Durante la década de los 60 la televisión estadounidense consolidó lo que eran las series televisivas que abarcaban diferentes géneros desde la comedia, acción, aventura, ciencia ficción, etc. Marcando con esto un precedente en el formato que hasta hoy en día conocemos.
Estos trabajos contaban con historias autoconclusivas por cada episodio, Bewitched (1964), The Addams Family (1964) y The Munsters (1964) a comedias de situación en la que se presentaban a las brujas, a los inadaptados y a los monstruos clásicos en situaciones cómicas que se alejaban por completo de sus historias de origen y le daban un tono muy familiar.
The Munsters fueron y siguen siendo muy populares en la cultura pop, son solo 70 episodios en blanco y negro de aproximadamente 25 minutos cada uno dividido en 2 temporadas describe la vida hogareña de una familia de monstruos benignos pero muy poco entendidos por la sociedad en donde trataban de ocupar un lugar Frankenstein, Drácula, una mujer Vampiro, un niño/lobo y una chica normal.
Su macabra pero divertida temática era una sátira de la vida suburbana estadounidense, la mezcla entre una sana comedia familiar de la época y las películas tradicionales de monstruos causó una grata sorpresa que con el paso del tiempo y la llegada de nuevas series la fue diluyendo del gusto del público.
Los intentos por revivir su éxito inicial derivaron en varios proyectos Munster, Go Home! (1966), The Mini-Munsters (1973), The Munsters’ Revenge (1981), Here Come the Munsters (1995) y The Munsters’ Scary Little Christmas (1996) todas con muy poca aceptación por parte de propios y extraños, en este 2022 el músico y director Rob Zombie nos trae su propia versión sobre estos icónicos personajes.
¿De qué va la película Los Monsters?
A manera de reboot The Munsters narra las aventuras y desventuras de una peculiar familia que se muda desde Transilvania hasta un suburbio de los Estados Unidos provocando el caos a donde quiera que van, en un mundo moderno que no los entiende tendrán que enfrentar un sin fin de problemas que pondrán al descubierto que no todo es lo que parece y que los verdaderos monstruos son aquellas personas con los que convivimos día a día.
Es interesante cómo se tratan desesperadamente de revivir éxitos pasados ya sea en películas o series de televisión, la falta de originalidad en las historias de hoy en día ha visto en estos reboots una oportunidad de modernizar a sus personajes y con ello obtener reconocimiento y mucho dinero pero no todo es así, hay producciones que pasan sin pena ni gloria y otras que son sumamente malas y más que homenajear solo hacen el ridículo causando la burla, el aburrimiento y la indiferencia de los espectadores.
Lo que tenemos aquí como producto comercial intenta evocar una nostalgia pasada con base en el gusto de su director y escritor Rob Zombie basado en la serie televisiva creada por Allan Burns y Chris Hayward que si vieran el resultado de cómo están representados sus personajes seguramente volverían a morirse probablemente de la decepción y del aburrimiento.
Soy partidario de que hay cosas que no deben ser ya tocadas por la mano del hombre y transformarlas y modernizarlas en versiones libres dándoles un estilo supuestamente propio y esto son los clásicos del cine, la televisión y la música, sus versiones originales son tan buenas que cualquier cosa que se haga con base en esto quedará muy por debajo y en el caso específico de la película que nos ocupa sucede justamente esto.
Es inevitable hacer comparaciones con la serie original con sus diseños y estructura de personajes muy bien definidos en este producto, tomados de las películas de monstruos de Universal y adaptados en un tono más familiar y amigable para todas las audiencias y viviendo una comedia de situación con acción en vivo, su encanto ha sobrevivido al paso de los años hasta nuestros días que recordamos con agrado aquellos 70 episodios que vimos hasta el cansancio sin aburrirnos, lo que aquí sucede es que los protagonistas fueron grandes actores que sabían perfectamente lo que estaban haciendo y le daban a esto un toque personal único a sus interpretaciones.
El sentido del humor de la comedia de situación nos llevaban a simpatizar con estos monstruos y su diario andar en una sociedad conservadora, los efectos de sonido hasta la escenografía y vestuarios influyeron mucho en la carrera de Zombie lo que por capricho lo llevó a interesarse en producir, escribir y dirigir un proyecto con estos personajes, bien sabemos que lo que ha hecho en cine no es precisamente algo muy destacado, sus versiones sobre Michael Myers en su versión de Halloween inspirada en el trabajo de Carpenter no fue del gusto de los fans ni de nadie.
