Ya es una tendencia general que los estudios cinematográficos se han quedado sin ideas y sin presentar productos de calidad, la taquilla ha sido importante y decisiva para continuar o no con sus producciones y sus sagas.
La criatura simbionte alienígena creada por David Michelinie y Todd McFarlane hizo su debut en solitario en la pantalla grande a cargo del director Ruben Fleischer en 2018 teniendo un éxito muy moderado, bien sabemos que contar una historia de este personaje sin la aparición y presencia de Spider-Man es muy difícil y aún así se logro hacer algo rescatable.
El gran actor y director Andy Serkis trajo a las salas de cine Venom: Let There Be Carnage en el 2021, cinta que prometía contar algo espectacular con un nuevo y muy esperado personaje de Carnage, procurando asi que estos 2 seres simbiontes se enfrentarán en una pelea épica que si bien fue la que mayor recaudación tuvo ese año no fue lo que se esperaba ni tampoco fue suficiente.
En este 2024 es ahora la directora Kelly Marcel la que de cierre a esta saga y a esta historia, Venom: The Last Dance, cinta polarizada que ha dividido opiniones y de la que se han creado un sin fin de rumores de lo que podría seguir después de todo esto y aunque no hay nada confirmado la saga Venom tiene ahora su última oportunidad.
¿De qué trata Venom: The Last Dance?
Eddie Brock y el simbionte Venom son ahora fugitivos y son perseguidos por 2 enemigas amenazas, una invasión a la tierra es inminente y el dúo se vera obligado a tomar una decisión devastadora que puede terminar con uno de ellos o con toda la humanidad.
Cuando el personaje de Venom hizo su debut en la pantalla grande en la tan desastrosa Spider-Man 3 del director Sam Raimi en el 2007 propios y extraños esperábamos ver algo similar a lo que sucedía con esta dupla en los cómics y no fue así, la historia era confusa y la sobre exposición de personajes hizo que esto no funcionara, que fuera un fracaso y que postergaron este encuentro entre héroe y villano de manera indefinida.
Con tal de competir con Marvel Studios por los derechos de los personajes, Sony se arriesga con Venom en un intento desesperado por hacer su propio universo que podría desarrollarse más a futuro con otros villanos como Vulture, Morbius y próximamente Kraven: The Hunter y que a su vez ellos tuvieran la oportunidad de enfrentarse con el arácnido.
Primero fue una cuestión de derechos de los personajes entre ambos estudios, ahora que llegaron ya a un acuerdo y que es Marvel Studios quien se encargará de producir las cintas de Spider-Man la idea de un universo compartido por parte de Sony Pictures queda ya descartada, ya no hay un vínculo que ligue todo esto y con esta tercera entrega dan un paso hacia el final de todo.
Venom: The Last Dance está muy lejos de ser un cierre digno para una endeble franquicia y comete el grave el error de hacerla más libre, con más chistes sin sentido y musicales, de todo lo que había funcionado en las dos películas anteriores y más aún en Venom: Let There Be Carnage se desvía por completo de su idea y objetivo original para ser una película de a favor de elementos absurdos y sin sentido llevados a cabo en un laboratorio subterráneo y secreto de la famosa Área 51, desperdicia nuevamente la oportunidad de hacer de esto algo más recordable.
El guión escrito por Kelly Marcel basado en la historia de Tom Hardy tiene demasiados cortes que no ayudan al desarrollo de una historia lineal, las subtramas interrumpen todo el desarrollo de lo que así misma quería contar, poder ver esta versión de Venom por una última vez no produce la emoción esperada siendo que es uno de los villanos más icónicos de la década de los 90 con todo el potencial y espectacularidad que esperábamos, como resultado tenemos que su pésima ejecución no se toma el tiempo ni de explicar ni de tener un desarrollo más concreto de sus personajes principalmente del villano Knull (Andy Serkis).
El hecho de que nada aquí se explica y todo pasa tan rápido que no tenemos tiempo como espectadores de ver la acción en su totalidad hace que todo esto sea absurdo, aburrido, poco interesante y a ratos sumamente estúpida, las sub tramas no van hacia ninguna parte están solo porque hay que llenar un tiempo y espacio que bien pudo aprovecharse en tener una narrativa más coherente y simétrica.
Todo esto tiene un comienzo sombrío con tintes perversos sombría, una presentación muy seria de Knull el villano de Marvel que creó los simbiontes y del que no se explica casi nada, ventaja se lleva si se tiene ya el bagaje del cómic, Knull explica de manera siniestra y amenazante que necesita secuaces para buscar el codec que lo liberará de su encierro en el vacío, este codec existe cuando Eddie y el simbionte se fusionan creando a Venom lo que permite a las criaturas de Knull poder ubicarlos y darles caza.
Este dúo fugitivo huye en todos los ámbitos imaginables, hay un momento en el que Eddie pierde los zapatos y de esto se quiere hacer un chiste que no resulta ser tan divertido o el chiste en el avión sobre las películas de Mission: Impossible de Tom Cruise, sin embargo, hay puntos a favor, si dejamos los diálogos y la narrativa por un lado nos quedan los efectos especiales, el uso desmedido del CGI en esta ocasión aplica muy bien en cuanto a entornos y texturas de los simbiontes que junto con su paleta de colores reinventan lo que ya conocemos y no lo modernizan, lo adaptan a esta versión.
