de decir que mientras veía eso y escuchaba este monólogo del vendedor en lo personal me hubiera retirado antes de que terminara sin comprar la chingada mesa y que el protagonista termina comprando por orgullo, de esto pasamos a los créditos iniciales que los vemos intercalados en en el manual de cómo armar la mesa, seguido a esto vemos la fachada del edificio, al protagonista subiendo la caja y la presentación de los demás personajes, la vecina (Cristina Dilla) que es madre de una jovencita de 13 años muy inmamable llamada Ruth (Gala Flores) que continuamente amenaza a Jesús con incriminarlo por pedofilia mientras él rechaza sus insinuaciones por confundir un acto de amabilidad con un ficticio enamoramiento.
La trama sigue y Jesús y María siguen discutiendo por el nombre del niño y otras nimiedades y es cuando nota que falta un tornillo para poder terminar de armar la mesa y llama a Cayetano para pedirle que reponga el faltante, mientras habla con él coloca el cristal boca arriba un detalle que cobrará una vital importancia, luego María sale a hacer unas compras para recibir la visita de Carlos (Josep Maria Riera) el hermano de Jesús y su esposa Christina (Claudia Riera), dejando a Jesús solo con el bebé, el padre intenta por todos los medios que deje de llorar, hasta aquí todo parece ir normal hasta que en un plano que no vemos y estando la cámara fija escuchamos un tropiezo, un golpe, un cristal rompiéndose a pesar de la promesa del vendedor decapitando al bebé.
Lo anterior es un acto que jamás vemos de manera explícita, sólo vemos vidrios volando y algo que cae debajo del sillón que suponemos y más adelante nos confirman que es la cabeza del pequeño Cayetano en un plano magistral y cinematográficamente bien realizado y solo han pasado 19 minutos de los 91 que tiene la cinta de duración, a partir de este momento las cosas comenzarán a tomar un rumbo siniestro y aterrador para los protagonistas y para nosotros como espectadores, dado que sabemos que ha sido un accidente nos hacemos la pregunta ¿cómo podemos explicar lo que ha sucedido si estuviéramos en el lugar de Jesús? el nivel de tensión se va de cero a cien en cuestión de segundos, luego sigue la escena en donde vemos qué es lo que sucedió, la mesa, el vidrio roto, sangre en la alfombra y el pequeño cuerpo sin cabeza mientras suena una canción infantil.
Los planos, las tomas, la cinematografía a partir de este hecho no muestra los momentos más crueles, no hay nada revelador en todo lo que refiere a esto está fuera de cámara y es al espectador al que le toca estructurar en su mente todo lo demás, esto sin lugar a dudas está planeado y hecho premeditadamente porque lo que busca su director es que como audiencia nos involucremos a un 100 por ciento con la trama y los personajes, todo aquí resulta ser lo suficientemente injusto, cruel y duro de enfrentar, en este punto ya no hace falta ni es necesario mostrar gráficamente lo que ha sucedido y lo que va a suceder y cómo audiencia somos un poco más inmersivos, más empáticos, más alcahuetes con lo que estamos viendo, pensando y sintiendo, una incomodidad que cada uno sabrá como manejar.
Hablar más de qué es lo que sucede sería difícil de explicar, es cada uno el que al final dará cuenta de si lo que sucedió podría pasarnos a cualquiera de nosotros o no, si tiene un final extremista en donde todas las sub tramas que han manejado en el guión escrito por Cristina Borobia y el mismo Caye Casas sucumben ante un hecho igualmente perturbador e incómodo, el manejo de la información que se tiene mientras hay visitas en casa y María se entera de lo sucedido por la insistencia de la inmamable de Ruth al acusar falsamente a Jesús con su esposa de haberla besado en el ascensor del edificio, y que todos los presentes enfrenten algo inesperado y esto termine de manera abrupta con el hermano en shock y dentro de una patrulla balbuceando cosas sin sentido para los demás pero que nosotros entendemos perfectamente sin que éste deje de repetir, “la mesita del comedor” mientras que en paralelo se nos dice qué ha pasado con María y con Jesús que evidentemente una tragedia da lugar a una más grande.
