Reseña de la serie Chespirito: sin querer queriendo

Chespirito: sin querer queriendo es un entretenimiento pretencioso con una muy buena producción

El género de comedia en cualquier país es un entretenimiento que casi todos consumimos en su tiempo y momento, en el caso de México la época dorada en este género tuvo grandes representantes y han pasado de generación en generación en el cine y la televisión.

Siendo Televisa los que más han impulsado estos trabajos en televisión abierta las opciones fueron destacando entre lo que era para niños con programas educativos hasta la comedia para adolescentes y adultos, la creatividad para llevar esto a un entorno más familiar se daba en los horarios estelares.

Aunque hubo muchas producciones destacadas, una destaca por encima de las demás, el humor blanco combinado con la comedia de enredos era lo que hacía que este programa cautivara audiencias, El Chavo del 8 creado por Roberto Gómez Bolaños trascendió más allá de las fronteras mexicanas siendo centro y sur América quienes hasta el día de hoy disfrutan una y otra vez de este clásico de la televisión mexicana.

En este 2025 llega un proyecto que pretende mostrarnos qué es lo que ocurría detrás de cámaras con la producción y sus actores Chespirito: Sin querer queriendo es una Bio serie basada en la biografía y memorias escrita por el mismo Bolaños.

¿De qué trata la serie Chespirito: Sin querer queriendo?

Una bio serie documental que repasa la trayectoria de Roberto Gómez Bolaños, centrándose en el inicio y desarrollo de su carrera como escritor, actor, director y productor, cada capítulo tratará de exponer los entresijos y los problemas personales y profesionales relacionados con la creación de sus obras más emblemáticas: El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, además de abordar y recrear una época que hasta hoy ha tenido un impacto en el entretenimiento.

Sería casi imposible hablar de la televisión mexicana e hispanoamericana sin mencionar al hombre que conquistó y que sigue conquistando a generaciones de espectadores con creaciones tan emblemáticas como El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado, entre otros, un comediante que pasó a la historia como uno de los mejores en su tipo pese a todos los problemas que ha tenido a lo largo de los años, la serie como tal trata de mostrar el aspecto más amable de todo lo que ha sucedido con estos personajes.

Actor, director, guionista, comediante, compositor y productor, Roberto Gómez Bolaños pasó una transformación de ser un soñador a ser Chespirito y se convirtió para muchos en una leyenda que es muy bien identificado y reconocido a nivel mundial, países de Europa como España, Francia, Italia, Grecia, así como en China y Japón y por supuesto en Centro y SurAmérica  su programa ha sido todo un éxito.

La pregunta que podemos hacernos es ¿a qué se debe que este proyecto que parece tan simple tenga tanto éxito? básicamente se debe a lo ordinarias y comunes que son las situaciones que viven estos personajes, una vecindad en la que todos deben de convivir en armonía teniendo cada uno sus propios problemas, con el que cualquiera podría sentirse identificado.

A continuación podemos conocer los nombres originales de los personajes de Chespirito

Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi/El Chavo, Federico Bardón de la Regueira/Quico, Espergesia Valdés/ La Chilindrina, Don Ramón Valdés/Don Ramón, Florinda Corcura y Villalpando/Doña Florinda, Inocencio Jirafales/El profesor Jirafales, Zenón Barriga y Pesado/El señor Barriga, Febronio Barriga Gordorritúa/Ñoño, Cleotilde Meza y Parra/La bruja del 71, son solo algunos de los muchos personajes. A la par existían diferentes segmentos spin-off, uno del superhéroe mexicano El Chapulín Colorado, y otros que se sumaron a lo largo de los años y con los cambios que tuvo, como son: los Caquitos con Aquiles Esquivel Madrazo/el Chómpiras, Gordon Botija Pompa y Pompa/El Botija, María Expropiación Petronila Lascuráin y Torquemada de Botija/La Chimoltrufia, el Doctor Chapatín, Vicente Chambón, Lucas Tañeda y Chaparrón Bonaparte un par de enfermos mentales que también formaron parte de varios sketches.

Con este antecedente ya sabemos qué esperar de la serie Chespirito: Sin Querer Queriendo, de lo que podemos ver en esta primera temporada que abarca solo la primera etapa del programa y la creación de todo este mundo cotidiano en el que viven los personajes, así como los desacuerdos con parte del elenco.

Lo anterior puede explicarse en la necesidad de evitar conflictos legales con los involucrados, como bio serie debe y tiene que abordar inevitablemente momentos clave en la vida de Chespirito como Florinda Meza su segunda esposa con quien sostuvo una relación extramarital cuando aún estaba casado con Graciela Fernández, o con Carlos Villagrán quien personificó a Quico y cuya amistad terminó por diferencias creativas y económicas además de que en un inicio él fue pareja de Meza alejándose definitivamente de Bolaños cuando la relación se hizo pública.

La serie como tal no se cuenta de una forma lineal sino que a manera de flashbacks vamos conociendo desde su infancia hasta su adultez desde la década de los 50 a los 80, vemos cómo este hombre con demasiada creatividad persigue sus sueños y así logra trabajar como escritor siendo este su primer paso de lo que sería una importante carrera en la industria televisiva mexicana, luego vemos que ya consagrado vemos su declive creativo y la posibilidad de tener una relación sentimental con otra mujer justo cuando recibe como encargo darle forma a una trama para El Chavo que se desarrollaría en el puerto de Acapulco.

