En cuestión de franquicias no hay otra que me emocione más que Star Trek ya sea en cine o en televisión, este universo creado por Gene Roddenberry hace 54 años ha pasado por grandes momentos.
Alguna vez me preguntaron qué me gustaba más si Star Trek o Star Wars, la respuesta fue que la primera tiene más oportunidad de desarrollo que la segunda y así ha sido, con 13 películas en su historia, 7 series para la televisión, una serie animada y muchos libros y comics la franquicia ha estado presente en todo este tiempo.
Llegamos al 2020 y CBS All Access apuesta de manera discreta a entrar al mundo de uno de los personajes más entrañables de este universo, Jean-Luc Picard quién fuera el capitán de la USS Enterprise (NCC-1701-D) y que fue una continuación de la serie original transmitida de 1987 a 1994, Akiva Goldsman, Kirsten Beyer, Michael Chabon y Alex Kurtzman son los encargados de llevar esta nueva serie.
Sin dar lugar a dudas Star Trek: The Next Generation fue una de las propuestas más interesantes en su momento porque le daba un giro a todo lo ya conocido, en ésta nueva serie vemos lo que pasa 18 años después de lo que fuera la última película antes del reinicio hecho por J.J. Abrams, Star Trek: Nemesis.
En éste primer episodio nos cuentan de una manera más seria y aún más futurista lo que fue de éste icónico personaje, ahora lo vemos llevando un viñedo y teniendo una vida un poco más tranquila pero habrá un factor decisivo que hará que todo eso cambie y resuelva uno de los misterios que nunca se resolvieron en el pasado trayendo de vuelta a más personajes conocidos como William Riker (Jonathan Frakes), Data (Brent Spiner) y a la humanizada Borg Seven of Nine (Jeri Ryan)
La serie hasta ahora no ha necesitado de que su espectador tenga un pleno conocimiento no es de todas las aventuras que Picard y la Enterprise vivieron en los 90 porque la misma serie no aboga por ese tipo de nostalgias, tampoco tiene interés en guiños cómplices al más puro estilo fan made sino muy al contrario, presenta cosas muy nuevas planteando que todo lo que veremos no tendrá una relación directa con lo pasado sino que abrirá su propio camino, para entender a Star Trek: Picard y las consecuencias que aún tiene en el presente no pretende crear una versión de la continuación sino tener su propia historia y su propio espacio en este universo.
El primer episodio deja bien clara la dirección que van a tomar los capítulos en el resto de la primera temporada, desde los acontecimientos que llevaron a Picard a abandonar la Flota Estelar al momento en el que se verá obligado a volver a la acción, no es necesario que revisitemos Némesis porque lo que necesitamos saber lo narran a manera de flashbacks durante el episodio piloto que a su vez está conectado con todo lo que vemos y tomando en cuenta que vemos a un hombre en el último tramo de su vida nos resulta perfectamente lógico que el conflicto del personaje gire alrededor de las decisiones que tomó, de hacer las paces con su pasado y de no quedarse estancado en una culpa que ha llevado a cuestas por años, Star Trek: Picard como serie debe apostar más por el presente.
¿De que va la serie?
En éste primer capítulo todo comienza con un sueño en donde Picard juega a las cartas con Data en una secuencia que nos resulta muy conocida llena de las típicas bromas del programa y la fraternidad que siempre mostraron tener pero todo esto es interrumpido por la explosión de una base de la federación en Marte, a partir de éste punto la historia toma más consistencia cuando una joven llamada Dahj aparece en la campiña pidiendo la ayuda de Picard, nos plantean que ellos no se conocen pero que hay algo que los une, lo que podemos ver desde su inicio es que hay varios misterios, por un lado saber exactamente qué es lo que ocurrió en Marte y la prohibición de los sintéticos, el por qué de su rebelión y quién estuvo detrás de todo eso, por otro lado ver a donde lleva este extraño encuentro, lo que es seguro es que de alguna manera ambas situaciones están vinculadas.
También nos enfrentamos a una Flota Estelar que ha perdido todos los ideales que conocimos por valorar la vida humana y no humana para priorizar más en la política de lo que es mejor para todos poniéndola más como una dictadura sutil.
Seguimos estando ante una serie de Star Trek porque tiene todos los elementos esenciales adaptados a una época más moderna, la serie tiene especial cuidado en sus efectos visuales porque nos plantea una evolución en lo que ya conocemos como los transportadores y la presentación de nuevas naves que va muy bien con la narrativa de la historia.
Los que somos seguidores de la franquicia podremos reconocer de muy grata manera el buen trabajo que se ha hecho al modernizar una serie que ya estaba dada por concluida porque nos explica de una manera sencilla algo que podría resultar muy complicado de entender si no se cuenta con un bagaje de la misma, cosa que aquí se agradece que no ocurra.
Star Trek: Picard es una propuesta bastante innovadora y prometedora en su primer temporada.
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