Un cierre inesperado en el que nosotros podamos ya tener el panorama completo y entendemos del por qué de algunas tomas que van tomando una singular y vital importancia para todo lo demás, en un inicio vimos el edificio y los balcones, después el cómo coloca Jesús el vidrio mientras está armando la mesa, vemos que todo va a hacia un mismo punto en donde habrá una encrucijada de todas esas pequeñas pero muy importantes historias así como el desarrollo que va teniendo cada uno de los personajes, podemos apreciar los cambios de humor, el miedo, la angustia, el horror y podemos asumir que ninguno, ni nosotros, estamos preparados o podemos pensar siquiera en algo coherente que pueda pasar para que todo esto pueda entenderse y poder tener una solución.
Estamos ante un thriller dramático español que nos ofrece una propuesta sencilla pero impactante, una trama que se va desarrollando con solvencia en sí misma y arrastrarnos junto con ella a un punto muy miserable jugándose el todo por el todo a favor del guión en el que las circunstancias van convirtiendo diálogos inofensivos en algo más profundo y horrible que va desde el desacuerdo de comprar la chingada mesa hasta una simple interacción entre María y un hombre en el supermercado que le pregunta por un vino, cada palabra que se intercambia está estratégicamente planeada para ser irónica, sarcástica, de mal gusto pero jamás como algo reconfortante.
Es aquí en donde se nos revela cuál es el secreto del éxito en esta cinta que por su título y su publicidad nos confunde y esto es que en sí misma manipula sentimientos e ideas al hacer que sus personajes expresen sus emociones más profundas de una manera demasiado cotidiana, el horror lo vemos venir porque está directamente ligado a lo desconocido que aquí ni es etéreo ni de otro mundo ni hay asesinos seriales o demonios, o cosas paranormales es simplemente que ha ocurrido un accidente con consecuencias devastadoras que dan paso a algo aún más grande y más devastador aún.
El miedo que maneja Casas nos parece tan reconocible, tan innatamente humano que permitir que seamos nosotros como audiencia quienes conocemos este terrible secreto antes que cualquier otro de los personajes es una experiencia que muy pocas veces ha sido llevada tan bien y a este nivel en el cine si hablamos de grandes producciones, está visto y ya muchas veces comprobado que menos es más, que son aquellas cosas sencillas las que demuestran que la creatividad puede no tener límites y presentar cosas como esta sin tener que recurrir al susto fácil o a estructurados efectos especiales con CGI o a confundirnos como audiencia de que tengamos que sobrepensar las cosas, no no, aquí todo es sugerido y directo.
Es de reconocer que el cine de Caye Casas no se anda con nimiedades ni entre las ramas perdiendo el tiempo con escenas largas y sin sentido, tampoco viene a educarnos con mensajes morales de que el amor lo puede todo, es que su cine es así, directo, crudo, cruel, que se puede reír de sí mismo a carcajadas y después llevarte al límite con un miedo al horror que debes enfrentar, su toque personal y muy acertado es hacernos sentir incómodos, hacernos pasar un mal pero a la vez buen rato con esto y aquí nos preguntamos, ¿por qué sentirnos así si la finalidad que tiene el cine es la de entretener y hacernos pasar ratos agradables? la respuesta a esto podría ser tan simple de decir, que la vea quién quiera verla y punto pero no es así, también está el hecho de ver algo que rompa con todo lo tradicional a lo que ya estamos acostumbrados, que rompa esos paradigmas que nos imponen y con el que “debemos” de entretenernos y aceptar que el cine ha cambiado y ha evolucionado replanteando sus propias reglas y ay de aquél que quiera romperlas porque seguro será un fracaso.
