Reseña Película: The Crow ‘El Cuervo’ se esfuerza por ser y no es

Reseña Película: The Crow ‘El Cuervo’ se esfuerza por ser y no es

Cinematográficamente hablando el género de las adaptaciones de personajes de cómic ha sido muy complicado, no todo son superhéroes salvando al mundo, tener una buena representación, esta debe de ser lo más apegado a las viñetas que junto con su historia sea algo que esté a la altura de las expectativas de los creadores.

Cintas como Sin City (2005) y 300 (2006) han sido las mejores que se han presentado hasta el día de hoy, lo que vemos son viñetas en movimiento que junto con su trama han llevado a este subgénero a un nivel que muy pocos han podido alcanzar.

La creación y primera adaptación del trabajo hecho por James O. Barr en el año 1994 sorprendió a propios y extraños, The Crow fue una de las filmaciones más complicadas quizá en la historia del cine, la repentina muerte de su protagonista Brandon Lee en medio de todo hizo que su director Alex Proyas utilizara una diferente técnica de filmación para terminarla.

The Crow es ya un clásico y una película de culto que representa perfectamente bien el material de O. Barr en el cine, superar o igualar esto fue un reto difícil que lamentablemente no tuvo los mejores resultados cuatro secuelas independientes y una serie de televisión no fueron suficientes para contar la historia de este personaje.

En este 2024 es el turno del director Rupert Sanders de llevar a la pantalla grande una nueva adaptación y contar esta historia de amor sobrenatural.

¿De qué trata El Cuervo 2024?

El amor que se tienen Eric (Skarsgård) y Shelly (FKA twigs) se interrumpe cuando son brutalmente asesinadas y los demonios de su pasado se hacen presentes,  ante la oportunidad que tiene uno de ellos de salvar a su verdadero amor, Eric regresa de la muerte y se vengará despiadadamente de sus asesinos, atravesando la barrera entre el mundo de los vivos y los muertos.

Durante varios años se rumoró de un reinicio en esta franquicia, dado lo sucedido en su primera adaptación al cine las cosas no estaban nada fáciles, los estudios así como los directores no tenían una idea clara de cómo hacerlo sin tener las inevitables comparaciones con su predecesora, el director Rupert Sanders y el guionista Zach Baylin y Will Schneider fueron los elegidos por Lionsgate junto con Sony Pictures para regresar a este personaje contando y modernizando su polémica historia.

Aquí podemos preguntarnos ¿era necesario hacer una nueva adaptación? ¿qué tan bueno o qué tan malo es hacerlo en estos tiempos? las respuestas a estas preguntas han causado polémica entre propios y extraños, mientras unos dicen que no los otros están a favor y defienden el producto final, lo cierto es que éstas divididas opiniones han hecho que esta cinta no esté exenta de comparaciones.

No se necesita ser un experto en cine para saber que las buenas películas siempre tienen integridad misma que las hacen ser un clásico de culto y es el mismo caso para las que no lo son, The Crow puede parecer que tiene una trama sencilla, un hombre que es asesinado junto con su novia que es el amor de su vida y regresa de entre los muertos para cobrar una venganza, el modernizarla incluye que tenga ya más escenas y secuencias de violencia aún más explícita lo que dificulta la narrativa de algo atemporal que quieren forzosamente modernizar.

Este trabajo tiene por demás muchos elementos que no funcionan incluyendo esos flashbacks recurrentes y cargados de simbolismos sobre un trauma infantil que llevó al protagonista a una institución mental y como espectadores simplemente tenemos que aceptar el hecho de que la historia de amor que es el eje de todo es más importante que su acción simplemente porque la película lo necesita y porque los personajes fueron creados para contarla.

En estos tiempos y poniéndole nombre a todo esto que ahora se le conoce como un remake es mucho más probable que su nombre correcto sea un reboot bien hecho pero aquí ni siquiera eso es tomado en cuenta, trata desesperadamente de adaptar la obra original utilizando métodos completamente nuevos, hasta aquí las cosas van medianamente bien, lo que pretende es tener su propia personalidad y estilo rompiendo con todo lo anterior y empezando desde cero.

Decir esto suena y se lee muy fácil de hacer, ya está el material base en viñetas y solo hay que maquillarlo para que parezca algo nuevo y con sus propios problemas actuales y un discurso moral que nos dice una vez más que el amor lo puede todo hasta traer de entre los muertos a un hombre para vengarse de sus asesinos, lo que pudiera ser algo que se compare con un amor gótico con tintes sobrenaturales hay que tratarlo como se debe si se quiere que los resultados sean buenos y más aún que sea del agrado y gusto del público.

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Para entender aún más esta historia debemos saber que todo esto ocurre en un mundo donde existe esa fantasía oscura, en donde todo es posible desde los profundos amores hasta las cosas más extraordinarias, cada detalle y cada cosa está hecha para ayudar a su trama a ser creíble, a transportarnos a otro lugar en el que nos hagan creer que los sueños y las cosas imposibles pueden suceder, que el deseo de venganza es tan válido como el amor y que en nombre de esto último cualquier cosa que se haga está justificada.

En esta nueva adaptación ese anterior mundo distópico y de oscura fantasía gótica es sustituída por una atmósfera realista, esta vez los antagonistas también se modernizaron, no matan sólo por diversión sino que tienen un objetivo fijo que se basa en el actuar y proceder de las bandas mafiosas actuales, entendemos desde el primer momento que Eric ama profundamente a su novia Shelly y que tiene que enfrentar a sus asesinos, convirtiendo esto en una venganza personal en la que su novia ahora jugará un papel muy importante, una decisión que no es del todo buena.

