Los rumores lo anuncian, aunque la estructura fundamental de la historia no daría lugar para una segunda temporada de 13 reasons why, ya hay fuentes que aseguran que pronto Netflix confirmará su realización.
Es innegable el hype que las cintas en que Hannah Baker relata los motivos por los que finalmente decidió quitarse la vida han creado en los medios; en estos tiempos de éxitos acotados un producto que genere tal interés y polémica no puede ignorarse.
Los expertos han levantado sus voces advirtiendo sobre lo gráfico de los contenidos que presenta, y aunque debo aceptar que resulta shockeante cuando finalmente vemos en pantalla el momento ineludible de la serie, la manera tan gráfica en que es presentado en mi opinión tienen que ver justamente con la no banalización del suicidio, en sentido contrario a los que vociferan contra la serie.
Es cierto que hasta algún punto resulta poético que Hannah logra darle su merecido a todas las personas que contribuyeron a la cadena de sucesos que escaló hasta la decisión de terminar su existencia, pero si como aseguran algunas asociaciones, ha incrementado el reporte de número de casos de adolescentes con tendencias suicidas ¿no es mejor que se discutan estos temas?
Un poco para curarse en salud, Netflix hizo una encuesta entre padres de adolescentes y sus hijos, y lanzó algunas recomendaciones de cómo mejorar la convivencia.
En todo caso, el anuncio de una segunda temporada me emociona pero al mismo tiempo me da bajón. Está claro que podrían contar con el autor de la novela original para el desarrollo del nuevo argumento y a nivel narrativo tendría que darse un giro a la propia estructura de la serie que suena emocionante de manera natural.
Pero una gran oportunidad para la genialidad también lo es para cagarla en GRANDE.
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