El universo cinematográfico de DC ha dado muchos dolores de cabeza a propios y extraños, desde los cambios en el CEO hasta los actores y las producciones que estaban ya anunciadas a largo plazo, esto se debe en mayor parte a cancelaciones, los recast en los actores, refilmaciones, re escrituras de guiones, la huelga, etc.
Lo anterior se ha visto reflejado plausiblemente en los resultados que han tenido en taquilla, como público asistente lo que queremos ver son productos de una buena calidad, el tiempo en el que pensábamos que el DCU competía con el MCU de Marvel ha quedado muy atrás teniendo este último uno de los fracasos más grandes en su historia.
Lo que empezó con una idea prometedora en 2013 con Man of Steel del director Zack Snyder poco a poco se fue saliendo de control y todo se les fue de las manos, siendo Wonder Woman (2017) y Aquaman (2018) las que más han recaudado en su momento y no gracias a este director sino a que las cosas se planearon de mejor forma lo que llevó a estos personajes a ser más reconocidos y más queridos.
5 años después y pese a todos los problemas que ha tenido esta producción James Wan dirige Aquaman and The Lost Kingdom, y se estrena en medio de una gran polémica, unos dicen que es buena, otros dicen que es mala, lo que es cierto es que está y es la que cierra un ciclo de películas de un universo que todos pensamos que tendría éxito.
¿De qué trata la película Aquaman 2?
Después de la primer batalla y al no poder derrotar a Aquaman (Jason Momoa), David Kane/Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II) e impulsado por su necesidad de vengar la muerte de su padre, no se detendrá ante nada para acabar con Aquaman y todo su reino con ayuda del poder mítico de un Tridente Negro que puede desatar una fuerza antigua y malévola, para poder hacerle frente y derrotarlo, Aquaman tendrá que recurrir a su exiliado hermano Orm (Patrick Wilson) para forjar una alianza improbable e impredecible, juntos deben dejar de lado sus diferencias para proteger su reino y salvar a todos antes de que el mundo sea víctima de una destrucción irreversible.
Luego del éxito de su primera entrega mucho se esperaba de esta secuela, eso antes de que James Gunn entrara a encargarse de todos los proyectos nuevos y pendientes, la idea de renovar un personaje que caía en lo ridículo con muy poca seriedad y credibilidad le dio una gran ventaja y lo puso a la altura de lo que esperábamos ver, algo con toques clásicos pero modernizado para representar al rey y líder de una fantástica civilización ficticia.
Si algo enoja y molesta de todo esto es lo mismo de siempre y de lo que muchos nos hemos quejado, la calidad del producto final y volvemos al punto de que tenían todo para hacerlo bien y lo desaprovecharon pero esto no lleva tanta culpa del guión ni del director, tiene más que ver con las pésimas decisiones del nuevo CEO de Warner Bros. que al parecer las cosas no están nada bien para estos estudios y corren el peligro de desaparecer.
En el Universo Expandido de películas de DC llegó a su fin, este héroe ha sido el encargado en turno de cerrar y no con broche de oro, se nos prometió que esta secuela tendría aún más acción que la primera entrega, muchos ya olvidaron que también estaba planeada una cinta spin off con tintes de horror de las criaturas marinas del abismo y que posteriormente fue cancelada, tras el éxito en taquilla que logró colocarlo como una de las mejores cintas en su momento las expectativas quedaron muy altas y por encima de lo que se esperaba.
Es comprensible y por algunos muy poco aceptable que James Gunn quiere hacer cosas nuevas y tener mejores ideas sobre los personajes pero ¿para qué sabotear algo que ya tenía éxito y aceptación del público? los constantes retrasos y nuevas filmaciones, el escándalo legal de su co protagonista Amber Heard, este proyecto ha tenbido demasiadas dificultades, si a esto le sumamos la mala recepción que tuvieron Black Adam, Shazam: Fury of Goods y Blue Beatle las cosas se han vuelto a replantear.
La historia de centra básicamente en la lucha de poderes de donde parten sub tramas que intentan explorar y profundizar en la compleja relación de estos hermanos, la paternidad y la responsabilidad de guiar en el trono a un pueblo que se niega a evolucionar y a tener un vínculo con los seres de la superficie, la traición, la búsqueda de la redención, el perdón y la aceptación es un discurso moral que muchas veces hemos visto ya.