El resultado de todo lo anterior se debe a una serie de decisiones difíciles que conducen a que esto no cumpla n i con lo prometido ni con las expectativas, la pregunta que ahora nos hacemos puede ser muy divisiva: ¿esta es una película que aboga mucho por la nostalgia y se apoya en su predecesora para estar en el gusto de las nuevas generaciones? la respuesta puede ser un rotundo no, hay cosas que ya no deberían ser re adaptadas y modernizadas para una generación tan endeble a la que no les importa absolutamente nada, pero no es este el caso, la violencia vende y se cree que vende muy bien.

Seguir viendo el lado positivo de todo esto es muy difícil, cualquier cosa que puede medianamente destacarse va acompañada de un pero…  todo este mundo visual que tiene la película hubiera sido hermoso si también hubieran respetado su atemporalidad y su tono oscuro y gótico, el modernizar este entorno y esta línea es uno de sus mayores fallos, en momentos lo que vemos no se vuelve deprimente como debería ser y no es porque lo queramos así, es porque ya está establecido como parte importante de su historia, otro de sus fallos es el pésimo manejo del CGI a lo largo de toda la película, desafortunadamente todo aquello que debería verse espectacular y creíble se ve muy pobre y muy torpe.

Las pretenciosas escenas violentas están muy bien hechas, buenas coreografías, buen manejo de cámara, buenas tomas y el buen trabajo con las máscaras y también aquí hay un pero… habría sido mucho mejor si los realizadores se hubieran comprometido más y hubieran prolongado más los episodios violentos y explícitos, y entonces justificaríamos un poco mejor que esta venganza ocupara un mayor tiempo en la película, misma que en momentos pasa a ser de amor a sobrenatural a acción y luego a violencia pero después al amor y entonces no tiene una línea narrativa eficaz que una todo esto simétricamente en lugar de estar adivinando si es o no es.

Otro fallo es sin duda su guión, escrito por Zach Baylin no logra en ningún momento tener la fuerza necesaria para que como audiencia creamos que todo lo que vemos está estratégicamente pensado para que funcione, que esta venganza para a ser el eje central de todo, que todo se da y se resuelve por casualidad y a favor del mismo, que su discurso moral mal planteado y aún más, pésimamente ejecutado nos dice que al amor verdadero hay que vengarlo como sea y contra quién sea porque el amor es el amor y vale madre todo lo demás simplemente porque pues es el amor y de esta mamada no los sacamos.

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La estructura de sus personajes tampoco es la mejor y es otro de sus fallos, por ejemplo, el antagonista, villano y malo de esta película, Roeg (Danny Huston) no es solo un criminal humano común y corriente ohhh no no nooooo, es una criatura vil y poderosa que según su propia descripción ha existido durante mucho tiempo y tiene la capacidad de corromper a los mortales y sus almas o sea, una versión retorcida del diablo, el demonio, Lucifer o algo parecido, a diferencia de lo que sabemos y vimos antes este trabajo se va completamente por el lado de lo sobrenatural más allá de resucitar a un protagonista muerto para que tome venganza, es más bien una película de horror mal hecha sobre de diablos, demonios, monstruos y almas robadas, aquí se retrata la maldad como un poder que se puede convertir muy fácilmente en un arma, transformando y despojando a otros de su bondad y este “Cuervo” pasa la mayor parte de sus escenas de desarrollo metafísico en un espacio intermedio entre los vivos y los muertos o simplemente un purgatorio.

A pesar de todos sus errores y fallos incluyendo claro está la falta de originalidad en sus composiciones imaginativas la película tiene un algo, quizá una buena intención que debería inocularla contra todas esas afirmaciones que dicen que esto es un remake para ganar dinero, no es una película que se preocupe por tener una cosmología detallada y concreta que ponga  las motivaciones de los personajes en un contexto correcto y deja que la película construya una trama que vaya más allá de que los malos matan a la chica del héroe y el héroe regresa para matar a los malos, pretende ser profunda y no lo logra y cae en lo absurdamente risible.

La versión de Proyas es infinitamente mejor a lo que vemos aquí, claramente vemos las torpezas de su guión que trata a cada momento de ser convincente, probablemente pensaron que todo esto iba a terminar siendo un ejemplo de una película en la que el estilo es parte fundamental de toda su sustancia y que adopta esa estética con mucha más fuerza para justificar toda la violencia, que bien se puede ver aparte y no pasaría absolutamente nada.

El elenco lo conforman Bill Skarsgård, FKA twigs, Danny Huston, Isabella Wei, Laura Birn, Sami Bouajila y Jordan Bolger quienes hacen lo que pueden con lo que tienen, en el caso de Skarsgård su actuación se siente muy aparte de todo y de todos, un actor al que le quedó muy chico el personaje y que podría dar muchísimo más y ser más auténtico.

La música compuesta por Volker Bertelmann tiene buenos momentos y a ratos nos recuerda lo hecho por Graeme Revell pero en un tono más metálico sutil y moderno, si algo ayudó a su predecesora y siendo la década de los 90, la música era también algo importante, bandas como The Cure, Stone Temple Pilots, Nine Inch Nails, Pantera y Medicine quedan muy por encima de Joy Division, Traitrs, Cascadeur y la misma Enya.

En resumen, The Crow 2024 es un fallido reboot que se esfuerza por ser y no es, un clarísimo ejemplo de que hay cosas que no deben ser tocadas simplemente por el hecho de que ya son clásicos y no para que los estudios traten de ganar dinero, una oportunidad que está más que desperdiciada en querer modernizar y atraer a nuevas generaciones, un trabajo que bien pudo ser medianamente mejor y el relleno de alguna plataforma de streaming pero que no funcionó.

The Crow ya está de estreno en salas cinematográficas de nuestro país.


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