Avengers: Endgame (2019) marcó el final de una era, de una fase en el MCU, los principales personajes que por más de 10 años estuvieron en la pantalla grande y que desarrollaron toda una meta-historia cederían su lugar a otros que continuarán con una nueva etapa.
Hasta ahora hemos visto epílogos en la pantalla grande y en streaming de lo sucedido en el cierre de todo esto y sus consecuencias, WandaVisión y Spider-man: No Way Home (2021) marcan una parte importante en el desarrollo de una nueva fase, nuevos elementos, nuevos personajes, y la posibilidad de desarrollar una nueva meta-historia que de continuidad a la anterior.
Es así como en este 2022 llega Dr. Strange in the Multiverse of Madness que es y no es propiamente una secuela de su antecesora, lo que vemos aquí es el desarrollo de algo completamente nuevo que empieza a explorar más lo que es el multiverso y lo peligroso que puede ser.
¿De qué va la película?
El Dr. Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) ya no es el hechicero supremo, cuando usa un hechizo prohibido para abrir un portal al multiverso las cosas empiezan a cambiar, no solo conocerá más de si mismo sino también descubrirá que no todo es lo que parece, que buenos amigos se convertirán en enemigos, que tendrá que usar todo su poder y su ingenio para que su equipo enfrente una amenaza que puede destruirlo todo.
Es muy grato tener de regreso al director Sam Raimi a este género, la trilogía conocida por su apellido y su protagonista (2002 – 2007) no quedarían en el olvido por el contrario, ahora forman parte de algo que empieza a tomar forma, el multiverso cinematográfico de Marvel Studios, las posibilidades son infinitas de ver en un panorama más amplio el desarrollo de nuevas historias.
Cuando me enteré de lo que pretende ser esta nueva fase mi primer pensamiento fue, la idea es espectacular pero hay que tener mucho cuidado con los temas a tratar y aún más con los personajes, hasta ahora lo han hecho bien y este trabajo de Raimi pone como ejemplo que pueden hacerlo mucho mejor.
Esta historia es exigente en sí misma, probablemente se necesite haber visto producciones anteriores para entender lo que está pasando, podríamos decir que esto es una secuela de Avengers: Endgame y Spider-Man: No Way Home en el sentido de que hace hincapié y remarca a cada momento que estamos viendo una pequeña parte del multiverso así mismo hace referencia a lo que sucede en ambas películas y aplica un elemento conocido a su entorno para replantear consecuencias y nuevas hipótesis sobre lo que podemos ver más adelante, juega mucho con la idea de que esta es una variable en un punto específico en función de otras situaciones que tienen las mismas características que son básicamente la decisión de salvar el universo, funciona también como una secuela de la mini serie WandaVision. Multiverse of Madness nunca desarrolla su propia identidad y profundidad, es más bien la conclusión de muchas cosas que quedaron en el aire, algo creado a partir de fragmentos de otras películas, cómics y programas de televisión al que se le ha dado vida para explicar más a detalle lo que en su momento no pudo ser.
Strange asiste a la boda de Christine Palmer (Rachel McAdams) todo parece ir bien y es cuando sucede lo impensable, una enorme criatura persigue a América Chávez (Xóchitl Gómez) a través de varias dimensiones provocando que Strange y Wong (Benedict Wong) actúen de inmediato para salvarla y descubren que es buscada por tener la habilidad de viajar entre dimensiones y atravesar universos alternativos, Strange sospecha que puede estar involucrada la magia por lo que decide buscar a Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) quien sigue aprendiendo más de sí misma y recuperándose de todo lo que causó en Westview incluyendo la pérdida de sus imaginarios, ella está dispuesta a hacer lo que sea necesario para recuperarlos incluso traicionarse a sí misma lo que desata el caos para Strange, Wong y América.
Es emocionante ver que esta extraña mezcla de géneros cinematográficos tiene puntos muy altos en su narrativa y en su estructura, con secuencias como en la que Strange y America viajan a través de universos alternativos, en donde podemos verlos de manera animada haciendo la clarísima referencia a la serie What if… (2021), otro en el que sus cuerpos parecen ser pintura viviente, o bien cuando se presenta ante el famoso tribunal de Marvel Comics conocido como los Illuminati en donde podemos ver a Mordo, la capitana Peggy Carter, King Black Bolt, la capitana Maria Rambeau, el Dr. Reed Richards y el profesor Charles Xavier, un fan service ya muy insinuado y otros inesperados, sin embargo y por más espectacular que nos pueda parecer, esto no es suficiente para que todo esto tenga su propia personalidad.
Multiverse of Madness es una película que está constantemente enfrentándose a sus propias posibilidades con una trama que creativamente podría habernos sorprendido a cada momento con nuevas variantes sobre su mismo concepto de un mundo con héroes y villanos, es claramente un producto que pretende contar demasiadas cosas en muy poco tiempo y que evidentemente se hizo para tener una buena entrada en la taquilla luchando contra sus propios intereses. la sensación de que deja una película como esta solo finge ser algo extraña e innovar en su concepto pero no asume un riesgo creativo como lo hicieron en su momento WandaVision y Loki al ser un prólogo de todo lo que aquí sucede.
Hay algunas secuencias de acción son ejecutadas con una visión diferente, es engañoso el hecho de pretender que esto cae en el horror fantástico y esta película no está interesada en desarrollar ese tipo de potencial aún así los aspectos más destacados de la película tienen que ver con esto y la interacción de sus personajes pasando de un mundo a otro y las consecuencias que eso va a traer, es un punto que permite ir desarrollando esta idea por el tiempo que sea necesario sin caer en lo repetitivo.
