Uno de los iconos mundiales más famosos a lo largo de la historia moderna de la humanidad es la muñeca Barbie, creada por Ruth Handler y puesta a la venta por primera vez en 1959, ha sido el juguete preferido por las niñas durante décadas.
La mercadotecnia que la ha rodeado desde su lanzamiento ha sido de los más amplios, casi cualquier medio cuenta con una variedad de artículos relacionados, películas animadas, series de televisión, camisetas, pijamas, cereales, mochilas, posters, etc, algunos se han convertido en verdaderos objetos de culto entre los coleccionistas.
Su popularidad la ha llevado a tener diferentes versiones entre las más populares son las profesionistas en donde podemos encontrar veterinarias, profesoras, dentistas hasta astronautas lo mismo sus accesorios y vestuarios, desde elegantes casas hasta costosos guardarropas y vehículos.
Barbie ya forma parte de la cultura popular y en este 2023 ha dado su salto a la pantalla grande en una versión live action que promete poner todo como en su vida, de un brillante y luminoso color rosa.
¿De qué va la película?
La bella, popular, excéntrica e individualista Barbie (Margot Robbie), junto con Ken (Ryan Gosling), están pasando el mejor momento de sus vidas en el colorido y aparentemente perfecto mundo de Barbieland, cuando es exiliada de su comunidad debido a sus evidentes sus imperfecciones deciden ir al mundo real y pronto descubrirán las alegrías y los peligros de vivir entre humanos.
La idea de hacer una versión cinematográfica live action de esta popular muñeca viene de años atrás, el ambicioso proyecto quedó varias veces en el olvido debido a que los estudios no querían arriesgar su popularidad haciendo un trabajo que no dejará satisfechos a propios y extraños y estamos ante un trabajo que es simplemente complejo de entender
La idea de que todo sea en un mundo muy rosa en donde estas muñecas conviven en armonía lejos de cualquier preocupación y responsabilidad es muy atractiva, no hay enfermedades ni carencias, todo es fiesta y diversión pero hasta eso puede llegar a aburrir y esperar que algo más suceda.
Todo comienza con una voz en off (Helen Mirren) que nos cuenta sobre la evolución de las muñecas a lo largo de la historia de la humanidad haciendo un claro homenaje a 2001 Space Odyssey en donde vemos que la llegada de Barbie cambió el concepto y visión de las niñas que básicamente jugaban con muñecas bebés a ser mamás, la aparición de algo diferente que refleja lo que cada una podía ser revolucionó la visión de su mundo.
Luego pasamos a conocer Barbieland, esto es aún más interesante porque la cinta juega con sus propias reglas y respeta el concepto que se tiene sobre Barbie y lo que hay a su alrededor, que camine siempre en puntas, que tome un baño en el que no hay agua, que supuestamente desayune algo de plástico que no existe, la cordialidad y armonía que hay entre todas, siendo quién es puede ir a cualquier lado incluso desplazarse sin bajar escaleras.
La recreación de esta pequeña e imaginaria ciudad es de lo más sorprendente que tiene la cinta, cada set fue creado de manera real sin el uso del CGI, cada calle, cada casa fue una construcción real incluyendo los vehículos y el mobiliario, muy al contrario de cuando llegan al mundo real en donde todo se ve normal y como debe de ser, este cambio tan drástico hace que parezca que pasamos de una película a otra, todo está calculado y de manera intencional para que como espectadores podamos apreciar que se trata de 2 mundos completamente distintos.
La imaginación juega un papel muy importante, con ella podemos hacer lo que queramos y ser quienes queremos, no hay una restricción en lo que se piensa y se hace simplemente lo que hacemos es hacer que exista algo que deseamos, aquí todos los días son perfectos y cada Barbie está satisfecha sabiendo que su existencia ha hecho del mundo real un lugar mejor donde las niñas se han convertido fuertes exponentes que pueden superar cualquier adversidad.
El hecho de que una muñeca se cuestione, piense y pregunte a los demás sobre la muerte replantea toda la expectativa inicial que teníamos sobre el mundo de estos juguetes, en un momento se da cuenta de que está teniendo pensamientos diferentes a los de los demás debido a que la niña a la que una vez perteneció en el mundo real se ha hecho mayor y su pensamiento y visión de las cosas ha cambiado, un signo de esto es que Barbie ahora tiene los pies planos algo imposible de concebir porque así ha sido diseñada.