Esta cinta comienza con el Dr. Henry Augustus Wolfgang (Richard Brake) y su tonto asistente Floop ( Jorge García ) quienes están por robar un cadáver con la intención de crear al hombre perfecto, a un moderno prometeo y la referencia al Frankenstein de Mary Shelley no es una mera coincidencia, dicho doctor está de suerte porque Shelly Von Rathbone (Laurent Winkler) y su hermano gemelo Shecky (Jeff Daniel Phillips) acaban de fallecer y como es de esperarse aquí comienza una comerdia de enredos que se siente sumamente forzada y sin chiste, Floop extrae el cerebro del cuerpo equivocado y cuando Henry termina a su hombre maravilloso y lo presenta por televisión descubre que no tiene esa gran inteligencia sino que en su lugar hay un idiota al que le encanta reírse de sus propios chistes, una muy fallida imitación de lo que hacía el gran Fred Gwynne con su personaje en la serie original.
Y aunque Henry está mortificado por el desastroso resultado de su no tan brillante experimento hay una espectadora que está muy interesada en esta criatura la soltera y no muerta Lily (Sheri Moon Zombie) quien también vive en Transilvania y que ha tenido una serie de espantosas y desastrosas primeras citas tratando de encontrar al hombre indicado del cual pueda enamorarse y formar una familia, cuando ella ve a este esperpento de monstruo a quien Floop llama Herman Munster se enamora perdidamente de él lo encuentra fascinante, interesante, divertido, muy idiota pero encantador y muy guapo dándose a la tarea de conquistarlo mientras que su padre el Conde (Daniel Roebuck) mira con desdén y desaprueba rotundamente esa relación y trata de separarlos, este hombre de rancio abolengo ve a Herman como un perdedor sin clase ni estilo algo muy indigno de su hermosa hija, aquí hay más comedia forzada cuando Herman haciendo uso de toda su torpeza vende accidentalmente la propiedad familiar a una de las vengativas ex amantes del Conde la no muy cuerda Zoya Krupp (Catherine Schell) y tienen que mudarse a los Estados Unidos lo que los llevará a vivir nuevas situaciones en las que el Conde, su hija y la pendeja criatura yendrán que convivir y demostrarse a si mismos y a los demás que la valía de un ser está en sus acciones y en su noble corazón para poder hacer frente a lo que les espera.
Las referencias al horror están presentes en todo momento, muy encantados están con la festividad de Halloween en donde podrán ser ellos mismos sin tener que usar disfraces o tener que esconderse, la cinta como tal tiene inumerables fallos siendo uno de los principales su cinematografía a cargo de Zoran Popovic y su estética a color, es chocante verlos así porque como buenos nostálgicos estamos acostumbrados a verlos en blanco y negro, a eso le sigue la estructura de su guión que quiere modernizar chistes y situaciones de la serie que hoy en día ya no causan gracia a las nuevas generaciones y tampoco trae audiencias nuevas a este tipo de humor, aquí la modernidad juega un papel muy en contra de lo que pretende ser como producto final.
Estamos muy lejos de pensar que esto puede ser una película ridículamente bonita, la realidad es que es sumamente estúpida porque todo en ella está mal enfocado y mal colocado, y claro no podía faltar ese discurso cliché trillado de que el amor triunfa por sobre todas las cosas, que podemos encontrar belleza en aquello que nos causa repulsión, que hay que ser tolerantes con quienes son diferentes a nosotros, que la familia es lo más importante así como la convivencia y las relaciones que puedan surgir entre y a partir de ello, como una comedia de situación tiene su fracaso asegurado porque Zombie quiere imponer sus propias reglas a su producto que vienen de un género televisivo ya consagrado, no hay un ritmo cómico narrativo divertido que impresione, a la mitad de todo esto ya no nos importa si juegan con nosotros a que adivinemos por donde van las cosas y cuál será su final.
