Reseña de The Grudge 2020, la maldición del aburrimiento

Reseña de The Grudge 2020, la maldición del aburrimiento

Hay cosas que nunca deben ser tocadas por las manos del hombre norteamericano porque lo que ya se rompió, jamás quedará igual.

Es sumamente obvio que estamos en una época en la que los remakes o secuelas que parecen pseudos remakes son lo más común de ver hoy día, las obras consideradas de culto tienen más de 30 años de estrenadas y es sumamente difícil que las “nuevas” versiones tengan algo nuevo que aportar a su historia o a lo que podría ser una naciente franquicia.

El terror uno de los géneros que muy poco se ha beneficiado de esto, si hacemos un poco de memoria y un recorrido por este tipo de trabajos nos damos cuenta de que las películas The Ring (2002) y The Grudge (2004) fueron las que marcaron el terror en la primer década de este siglo y que a su vez son remakes de Ringu (1998) y Ju-on (2002), ambas son consideradas de las películas más aterradoras de Japón y quienes establecieron una variante a este género de fantasmas paranormales nipones taka-taka.

En 2017, la historia de Samara tuvo una no muy afortunada tercera parte con Rings pero, este año una vez más le toca a la saga de películas creadas por Takashi Shimizu, Ju-on tiene hasta ahora un total de 14 películas en su haber de las cuales 4 son remakes estadounidenses que fueron producidas por Sam Raimi (Evil Dead y Spider-Man), las primeras tres si están relacionadas entre sí y siguen una historia, The Grudge (2020) es como una cosa rara entre remake/precuela de la saga.

¿De que va la película?

La historia está ubicada en el lejano año 2006 cuando la detective Muldoon (Andrea Roseborough) se muda con su hijo a una nueva casa y se hace cargo de un caso que parece no estar del todo claro, una serie de muertes con una casa misteriosa como era de esperarse, la historia la protagonista se  irá dando cuenta de que una entidad sobrenatural la acecha y la persigue a donde quiera que vaya.

De los remakes que se han hecho unos trataban más los aspectos que los hicieran lo más parecido a los traba vi, las cuales se enganchaban lejos originales pero ésta de 2020 se aleja de todo eso y literalmente hace lo que quiere con lo que tiene, no vamos a negar que si tiene algunos elementos muy similares a la primera película pero fuera de eso desperdicia todo lo que la hacía atrayente y cautivante ya que reemplaza a los emblemáticos personajes de Kayako y Toshio que son la señora ésta de los pelos en la cara y al niño que maúlla como gato y que es sumamente perverso por entidades paranormales muy comunes que no poseen ni gracia ni mucho menos una personalidad definida y justificada.

El intento del director Nicolas Pesce al querer innovar con una historia nueva que sume puntos a la franquicia desmerita totalmente lo que es la idea original y en lo que las demás están basadas porque recordemos que es una maldición, porque al querer trabajar con personajes que ya son muy conocidos es muy difícil querer agregar algo diferente o bien cambiar toda su esencia en especial cuando parece que quiere romper las reglas establecidas desde un principio con los trabajos anteriores para hacer algo nuevo.

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Aunque al principio nos expliquen que una maldición surge cuando uno muere bajo el influjo de una extrema ira nunca vemos de manera protagónica a la verdadera cara de la víctima en la historia que en este caso es Kayako. En cambio, parece que se nos muestra una especie de epidemia sobrenatural que por alguna pinche razón hace que la familia Landers sea la amenaza y no al revés, se supone que el fantasma aterrador te sigue a donde quiera que vayas como se nos ha mostrado en las otras películas, ¿Por qué ahora los pinches fantasmas son otros? lo que nos genera la siguiente pregunta ¿Qué pasó con Kayako y Toshio? si lo que el director y los guionistas pretendían era hacer un remake con elementos totalmente nuevos no era necesario decirnos que el problema viene de Japón poniéndole The Grudge, simplemente le pones otro nombre  a la historia, empiezas desde cero en Estados Unidos para darle un poco más de coherencia a lo flojo de la trama y ya está, ni te complicas ni nos complicas a nosotros como espectadores que queremos ver una cosa y nos presentas otra y encima haces lo que se te da la gana con una historia que tiene reglas muy especificas y que no debieron ser tocadas por las manos de estas personas.

The Grudge (2020) se queda increíblemente corta si no es que en la nada en su obvio intento de asustar, interesar y entretener al mismo tiempo lo que presentan, por momentos la película tiene una poca de tensión al jugar constantemente con lo que se esconde en los alrededores que es un cliché sumamente trillado en este genero pero, que si lo sabes hacer bien causa el efecto deseado, crean una atmósfera donde a ratos sientes que hay algo ahí que está observando y asechando pero por desgracia esos momentos duran muy poco porque solo llevan a sustos repentinos y predecibles que son llevados a cabo por fantasmas bastante aburridos de ver y que están pero lejísimos de sacarte un pedo del susto.

Jamás vemos ese estilo siniestro, macabro y aterrador que sus predecesoras lograban hacer tan bien y que no me dejaron dormir en un mes, tampoco hay cuerpos ensangrentados, ni pelo con vida propia, ni apariciones que saquen el pedito, ni esa narrativa muy particular que tienen los orientales de contarte cosas en flashbacks, ni actores que estén a la altura del proyecto, solo tiene el clásico efecto de sonido que ya todos conocemos y que de ninguna manera logra  tener el mismo impacto de las anteriores.

Lo peor es que lo predecible no se aplica solo a los momentos que se supone deben ser aterradores, noooooo se aplica a toda la historia, lo que es sumamente lamentable y que cae en lo aburrido, la trama mantiene una narrativa no lineal como en las entregas anteriores pero no parece que las tres historias que tratan de contarnos aporten algo a la mini-historia de la detective, una gran parte de la película se centra en mostrar estos flashbacks sobre las anteriores víctimas de la casa, creo que con un par habría sido suficiente pero la cosa era estirar el chicle hasta donde más se podía sin romperlo, se nos pone al tanto sobre sus vidas y demás pero lo que les pasa no da indicio a nada que la protagonista pueda usar como base para enfrentarse esta amenaza en su casa, tampoco tiene un climax aterrador que nos deje pensando en si habrá una continuación o no.

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La historia de la detective es tan básica pero tan básica que llega a ser sumamente aburrida, y se nota de inmediato que quisieron rellenar el resto del tiempo que dura la cinta hacia el final con historias sin sentido, The Grudge (2020) pasa por todos los puntos y temas del manual de cómo hacer una buena película de terror genérica sin haber puesto atención a ninguno de ellos porque vamos a ver, tenemos el hospital psiquiátrico, a Lin Shaye como una mujer mayor loca y sensible a lo paranormal, a la persona esquizofrénica que sabe todo sobre el caso pero que no revela nada, al policía traumadito, a la escuincla creepy, no hay manera de que no adivines por donde van los tiros de la película en los primeros 10 minutos.

En definitiva, The Grudge (2020) es una completa decepción por no saber aprovechar el material que tanto parece querer honrar a su manera que pareciera que es más un insulto a los trabajos anteriores, muuuuuuuy raro ver el remake de un remake pero lo que si hace es que apreciemos mucho más la saga original de Takashi Shimizu y quizá, la primer parte de la trilogía estadounidense.

Una pena que teniendo todo para hacer un trabajo digno haya quedado solo en el intento de no sé qué para no sé quién, en unas semanas será un trabajo completamente olvidado y en una pérdida de tiempo y recurso.


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