Reseña Película: Megamind vs. the Doom Syndicate hace más por cumplir que por entretener

Reseña Película: Megamind vs. the Doom Syndicate hace más por cumplir que por entretener

Los estudios de cine DreamWorks SKG fundado por Steven Spielberg, Jeffrey Katzenbergy David Geffen en octubre de 1994 tuvo una gran popularidad cintas como Amistad (1997), Deep Impact (1997), Saving Private Ryan (1998), Small Soldiers (1998) tuvieron una gran popularidad entre propios y extraños, incluso, fueron galardonados con diversos premios en la industria del entretenimiento.

DreamWorks Animation hizo lo propio con cintas como Antz (1998), The Prince of Egypt (1998), The Road to El Dorado (2000), Chicken Run (2000), la famosa saga de Shrek (2001), Sinbad: Legend of the Seven Seas (2003), Madagascar (2005), Kung Fu Panda (2008) y Megamind (2010), el elenco de voces fue espectacular personalidades como Val Kilmer, Ralph Fiennes, Michelle Pfeiffer, Mel Gibson, Miranda Richardson, Kevin Kline, Kenneth Branagh, Edward James Olmos, Brad Pitt, Catherine Zeta-Jones, Adriano Giannini, Mike Myers, Cameron Diaz, Eddie Murphy, Woody Allen, Dan Aykroyd, Anne Bancroft, Danny Glover, Gene Hackman, Jennifer Lopez, Sylvester Stallone, Sharon Stone, Christopher Walken, Ben Stiller, Chris Rock, David Schwimmer, Jada Pinkett Smith, Sacha Baron Cohen, Will Ferrell, Ben Stiller y J. K. Simmons por mencionar algunos unieron sus talentos para dar vida a personajes entrañables.

Megamind fue un caso curioso de un éxito inesperado, basado en el origen de Superman, un villano llamado Megamind compite con Metro Man por ver quién es el más popular de los 2, si uno como villano o el otro como héroe, el guión de Alan J. Shoolcraft y Brent Simmons contenía lo básico para pasar un rato ameno y divertido, el director Tom McGrath supo como manejar la ambigüedad de ambos personajes y dejar un mensaje contundente.

14 años después regresa este azulado extraterrestre en una nueva aventura, Megamind vs. The Doom Syndicate trata de seguir con una continuidad y hacer de esto una saga sin las voces originales y sin su director se enfrenta a un reto más grande que solo lidiar con más villanos.

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El antiguo equipo de villanos de Megamind (Keith Ferguson) conocido como el Doom Syndicate han regresado, el villanesco héroe debe enfrentarlos pero para derrotarlos debe mantener las apariencias y comportarse como un patán malvado hasta que pueda reunir a sus amigos para evitar que sus antiguos compañeros del mal lancen Metro City a la Luna.

En un principio la idea de que un villano fuera el protagonista de una cinta animada llamaba la atención, el desarrollo de su primera parte fue casi impecable, entretenido y muy divertido, parte del éxito se debió a lo bien estructurado del guión, una buena dirección y un cast de voces impresionante que juntos lograron hacer de esto un inesperado éxito en taquilla, el merchandising que aunque discreto se vendió muy bien siendo hoy en día piezas raras y muy buscadas por los coleccionistas.

Luego de este éxito se pretendió seguir con estas aventuras animadas en 3D, primero con un cortometraje llamado Megamind: The Button of Doom (2011) y una miniserie de cómics llamados DreamWorks’ Megamind: Bad. Blue. Brilliant (2010–2011) y se planea que la plataforma peacock estrene la serie Megamind Rules! en algún punto de este 2024.

El Megamind original estrenada en 2010 es una película fresca, divertida, novedosa y conmovedora con imágenes muy imaginativas y talentosas voces, un trabajo casi de primer nivel Will Farrell, Brad Pitt, Tina Fey , Jonah Hill y David Cross le dieron más que vida a estos personajes, les dieron una personalidad única que identificaba perfectamente bien lo que el director y los guionistas querían contarnos, llevándonos a un nuevo universo en donde se prometía que esto sería solo el inicio de una franquicia de fantásticas aventuras.