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Este primer episodio lleva como título “Zapatero tus zapatos”, y abre mencionando qué:

“Serie inspirada basada en la biografía de Roberto Gómez Bolaños, “Sin querer queriendo – Memorias”. Algunos de los personajes, relaciones personales y profesionales, eventos y tramas son ficcionados y fueron creados para dramatización. Cualquier similitud con personas y/o eventos de la vida real es pura coincidencia”

“El que ríe al último… del cielo le caen las hojas, bueno, la idea es esa”.

Bogotá, Colombia 1981.

Donde el personaje de Roberto interpretado por Pablo Cruz Guerrero se prepara para iniciar uno de sus proyectos más importante de su carrera, el icónico Chavo del 8, a lo largo de 46 minutos que dura este capítulo vemos la infancia de Chespirito en un nostálgico blanco y negro, su visita al circo en donde hace un acto de malabarismo con una escoba y es premiado por un payaso con el mítico gorro que sería parte de la vestimenta del niño huérfano que vivía en un barril y de donde viene su icónica frase “fue sin querer queriendo”

A partir de este punto se exploran diferentes saltos en el tiempo entre los años 1935, 1951, 1956, 1960 y 1978, en donde todos estos recuerdos se va intercalando con la historia central, sus primeros pasos en el medio artístico y su entorno familiar tocando muy sutilmente los momentos de tensión en su carrera en especial cuando expresa su deseo de alejarse de la comedia para experimentar y desarrollar nuevas ideas creativas y es su hermano Horacio Gómez Bolaños quién aparece para convencerlo de que siga en este ámbito más por dinero que por fama.

Entre los diferentes saltos y llegando al presente de la serie donde el punto más alto del éxito televisivo fue en 1978, hacen la concreta referencia al episodio en Acapulco, este capítulo significó el fin de su primera etapa y un momento clave en la historia del programa, donde se habla ya de la salida de Quico (Carlos Villagrán) y Don Ramón (Ramón Valdés) y es aquí en donde posiblemente este personaje sea el antagonista en esta bioserie según la experiencia de Bolaños.

Otro punto a tratar en el episodio es el de Margarita Ruiz personaje con un nombre modificado por cuestiones legales ya que Florinda Meza no autorizó el uso de su identidad,  interpretado por Bárbara López su personaje poco a poco va teniendo un desarrollo más concreto e insinúa cómo fue que comenzó la relación sentimental entre Roberto y ella, quien entonces aún estaba casado con Graciela Fernández, la madre de sus seis hijos.

No nos cabe la menor duda de que uno de los atractivos que tiene el episodio es en lo técnico visual, las escenas flashback sobre su infancia de están filmadas en un hermoso blanco y negro con formato cuadrado y no con el estilo panorámico que ya conocemos, la recreación de su entorno y de la época es cuidado sumamente a detalle apoyándose en grabaciones reales de la televisión mexicana en esos años, los vestuarios si bien no son exactamente iguales a los que se presentaron en el programa nos sitúa en que esto es una recreación y una dramatización basada en hechos reales en donde sí se pueden tomar libertades creativas.

El guión fue escrito por Roberto Gómez Fernández y en este primer episodio se siente que va desde la nostalgia a lo agresivo de una persona que logró cumplir su sueño de ser comediante pero también la de un hombre con muchos defectos en su pensar y proceder, que entendió que el dinero y la fama lo llevan de la mano hacia un rumbo más desconocido en donde puede o no derrocharlo todo o que creativamente viva siempre a la sombra de un personaje que logró superarlo en todo.

Pretenciosa y comercialmente la serie busca desesperadamente ser un retrato fiel en la evolución de la industria televisiva en México, lo que significó la venta de estos aparatos a las familias de clase media, la prueba irrefutable de que cada mexicano necesitaba un entretenimiento de calidad, siendo un homenaje a la cultura del entretenimiento de México, a su consumismo y a la imposición de una televisora que monopolizaba cada programa decidiendo así lo que debíamos ver y lo que no querían que viéramos.

Como ha sucedido con las bioseries de este tipo en México “Sin querer queriendo” no pretende ser objetiva y mucho menos fiel a lo que realmente debió haber sucedido, prefiere ir por el lado más amable y emotivo de su protagonista dejando fuera los temas más polémicos y los casos legales en los que se ha visto envuelto su protagonista desde hace varios años, en este contexto su narrativa es más simple y llevadera sin tener que sobre pensar las cosas de cómo las presentan y cómo pasaron.

El elenco lo conforman Pablo Cruz Guerrero, Iván Aragón, Dante Aguiar, Ilian Emilio Gallea Ballesteros, Barbara López, Andrea Noli, Miguel Islas, Eugenio Bartilotti, Óscar Narváez, Jorge Luis Moreno, Aarón Mendoza, Alonso Navarro, Paulina Dávila, Macarena García, Juan Lecanda, Paola Montes de Oca, Jesusa Ochoa, Nina Rubín, Roberto Gómez Fernández, Karina Gidi, Rolando Breme, Édgar Vivar y María Antonieta de las Nieves quienes recrean a estos personajes teniendo ya el bagaje de que en algún momento de su vida conocieron el programa, es un gran acierto que Édgar, María Antonieta y Roberto Gómez participaran en este proyecto.

La música compuesta por Camilo Froideval tiene lo suficiente y lo que se necesita para narrar esta historia con piezas simples que solo sirven como acompañamiento.

En conclusión, Chespirito: Sin querer queriendo es una serie con una excelente producción, con una historia más compleja de lo que presenta no tiene nada de sorprendente ni de original, es un entretenimiento pretencioso que no amplía su perspectiva sino que solo sirve para alimentar el morbo de quienes conocimos a estos personajes en la ficción y en la vida real .

Chespirito: Sin querer queriendo ya está disponible en la plataforma MAX.