Ese podría ser el título alternativo de la película Love, Simon (Yo soy Simón), una cinta norteamericana que actualmente se encuentra en la cartelera mexicana.
El filme es una visión hollywoodense de la salida del clóset de un adolescente promedio en los Estados Unidos, sin mucho drama que sin embargo tiene una mezcla notable de momentos ácidos y otros entrañables que aunque no logren un tono realista, sí es una fotografía optimista del conflicto y un buen deseo de cómo enfrentarse a este tipo de situaciones en el mundo actual.
Y pese a todo… ¡¡está MUY bien!!
El hecho de que un estudio como Fox apueste por tratar este tema que no es precisamente de nicho y con caras conocidas como Jennifer Garner (13 going on 30, Elektra), Josh Duhamel (dos películas de Transformers) y Katherine Langford (Hanna en Thirteen reasons why), y tan sólo en la zona metropolitana de la CDMX ocupe más de 50 pantallas, es un buen síntoma de que se camina hacia la aceptación de la diversidad.
Por supuesto habrá quien se rasgue las vestiduras y diga que no refleja una realidad, que los conflictos son boberías y la trama es predecible; pero el que este tema llegue hasta una película de fórmula significa que hay un mercado para ella, que hay gente que puede que no esté viviendo o haya vivido algo similar, que no le encuentre drama al conflicto y que sin embargo puede disfrutarla.
Simon es un joven de 17 años que aparentemente no tiene ningún problema en su vida, una familia integrada, padres en una buena posición que lo alientan a perseguir sus sueños, buenos amigos, no es extremadamente popular pero tampoco un bicho raro, e incluso podríamos decir que es guapo. Pero aún así no sabe cómo enfrentar su orientación sexual en este ambiente libre de conflicto.
Cuando un estudiante de manera anónima en un foro de su escuela se confiesa como gay de clóset, Simon busca identificarse con él e inician una relación ciber-epistolar que deviene en un amor platónico con la dificultad que ni siquiera sabe por quien está sintiendo eso. Por un descuido, un compañero acomplejado se entera del secreto de Simon y empieza a chantajearlo con revelarlo si este no le ayuda a conquistar a una de sus mejores amigas. Por supuesto habrá enredos.
En casi dos horas de películas nos involucraremos en esta situación que por supuesto tratará de apapachar el corazón en el camino. Vale la pena verla sobre todo porque para las generaciones de adolescentes de hoy, esta visión drama-free puede ser un aliciente para adoptar su verdadera identidad sin llorar por los rincones ni años de terapia.
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