Hay mucho más que solo cientos de adaptaciones literarias a la pantalla grande, muchas de ellas han sido grandes éxitos en taquilla y otras un completo fracaso pero cada una ha tenido una visión muy particular de narrar los hechos.
Hace unos días se estrenó el primer teaser trailer de la nueva cinta Knock at the Cabin (aquí la reseña) del polémico director M. Night Shyamalan basada en la novela La cabaña del fin del mundo (The Cabin at the End of the World) del escritor estadounidense Paul G. Tremblay). Aquí lo puedes comprar
Lo que nos ha mostrado Universal Pictures parece que es bueno, quienes ya lo hemos visto sabemos incipientemente por dónde irán las cosas, dejaremos esto un momento de lado para centrarnos en lo que es su material base, muchos de nosotros como audiencia y lectores tenemos la tendencia a ver el resultado en pantalla y luego leemos en qué está basada, hacerlo de esta manera o a la inversa no demerita ninguno de los 2 trabajos.
¿De qué va la novela?
La pareja que forman Andrew y Eric junto con su hija adoptiva Wen van de vacaciones a una cabaña en el tranquilo bosque de New Hampshire, 4 desconocidos los toman y los secuestran y les dicen que para evitar el próximo Apocalipsis deberán tomar una muy difícil decisión, uno de los 3 deberá morir para salvar a la humanidad.
La sinopsis es corta pero concreta en cuanto al contenido que nos presenta la novela, un thriller que mezcla el suspenso con el horror que van a vivir sus protagonistas en un lugar aislado en donde no tienen ni tendrán ayuda que les salve de su terrible destino, esta es una de esas típicas historias que cae en innumerables clichés literarios, la trama aunque se le pretenda dar un giro más original es algo que ya hemos visto y leído antes.
Es un hecho que lo que leemos nos sitúa en una posición muy incómoda igual que a los personajes, esto es parte de una narrativa que por momentos logra envolvernos como lectores y llevarnos por diferentes situaciones en donde juegan con nosotros haciéndonos creer algo que no es pero que después sí es pero que resulta que finalmente que no.
El diseño de personajes está hecho para ser políticamente correcto tenemos a Eric y a Andrew un matrimonio gay y a su hija Wen, juntos planean pasar unas vacaciones tranquilas en una cabaña en el bosque algo en apariencia muy idílico, la relación que hay entre ellos es buena y cordial con un estilo muy moderno y a lo gringo los primeros días todo va de maravilla hasta que la niña jugando en el bosque se encuentra con un hombre desconocido que se presenta como Leonard, un hombre alto, corpulento, de facciones rudas pero amable, una vez que se ha ganado su simpatía lo que le dice tendrá mucha relevancia a lo largo de toda la historia y hasta su final.
“Nada de lo que va a pasar es culpa tuya tú no has hecho nada malo, pero los tres van a tener que tomar unas cuantas decisiones difíciles, me temo que muy espantosas, tus padres no querrán dejarnos entrar Wen pero tendrán que hacerlo…”
Lo anterior también ha sido revelado en el trailer y es la fuente de todo lo que está por venir, como trabajo literario tiene la estructura propia del género y se compone de un misterio que como lectores tendremos que ir descubriendo, muchas preguntas y muy pocas respuestas, al autor no le interesa explicar todo de golpe sino que va reservando su tiempo para ir narrando a su propio ritmo una base que le da su propio estilo de escritura.
La cabaña del fin del mundo es un título muy sugerente se antoja más como para una historia post apocalíptica pero este no es el caso, hay un solo escenario, pocos personajes y la disyuntiva entre creer en lo imposible o aceptar que lo fantástico también puede suceder en en nuestro mundo, una forma diferente de narrar a como trabajan los escritores de terror contemporáneo, en este caso muy específico lo fantástico y lo increíble existe porque depende mucho de las acciones y las decisiones que toman sus personajes la capacidad del horror para destruir sus vidas es comparada con su capacidad de creer, la mente es cabrona y nos imaginamos muchos distintos escenarios en donde cada cosa que pase va a resultar en una misma cosa creamos nuestro propio terror a los personajes y el resultado de esto es que a nosotros nos toca decidir si lo que ha ocurrido es verdadero o es solo una ilusión que el mismo autor ha plantado en nuestras mentes.
Estamos ante una historia que plantea bien sus elementos, es inequívocamente ambigua, con una concepción muy teatral e interpretable según cada punto de vista distinto, donde cada escena deja entre ver que hay varias posibilidades de que esto se resuelva o no se resuelva, , la narración de esta novela avanza con lentitud, sus amplias conversaciones nos dan un panorama mucho más amplio de las cosas en situaciones claustrofóbicas que nos deja con una sensación de miedo muy a medias y sugiere más que muestra y cuando lo hace se queda muy por debajo de las expectativas, el estilo muy de teatro que maneja está muy bien equilibrado con el argumento, el cómo logra esa ambigüedad en su temática de horror que funciona muy bien mientras no lleguemos a descifrar de qué se trata.