Es evidente que para no fracasar deberían tener la visión de un director como Raimi que entendiera que lo que vemos aquí es un todo y un nada a la vez, Marvel Studios tomó como pretexto este trabajo para complacer muy poco a sus fans y terminar lo que otros no pudieron o no quisieron, lo cierto es qué esa fórmula que tienen y que a su vez viene del MCU ya no les está funcionando, era de esperarse que este recurso quedaría ya muy gastado luego de tantas películas y series, pueden maquillarlo y pensar que como fans y espectadores no nos vamos a dar cuenta de lo que han estado haciendo y lo resuelven de la manera más cómoda con un placebo que nos gusta a todos, el socorrido pero ya trillado fan service.
No voy a negar que esto último es emocionante pero también innecesario, Marvel Studios se ha empeñado en los últimos años por mantener ese público cautivo a costa de lo que sea y como sea.
La esencia y el punto base de esta historia escrita por Michael Waldron (Loki) es explorar más a estos personajes y la historia de amor impracticable entre Stephen Strange y Christine Palmer así como la búsqueda obsesiva de Wanda Maximoff por encontrar a sus hijos en algún lugar del multiverso, unos niños que en su mente perturbada se niega a creer que en la realidad ellos no existen lo que hace que sea fortuito cuando se cruza con América Chávez una joven que parece ser la única hasta ahora con la capacidad para viajar entre universos lo que es sumamente peligroso para la existencia de los mismos, esto obliga a que Strange, Wong y Wanda a enfrentarse a decisiones difíciles y extrañas cuando se dan cuenta de que el destino de todas las realidades está en juego (otra vez…)
La capacidad que tiene su director para empatizar incluso con las almas más perdidas en todas sus películas es aquí una parte muy entendible si conoces su manera de hacer cine, junto con sus personajes y un guión que se siente sincero dan vida y forma a toda esta locura pero seamos honestos, no sé si la tenga fácil o no, estos personajes ya están lo suficientemente maduros como para poder hacerles cambios significativos que puedan aportar algo nuevo a lo que ya conocemos de ellos.
Multiverse of Madness tiene una narrativa singular en ratos muy precipitada y en otros muy vertiginosa típica del estilo de Raimi para contar historias que ocasionalmente lo lleva a interponerse a sus propias ideas Multiverse of Madness hace honor a su titulo, tiene una sensación frenética como si en cualquier momento fuera a perder el control al paso de sus escenas es como jugar a corre que te alcanzo, en otros momentos detiene este ritmo para mostrar una exposición discordante y por supuesto las referencias propias a lo que ya conocemos.
De hecho y pese a todo, Multiverse of Madness podría ser la película basada en personajes de cómics más completa de todo el MCU hasta la fecha, una tarea nada fácil continuar con algo que siga manteniendo el interés de propios y extraños en una serie de películas que continúa y se niega a morir, el podría refiere a que aún no han aprendido de sus errores, no se necesitaba una película que resolviera lo que las demás no hicieron, durante todo este tiempo bien pudieron haber explicado sus elementos propios más extraños.
Es muy probable que este ambicioso proyecto no gane nuevos fanáticos para el MCU, a diferencia de otras esta es más dura, más violenta y macabra pero a la vez muy emocional de lo que hemos visto, es irónico, es cínico que se necesitara una película tan locamente inestable pero rica en elementos para ayudar a entender qué es lo que pretenden hacer a futuro.
Benedict Cumberbatch, Elizabeth Olsen, Benedict Wong, Xochitl Gomez, Michael Stuhlbarg, Chiwetel Ejiofor y Rachel McAdams son rostros que encarnan a personajes que ya conocemos Cumberbatch se ve más cómodo como Strange, se ha identificado muy bien con el personaje y lo hemos visto evolucionar con cada una de sus ahora seis apariciones de acción en vivo en el MCU lo mismo que a Wong que pasa de ser el compañero divertido a una presencia más seria y sustancial, Olsen es quien más aporta su actuación recrea un dolor real, palpable y desgarrador junto con una determinación que nos hace creer que es una de las criaturas más poderosas del MCU, simplemente lo da todo y su posible cierre ha sido gracias a Raimi.
Loa efectos especiales son también una locura, algo muy sorprendente de ver en pantalla, de ver como se nos lleva como espectadores a conocer más de cerca esos mundos y sus variables, visualmente es muy atractiva y el trabajo que han hecho todos para recrear mundos imposibles ha sido más que excelente.
El score solo pudo ser compuesto por un músico con la mente tan retorcida que lograra pasmar en sus piezas esa locura que se presenta en cada momento mezclando cuerdas con notas individuales discordantes en el piano para terminar con una fanfarria muy orquestal, este no es de los mejores trabajos de Danny Elfman pero si uno que audiovisualmente funciona muy bien con la historia.
En conclusión, Doctor Strange in the Multiverse of Madness no podría haber funcionado de otra manera, puede ser tan gloriosa como decepcionante, es un trabajo impecable que solo se queda entre el puede y el no era necesario pero que cumple con su cometido al aplicar la fórmula de manera correcta que entretiene, asombra pero que muy poco aporta en sí misma, esperemos que en una tercera entrega (si es que la hay) el personaje junto con su universo nos presente algo nuevo y no solo un pretexto.
Doctor Strange in the Multiverse of Madness ya está disponible en salas cinematográficas de nuestro país.
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