RESEÑA PELÍCULA – Alien: Romulus no es mala y ni lo mejor de la saga

RESEÑA PELÍCULA – Alien: Romulus no es mala y ni lo mejor de la saga

Llevar a cabo una saga cinematográfica con una continuidad coherente que se plantee así misma nuevas historias con viejos y nuevos personajes no es una tarea fácil, hemos visto buenas y malas historias, como ejemplo tenemos la ya no tan exitosa franquicia de Star Wars, o Terminator, que por la necedad de innovar y modernizarlas han tenido grandes fracasos.

Cada una de ellas ha aportado en sus inicios grandes cosas a la historia de la cinematografía en los géneros que ocupan, otra de ellas y no menos importante es Alien, una franquicia de ciencia ficción, horror y acción centrada en una serie de películas originales que muestran a su protagonista la suboficial Ellen Ripley (Sigourney Weaver) y sus enfrentamientos con una forma de vida extraterrestre comúnmente conocida como Xenomorfo, una especie peligrosa para el equilibrio de toda forma de vida, es destructivo y un asesino implacable.

Creado originalmente por el escritor Dan O’Bannon quién colaboró con el guionista Ronald Shusett en una historia inicialmente titulado Star Beast y que finalmente cambió a Alien, ambientada en un futuro distópico en donde la humanidad ha avanzado tecnológicamente y explora nuevos planetas para obtener sus recursos, es sobresaliente el trabajo del pintor y escultor suizo HR Giger quien diseñó la forma adulta del Xenomorfo y su nave mientras que el artista francés Mœbius creó la apariencia futurista/moderna de los trajes espaciales y Ron Cobb proporcionó la mayor parte del diseño industrial para los decorados.

Sin los antes mencionados esta franquicia no hubiera tenido el éxito que la 20th Century Fox Studios esperaba luego de invertir millones de dólares en su realización, el encargado de darle vida al guión y a esta peculiar y aterradora historia fue el director Ridley Scott en 1979, a esta le siguieron 3 secuelas más Aliens de 1986 dirigida por James Cameron, Alien 3 de 1992 dirigida por David Fincher y Alien Resurrection de 1997 dirigida por Jean-Pierre Jeunet, 2 precuelas dirigidas por Scott Scott también dirigió las películas de la serie precuela Prometheus del 2012 y Alien: Covenant del 2017, cada una con un muy personal punto de vista sobre estas aventuras y sus personajes.

Alien ha estado presente y sus historias también se han contado fuera de la pantalla grande, novelas, comics, figuras de acción y videojuegos son los que han mantenido dentro del gusto de propios y extraños, no todo ha resultado ser tan interesante como se planteó en un principio, en este 2024 es el director Fede Álvarez quien nos cuenta una intercuela que rinde homenaje a toda la franquicia en Alien: Romulus.

¿De qué trata le película Alien: Romulus?

Un grupo de jóvenes atrapados en un planeta minero propiedad de la compañía Weyland-Yutani planean escapar hacia un nuevo mundo, para poder hacerlo necesitan de las cámaras de criostasis mismas que les permitirán escapar al planeta Yvaga, mientras exploran en las profundidades de la estación espacial Renacimiento que fue abandonada años atrás es en realidad un laboratorio experimental en donde aún hay rastros de la forma de vida más aterradora que hay en el universo, este grupo tendrá que hacer uso de todos sus conocimientos para trabajar en equipo y lograr su objetivo, sobrevivir.

Después del fracaso de Prometheus y Alien: Covenant y que traicionaban a la franquicia al contar el supuesto origen de estos seres a manos de un sintético llamado David (Michael Fassbender) las cosas parecían haberse quedado ya en un punto muerto, había aún mucho por contar y los estudios decidieron irse por el camino fácil, contar una historia antes de cualquier evento que nos explicara de dónde vienen estos mortales y peligrosos seres, el resultado como ya vimos no funcionó.

Alien: Romulus es un experimento que trata de aclarar y regresar todo a su secuencia original utilizando los elementos de las precuelas, el liquido negro y los ingenieros, la película en sí es básicamente un fanservice, un proyecto híbrido que va tomando forma tomando referencias clave del resto de la franquicia, un homenaje si así queremos verlo a todo lo que no se explicó y que a su vez salió mal de las entregas anteriores, los agujeros de guión y la incoherente continuidad y ahora el seguimiento que quieren darle junto con la serie televisiva Alien: Earth que servirá como una precuela y se desarrollará tres décadas antes de los eventos de la película Alien de 1979.

Pareciera que a 20th Century y a The Walt Disney Company les urge darle en la madre a otra franquicia, aunque Fede Álvarez encuentra pequeñas y diversas formas de innovar un clásico esto tal vez no sea suficiente para arreglar todo lo que ha estado mal en toda la saga y en esta misma cinta, cada secuela y precuela de esta franquicia ha estado en guerra consigo misma, no ha conseguido tener una secuencia de eventos que estén al nivel de lo que quieren presentar y más aún a trabajos que ya se hicieron en novelas, cómics y videojuegos que son los que forman un canon que al parecer quieren olvidar para modernizarla para las nuevas generaciones.