Todos estos elementos son muy atractivos para un lector que entiende las reglas del género, una idea que bien pudo desarrollarse en pocas páginas y que inexplicablemente se extiende más de la cuenta y aunque no es muy larga, en sus 328 páginas consigue volverse plana y confusa, aburrida y tediosa en más de una ocasión.
Como es de esperarse la premisa es la de sacrificar a un miembro de la familia para evitar un desastre que acabaría con la humanidad es atractiva e interesante pero muy poco original, es la representación de la representación de otra cosa que salió primero como Ifigenia en Áulide que pertenece a la de Eurípedes, o en el pasaje bíblico del Antiguo Testamento Génesis 22 sobre Abraham y el sacrificio de su hijo Isaac por citar algunos, es claro que Tremblay se ha basado en esto y le ha dado su propia visión, estilo y personalidad.
La narración de esta muy poco original historia se compone como parte de la perspectiva individual que tienen cada uno de sus personajes para hacernos creer que todo es una farsa haciéndonos dudar sobre quién será la víctima en este sacrificio, pero del mismo modo asumimos que es inevitable que sea Wen una cierva sagrada según estos 4 invasores, hay muchos elementos que funcionan bien y otros que funcionan muy bien pero que terminan diluyéndose porque peca en no aceptar que en un formato más corto se hubiera entendido mejor.
Como novela tiene varios fallos, uno de ellos es la inevitable resolución con la que se pretende dar un cierre a todo con unos asaltantes que buscan la salvación en lugar de la violencia y que supuestamente son los buenos en un mundo que ha sido corrompido por el odio y la envidia, en este caso con una pareja gay que son perfectos porque son antinatura y el principal es qué terminamos la lectura sin saber a dónde hemos llegado, si estamos ante una historia con elementos sobrenaturales o no, su final es deliberadamente confuso, ni el autor ni los personajes dejan algo en claro, luego de haber recorrido un camino que prometía mucho en sí misma nos encontramos que todo este aislamiento al que se someten sus protagonistas predispone a que las respuestas a las preguntas que nos hemos hecho no se den, tanta mamada para que el misterio sea en sí mismo parte de la propuesta pero sin una respuesta y resolución completa, es decir que todo lo escrito con base en este misterio fundiona sin una respuesta, el final está ab erto a que como lectores lo inperpretemos vya zona de confort en la que habita su autor.
Su discurso acerca de la moral, de las buenas costumbres, del amor, de la importancia de la familia, de la responsabilidad de afrontar las consecuencias de nuestros actos, de hacer siempre lo correcto están muy presentes en cada una de las situaciones aunque el ejercicio de esto ya nos resulte sumamente cansado y pesado, lo que queremos es pasar un buen rato viendo una película o leyendo un libro, lo que menos queremos es que vengan a educarnos con este tipo de mensajes que cada vez se sienten más forzados.
La lectura de la cabaña del fin del mundo no es tan emocionante ni tan adictiva, es solo una buena actualización a la modernidad de los mitos clásicos que siempre han funcionado, lo que exige algo con más congruencia y originalidad, las creencias, el miedo al sacrificio, a las consecuencias y la propia paternidad son solo una excusa para vendernos esto como algo de horror sin realmente serlo.
Bien sabemos que como escritor y director Manoj Nelliyattu Shyamalan no es de los mejores, sus trabajos han ido de regulares a malos, pareciera que quiere hacerse cargo de realizar y de llevar a buen puerto lo que los demás no quieren o es más, que ni siquiera están interesados, esta adaptación cinematográfica está escrita y adaptada por Steve Desmond, Michael Sherman y el mismo Shyamalan teniendo como protagonistas a Dave Bautista, Jonathan Groff, Ben Aldridge, Nikki Amuka-Bird, Kristen Cui, Abby Quinn y Rupert Grint.
Esperemos que su versión más libre tenga un mejor contenido y una estructura más sólida que su original, que aproveche muy bien el tiempo y el recurso para hacer algo medianamente digno que pase de ser solo una película entretenida.
En conclusión, la cabaña del fin del mundo es un trabajo que queda como el intento de ser un algo indefinido, algo que no aporta nada al género del horror literario y que se queda solo como una novela para pasar el rato sin pretensiones de ser un clásico, a su autor Paul G. Tremblay le falta mucho camino por recorrer y por aprender de los grandes autores y sus creaciones que han pasado por generaciones y que siguen vigentes.
La cabaña del fin del mundo ya está disponible en formato físico y ebook en las principales librerías de nuestro país mientras que Knock at the Cabin prepara su estreno para el mes de febrero del 2023.
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