La inesperada alianza de Aquaman con su medio hermano Orm establece desde el primer momento que todo va a ser complejo y supuestamente divertido, es evidente que para esto se basaron en la intrincada, problemática, compleja y a veces poco divertida relación entre Thor (Chris Hemsworth) y Loki (Tom Hiddleston) como lo vimos en el MCU, estas secuencias narrativas añaden diversión y a su vez un drama familiar con una marcada pero muy falsa ambigüedad moral haciendo que esta sub trama pretenda tener más profundidad emocional y emotiva, hasta aquí todo parece funcionar medianamente bien.
Luego tenemos la autoconciencia del protagonista que ha evolucionado y pasó de ser un desmadroso a un padre de familia, ahora tiene un hijo pequeño con su ya esposa Mera (Amber Heard), como es de esperarse hay chistes forzados y muy obvios a este respecto así como diálogos con su padre Thomas Curry (Temuera Morrison) sobre la responsabilidad paternal, real, familiar y heroica que sostiene parte de la trama principal.
La historia es muy simple, Black Manta quiere vengarse de Aquaman por la muerte de su padre, el soberano de Atlantis tiene problemas con los demás reinos acuáticos que están en contra de tener relaciones diplomáticas y políticas con la superficie y más aún el de protegerlos de la amenaza a la que se enfrentan, Manta descubre un tridente negro que perteneció a un líder atlanteano llamado Atlan (Vincent Regan) que le dará el poder no solo de destruir a su adversario sino también el poder absoluto en los 7 reinos, Manta ataca la Atlántida y irrumpe en sus reservas de oricalco considerado el segundo más alto en valor después del oro y que ha sido encontrado y extraído en muchas partes de la Atlántida en la antigüedad, un elemento que puede cambiar la naturaleza de todo, es de esperarse que estos personajes se enfrenten de una manera definitiva en la que solo uno de ellos podrá sobrevivir, así es, Aquaman se lleva la victoria sobre Manta que aparentemente muere al caer en un abismo, y termina siendo el rey y embajador de Atlantis en la superficie.
El mayor fallo que tiene y sabemos ya las razones es el guión escrito y re escrito por James Wan, David Leslie Johnson-McGoldrick, Jason Momoa y Thomas Pa’a Sibbett no tiene nada de original, se basa en secuencias que ya vimos en películas como la saga Lords of The Rings (2001), Kong (2005) del director Peter Jacksonen la primer trilogía de Star Wars, la dsaga de Harry Potter, Thor, Black Panther, El Náufrago, la serie televisiva Game of Thrones y por supuesto no pueden faltar algunas referencias al universo al que pertenece teniendo entre otros la serie animada de los Súper amigos, Man of Steel y Justice League.
Falla terriblemente en su enfrentamiento culminante, esperaríamos que la batalla final sea un choque de proporciones catastróficas contra un antiguo poder que amenaza al mundo entero y se desarrolla y concluye con demasiada facilidad, la pelea entre tomas con cámara rápida diluye la espectacularidad de la amenaza que están enfrentando, la historia tiene la facilidad para resolver cosas de la nada y de la manera más casual, como audiencia nos deja con ganas de ver una resolución más desafiante y con más sustancia que esté acorde con la construcción de una narrativa más cuidada.
La historia se toma muchas libertades con el fin de tener una diversión y momentos graciosos muy forzados, menciones que no llevan a nada como la supuesta muerte de Vulko (Willem Dafoe) personaje que deja un gran hueco, en este punto esta cinta es pretenciosa y se esfuerza muy poco en ser original, a James Wan como director la tiene fácil y no se preocupa por nada más que por entretener y sacar con prisas un proyecto que cierre todo lo anterior y que eventualmente olvidemos que existió.
No todo está tan mal, el diseño de producción es impecable, vemos una Atlántida muy diferente y más majestuosa que en su primer entrega, el diseño de vestuario es posiblemente lo mejor que tiene, los cam,bios en el traje de Aquaman lo hacen más vistoso y más espectacular lo mismo que el de Black Manta que claramente se inspiraron en los primeros cómics y la serie animada Súper amigos.
En cuanto a efectos especiales se refiere hay escenas en donde el CGI se ve demasiado falso y exagerado, en otras se ve más cuidado como en la secuencia de la isla con las langostas gigantes y mutantes, es aquí donde podemos ver claramente cuáles secuencias fueron regrabadas y cuáles no, la muy poca participación del personaje de Mera ya lo esperábamos luego de los problemas legales con su hasta entonces esposo Johnny Depp,
La creación de nuevas criaturas que se mezclan entre lo que se siente falso y lo que se ve bien hecho, las tomas submarinas a ratos olvida el burbujeo al hablar y al nadar pero en general la estética y la paleta de colores que tiene es de aceptable a buena, cabe destacar que para restarle aún más seriedad tenemos la aparición de un personaje clave en el rescate de Orm, el pulpo Paul, que es ese molusco chistoso pero inmamable pero que divierte a secas y que está innecesariamente como apoyo al héroe.