Catorce años después se estrena una nueva película, mucho tiempo ha pasado desde entonces y este personaje dejó de tener esa popularidad de un inicio, luego de ver un sin fin de producciones animadas por parte de Marvel Studios o de DC animated y sin contar los muchos problemas que tuvo DreamWorks antes de venderse a Universal Studios este proyecto se fue rezagando y olvidando al punto de sorprendernos de que esto quiera seguir vigente.

Tratar de repetir el éxito que tuvo la primer entrega es un reto casi imposible de cumplir, sin el elenco de voces originales, sin su director y sin un estreno en cines este proyecto queda confinado a su transmisión en una plataforma streaming siendo solo un pretexto que aboga por una nostalgia muy pasajera y que trata de satisfacer al público que ya conoce esta historia y traer a nuevas generaciones a un mundo heroico muy diferente al que ya conocemos.

El fenómeno de Megamind no duró mucho, si bien la estética de sus personajes y su historia nos convenció y nos conmovió no llegó a más en su tiempo y momento, tratar de rescatar esto 14 años después nos habla más en concreto de una industria de la animación y del entretenimiento que pasa por una muy severa crisis de creatividad, sí, porque hasta para rescatar algo y transformarlo en algo más moderno requiere de una creatividad que asegure tener un mediano éxito.

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El público objetivo ahora es una nueva generación que no había nacido cuando se estrenó la primera película, Megamente era un villano en Metrocity teniendo de secuaz a un pez mutante  experto en tecnología que puede moverse gracias a un cuerpo robótico creado por el mismo, justo cuando el querido superhéroe Metro Man de Metrocity decidió retirarse, Megamind descubre que puede ser un héroe con la ayuda de la periodista Roxanne saliendo avante y coronándose como el ahora protector de la ciudad, hasta aquí todo está bien llevado y muy bien balanceado.El muy concreto mensaje que nos dan es considerar el valor de ayudar a los demás y descubrir que se puede ser más de lo que uno mismo cree, la confianza y el deseo de cambiar para ocupar un lugar en el mundo convenció a chicos y grandes, una idea que funcionó y que la posicionó como una de las mejores películas animadas en ese año,  como audiencia y en ese momento queríamos saber más de estos personajes y ver más de estas divertidas aventuras, la secuela ya era un hecho pero el estudio empezó a tener problemas financieros y este proyecto se fue postergando hasta quedar prácticamente en el olvido.

En 2021 a alguien se le ocurrió la brillante idea de rescatarlo y de poner en marcha algo nuevo, más apegado a la era de los infulencers y de las transmisiones por internet, el hecho de tener miles de seguidores y que eso te diera popularidad era un tema recurrente para abordar en una nueva historia escrita también por Alan Schoolcraft y Brent Simons pretende ser algo más actual que logre captar la atención y eso aquí no sucede.

La película comienza cuando Megamente va tras una banda de criminales que se visten como peces a los que debe de detener, una vez que lo hace con muchos tropiezos vemos que su compañero pez mutante es en realidad quien hace todo el trabajo mientras que el otro es el que se lleva el crédito, hay chistes que hacen una discreta pero muy contundente referencia a la primer a cinta con un dejo de nostalgia como por ejemplo  “Es algo que mi yo malvado habría hecho en el pasado, a veces extraño la sencillez de los viejos tiempos”.

Mientras tanto en la prisión su antigua pandilla el Doom Syndicate planean un escape masivo para reunirse con Megamind y conquistar no solo metrocity sino también el mundo, un plan muy cliché y absurdo que bien podría funcionar, cuando dan con él y se presentan debe encontrar una manera de convencerlos de que todavía es malvado mientras descubre cómo re capturarlos antes de que puedan continuar con su malvado plan, el nuevo personaje es Keiko (Maya Aoki Tuttle), una jovencita inteligente y valiente que sabe todo sobre las transmisiones en vivo y las redes sociales.

The Doom Syndicate incluye entre sus miembros a un mimo francés, un monstruo de roca ardiente, un ex pronosticador meteorológico que puede controlar los rayos y un tipo gótico que acaba de cambiar su nombre de Lord Knight a Lord Nighty-Night que suena más amable pero también aterrador y lleva un osito de peluche llamado Mr. Mimoso, como esto sugiere, la película hace que los malos y las escenas de acción sean más tontas y divertidas que aterradoras o con alto impacto junto con una comedia simple y hasta tonta muy típica de los gringos y que en nada homenajea a su primera parte.

