Reseña: Blonde (Rubia), el difícil arte del morbo y la vulgaridad

Reseña: Blonde (Rubia), el difícil arte del morbo y la vulgaridad

Las películas biográficas suelen estar entre un producto para cine y un documental, la flexibilidad que da esto en sus historias es que pueden basarse de manera más libre dando su propia versión de los hechos un punto que puede ser bueno o puede ser malo según sea el caso.

Las celebridades son la fuente básica de este tipo de trabajos, ya lo hemos visto con The Foors (1991), Selena (1997), Chaplin (1992), Ed Wood (1994), Frida (2002), Ray (2004), La Vie en Rose (2007), Bohemian Rhapsody (2018), Rocket man (2019) y muy recientemente Elvis (2022) y todas y cada una nos cuentan la vida y obra de estas grandes estrellas.

Nuevamente Netflix apuesta por una de las actrices más icónicas del cine Hollywodense, ya lo había hecho antes con el desafortunado documental The Mystery of Marilyn Monroe: The Unheard Tapes y ahora lo hace con Blonde que cuenta muy en su estilo y punto de vista la vida de esta polémica mujer.

¿De qué va la película Rubia?

Blonde es un retrato ficticio de Marilyn Monroe que ofrece una mirada atrevida y audaz sobre la polémica vida privada y del alto precio que pagó por la fama esta leyenda de Hollywood.

Por lo menos nos están diciendo desde un inicio que esto es un “retrato ficticio” en el que se basan para narrar pasajes sobre la vida privada de esta cantante y actriz, al abrir esta reseña comenté que la flexibilidad que da saber esto en sus historias es que pueden basarse de manera más libre dando su propia versión de los hechos sea algo real o no, si solo son rumores o no, en este caso en particular la idea ya está demasiado gastada, ya no hay muchas cosas nuevas que ignoremos sobre esta actriz y cada vez estos hechos se vuelven más fantasiosos y fantásticos.

Cada vez que se presenta algo sobre Monroe tengo la esperanza de ver algo bien hecho porque de originalidad y novedades mejor ni hablamos, algo que tenga un punto de vista que previamente haya sido investigado y que se de por sentado que es real, que cumpla con sus propias reglas pero sobre todo, que sea arriesgado al momento de contar sus puntos más fuertes y difíciles así como los más glamorosos, que hable de la mujer sin censura en su vida personal así como pública y no ha sucedido.

El director y guionista Andrew Dominik se va por el lado más fácil de las cosas, el morbo malsano, no puedo entender como es que la vida de Norma Jeane Mortenson se tiene que contar de esta manera para que logre tener audiencia, para que consiga con esto atraer a más público y que pretendan que nos sorprendamos con esta historia y su narrativa para que al final nos quedemos con sentimientos encontrados y digamos “ay pobre mujer...”

No hay cosa que me moleste más que se manipule la información y mucho más en este caso, hay maneras de contar lo que ya sabemos y que hemos visto muchas veces, esta cinta está basada en la novela del mismo nombre de la autora estadounidense Joyce Carol Oates publicada en el año 2000, el problema aquí es que aún siendo ficticia no funciona, los cambios que van del blanco y negro al color están bien planteados pero en cuanto a su adaptación se polariza en su guión y la dirección de Dominik.

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Blonde abusa mucho de su pobre recurso y explota la imagen de Marilyn Monroe una vez más de mala manera, se pretende contar una historia contrastante que va desde presentar y condenar la crueldad que desde muy joven vivió y soportó la estrella hasta su muerte, mientras que trata de conseguir ese glamour de la vida frente a los reflectores y como se deleita con esto.

La película a primera vista puede resultar técnica y actoralmente impecable a pesar de que se cuenta es demasiado larga en sus 166 minutos de proyección, un guión y una dirección que se preocupa más por el morbo, por presentar lo espeluznante que puede ser el acoso y el maltrato físico o en aquellas escenas que rayan en lo vulgarmente innecesario como una toma desde el interior de la vagina de Marilyn mientras le practican un aborto forzado o aquella en donde vemos a Monroe completamente drogada haciéndole sexo oral al presidente Kennedy mientras él habla por teléfono, o la que presenta una violación cuando Monroe va a conseguir trabajo.

Como audiencia nos preguntamos, ¿este tipo de escenas eran necesarias? ¿algo de todo lo que se cuenta realmente sucedió? ¿cuál es la línea que divide lo real de lo morbosamente fantasioso? algo muy similar sucede con Elvis de Baz Luhrmann pero de una mejor manera contando con una cinematografía impecable y en Blonde vemos un remedo mal hecho de lo que es un buen trabajo.

Gran parte de esta película es el retrato de hombres maltratando a una famosa pero frágil mujer dando el plausible mensaje de que los hombres son abusivos, violentos, controladores, celosos, poco amables y distantes, alcohólicos, drogadictos que solo pueden tener un fin a sus vejaciones con la muerte, el guión no se siente concreto ni bien estructurado en las partes en donde vemos la vulnerabilidad y lo indefensa que se siente esta mujer por su gran falta de cariño, ella llama a estos hombres papá con la esperanza de que funcionen como pareja pero también como esa figura paterna que no conoció terminando defraudada y desilusionada no solo de ellos sino de la vida en general.

Pareciera que su director nunca leyó el libro que su trabajo usa como base, la polémica de sus escenas y tomas en marcan muy bien las falsedades lo que hace que esta película sea aún más repugnante y esto radica en el hecho de que también pretende educar a una generación a la que no le interesa saber ni quién es ni quién fue Marilyn Monroe, y para captar el interés se recurre a lo fantasioso y vulgar para que esto tenga algún tipo de impacto en sus espectadores así como su mensaje de qué malos los hombres, pobrecita mujer.

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Técnicamente podría ser un buen trabajo en los cambios que van de escenas en blanco y negro a color algo que ayuda mucho a su narrativa pero que se queda muy por encima de su guión, aquí el gran fallo es esto último, contar mentiras para socializar cinematográficamente hablando no es ni cercano a lo mejor, ver durante el tiempo que dura a una mujer llorando desconsolada luego de un ataque violento de ansiedad no tiene una media y que no nos muestra su lado feliz o positivo, que sea aplaudida por su inteligencia y su encanto ni una sola vez, trata desesperadamente de ser objetiva y arriesgada en una supuesta originalidad que tampoco existe.

Ana de Armas, Adrien Brody, Bobby Cannavale, Xavier Samuel y Julianne Nicholson son los actrores que representan a estos personajes reales y hacen lo que pueden con lo que tienen aunque cabe destacar que Armas está lejos de parecerse y de tener el encanto de esta icónica mujer, por los demás puedo decir que sobre actúan sus personajes, no están bien construídos y lo que hacen es porque el guión y el director así lo piden.

La música compuesta por Nick Cave y Warren Ellis es el tipico soundtrack que contiene algunos de los éxitos musicales de Monroe que se mezcla con un score simple sin ningún tema icónico o que cause el impacto que se necesita para apoyar este trabajo.

En conclusión, Blonde es un trabajo mal hecho que tiene como base una novela que también está mal hecha y aplica la regla que cita, “lo que mal empieza, mal acaba“, una cinta que no tiene ni pies ni cabeza y mucho menos una personalidad propia, que cae en lo vulgar y morbosamente repetitivo que imita trabajos igualmente malos en vez de mostrar aquello que puede ser una belleza entre tanta tragedia.

Blonde estará disponible en la plataforma de Netflix este 28 de Septiembre.


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