Es ya un fastidio que los estudios quieran salir con la misma estupidez de querer abarcar a un público más joven, uno al que en nada le importa lo que se haga o no en favor de ellos, simplemente hay cosas que no deberían ser tocadas de esta manera y la pregunta sigue siendo la misma: ¿esta será la película definitiva que rescate el interés del público en una franquicia cinematográfica que debieron dejar en paz hace años? la respuesta es que a muy pocos o a casi nadie le importa que esto tenga éxito o no, la época dorada de Alien sucedió hace mucho tiempo y muestra de ellos es que todo esto toma lo mejor y pretende transformarlo.

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La primera y supuesta “gran innovación” de esta película es que se centra en un grupo de adolescentes estúpidos en lugar de adultos y marines espaciales lidereados por Rain Carradine (Cailee Spaeny) que está tratando de salir del planeta minero después de la muerte de sus padres y dejar de ser una obrera explotada que ve su sueño de fuga muy lejano gracias a las políticas opresivas de la omnipresente y malvada Corporación Weyland-Yutani, una compañía a la que solo le importa su desarrollo y el beneficio que pueda sacar de los demás, para ellos nadie es prescindible y nos queda muy claro este concepto con los tripulantes del Nostromo.

Alien: Romulus existe entre Alien de 1979 y Aliens de 1986 pero que también toma en paralelo la línea temporal del videojuego Alien: Isolation del 2014 actuando casi al mismo tiempo en lugares y escenarios diferentes, mientras que la cinta ocurre en el año 2137 el juego está en el año 2142, es inexplicable cómo es que coexista y descubran al mismo Xenomorfo de la cinta de Alien de 1979 en el espacio, así mismo la trama es muy parecida, mientras que por un lado tenemos la estación Renacimiento que se divide en 2 partes la Romulus y la Remus por el otro tenemos la estación espacial Sevastopol que son solo una pantalla para seguir estudiando, clonando y tratar de controlar a estas criaturas y hacerlas un arma biológica, y aquí nos preguntamos: ¿un arma biológica para qué, para conquistar planetas inhabitados? o ¿solamente para saciar el deseo que tiene el ser humano de querer controlarlo todo?

Muy poco o casi nada se nos ha dicho en el cine sobre la maldita compañía Weyland-Yutani siendo mejor explicada en las publicaciones de Dark Horse Comics, idea que se tomó para ser parte del guión de Prometheus en donde nos contaban más a detalle el origen de esta mega corporación y que al final fue desechado por el mismo Scott, y entonces, nos quedamos en las mismas, con más preguntas que respuestas sobre un material que se queda a la mitad entre un quiero pero no puedo y como espectadores y algunos muchos fans de la saga tendremos que empezar a aceptar que esto no da para más y que ya estamos cansados de torpezas.

Esta conta le da a Fede Alvarez la oportunidad de hacer algo nuevo que se sienta minuciosamente estudiado y al mismo tiempo que sea completamente moderno, el guión escrito por Rodó Sayagues y el mismo Álvarez se preocupa más por las múltiples referencias que por hacer algo más decente y coherente, es inexplicable cómo es que el xenomorfo no es ahora el protagonista y tiene tan poca presencia y tiempo en pantalla, de hecho este es u mayor fallo si es una película con el título de Aliens lo que queremos ver es a esta criatura haciendo de las suyas y en lo que vemos no logra transmitir esa sensación de horror y peligro constantes, quizá los verdaderos protagonistas sean facehuggers que los vemos ligeramente mutados y de un nuevo color el resto está para hacer solamente un pretexto para que lo anterior sea lo que luzca así sin más, no hay ninguna muerte memorable siendo Andy el androide el personaje más sobresaliente del resto que carecen de ese carisma y personalidad que ya hemos visto antes y aunque todo esto parezca ser una buena idea está mal ejecutada.

Este grupo decide robarse una nave de la compañía para ir a una estación espacial científica abandonada que ha flotado en la órbita de su planeta sin que haya consecuencias o sea, nadie se dió cuenta y que hagan lo que quieran o que después de tanto buscar a esta forma de vida la dejan así como si nada en una estación espacial abandonada, la personalidad de cada uno de ellos intenta desesperadamente parecerse a los protagonistas de otras películas de la saga y no logran ni siquiera ser mínimamente memorables porque desde un principio sabemos que todos morirán excepto persona artificial y su protagonista, que no vemos en ningún momento que nos transmitan una sensación de estar en un peligro inminente, todo se resuelve por casualidad y a beneficio de un guión flojo y a sus referencias que una vez más abogan por la nostalgia.