En las secuencias de acción Wan no logra concretar ni hacer algo espectacular como el enfrentamiento de Atlana (Nicole Kidman) con los soldados blancos atlanteanos o la persecución sobre los tejados de las casas o el primer y único enfrentamiento de Black Manta con Aquaman en tierra, aquí las secuencias son demasiado cuidadas, marcadas y editadas con el peculiar estilo de su director, lo mismo sucede con las partes políticas y las que involucran el ya tan trillado mensaje familiar así como los nacientes poderes acuáticos de junior, todo parece estar por encima sin atreverse del todo a concretar algo, bien sabemos desde un inicio hacia dónde van las cosas y en ese inter esperamos como audiencia que algo nos sorprenda y eso no sucede.
Teniendo buenos actores los personajes se sienten demasiado planos, cada uno en el papel que debe de representar sin profundizar más allá en su evolución, vemos a un Aquaman más al estilo de las últimas cintas de Thor, con un humor negro rayando en lo gris y absurdo, un padre y abuelo exsesivamente protector, una madre ausente, una abuela guerrera que muy poco demuestra sus emociones fuera de lo que siente por sus hijos, un villano cliché y muy muajajá con un plan muy de comic y pésimamente ejecutado, un hermano que redime su villanía anterior para convertirse en solo un algo.
La escena post créditos que involucra una hamburguesa, una cerveza y una cucaracha no es lo que se esperaba para un cierre, esto debió ser una gran conclusión y quedar a la altura de un universo que ya no seguirá más, que dejará el recuerdo de aquello que pudo ser y no fue, que tuviera la acción necesaria y una historia más concreta y firme que engrandeciera más al personaje, el deseo de James Gunn por terminar con todo se nota y esperemos que lo que esté haciendo sea mucho mejor, con esto no digo que no sea capaz de hacerlo pero hasta ahora lo que hemos visto que ha hecho es solo hablar y hablar y hablar de sus futuros proyectos ignorando que para tener un nuevo comienzo y hacerlo bien hay que concluir con todo lo anterior con el respeto que merece.
A pesar de todo y de sus errores secuenciales, los agujeros en su guión, su narrativa y ritmo la película funciona dentro del género que ocupa y da lo que promete, una aventura visualmente impresionante, carismática y de acción esto la hace entretenidamente atractiva en todo momento, si bien no cumple con las expectativas establecidas por su primera entrega tampoco decepciona del todo, nos ofrece pasar simplemente un rato agradable pero nada para satisfacer las exigencias de los fanáticos del género.
El cast lo conforman Jason Momoa, Patrick Wilson, Amber Heard, Yahya Abdul-Mateen II, Randall Park, Dolph Lundgren, Temuera Morrison, Vincent Regan, Indya Moore, Martin Short y Nicole Kidman quienes hacen lo que pueden con lo que tienen y tratan de salvar un proyecto que fue saboteado para que fracasara, una mala táctica para recuperar lo invertido que nos deja ver que a estos nuevos encargados y a los estudios les interesa más hacer dinero aunque lo pierdan que entretener y presentar productos con más calidad.
La música compuesta por el compositor británico Rupert Gregson-Williams repite nuevamente con una partitura que sí es una continuación de lo que es su anterior trabajo en Aquaman, escuchamos que hay una evolución en cada pieza y cada una tiene una personalidad que queda en momentos muy por encima de lo que vemos en pantalla, un buen score que da un digno cierre.
En resumen, este es otro claro ejemplo de que el género de superhéroes en el cine está decayendo en el gusto del público, hacer por hacer no resulta nada eficaz y mucho menos atractivo, la poca planeación y los millones de dólares gastados no justifican que un producto así llegue a las salas de cine con la esperanza de que fracase, debería ser todo lo contrario, una película que emocione y entretenga pero que también quede al nivel que esperamos, ver por última vez a estos personajes nos deja con la sensación de que no debieron terminar así más sin embargo los estudios confían en que sigamos siendo un público cautivo de una industria que cada día es más decadente y en un género que ya está demasiado gastado.
Esperemos que los próximos proyectos sean mejor desarrollados y que cumplan con lo prometido y vuelvan a poner por todo lo alto a este y muchos más personajes.
Aquaman And The Lost Kingdom ya está de estreno en cines y en el mes de febrero en la plataforma HBO max.
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