La literatura ha jugado un papel muy importante en la industria del entretenimiento, novelas han sido adaptadas a películas y estas a sagas exitosas, estos trabajos cuentan con un sin número de temas variados que van desde lo infantil hasta la fantasía y temas más actuales.
Podríamos enlistar a los autores que han visto su material en acción real en una pantalla de cine, uno de ellos ha sido el escritor británico Roald Dahl (1916 – 1990) ha hecho la delicia de chicos y grandes por generaciones con sus obras que incluyen James and the Giant Peach (1961), Charlie and the Chocolate Factory (1964), Fantastic Mr Fox (1970), Charlie and the Great Glass Elevator (1972), The Witches (1983), Matilda (1988) entre otras.
Una sus obras más populares es sin duda Charlie and the Chocolate Factory que ha tenido 2 adaptaciones cinematográficas, la primera titulada Willy Wonka & the Chocolate Factory (1971) del director Mel Stuart, Charlie & the Chocolate Factory (2005) del director Tim Burton y la película animada Tom and Jerry: Willy Wonka and the Chocolate Factory (2017) del director Spike Brandt así como un musical para Broadway Charlie & the Chocolate Factory: The musical (2017) con canciones compuestas por Marc Shaiman y Scott Wittman.
La fantástica historia de un excéntrico chocolatero vuelve a la pantalla grande en este 2023, Wonka del director Paul King es una cinta modernizada de este clásico literario.
Por cierto, Timothée Chalamet fue nominado a mejor actor en los Golden Globes 2024 por esta interpretación
¿De qué va la película?
Willy Wonka (Timothée Chalamet) cuenta la maravillosa historia de cómo el mayor inventor, mago, empresario, viajero y chocolatero se convirtió en el querido Willy Wonka que conocemos hoy, repleto de ideas y decidido a cambiar el mundo este joven entusiasta está dispuesto a demostrar que las mejores cosas de la vida comienzan con un sueño y no importa lo que tengas que hacer para cumplirlo.
Willy Wonka como personaje literario es para los estándares que manejamos hoy en día es extraño y excéntrico, esto último puede ser atemporal lo cierto es que las versiones que ya encarnaron Gene Wilder y Johnny Deep en su momento han sido muy distintas en su propio contexto y concepto, mientras que uno era más alegre el otro era más siniestro, la historia es básicamente la misma, una chocolatera exitosa a la cuál nadie puede entrar y que un humilde niño gana un boleto dorado para conocer los misterios y secretos que esconde esta fábrica.
Wonka pretende ir más allá pero no al futuro del personaje sino a su pasado y a que podamos conocer los orígenes de cómo pudo fundar ese imperio a base del delicioso chocolate, los creadores y guionistas Simon Farnaby y Paul King se toman demasiadas libertades al querer darle un giro diferente y que a su vez pueda conectar con la novela e incluso las producciones cinematográficas que la anteceden, esto puede parecer una buena idea y lo difícil es darle forma y que resulte creíble dentro de lo fantástico que pueda ser que un proyecto así pueda funcionar.
Estando tan de moda los multiversos nos atrevemos a decir que esto forma parte de algo que está pero que tampoco está dentro de un canon previamente establecido, uno que ha impuesto sus propias reglas y una de ellas es precisamente que todo sea independiente y no exista relación alguna entre ellas, nos es dificil creeer que el Wonka de Timothée Chalamet pueda ser los adultos Wilder y Deep, simplemente no hay conexión.
La cinta como proyecto experimenta mucho con la fantasía exagerada y el uso desmedido del CGI que si bien recrea entornos y a personajes que no existen es muy atractivo, la paleta de colores así como su fotografía llega a ser por momentos impresionante, la calidad visual es muy novedosa y quizá sea lo único que puyeda aportar porque por un lado tenemos esto y por otro su historia y sus sub tramas, ese juego perverso de que seamos nosotros los espectadores los que tengamos que deducir qué es lo que está pasando con estas 2 cosas es una zona de confdort de la que ya en muchas ocasiones hemos hablado en otras reseñas.
Paul King etiqueta su nueva película como una producción cinematográfica tradicional y comercial sino como todo un espectáculo visual, durante los títulos iniciales se describe así misma como una película musical y de aventuras que intenta dar un mensaje y encajar en la modernidad de este siglo con las nuevas generaciones y la posibilidad de que se convierta en una exitosa franquicia, lo cuál está muy lejos de llegar a ser.
Estamos de acuerdo en que hay cosas que no necesitan de una secuela o de una precuela, tampoco necesita de ser modernizada y ser políticamente correcta e inclusiva, es evvidente que la falta de ideas en Hollywood ha llevado a sus escritores a rebuscar entre lo que bya está y pretender que de eso puede nacer un producto exitoso, esto ya es un problema constante que cada vez se acentúa más y que va perdiendo más audiencia eso sin contar los graves problemas financieros que tienen los principales y grandes estudios hoy en día.
Su historia carece completamente de un factor que pueda sorprendernos muy gratamente, esto es porque muchos o pocos, propios y extraños ya sabemos en qué se va a transformar este joven Wonka que aquí es un aspirante a chocolatero que ya domina hasta el punto de poder hacer magia, para probarse así mismo llega a una ficticia ciudad europea para competir con los fabricantes de chocolate más elegantes y respetados del mundo, lo que tiene a su favor es su increíble creatividad para mezclar sabores al ritmo de canciones pegajosas que terminan siendo un fastidio.
