No, no es Vacaciones de Terror con Pedrito Fernández, ni Km 31 o Más negro que la noche. Esta es una película con mucho más cerebro e industria detrás.
El público mexicano es muy aficionado a dar de saltos en la sala de cine, todo filme del género – bueno o malo- tiene una taquilla garantizada gracias a esta predilección. Y la producción nacional. raramente ha sabido explotarlo.
En esta ocasión, Belzebuth aprovecha el terror cotidiano que se vive ante la realidad en México con elementos sobrenaturales, logrando momentos escalofriantes. Lleva a la cabeza a Joaquín Cosío – el otrora Cochiloco o Mascarita-, que es un actor cuya experiencia y peso, logran adentrarnos en la historia.
Su personaje es un agente de la policía que ya entrado en año tiene su primer hijo, a punto de dar de alta a su esposa e hijo después del parto, el hospital sufre un ataque en los cuneros, provocándole dolorosas pérdidas. Pocos años más tarde, en su misma ciudad ubicada en algún punto de la frontera norte, empieza a haber una serie de atentados múltiples contra niños, y él tendrá que confrontar su dolor y sus creencias para investigarlos.
Así, la historia empieza involucrar otros elementos y giros de tuerca que son muy agradecidos. Los valores de producción son bastante buenos, excepto cuando aparece una criatura que es lo único que logra restar credibilidad a la cinta.
Pero en general, Belzebuth es una película que entretiene y puedes llevarte un par de sustos. Está empezando su tercera semana de exhibición, así que el momento de verla es: ¡ahora!
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