Iron-Man (2008) del director Jon Favreau abrió lo que se conoce al día de hoy como el Marvel Cinematic Universe o MCU el cual se fue extendiendo en una meta historia en donde estos héroes de la editorial Marvel enfrentarían a su más grande villano.
Junto con esto, las películas contenían cameos de otros actores interpretando sus personajes, algunos de ellos pasaron de ser solo secundarios a tomar una importancia destacada en esta saga de películas en donde trataron de presentar al mayor número de estos, en Iron-Man 2 (2010) del mismo Favreau conocimos en su versión live action a Natasha Romanoff alias Black Widow, una espía encubierta de S.H.I.E.L.D. haciéndose pasar como la nueva asistente de Tony Stark.
Mucho ha pasado desde entonces y este personaje al que vimos crecer y evolucionar de diferentes maneras por fin tendría su propia película que tenía planeado su estreno para mayo de 2020 y que fue retrasada más de un año por la situación mundial actual.
¿De qué va la película?
Natasha Romanoff ha vivido huyendo desde niña y ahora tendrá que enfrentar las partes más oscuras de su vida cuando surge una peligrosa conspiración con vínculos con su pasado, perseguida y acechada por una fuerza enemiga que no se detendrá ante nada para acabar con ella, Natasha debe hacer frente a su periplo como espía y a las consecuencias de sus actos que solo dejaron dolor y muerte a su paso lo que le ayudará a re encontrarse consigo misma y con aquello que dejó atrás mucho antes de convertirse en un miembro de los Avengers.
No hay duda de que Marvel Studios sabe muy bien cómo planear las cosas y llevarlas a la pantalla en historias con una excelente calidad narrativa, unos deslumbrantes efectos especiales que de alguna manera formarán parte del canon ya establecido en este universo, en donde como espectadores y fans buscan sorprendernos y hacer que nos interesemos más por este tipo de trabajos, pero aquí eso no sucede de la manera en la que esperábamos.
Tomemos en cuenta que el retraso de más de un año para que esta película llegara a los cines y ahora a la plataforma de streaming ocasionó que se fuera perdiendo el interés de poco a poco, incluso, llegaron a mediarla con Wonder Woman 1984 ya que íbamos a tener a 2 heroínas de las principales editoriales y estudios en pantalla pero, una cosa no tiene que ver con la otra, aquí hay una sensación muy palpable de que a esta historia le faltaba más estructura misma que fueron diseñando a lo largo de su participación dentro de otros trabajos, Iron-Man, Thor, Capitán América, Black Phanter, Dr. Strange e incluso Spider-Man obtuvieron películas independientes con mucho éxito antes de Black Widow.
Los fanáticos esperaban ansiosos que los estudios dieran luz verde a un proyecto en solitario de esta espía, es bien sabido que entre los planes estaba hacerla a un largo plazo pero el tiempo fue un factor determinante en su realización tras los eventos ocurridos en Avengers: Endgame en donde los ojos de todo el mundo la vieron sacrificarse y morir y en este punto nos preguntamos ¿qué pasó con su película en solitario? ¿si ella ya ha muerto la película será un flashback de su vida como espía o será ubicada en algún punto estratégico del MCU en el que al final todo pueda conectarse?
Las respuestas a esto las tenemos ya, y no, no es como imaginábamos que sería, hubo muchas especulaciones y teorías de los fans a lo largo de estos meses antes de su estreno, esperábamos algo épico con participaciones especiales, cameos espectaculares, referencias al cómic y a este vasto universo, y lo que obtuvimos luego de tan larga espera es una película de espías muy al estilo de James Bond y que hace eco a lo que ya hemos visto antes en pantalla como Mission: Impossible (1996), la saga de Bourne (2002-2007), Salt (2010), Atómica (2017) entre otras, mezclan este género de espías con acción y humor involuntario que resulta en algo pobre y que se aleja de lo que ya nos habían presentado de este personaje.
El ya muy gastado cliché del tema familiar aquí se hace presente como el tema principal, Natasha y su hermana Yelena viven en Ohio donde todo parece ser perfecto, sus padres Alexei Shostakov (David Harbour) y Melina Vostokoff (Rachel Weisz) son realmente espías rusos, él es Red Guardian y ella Black Widow, las menores a las que cuidan solo estaban siendo preparadas para su inducción en un programa de espías rusos en donde pasan de ser personas promedio a máquinas de matar, cuando Natasha está huyendo de su propio gobierno después de violar los Acuerdos de Sokovia recibe un paquete de Yelena quien enfrenta su propio exilio forzado después de descubrir una sustancia que libera a las Blacks Widow de un sometimiento químico; es intencional esta reversión que se tiene sobre el concepto de suero de súper soldado que creó proyectos como el Capitán América y que vimos reestructurado en la serie Falcon and the Winter Soldier pero de una manera inversa donde se puede convertir a estas máquinas de matar en mujeres normales y sin habilidades, en su travesía tendrán que enfrentar a Taskmaster, una villana con reflejos fotográficos que le permiten imitar el estilo de lucha de sus oponentes para aprender a usarlo en contra ellos, posteriormente ella y Yelena llegan con Red Guardian para después encontrarse con Melina.