El final nos da la sensación de que la edición y el corte que vemos en cine tiene demasiados agujeros que no pueden conectar sin tener ese previo que explique y defina lo que estamos viendo, secuencias que si bien tienen mucha y muy buena acción se diluyen demasiado pronto y nos deja a la mitad de lo que pudo ser espectacular y de lo que la misma cinta se exigía así misma, vemos a un Eddie que tras una batalla despierta en el hospital donde un oficial militar le informa que sus acciones heroicas con Venom en el Área 51 le valieron un indulto con la condición de mantener en secreto los hechos que ocurrieron, al llegar a Nueva York Eddie contempla la Estatua de la Libertad mientras recuerda a Venom y el sacrificio que hizo por él y por toda la humanidad.
La manera más sencilla y típicamente trillada de terminar con algo es la simplicidad de matar al personaje principal o secundario, en algunos casos esto funciona para dar paso a algo más grande, en este caso esto no sucede, caer en lo emotivo con un discurso moral en el que la amistad y el compañerismo aún entre especies diferentes es lo más importante, algo que traiciona todo lo que sus creadores pensaron de este villano, debe ser un villano que haga cosas de villano no que sea algo amistoso y redimible, la única justificación que tiene es que esta es una versión diferente y de otro universo.
Otro punto en contra es el mal uso de las canciones, completamente innecesario que haya secuencias musicales que pretendan ser como mini videos con una estructura muy a la MTV en los 90, por otro lado que se use el Área 51 donde el científico de Temple y el líder militar de Ejiofor tienen ideas contradictorias sobre cómo poder comunicarse y lidiar con los simbiontes en particular con Venom por un lado ella quiere estudiarlos y por otro él quiere destruirlos.
La idea de presentar a más simbiontes como uno que es de piedra, otro de fuego, uno que parece ser un Anti Venom, She Venom, un simbionte que es color rojo y otro azul que hacen una referencia a Spider-Man y lo que pudo ser una secuencia espectacular queda en nada cuando Toxine es devorada sin haber tenido el más mínimo de los desarrollos, aquí se traiciona al decir que estos seres se pueden fusionar con los demás humanos cuando en la primera cinta era solo con determinados huéspedes, regla que aquí no importa.
Y eso es todo lo que hay en estos personajes, no hay secuencias en las que veamos a todos juntos como en la miniserie Lethal Protector, algo que pudo haberse explorado desde la primera cinta y haberlo terminado de concretar en esta, el problema es que los estudios dejan todo para el final aunque de esto ya no sepan como solucionarlo, en lugar de eso vemos que el simbionte puede controlar a otras criaturas como un caballo, un pez, una rana y al final en la segunda escena post créditos una cucaracha.
La primera escena post créditos vemos a Knull que sigue recluido en el vacío con la promesa de regresar y concluir con todo, en la segunda escena vemos que en una piedra hay una cucaracha con el simbionte, lo que nos da a entender que esto terminó en este universo pero que puede continuar en otros proyectos de Marvel Studios.
El reparto lo conforman Tom Hardy, Chiwetel Ejiofor, Juno Temple, Rhys Ifans, Stephen Graham, Peggy Lu, Clark Backo, Alanna Ubach y Andy Serkis quienes hacen lo que pueden con la basura de guión que tienen.
¿Quién compuso la música de Venom?
La banda sonora fue compuesta por Dan Deacon sigue con la línea de sonidos que ya escuchamos de Ludwig Göransson en la primera parte y con Marco Beltrami para la segunda, cortes limpios y emocionantes que se diluyen con los excesivos cortes, las canciones Don’t Stop Me Now de Queen, Space Oddity de David Bowie, Wild World de Cat Stevens, Dancing Queen de A* Teans, Memories de Maroon 5, One Last Dance de Tom Morello & grandson y I Had Some Help de Post Malone & Morgan Wallen están pésimamente ubicadas en la cinta, no pasan a ser elementos de fondo sino que tienen su propio e inútil tiempo en pantalla.
Resumen de la película Venom
En resumen, Venom: The Last Dance es una película que cumple no con su público sino con el estudio incoherente que busca solo hacer números en taquilla y “tratar” de aprovechar lo que tiene, una acción confusa y un manejo de cámara que pretende ser vertiginoso, una cinta más del montón y de relleno que no aporta absolutamente nada ni al Universo de Sony Pictures y mucho menos al ya establecido MCU, un final más que lamentable que no nos deja satisfechos.
Venom: The Last Dance ya está de estreno en salas cinematográficas de nuestro país.
Preguntas Frecuentes
La película sigue la lucha interna de Eddie Brock para equilibrar su vida mientras lidia con el simbionte Venom, enfrentando nuevos desafíos que ponen a prueba su vínculo y su control sobre la criatura.
Eddie Brock continúa siendo el anfitrión del simbionte Venom, pero esta vez se enfrenta a decisiones más difíciles que podrían cambiar su vida y su relación con Venom para siempre.
Kelly Marcel aporta una nueva visión a la franquicia, enfatizando el desarrollo emocional de los personajes y profundizando en la dinámica compleja entre Eddie y Venom, creando una narrativa más íntima y centrada.
Esta entrega destaca por explorar más profundamente el vínculo entre Eddie y Venom, introduciendo nuevos personajes y retos que ponen en duda su relación y presentan un enfoque más emocional e introspectivo.
Venom se muestra más consciente y reflexivo en esta película, cuestionando sus propios instintos y aprendiendo a adaptarse mejor al mundo humano mientras enfrenta nuevas amenazas.
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