La película lleva una línea clara de cómo circular dentro de su propia narrativa pero no tiene claro a dónde quiere llegar, durante los primeros 10 minutos y con una inmediatamente congraciadora canción que habla sobre sus esperanzas y sueños y de cómo lograrlos , sin embargo, la cinta pasa de ser fantástica a adentrarse en el mundo de la mafia chocolatera como si esto fuera un cártel de narcochocolateros entre los que están el respetado Sr. Prodnose (Matt Lucas), el Sr. Fickelgruber (Matthew Baynton) y el Sr. Slugworth (Paterson Joseph) quienes compiten por dominar este negocio y el mercado en general en donde no permitirán que nadie más y mucho menos un escuinclito pendejo tenga éxito con un chocolate que literalmente hace volar a los clientes en una experiencia única.
Condenado al fracaso y al ridículo público y acosado por su corrupto jefe de policía (Keegan-Michael Key), Willy lucha por llegar a cumplir su sueño, es evidente y adivinable que esto se convierte en un problema y más cuando conoce a la Sra. Scrubbit (Olivia Colman), una casera que usa sus contratos de pensión para convertir a los visitantes en esclavos, es ahí donde conoce a una niña llamada Noodle (Calah Lane) con quien formará una alianza amistosa y que junto con sus creaciones lograrán comprar su libertad.
Después de muchas canciones innecesarias y una dosis de acción inconclusa bien sabemos que ni se quedará como esclavo ni fracasará en realizar su sueño, vamos, ya conocemos al Willy Wonka sea Wilder o Deep o incluso el personaje literario, lo que aqui pretenden es hacernos creer que todo eso no existe aún y va a irse forjando en futuras cintas cosa que sigo creyendo que no es posible pero bueno, todo puede suceder en ese mundo de fantasía pero no en la vida real.
En cuanto a lo recreado visualmente no nos podemos quejar, el diseño de producción a cargo de Nathan Crowley y la diseñadora de vestuario Lindy Hemming crean un mundo tan fantástico y tan creíble que solo Wonka podría imaginar. la recreación de la plaza del pueblo, es una extraña y bizarra mezcla de influencias arquitectónicas europeas clásicas con toques modernos, cada escenario que vemos desde la elegante chocolatería hasta las elaboradas guaridas del Cartel, está diseñados con sumo cuidado y detalle que nos sistrae como espectadores del punto más importante que es su historia.
Su mayor fallo es el guión, hay demasiada trama desaprovechada aparentemente para justificar una precuela de una historia infantil/juvenil perfecta, centrarse en eso es dejar de lado el rumbo que quiere y debe tomar, las sub tramas son por demás extrañas y sin mucho sentido, su conclusión es adivinable y nada sorprendente, se hace amigo de esta niña, la libera y la adopta, pero estamos dejando de lado a uno de los personajes claves en estas historias, a los famosos y trabajadores Lofty (Hugh Grant) representa a los Oompa Loompas y de cómo se va forjando esa amistad/laboral que vimos muy ligeramente en las anteriores cintas.
Musicalmente Wonka cuenta con canciones originales escritas por Neil Hannon que contiene algunos samples de las conocidas Pure Imagination y Oompa Loompa que abogan descaradamente por la nostalgia pero que en su ejecución llegan a ser un fastidio que interrumpe a cada momento el desarrollo de todo lo demás incluyendo el de sus personajes.
La película pierde demasiado tiempo con las canciones en las que en cada una pretende llevar el mensaje de celebrar el poder de la imaginación y la belleza de soñar en grande, de que la amistad y el amor por lo que uno hace lo es todo para obtener el éxito deseado, de encontrar un lugar en el mundo y la importancia de mantenerse fiel a la propia visión, principios y valores sin importar los obstáculos, que el chocolate sea cual sea es delicioso, no puede faltar el tema de la amistad que todo lo puede y de la inclusión políticamente correcta con esta niña afroamericana que a pesar de su condición tiene todo para triunfar, un discurso moral y trillado que aquí está metido más a huevo que en otras producciones.
El cast lo conforman Timothée Chalamet, Calah Lane, Keegan-Michael Key, Paterson Joseph, Matt Lucas, Mathew Baynton, Sally Hawkins, Jim Carter, Tom Davis, Olivia Colman, Rowan Atkinson, Hugh Grant quienes hacen mucho más de lo que se requiere, ante este multiestelar elenco sus personajes junto con su desarrollo se quedan demasiado cortos, si tenemos actores y actrices de este nivel como mínimo debemos ofrecer un buen guión en el que cada uno pueda tener su justo tiempo y eso, no sucede y seguramente se debe a que siguen con este modelo de seguir contando cosas en futuras entregas e insisto, no creo que eso llegue a pasar.
El score compuesto por Joby Talbot trata desesperadamente de ir al mismo ritmo de la cinta, las pocas piezas tratan desesperadamente de transmitir alguna emoción y fantasía en cada escena y no lo consigue, lo que es una pena, hay piezas muy rescatables que se pierden y se diluyen en la edición.
En resumen, si tu crees que está película dará demasiadas revelaciones y detalles sobre el pasado de Willy Wonka no es precisamente lo que le interesa contar, no es arriesgada, no es original, no es algo que aporte al género más allá de lo técnico, es solo un experimento visualmente entretenido que es completamente innecesario en la cinematografía actual, es un pretexto para que los estudios Warner sigan medianamente vigentes en esta época navideña en la que después de una pandemia el volver a los cines es la meta para obtener ganancias sin importar que el producto que presentan sea muy cuestionable.
Wonka ya está de estreno en salas cinematográficas de nuestro país. Cinemex, Cinepolis, Cines WTC
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