Las respuestas a esto las tiene otra muñeca a la que llaman loca y extraña que ha sido alterada por su antigua dueña, las niñas tienen una conexión con sus muñecas porque estas son el reflejo de su inocencia, de su visión perfecta de las cosas sin responsabilidades, cuando crecen y cambian también lo hacen sus compañeras de juego, explorar este concepto puede resultar sumamente complejo y complicado de entender, no ubica con exactitud si este mensaje es para las niñas o para los adultos, puede interpretarse como que crecer es sinónimo de perder la imaginación en vez de transformarla.
Para obtener respuestas por sí misma está dispuesta a averiguarlo cruzando de una dimensión de fantasía al mundo real para encontrar a aquella niña a la que ella pertenecía para su sorpresa no irá sola en este viaje, su empalagoso y necesitado medio novio Ken la acompañará y no la dejará sola ni un momento, sin embargo, cuando ambos entran en nuestra realidad sus deseos, sus expectativas y sus necesidades comienzan a cambiar drásticamente especialmente cuando queda claro que el ideal utópico de Barbieland para las mujeres está muy muy muy lejos de la realidad de un mundo en el que incluso los creadores de Barbie en Mattel son una sala de juntas exclusivamente masculina donde son ellos quienes toman las decisiones de lo que harán con ellas.
Si antes el mensaje era uno que no entendíamos, lo que sucede a partir de este punto cae drásticamente en un feminismo disimulado y replantea que aquí las mujeres son las de las buenas ideas y decisiones correctas y los hombres no pasan de ser unos pendejos empezando por el director ejecutivo de Mattel (Will Ferrell), este personaje es retratado como algo exagerado fuera de todo concepto real, es un bufón que maneja una compañía que tiene que hacer más y más números y dinero como objetivo principal.
Aquí es donde la forma de pensar y de ver el mundo real para estos 2 juguetes está en el hecho de que Barbie es una mujer empoderada que no necesita de un hombre, por otro lado Ken es quien se da cuenta que el mundo es dominado por los hombres que necesitan de una mujer para hacer valer su condición masculina, y como no puede hacerlo aquí lo hará en Barbieland en donde todos los Ken estarán de acuerdo en ser los que dominen ese mundo y hacer su versión de lo que creen es lo mejor.
Después de pasar mil peripecias para entender quienes son y el lugar que ocupan en su mundo y en el mundo real, como espectadores llegamos muy cansados ya a un final muy poco estudiado, muy cliché, Barbie decide vivir ya entre nosotros dejando de ser esa icónica muñeca para convivir con la mujer adulta que la ayuda y su hija que anteriormente le hizo bullyng y le dan ánimos para visitar por primera vez a una ginecóloga.
Como película no es buena eso es evidente pero tampoco es tan mala, es difícil de comprender lo que su directora y guionista junto con Noah Baumbach Greta Gerwig (Little Women) quiere transmitir con este trabajo que resulta muy complejo para los niños y muy simple y ridículo para los adultos, su claro mensaje de feminismo se plantea de una forma muy exagerada a cada momento en el que nos recuerda que la mujer todo lo puede y es así pero sin caer en los excesos, junto con esto el valor de la amistad, el autoconocerse, el salir de zonas de confort complementan este discurso.
Gerwig elude en entrar en detalles y se va por la forma más simple y trillada de criticar a la sociedad y al gremio masculino al establecer sus propias reglas con base en estándares patriarcales, como cineasta usa la fórmula atemporal que ha tenido Barbie a lo largo de los años para tratar de desafiar a una industria previamente establecida con una comedia convencional, la poca inteligencia en su estructura narrativa y el enfoque de Gerwig sobre lo que hace queda muy por debajo de las expectativas, bien sabemos que el guión fue cambiado porque la idea original de esta cinta era ver la vida de esta muñeca a través de los ojos de una niña, toda su aventura fue un juego que deja una enseñanza porque al final podíamos ver que todo estaba en su imaginación.
La diseñadora de producción Sarah Greenwood, así como la diseñadora de vestuario Jacqueline Durran, crean todo un mundo fantástico en tamaño real, la casa y la ropa, cada pequeño detalle está muy bien cuidado y diseñado para que Barbieland luzca maravillosa, luzca como un lugar en el que cualquiera quisiéramos vivir, incluso el océano es de plástico. sin embargo y lamentablemente estos diseños artificiales juegan otro tipo de papel que distrae de ideas mucho más elaboradas y convincentes.
Son evidentes los fallos en su guión, es ya cansado el cliché de que todo se desarrolle y concluya en el mundo real, ¿es necesario usar este recurso para contar una historia? la base de todo es porque la creatividad es limitada por los propios estudios que no permiten que sus directores y su equipo se arriesguen a hacer algo diferente y caen en que los pinches humanos sean los coprotagonistas, a estas alturas esto ya no es ni novedoso ni mucho menos acertado.