Es de esperarse que un proyecto así y estrenado 14 años después no tenga ni en sueños el éxito que se esperaba, es inevitable no hacer comparaciones con su primera entrega y no lo es porque los personajes quedaron en un punto concreto y muy bien definido cosa que en esta segunda entrega no sucede, la historia pretende comprender a su público objetivo cuando se trata de jugar con ese humor verbal que muy pocos entienden, tampoco es lo suficientemente inteligente como para atraer a ese público que recuerda con agrado su primera entrega simplemente todo aquí está fuera de su contexto original, es muy poco probable que ni las referencias logren subirla a un nivel aceptable que logre tener algún lugar en el gusto del exigente público de hoy.

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Son evidentes los fallos en el guión, se toma demasiadas libertades que están por debajo de lo que se espera, trata de ser algo parecido a Marvel o a DC pero no concreta absolutamente nada, se queda solo en el intento del ser y no puede ser, cae en la zona de confort de abogar una vez más por una nostalgia de la que ya casi nadie se acuerda, cae en el vicio de querer contar más cosas en las siguientes entregas o serie si es que las hay, cosa que a estas alturas ya a nadie le importa.

El verdadero problema es que toda esta película se siente falsa y forzada, pretende ser una secuela al resumir los eventos de la primera con referencias y se nota que ahora los creadores se olvidaron mágicamente de todo lo que hacía que Megamind fuera especial y única en su propio estilo y contexto, actúa más como un preludio para una nueva serie que está en desarrollo pero no como un trabajo independiente y parece que ese es su único propósito, tratar de determinar  cuál es el público objetivo al que quieren dirigirse.

El mensaje que trata de transmitir es una lección moral sobre el acoso, la amistad, el trabajo en equipo, el no aparentar algo que no somos solo por agradar a los demás y bla bla bla, no han entendido que las películas están para entretener no para educar a su público en temas actuales, para eso hay otros medios y aquí insisten a cada momento en marcar severamente lo que es bueno y lo que es malo que no puede ser tan malo si tiene un fin bueno, es así de simple, lo malo es malo y lo bueno es bueno, no hay puntos medios y que nos quieran ver la cara de idiotas como audiencia es el peor de sus fallos.

Es sumamente ridículo pretender que Megamind vs. the Doom Syndicate se desarrolla unos días después de la primera película del 2010, no hay ningún a conexión entre una cosa y otra, esta se siente completamente independiente y aparte de lo que ya sabemos y conocemos, otro de los fallos es su animación que se ve y se siente plana, sin detalle, sin esa espectacularidad que caracterizaba las grandes producciones de DreamWorks Animation, su limitado presupuesto hace que solo sea algo más que llene una lista de opciones a ver en una plataforma de streaming, siendo honestos si tengo más cosas que ver ¿por qué tendría que ver esto? su calidad audiovisual deja mucho que desear y más para ser algo que pretende ser una nueva franquicia.

El cast de voces lo conforman Keith Ferguson, Laura Post, Josh Brener, Maya Aoki Tuttle, Emily Tunon, Talon Warburton, Scott Adsit, Chris Sullivan, Tony Hale, Jeanine Mason, Adam Lambert como Machiavillain y Roger Craig Smith quienes hacen lo que pueden con lo que tienen.

La música compuesta por Matthew Janszen y Bryan Winslow está muy lejos de estar al nivel de lo que hicieron Hans Zimmer y Lorne Balfe, las piezas aquí pasan completamente desapercibidas y se siente más que es un trabajo más por cumplir que por tener una personalidad propia.

En resumen, Megamind vs. the Doom Syndicate es una prueba de por qué algunas películas no necesitan de ser modernizadas con precuelas o secuelas y es mejor dejarlas como están, un trabajo que llega innecesariamente tarde a un público exigente que poco se conforma con historias cursis que abogan por la nostalgia y que demeritan más de lo que aportan, un ejemplo más de que las buenas ideas y su buen desarrollo quizá se pueden dar solo una vez en la vida.

Megamind vs. The Doom Syndicate ya está disponible en la plataforma de Peacock.


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