Por el lado del guión hay aún más fallas, si la comedia se siente forzada lo es aún más la sub trama romántica que hay entre los protagonistas, Zombie insiste en que su esposa puede interpretar cualquier tipo de papel y este no es el caso, la relación de esta mujer con el personaje de Jeff Daniel Phillips carece completamente de química en pantalla y de credibilidad cómica, aquí entendemos perfectamente bien que por más esfuerzos que se hagan en que su actor principal brille como Herman Munster nadie va a superar jamás la versión tan magnificamente encantadora de Fred Gwynne del personaje que lo convirtió en una leyenda de la televisión estadounidense, del personaje del Conde no hay mucho que decir, trata de tomar lo que ya estaba hecho del personaje original y darle una modernidad usando chistes y bromas poco entendibles en el marco de un humor negro y sarcástico que no llega a ninguna parte mucho menos a hacernos reir o reflexionar en lo que como padre quiere para su hija.
La trama que es una historia de origen es completamente plana e intrascendente que pretende revelar más en sí misma sobre la naturaleza humana que hay en estos monstruos y los monstruos que habitan en los seres humanos y lo monstruosos que podemos llegar a ser como individuos en una sociedad, esas pequeñas subtramas que tampoco llegan a ningún lado como tratar de recrear un romance antiguo entre fragmentos cómicos y chistes divertidos que terminan por no funcionar al punto de causar aburrimiento e incomodidad porque estamos viendo que Zombie está tratando de hacer justicia a muchas cosas a la vez pero que no concluye ni satisface con ninguna para variar.
La estructura de estos personajes es tan endeble que los actores se sienten inseguros estando en una posición en la que serán inevitablemente comparados así qué, Zombie cree que es una muy buena idea que estos puedan emular a los originales en todo momento pero no como un buen homenaje o como una referencia, no no no, lo hace porque creo que sabe que su producto no es el mejor, ni será el más adecuado y que solo es un capricho por recrear algo que le gustaba haciendo su propia versión de cómo es que él veía esos episodios en su infancia y de cómo quiere que estas nuevas audiencias los vean.
Ni hablar del vestuario que nada tiene que ver con lo que se conoce, lo mismo el maquillaje en tonos exagerados, respeta muy poco de la escenografía original de aquella casa abandonada y polvosa que escondía cosas macabras y peligrosas en cada rincón pero que al final eran entendibles e inofensivas, la cultura que hizo popular a esta serie de televisión está completamente ausente es más, ni siquiera fue tomada en cuenta un toque que distingue los trabajos de Zombie de los originales, que como director y escritor no sabe adaptar fielmente las cosas y respetar sus reglas en su propio contexto.
Naturalmente que esto no puede ser tomado ni mínimamente en serio, quizá lo más respetable que tenga es que se hayan atrevido a realizar y que esto ocupe un lugar en una plataforma de streaming y su manufactura en formatos caseros, se requiere de mucho valor para salir a dar la cara y decir que esto es un producto bueno y de calidad cuando desde su concepción todo estuvo mal, muy bien empleado aquí el dicho que cita “lo que mal empieza, mal acaba” una pena que el señor Zombie no haya entendido aún que una cosa es un capricho y otra muy diferente hacer bien las cosas en un concepto más original y dejando a un lado clásicos que jamás deberían haber sido tocados para demeritarse en sí mismos y terminar siendo nada en el gusto de los espectadores.
El cast cuenta con las actuaciones de Jeff Daniel Phillips, Sheri Moon Zombie, Daniel Roebuck, Richard Brakey Sylvester McCoy quienes hacen lo que pueden con lo que tienen tratando de darles su propio estilo y personalidad a personajes tan clásicos y que es evidente que fallan en el intento.
La música compuesta por Rob Zombie y Zeuss destaca muy poco en su partitura y sus piezas originales, es como escuchar más de lo mismo que en sus 56 tracks de corta duración no quita pero que tampoco aporta algo trascendental o sorprendente, escuchamos samples de las composiciones musicales de Jack Marshall y Bob Mosher para la serie lo que le da un toque nostálgico y reconocible a algo que audiovisualmente no tiene sentido.
En conclusión, The Munsters es uno de los proyectos más fallidos de Zombie en cine, una cinta que no tiene razón de ser, no es un homenaje es algo que ni siquiera cumple con el cometido de entretener.
The Munsters estará disponible próximamente en Blu-ray, DVD y la plataforma Netflix.
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