Amo el teatro. Este amor se ha intensificado en el último par de años y sinceramente creo que en México se hace muy buen teatro. Por ello notarás que es uno de los temas recurrentes en mis escritos.
“Amo el teatro porque no es mi vida”, esta es la primera línea de “La Divina Ilusión” de Michel Marc Bouchard. Un joven seminarista de cuna acomodada la dice mientras espera la inminente llegada de la actriz Sarah Bernhardt a Quebec, el pueblo entero está al pendiente del acontecimiento. Entre tanto una llegada menos notoria toma lugar: Talbot, otro seminarista es trasladado al gran monasterio al final del curso en una situación que por decir lo menos es sospechosa, tomando en cuenta además que proviene de una familia de clase obrera.
Esta obra ubicada a principios del siglo XX, retrata la influencia de la iglesia y el poder del arte en quien verdaderamente sabe apreciarlo.
Actualmente, La Divina Ilusión presenta su tercera temporada en el Centro Cultural Teatro 1 (antes Telmex), y cuenta con actuaciones sobresalientes de Pilar Boliver, Eugenio Rubio (Ganador del Prmeio Metropolitano de Teatro como Mejor Actuación Masculina de Reparto), Dalí González, Mahalat Sánchez y Constantino Morán.
Días antes, casi al final de su temporada, por fin me decidí a asistir a Sweeney Todd, El Barbero Asesino de la Calle Fleet.
Esta producción de David Cuevas logró el primer montaje de la obra de 1979 original de Stephen Sondheim y Hugh Wheeler, que muchos recordarán por su adaptación cinematográfica a cargo de Tim Burton.
Con una producción bastante decorosa en el Foro Cultural Coyoacanense, este sábado 6 octubre dará sus últimas dos funciones. Insisto, no es una producción espectacular pero cumple bastante bien y si algo sobresale es el talento de los actores que tienen una consistencia increíble a nivel ensamble. ¡Vale la pena! Checa Cartelera de teatro para más información y descuento en tus boletos.
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