Los futuros apocalípticos y distópicos han estado de moda en la cinematografía mundial desde hace unos años, THX 1138 (1971), Mad Max (1981), Blade Runner (1982), Dark City (1988), Johnny Mnemonic (1995), Strange Days (1995) y Yo, robot (2004) por citar algunos ejemplos, en todos ellos hay un factor en común, la humanidad ha evolucionado y la tecnología que han creado nos ha superado.
La imaginación de quienes han hecho estos trabajos ha sido impresionante pero no es solo eso, han tenido una visión muy particular del futuro y de lo que puede pasar si el equilibrio entre todas las cosas es alterado de la más mínima manera, no se trata solo de imaginarlo sino de recrearlo de una manera creíble y fiel, que las bases de sus guiones sean algo posible de suceder y la tecnología no siempre está al servicio del hombre.
Zone 414 es un claro ejemplo de que la humanidad en este universo es tan frágil que requiere de una ayuda extra que pueda enfrentar problemas que los demás no pueden, una aventura que además de entretener nos hace pensar si esto es posible en nuestro día a día o no.
¿De qué va la película?
En un futuro cercano los robots humanoides de última generación han hecho su propia sociedad, el detective privado David Carmichael (Guy Pearce) es contratado por Marlon Veidt (Jonathan Aris) un excéntrico hombre de negocios para localizar a su hija desaparecida, a la investigación se une Jane (Matilda Lutz) una inteligencia artificial independiente que posee el conocimiento no solo para resolver el misterio de la desaparición, y el crímen que se ha cometido los lleva a cuestionar los orígenes de la zona 414 y su verdadero propósito.
La primicia es buena, mezclar 2 géneros como son la ciencia ficción con lo policiaco ya lo hemos visto antes con muy buenos resultados, lo que aquí sucede es qué, su director Andrew Barid tiene con esto su debut en un largometraje y le da un giro muy interesante a esta historia, son inevitables las comparaciones con otros trabajos basados en novelas con temáticas similares, aquí, este trabajo no solo tiene su propia personalidad sino que también aporta una nueva visión sobre el futuro y las consecuencias de confiar en la tecnología.
David busca a la hija desaparecida de un magnate rico en una ciudad de androides, la película está ambientada en un futuro casi distópico donde la humanidad ha perfeccionado la inteligencia artificial, estos seres sintéticos pueden interactuar libremente con la humanidad en un lugar que les han designado al que llaman Zone 414 es un lugar en donde los ricos y poderosos pueden satisfacer cualquiera de sus más oscuros deseos, la suciedad, la decadencia, la corrupción reflejan la fealdad de sus instintos básicos, un lugar donde todo está permitido y que aparentemente hay una libertad sin consecuencias.
La película abre con una entrevista de trabajo donde conocemos a David Carmichael, un ex detective de policía que fue dado de baja deshonrosamente y ha sido la perfecta elección para llevar a cabo una misión secreta y a Marlon Veidt el multimillonario que perfeccionó a los sintéticos pero tiene un problema, su rebelde hija ha desaparecido y cree que hay una relación entre esto y la Zona 414, Jane es una hermosa sintética que sigue órdenes según su programación pero, de alguna manera posee la capacidad de cuestionar y comprender la naturaleza de su realidad, ella y David hacen un trato para encontrar a la chica, ella acepta con la única condición de que sea él quien le ayude a descubrir quien es o qué es quién la está persiguiendo y acosando.
Lo que tiene de interesante este trabajo es que supera por mucho a otras producciones de ciencia ficción que necesitan un nuevo enfoque, algo que sorprenda tanto en su guión como en su narrativa visual, tratar de dejar un impacto de algún tipo y que no caiga en ser una película hecha por capricho, que sus personajes sean concretos y definidos quizá para futuras nuevas entregas que involucren otro tipo de historias que se puedan resolver de igual forma como aquí sucede, es decir, que cada trama sea independiente de sí misma pero que ocurran en este futuro algo interesante de ver porque esto da para eso y más.