Álvarez y Sayagues se dan cuenta de que hay que sacar el mayor provecho de la zona de confort en la que están y lo hacen en la forma en que integra elementos de las seis películas anteriores incluidas las dos precuelas en un intento igualmente desesperado para que esto no parezca tan mala idea, referencias como que el eje de las criaturas tiene como origen el primer Xenomorfo con el que pelea Ripley en la primera cinta y que que quedó congelado en el espacio, el androide Ash de la primera cinta junto con la computadora llamada madre, las directivas de la compañía para salvaguardar y dar prioridad a los especimenes, el uso de calzado y armas de Aliens de James Cameron, la mención al planeta refinería/prisión Fiorina “Fury” 161 de Alien 3 o bien al nuevo híbrido mitad humano y mitad xenomoiorfo/ingeniero de Alien Resurrection asi como el líquido negro de Prometheus y la evolución de las criaturas de Alien: Covenant por mencionar solo lás más interesantes.

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La cinta como tal peca de ser poco o casi nada comprometida de seguir con el canon, la idea de una criatura Xenomorfa que puede adoptar características de su huésped lo hace sumamente fascinante y que solo ha sido presentado como tal en Alien 3, en este punto lo hecho aquí tenía todo para abrir camino a presentar nuevas cosas y como resultado tenemos algo que nos sirve para ver qué pasa más adelante, un algo que no se preocupa por aportar o por tener un éxito en sí misma, un capricho por mantener y ahora modernizar y hacer una nueva saga basándose en otra a la que tampoco le importa si tiene o no una continuación, total tomamos otra historia con otros personajes, les ponemos unas referencias y ya está.

No todo es tan malo, tiene puntos a favor en el aspecto técnico,el director de fotografía Galo Olivares tiende a recrear escenarios oscuros y siniestros algo tan claustrofóbico en un estilo más industrial y retrofuturista como lo que hizo Scott en Alien, un el diseñador de producción Naaman Marshall se basa casi en su totalidad en los bocetos del diseñador conceptual Ron Cobb que ya vimos en Alien y Aliens y que también toma elementos del videojuego Alien: Isolation lo que hace que todo lo que vemos sea más concreto y redondo regresando a la ciencia ficción y el horror.

Los efectos especiales mezclan CGI con efectos prácticos, en cada momento nos hacen notar los decorados, los animatrónicos, el vestuario y el maquillaje, todo está perfectamente bien cuidado y balanceado para que en todo momento su narrativa nos sorprenda momentáneamente y no por lo adivinable que pueda ser sino porque se esfuerza por estar constantemente recreando escenarios pasados y como audiencia nos hace pensar que se puede dar la vuelta a las cosas y usarlas a su favor.

La primera cinta no fue concebida para dar inicio a una saga, era la necesidad que tenía el cine a finales de la década de los 70 por innovar y a la vez competir con otras que se tomaban los temas espaciales muy a la ligera, renovó la creencia de que la ciencia ficción espacial tenía que ver con trajes plateados y naves brillantes con personajes protagónicos atractivos que pudieran resolver cualquier cosa en cualquier momento, pasó de ser sencilla a mostrar el horror que puede ser enfrentarse con una criatura hostil y peligrosa de otro planeta y el riesgo que representa para quien tenga el infortunio de cruzarse con ellos.

HR Giger creó a este ser pero fue Scott y su equipo quienes le dieron esa personalidad que se volvió icónica en la historia del cine, una metahistoria que aún tiene mucho por contar si está en las manos correctas, demostrar que todo esto puede sobresalir sin un personaje como Ellen Ripley (Sigourney Weaver) es sumamente difícil, su personaje y actuación marcó un antes y un después para las mujeres protagonistas, su participación ha sido relevante y de suma importancia en esta saga y dicho todo lo anterior no es una comparación directa es el hecho de reconocer que esto es una mezcla de todo para sacar un algo que más adelante pueda o no funcionar.

El elenco lo conforman Cailee Spaeny, David Jonsson, Archie Renaux, Isabela Merced, Spike Fearn y Aileen Wu, adolescentes que interpretan a otros adolescentes en donde el único que sobresale es Jonsson y su personaje.

La música compuesta por Benjamin Wallfisch sigue la misma línea de la cinta, recrea con samples las partituras compuestas por Jerry Goldsmith, James Horner, Elliot Goldenthal, John Frizzell, Marc Streitenfeld, Jed Kurzel, Christian Henson, Joe Henson y Alexis Smith, que aparecen en su justo momento y que son plenamente identificables como un homenaje a estos grandes creadores.

En resumen, Alien: Romulus no es mala pero tampoco es de lo mejor que tenga la saga, un cierre y una apertura de una muy poco arriesgada propuesta de la que se podía esperar más de lo que se entrega y que cumple con entretener, esperemos que la ya inevitable próxima entrega pueda ser más atrevida en sí misma y aporte más que solo una simple y trillada modernidad y pueda al fin llevarnos a un territorio verdaderamente inexplorado del que como se dijo antes, aún hay mucho más por contar.

Alien: Romulus ya está disponible en salas cinematográficas de nuestro país.


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