Hasta aquí la historia suena interesante pero el guión escrito por Jac Schaeffer y Ned Benson carece completamente de una narrativa dinámica no en el sentido de la acción que de esa hay mucha de manera exagerada sino en cómo llevar a estos personajes de paseo por el MCU y que todo lo que nos habían contado antes tome forma, sentido y se sienta convincente, así como parte de algo que es más grande que todo esto.
Nos queda claro que esta película dirigida por Cate Shortland (Berlín Syndrome) es mejor como guionista que en el cargo que aquí desempeña porque no se toma la más mínima de las molestias en respetar lo que lleva años establecido, lo que aquí presenta es una representación de una mujer empoderada que quiere liberarse de su pasado para poder redimir sus errores y re encontrarse consigo misma sin culpas ni miedos para poder ser una digna heroína, lo que tanto se nos dijo que sucedió en Budapest aquí queda a una secuencia de acción espectacular pero sin emoción lo que termina por ser una historia relativamente simple con mucho menos espectacularidad que muchas otras películas de superhéroes.
Para aquellos que son fanáticos de las películas de este estudio no están muy complacidos con las escenas de acción demasiado largas pero variadas en ubicación y estilo, las pobres referencias, tomemos muy en cuenta que esta no es una historia de origen, de alguna manera que aún no alcanzamos a comprender tiene que volver a unir a una familia por lo tanto, tiene que darnos un contexto para entender lo que estamos viendo, sin embargo, no es un trabajo arriesgado que ponga las piezas de antes en el lugar que le corresponde algo difícil de hacer cuando conocemos el destino del personaje principal.
Luego, busca darnos suficiente historia innecesaria de fondo para Yelena y no exactamente como una historia de origen, sino más bien como una configuración para que eventualmente sea la nueva Black Widow en esta nueva etapa, el principal problema es que al tratar de contextualizar de cómo Yelena y Natasha se convirtieron en las mujeres que son y las consecuencias que eso tendrá a futuro pero en un marco de mujeres liberadas de su pasado para poder formarse ellas mismas pero tampoco se arriesga demasiado con el tema de la esterilización forzada de estas mujeres, para que se sintiera como una verdadera historia de Black Widow tendría que tener más desarrollo en este punto porque lo que vemos sobre lo que ya sabemos no encaja en este molde familiar que nos han presentado y se convierte en un chiste porque por un lado hay algo profundamente catártico en los chistes sobre la menstruación y la histerectomía, y por otro se siente manejado con demasiada ligereza como para importar realmente en qué se convierten estás Black’s Widow y aquí nada de esto parece importar que pase por alto este contexto tan importante para un guión más familiar.
Todo ese desarrollo emocional que vimos antes en este personaje aquí jamás lo llegamos a ver y este es el mayor fallo que tiene este trabajo porque traiciona de una manera descarada a su protagonista al sacarla de un contexto ya establecido para meterlo en otro que suene más a algo que presuntamente es original y que pueda encajar en una continuidad general como lo forzada que resulta su escena post créditos.
El elenco cuenta con caras nuevas que hacen un estupendo trabajo, volvemos a ver a Scarlett Johansson quién luce espectacular, Florence Pugh, David Harbour, Rachel Weisz, O. T. Fagbenle, William Hurt y Olga Kurylenko tratan de que sus personajes destaquen pero su trabajo de dirección es tan pobre que se quedan a medias.
La música compuesta por Lorne Balfe es buena pero en momentos pasa muy desapercibida y sus tracks se sienten sin emoción y fuerza, tampoco hay un tema que defina a su protagonista y con el que la identifiquemos, este ha sido uno de los grandes y repetitivos fallos en las películas de los estudios Marvel.
En conclusión, Black Widow se queda entre lo que es y lo que pudo ser, una película que funciona bien en sus propios términos pero no como parte de una meta historia que nos han venido contando durante más de 10 años, es evidente que Marvel quiere renovarse pero hacerlo de esta manera no es la mejor de las ideas.
La película ya se encuentra en exhibición en algunas salas cinematográficas del país y en la plataforma Disney+
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