Dicho lo anterior quizá haya un público específico para este tipo de producciones que entiendan mejor lo que su realizadores nos quieran decir yy no para un público más general que solo busca pasar un buen rato, eso aquí no va a suceder, esta es un trabajo en el que deseamos que el tiempo vaya más rápido y nos cuenten qué sucede, qué están haciendo, qué harán, en qué terminará todo y esta necesidad de que esto pase así y tan deprisa es por el hecho de que nos hace sentir incómodos. porque empezamos a sobrepensar cosas que no tienen que ver con la trama de la cinta sino con nuestra propia trama e historia y juega con nosotros a hacer ese ejercicio siniestro de buscar en lo más recóndito de nuestra mente ese oscuro secreto, aquella cosa que hicimos de la que nadie se enteró o que si fue al contrario revivir las consecuencias de eso o de salir invictos hasta el día de hoy manteniéndolo así y aparentar ante todos que si bien no somos perfectos tenemos una imagen que cuidar que nosotros mismos inventamos a partir de eso.
Es tan incómodo que Casas nos ponga en la situación del padre o de la madre y cuestionarnos qué hubiéramos hecho en su lugar, quizá esto sea una burla descarada a todas esas cintas que hacen lo mismo sin llegar a tener siquiera un vestigio de lo que aquí resulta y lo mejor, nos deja con el implícito morbo de querer ver en otro plano más directo lo que ha sucedido, de ver cómo tropezó y como fue que el bebé terminó decapitado, de ver el cuerpo y la cabeza separados, de ver lo que ocurre al final y no dudo que ya estén poniendo los ojos en esto o para llevar la idea y hacerla un remake más concreto o bien que se copie e imite este estilo pero de una vez podemos adivinar que nadie podría hacerlo mejor de lo que lo ha hecho su director, no tendría el mismo efecto porque ya sabemos que es lo que pasa, ya lo imaginamos de las maneras más atroces y verlo ya en explícito sería solo para satisfacer esa morbosa curiosidad que tenemos como espectadores y que nos ha dejado el cine actual.
La misma cinta nos va sugiriendo que aunque sea por un instante lo vamos a pasar mal y aceptamos perfectamente y somos conscientes de la perturbadora situación en la que nos colocan como espectador y esto sucede cuando empezamos a empatizar con su protagonista queramos o no entendemos qué ha pasado y nos vuelven cómplices de un delito imaginario pero que lleva mucha verdad en las cosas que suceden en el mundo real.
No podemos decir que después de haber visto todo esto Casas no sea un genio o un director que promete mucho y tiene todo para triunfar mientras se mantenga fiel a su propio estilo, no podemos decir que este tipo de trabajos son de lo más común y que cualquiera puede hacerlo, tampoco podemos negar la genialidad con la que está narrada y el efecto que esto nos causa y esto es lo que le faltaba al cine moderno y actual, un parteaguas entre lo que se puede y se permite hacer con un presupuesto muy limitado y lo que no, pero sobre todo a seleccionar muy bien a su audiencia y a quienes de estos puede llegar.
¿Cuál es el elenco?
El elenco lo conforman David Pareja, Estefanía de los Santos, Josep Maria Riera, Claudia Riera, Eduardo Antuña, Gala Flores, Cristina Dilla e Itziar Castro, quienes hacen un trabajo espectacular, entienden perfectamente bien a sus personajes y los desarrollan al nivel de lo que la trama requiere.
¿Quién compuso la banda sonora original?
La música compuesta por Esther Méndez (Bambikina) tiene acordes simples que van de lo infantil y sencillo hasta piezas que elevan la tensión y el suspenso, acordes que logran que haya simetría entre lo que vemos y escuchamos, un muy buen trabajo que está al nivel de lo que se requiere.
En resumen, La mesita del comedor es una cinta como pocas veces se ha visto, que nos hace pensar en que el cine independiente tiene muchísimo más que ofrecer, que es ahí en donde puede estar el futuro del cine en este y en otros géneros, un trabajo que marca un antes y un después demostrando que de una pequeña y simple idea puede venir algo más grande, enhorabuena por su director y todo su equipo creativo por ponernos el ejemplo claro y directo que menos es más.
La mesita del comedor próximamente estará disponible en la plataforma de Prime Video México y actualmente está en www.filmin.es
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