11:00 AM, la visión coreana de los viajes en el tiempo (Reseña)

Corea ha estado muy presente los últimos años con producciones que han llegado limitadamente a las salas de cine pero que ahora podemos ver en plataformas digitales.

The Host y Snowpiercer de Bong Joon-ho, Train to Busan de Yeon Sang-ho son las que podemos mencionar como las más populares en relación con el cine coreano en el género de ciencia ficción y horror, fue en el 2013 que AM 11:00 hizo su debut como un trabajo novedoso con un tema que se ha abordado a lo largo de los años y es sobre los viajes en el tiempo.

Ese enigma que ha fascinado a todos sobre el espacio-tiempo ha creado un sin fin de preguntas como ¿podemos cambiar el pasado o el futuro sin consecuencias en nuestro presente? 11 A.M es un thriller científico que cuenta con otro tipo defactores que no son una silla o un aunto modificado, aquí veremos una megacorporación, un laboratorio submarino, agujeros de gusano, agujeros negros artificiales y una máquina del tiempo, todo esto se apega muy bien a una narración de ciencia ficción, pero como la primera película de viajes en el tiempo de Corea del Sur tenía la esperanza de lo que, a veces, puede ser uno de los géneros más gratificantes del cine pero por desgracia, este esfuerzo no comprende del todo lo que hace que el género funcione y se queda muy corta.

¿De qué va la película?

Un equipo de investigadores son contratados para realizar uno de los proyectos más ambiciosos de la historia, su científico más brillante y líder ha descifrado la ecuación para poder viajar en el tiempo, un laboratorio submarino secreto ubicado alrededor del Gran Agujero Azul frente a la costa de Belice será en escenario para que esto se lleve a cabo, junto con ellos, una gran corporación rusa está respaldando a este equipo que está a punto de concluir el desarrollo una máquina del tiempo llamada Trotsky en alusión a un evento que pudo haber sucedido y que impidiera la llegada de Stalin al poder.

Para asegurar más fondos su encargado Woo-seok (Jung Jae-young) realiza una prueba con Young-eun (Kim Ok-vin) para lograr transportarse a las 11 de la mañana del día siguiente, un viaje de solo 24 horas en los que solo 15 minutos podrán estar en ese espacio temporal pero lo que encuentran es un laboratorio en llamas y lleno de cadáveres de sus compañeros, Woo-seok regresará al presente y así comenzará una carrera contrarreloj para evitar lo que puede o no ser su futuro inevitable.

11:00 AM tiene una premisa ágil y novedosa que nos pone en un momento muy simple y limitado, no es viajar años al pasado o al futuro si no solo 1 día y las trágicas consecuencias que esto puede traer, el desarrollo de la idea lamentablemente no va a ningún lado si no en círculos. En un espacio confinado y con el peso de enormes decisiones que de una o de otra manera alteran su presente, no obstante, nuestros protagonistas perderán poco a poco la cordura frente a un desastre inminente.

No les lleva mucho tiempo llegar al clímax porque el director no considera necesario desarrollar a los personajes más allá de lo que ya son pero, la narrativa cae en errores de ejecución y nunca explora a profundidad desesperación o la  filosofía que esto implica y en su afán por innovar rompe con toda regla establecida específicamente para este tipo de historias.

Los cineastas coreanos han descuidado en una gran medida el tratamiento que se le debe de dar a la ciencia ficción como un género de ideas sobre todo fiel a su forma y estructura, 11:00 AM se va más por el lado del horror y en lugar de fantasmas los personajes se enfrentan a futuras versiones de sí mismos, la forma, el orden así como el trauma psicológico del protagonista no logra estar bien definido ni justificar su motivación y esto es muy aplicable en las producciones del cine coreano.

En su superficie, 11:00 AM es una película de un viaje en el tiempo pero en este punto crucial falla, de hecho, la forma en que se usa este elemento en la estructura de la narrativa desde el principio  regala demasiado de la trama para transformarse en algo completamente diferente.

Una ingeniosa historia de ciencia ficción podría muy bien haber evitado esto y jugar con la maleable idea de un viaje en el tiempo pero aquí es abandonada completamente a favor del agotador deterioro mental de los personajes y casi al final de la película,terminamos regresando al comienzo de todo con poco que mostrar durante los 80 minutos que dura la cinta.

En lugar de explorar nuevas ideas sobre el género de ciencia ficción con sus reglas o incluso tener algo de diversión en la historia, el viaje en el tiempo hace que 11:00 AM sea muy redundante.

Aunque en su mayoría este trabajo resulta ser entretenido tiendo a entusiasmarme con los sci-fi coreanos debido a la capacidad que tienen para jugar con los diferentes géneros, pero también, en un nivel más básico, por sus altos valores de producción y muy particularmente en sus diseños,  en este caso los laboratorios y máquinas futuristas, los escenarios de 11:00 AM oscilan entre la funcionalidad básica y los extraños encuadres, por ejemplo hay una escena en la que la cámara gira sobre sí misma repetidamente mientras mira a los personajes sentados en una mesa redonda, los efectos especiales son modestos pero consistentemente visuales lo que los hace creíbles.

Su protagonista Jung Jae-young así como sus co estelares Kim Ok-bin, Park Chul-min, Lee Dae-yeon, Shin Da-eun y I Kon-džu no favorece en absoluto al trabajo final, sus actuaciones son pasables pero nada memorables y se arrastran sin mucha convicción ante la catástrofe en la que se encuentran.

En última instancia, la mayor debilidad de la película es el guión que carece de la exigencia propia del género.

El punto a favor que tiene es que su factor de entretenimiento es muy alto lo que hace que nosotros como espectadores queramos saber más, saber qué sucedió horas antes de su llegada al futuro, saber en dónde se originó el problema y sobre todo, queremos saber cómo se resolverán las cosas sin que caigan en el vórtice de repetir una y otra y otra vez el mismo evento.

La película ya está en formatos caseros y plataformas digitales.