Barbie puede ser forzadamente divertida con momentos de humor involuntario muy fuera de lugar con chistes que no son graciosos y sí muy incómodos, la insularidad de este reino idílico rosado, las selectas referencias a la cultura pop es su dosis que aboga a una innecesaria nostalgia, tampoco es necesario hacer las cosas tan rimbombantes y pretenciosas es simplemente la historia de una icónica muñeca llevada a un punto inentendible que no define absolutamente nada de lo que quiere ser.
Por otro lado, el fenómeno que ha causado es impresionante, salas de cine llenas, boletaje agotado, productos nuevos coleccionables, memes y demás hacen que esta cinta lleve a la audiencia de nuevo a los cines, algo que no se veía desde Spider-Man: No way home (2021) este fenómeno de la cultura pop y del entretenimiento quedará como precedente de que personajes como éste pueden sostener sin problema un largometraje siempre y cuando esté bien estructurada su idea.
Miles de personas ya han asistido y han sido parte de la moda que Barbie ha causado porque eso es, una moda que se ha ido reinventando y luego reciclando, el cine de poco a poco vuelve a tener más importancia que lo que se transmite por streaming, la experiencia de vivir y ver esto en una sala llena de gente nos hace ubicarnos en una nueva forma de convivir que marca un antes y un después de la pandemia, como espectadores ya nos sentimos más cómodos y seguros de asistir pero sobre todo de disfrutar el cine en una sala de cine, tanto así que en este fin de semana de estrenos tenemos por un lado esta cinta y por el otro Oppenheimer de Christopher Nolan y más que competir entre ellas a esto se le ha denominado el Barbenheimer, otro evento sin precedentes en el que se pueden disfrutar las 2 cintas sin que haya una consecuencia negativa en taquilla ni en los espectadores.
Si hablamos de sus actuaciones, Margot Robbie y Ryan Gosling hacen una química muy a medias, cada uno interpreta a su personaje y hace lo que debe, por un lado tenemos a esta actriz encontrando el equilibrio que se necesita entre la sátira y una franca sinceridad, podemos decir que en nuestros tiempos y por la crisis por la que está pasando la industria es la elección perfecta es casi imposible imaginar a alguien más representando a la mujer deslumbrante de cabello rubio y ojos azules, para esto se necesita algo más, esa chispa de optimismo exagerado e incansable que se requiere para este rosado mundo.
Luego tenemos a Ryan Gosling que se divierte haciendo lo que mejor sabe hacer, actuar, en momentos se burla y pasa de ser el novio necesitado de Barbie a un pendejo machista mientras piensa cómo comportarse y transformarse un hombre real, a medida que este actor va desarrollando la personalidad de su personaje nos damos cuenta de que Ken es en realidad un hombre atrapado en un mundo donde nunca hubo un patriarcado, este cambio lleva a la película en una dirección completamente nueva en donde al final de cuentas una parte de esto se convierte más en la historia de Ken que en la de Barbie.
El elenco de esta locura en live action lo conforman Margot Robbie, Ryan Gosling, America Ferrera, Kate McKinnon, Issa Rae, Rhea Perlman y Will Ferrell quienes se divierten y llevan a sus personajes a puntos exagerados porque bien saben que no necesitan de tener una gran actuación sino de convencerse así mismos y a la audiencia de que estan haciendo las cosas en serio para algo que es un chiste y cada uno de ellos luce brillante y convincente en su propio contexto.
La música compuesta por Mark Ronson y Andrew Wyatt es tan especial que logran equilibrar sonoramente con sus piezas lo rosado del Barbieland y lo caótico del mundo real, por otra parte están las canciones siendo el tema principal Dance the Night interpretado por Dua Lipa que va muy acorde en este mundo de juguete tan despreocupado, también escuchamos temas de Billie Eilish, Sam Smith, Nicki Minaj y Ice Spice con Aqua y a Ryan Gosling, dos trabajos bien hechos que audiovisualmente son muy disfrutables.
En resumen, pese a no ser una buena película y lo que se esperaba Barbie es una cinta rosadamente compleja, incomprensible y extravagante.que cumple fielmente con entretener, el fenómeno mediático que ha causado o lo rechaza o lo apoya pero está pendiente, es de esperarse que haya una posible secuela que aborde otros temas y se aleje más de su idea original, lo cierto es que este proyecto vino a cambiar ya replantear la mercadotecnia, la publicidad y la manera en la que el público percibe su mensaje, algo que queda como un comercial de larga duración de un producto que se ha mantenido y se mantendrá por varias décadas más.
Barbie ya está de estreno en salas cinematográficas de todo el país. Cinemex y Cinepolis
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