Si la comparamos directamente con Blade Runner de Ridley Scott (1982) veremos que hay semejanzas entre los sintéticos y los replicantes, lo mismo toda su estética postmodernista y el concepto steampunk noir lo que las hace parecidas, en este caso siendo el primer trabajo importante de su director se trata de hacer algo artístico y novedoso pero, si tienes la comparación con una película legendaria las cosas se vuelven increíblemente difíciles específicamente porque probablemente no debería intentar copiar o hacer homenajes, desde el principio entendemos que este es un universo postapocalíptico muy aparte de lo que ya conocemos, donde existen seres sintéticos que debido a su imprevisibilidad han sido asignados a una zona aislada conocida como la Zona 414 el guión escrito por Bryan Edward Hill crea una trama que involucra elementos fantásticos y policiacos que nos va llevando a través de este mundo y descubriendo que no todo es lo que parece y lo hace de muy buena manera.
Al ser un trabajo debut no está excluido de tener fallos, uno de ellos y el principal es que no arriesga ni desarrolla todo el potencial que tiene, su mensaje social de que la tecnología no siempre está para facilitar el trabajo del hombre sino que lo complica cada vez que este evoluciona y esto llega a cansar, las sub tramas aunque están muy bien planteadas se desarrollan demasiado lento y se salen del ritmo narrativo pero que al final concluyen y cimientan algo que ya no vemos, hay una falta de comprensión, no hay suficiente conflicto en su historia y su frialdad hace que su conexión con Carmichael se convierta de poco a poco en algo parecido a una amistad, las mínimas secuencias de acción tampoco elevan el nivel de interés y que se necesita en este tipo de películas, a ratos se siente que se están guardando lo mejor para el final pero eso no sucede y nos deja con la sensación de que podremos verlo más adelante en otras entregas.
Los puntos fuertes no son los giros de tuerca, todo es demasiado adivinable si tomamos en cuenta que hemos visto producciones similares sino su elenco, Guy Pearce y Matilda tienen muy buena química y sus actuaciones son convincentes, cada minuto de este metraje está constantemente cuidado en su iluminación de neón y en el entorno cuidando hasta el más mínimo detalle, la vigilancia constante que tiene esta ciudad de sintéticos las 24 horas del día le permite jugar con los personajes y con nosotros como espectadores lo que nos hace preguntarnos ¿cómo puede desaparecer una persona sin dejar rastro y que nadie se haya dado cuenta? este detalle es muy bien explicado en la trama, la seriedad de Guy y su personalidad mantiene un enfoque empático en la difícil situación de tener que convivir con los androides mientras que tiene que lidiar con la crisis existencial de Jane que considera el suicidio como el único escape de una existencia vacía y sin propósito, para ella la muerte es preferible a una explotación interminable.
El elenco tiene a Guy Pearce, Matilda Lutz, Jonathan Aris, Holly Demaine y Travis Fimmel quienes hacen un trabajo casi impecable, cada uno de ellos tiene el potencial para desarrollar a cada uno de sus personajes sin problemas pero que fallan al ser dirigidos tan tibia y calculadoramente por Baird.
Los efectos visuales y su maquillaje son sencillos y podríamos decir que hasta artesanales, lo que vemos aquí es sencillo sin abusar del CGI simplemente es el retrato de un futuro imaginario y decadente que no necesita tanta parafernalia para resultar convincente y ser inmersivo para el espectador, cada detalle que vemos nos recuerda al mundo real que actualmente habitamos y que se siente familiar y completamente real.
La música compuesta por Raffertie juega con acordes electrónicos experimentales que le dan personalidad a toda esta estética futurista y steampunk noir y neón que se transforma en un personaje más que funciona dentro y fuera de la cinta como un material independiente de muy buena calidad.
En conclusión, Zone 414 es un buen material que bien podría funcionar a manera de novela escrita o de un ánime pero que aquí entretiene pero que se queda a medias buscando un lugar entre las mejores de su género.
Zone 414 ya está disponible en la plataforma de Amazon Prime.
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