Para la industria cinematográfica de hoy es muy fácil hacer un film de superhéroes de las principales compañías de comics es una moda muy lucrativa si tomamos en cuenta los millones de dólares que se invierten en cada una pero, en los años 90´s eran una rareza, sus producciones eran sumamente modestas los héroes se esforzaban más por ser una buena adaptación para ganarse un lugar entre los miles de fans, los formatos caseros como el VHS, el naciente Laserdisc o la televisión eran el medio perfecto para conservar y ver una y otra vez esos trabajos.
Uno de los más voluntariosos intentos por dar al público un superhéroe serio fue, The Shadow que hoy apenas y se recuerda.
The Shadow fue dirigida en 1994 por Russell Mulcahy director de Higlander (1986) y Ricochet (1991). Esta película es un film tremendamente curioso. Para empezar es una cinta de superhéroes de cuando el género en sí era una rareza, además está el hecho de que no estamos ante un héroe del tipo Superman tampoco ante un Spider-Man, estamos ante un héroe cuyos ecos a Batman son más que evidentes.
La película fue un proyecto muy publicitado con un estreno por todo lo alto el 01 de julio de 1994 e inmediatamente se colocó en el puesto número 2 de las más taquilleras ese verano, pero no le fue posible abatir a uno de los mayores hits de Disney: The Lion King, al final de su recorrido comercial acabó recaudando 48 millones de dólares a nivel mundial de los 40 que se invirtieron en su realización. Su fracaso en USA significó un lastre para su promoción alrededor del mundo.
Llevar a este personaje a la pantalla grande fue una idea que se gestó muy lejos de las grandes productoras de Hollywood, no en vano, sus productores principales fueron Martin Bregman y su socio Willi Baer quienes poseían los derechos de adaptación de los cómics y el serial de radio de The Shadow que se los habían adquirido a Sam Raimi quién ya había planeado un proyecto unos años antes.
Así fue como se vieron con un material diferente, asociarse con Universal Pictures garantizaba una buena distribución y un inminente éxito comercial. Una vez que los estudios dieron luz verde al proyecto se aprobó un presupuesto de 25 millones de dólares una cifra media para la época. Con el dinero ya en mano los productores pusieron especial cuidado en reunir a un buen reparto.
Primero se hicieron con los servicios de Russell Mulcahy director australiano y figura ineludible de los años ochenta, David Koepp quién fue el encargado de escribir la historia apegándose a las estrictas directrices del productor para desarrollar un guión comercial su experiencia en el ramo se nota en la narrativa limpia y fluida. No obstante, se aprecia que no trabajó con la libertad creativa que necesitaba para llevar a cabo un trabajo más concreto y más convincente.
Es innegable que es un film entretenido con una apertura fabulosa presentando una historia que puede dar mucho pero que al final, se queda en una indecisión de a qué público iba especialmente dirigido ¿niños o adultos? esto acabó con el producto final.
La elección de Alec Baldwin como protagonista no convenció del todo a los fans del cómic ni a los productores de la cinta. Baldwin es un buen actor pero para el rol principal por muy galán que fuera por aquellos años no convenció a nadie.
El resto del elenco con nombres de alto nivel fue el siguiente: Tim Curry, Penelope Ann Miller, John Lone, Peter Boyle e Ian McKellen en un papel bastante insustancial, como podemos ver no escatimaron en dólares al momento de contratar su casting.
En cuanto a la dirección de Russell Mulcahy resulta bastante digna y bien llevada, dentro de lo que cabe The Shadow destaca principalmente por su ambientación luego por su música a cargo de Jerry Goldsmith, el diseño de producción evoca la elegancia y la belleza de los años 30’s y unos efectos especiales que para el año que se cita son modestos, vistosos y han envejecido bien. La cinta no está al nivel de sus dos grandes obras pero sí demuestra que entendió la esencia del personaje.
La película comienza muy bien sobre todo la primera aparición de The Shadow en el puente. Luego se presenta el villano Shiwan Khan (descendiente de Genghis Khan) interpretado por John Lone. El guión se da un tiempo suficiente para desarrollar a los personajes y conocer sus motivaciones, las bases de este proyecto son evidentemente los cómics y el serial de radio que se emitió durante la década de los 30’s teniendo como narrador la voz de Orson Welles.
El plan del villano puede parecernos absurdo para los estándares que se manejan hoy día en este tipo de historias pero que funciona muy bien si la ponemos en el contexto de en qué año está ubicada y lo inverosímil que resultaba la fabricación de una bomba atómica. David Koepp tuvo especial cuidado en informarse bien sobre los eventos históricos de la época para hacer una historia más creíble, tampoco podía faltar el romance entre Baldwin y Miller que contrasta bien con las escenas de acción.
Al final, todo se resuelve de una manera fluída y predecible situandola más como una novela policíaca de corte más pulp que la representación de un personaje de historieta, lo que le hizo ganar más puntos, incluso dejando abierto el final para una posible continuación.
Lo triste de todo es que es uno de esos trabajos muy poco apreciados que con el paso de los años se ha vuelto un clásico que de la mano de los coleccionistas y seguidores de la cultura de las cintas en VHS ha resurgido como este formato que en pleno 2020 ha ganado adeptos tanto que este trabajo se ha vuelto de culto luego de 26 años de su estreno.
Ante el fracaso que representó para Universal pictures se canceló todo proyecto que tuviera que ver con las posibles secuelas que se tenían planeadas a futuro siendo un total de 6 aventuras las que veríamos de este personaje en su versión live action en la pantalla grande.
The Shadow es un trabajo muy digno de verse y de disfrutarse en su formato casero original.
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