Con el paso de los años y luego de ver algunos buenos y malos trabajos que pertenecen al género del horror dentro de la cinematografía es inevitable no revisitar los clásicos que definieron el cine con sus generaciones, todavía en este 2020 nadie puede negar que siguen siendo relevantes.
Lo que resulta difícil de todo esto es poder hacer entender a quién no vivió la época en la que se estrenó una determinada película y que cuyo resultado fue la definición de un subgénero importantísimo para la industria del cine.
Puedo decir que en el año de 1978 yo no tuve la experiencia de ver en su humilde estreno en algunas pocas salas de cine del mundo pero sí lo viví un par de años después con el estreno de su segunda parte en una función doble en un cine de barrio al que le agradezco por haberme dado mi primer acercamiento con la cinta de Halloween (y con muchas otras) cuando todavía no entendía lo que estaba viendo, no era solo una historia sobre un asesino serial con una máscara que perseguía a una chica con una poderosa razón, una pesadilla nocturna en la que la maldad misma había regresado para cobrar su venganza.
Halloween es básicamente la historia de Laurie Strode, una despreocupada adolescente que vive en el pueblo de Haddonfield en la noche de Halloween decide trabajar como niñera de unos vecinos mientras sus amigas la pasan bien y divirtiéndose pero, lo que Laurie no sabe es que en esa noche ha vuelto Michael Myers a casa, tenía solo seis años cuando asesinó a su hermana a sangre fría y que hasta esa noche había estado recluido en un hospital psiquiátrico. En esta noche Michael vuelve para seguir matando y Laurie será una de sus potenciales víctimas y ella hará lo posible por escapar.
El efecto que ha tenido esta película en la historia del cine tiene mucho que ver con la falta de complejidad de su villano y con su peculiar narrativa, el principal motivo que tuvo John Carpenter para escribir, musicalizar y dirigir no era contar la historia de Myers como asesino y justificar el por qué de lo que hace sino de ver la perspectiva de un todo. Carpenter decidió documentarlo desde un primer plano ubicándonos como espectadores en primera persona, en la respiración y visión de Michael tratando de hacernos sentir y percibir lo que siente la nada misma y aún así, aceptar lo que pasa cuando la carencia de sus emociones es absoluta.
Sí, Halloween cuenta con una heroína primordial que impone el principal estándar para el cine y el sub género slasher, lo interesante es que el conflicto que nos plantea la historia es que nadie entiende a este asesino, su actuar y su propósito, el diseño visual hace que Michael aparezca y desaparezca de forma inesperada en cualquier sitio, como un fantasma que deambula sin un objetivo aparente y el miedo que esto nos produce es mucho más natural.
Una de las cosas que tiene esta cinta a diferencia de las secuelas que le siguieron es que Carpenter juega con el género, no hay escenas explícitas de gore, es más, no hay sangre en la película, todo está en la mente del espectador.
Debo admitir que el género de asesinos seriales inmortales me parece completamente idiota, viendo una película se conocen todas ya que la carencia de su originalidad hace que se base en cosas ya conocidas, me ha sorprendido de Halloween a más de 40 años de su estreno es que se mantienga fresca, original, interesante e inteligente, es formidable.
Una de las causas por la que esta cinta termina por triunfar, ser tan influyente y colocarse irremediablemente como un clásico que abre la brecha con las definidas reglas del subgénero slasher (El slasher es el género de asesinos seriales que matan con un objeto filoso, cuchillos, hachas, motosierras, machetes, etc.) al que pertenece y que impondría a todo lo que ya conocemos, es que es gradual y sorpresiva por desarrollar el tema de las niñeras indefensas, las leyendas urbanas que terminan por corporizarse en la figura del homicida, los cambios de planos muy a la Alfred Hitchcock, y lo meticuloso de las actitudes de cada uno.
Luego del rotundo éxito, Carpenter se negó a dirigir una secuela pero consideraba que faltaba un cierre para la historia de Mayers, su idea original era hacer una franquicia de películas que no tuvieran relación, es por eso que Halloween III: Season of the Witch se aleja de todo lo que ya conocíamos de estos personajes.
La película contó con un modesto presupuesto pero con eso se hizo demasiado, el productor independiente Moustapha Akkad no estaba tan convencido de querer financiar proyecto así con la limitada experiencia de Carpenter como cineasta, fue así como Halloween fue filmada en solo 20 días, el guión estuvo a cargo del mismo John Carpenter y Debra Hill que plantea que un asesino enmascarado puede ser cualquiera, la espectacular fotografía de Dean Cundey fue tan novedosa al mostrarnos planos azulosos por las noches y planos con tonalidades en color seco por el día, la atmósfera que se crea con el contraste de estas 2 es fabuloso junto con el manejo de luces.
Otro punto muy destacable son las actuaciones, usualmente los adolescentes que aparecen en este tipo de producciones slasher son grotescas caricaturas de sí mismos representando a una sociedad pretenciosa, aquí se comportan con mucha más naturalidad, la seleccionada para ser la víctima de este asesino fue la novata actriz Jamie Lee Curtis hija de Janet Leigh y Tony Curtis, a ella se le unen el veterano actor Donald Pleasence quién es el médico que ha tratado por años a Mayers y que funge como un cazador cuya vida ya está atada a la persecución y destrucción del mal, Will Sandin, Nick Castle, P.J. Soles, Nancy Kyes y Charles Cyphers quienes encarnan de manera muy convincente y creíble a cada uno de sus personajes quienes se comportan con naturalidad e inteligencia.
En cada una de sus apariciones, Michael Myers impacta teniendo la música como pieza clave para su desarrollo y consiste en una melodía de piano relativamente simple y poco sofisticada que causa un impacto muy fuerte en el espectador, el tema principal es un clásico de las bandas sonoras contemporáneas del siglo pasado y reconocido por todos.
Carpenter realizó una obra maestra del horror con muy poco y con demasiado, diseñó un escenario inteligente para cada plano de Halloween, para involucrarnos en una noche y en una festividad gringa que empezó a dar mucho miedo después de esta película, que rompió el molde para complementar una fórmula difícil de definir, las imitaciones, homenajes, secuelas y hasta remakes han pasado por la pantalla grande para llevarnos de vuelta a esa experiencia pero ninguna funciona como la original.
Desde entonces, los formatos caseros han incluido ediciones especiales y re-ediciones con documentales y entrevistas al equipo de producción y sus actores.
No fue sino hasta el año 2018 que borrando todas las anteriores secuelas se estrena Halloween como una continuación directa de la estrenada en 1978, a cargo del director David Gordon Green y el guión de David Gordon Green, Jeff Fradley y Danny McBride plantea lo que ocurrió 40 años después teniendo de nuevo como protagonista a la ahora veterana actriz Jamie Lee Curtis, la película trata de ser inclusiva en las nuevas generaciones sin perder su esencia original, un trabajo que resultó ser muy digno para la franquicia.
Halloween sorprende muy gratamente, es un clásico sólido que mantiene su impacto a pesar de los años, es la obra maestra de Carpenter simplemente porque maneja un relato pequeño con un gran estilo.
Una película que recomendamos ampliamente en esta retro reseña para esta noche de Halloween.
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