Los videojuegos como género cinematográfico y televisivo ha sido muy castigado por la propia industria, adaptaciones que no han sido del agrado de propios y extraños y se ha visto reflejado en taquilla, pero ha sido más marcado entre los fans.
Algunos cuentan con grandes historias que se han hecho sagas en su propia línea y contexto, evolucionando así mismos y adaptándose a nuevas generaciones, sin duda este es un elemento dentro del entretenimiento que también ha evolucionado en sí mismo con gráficos sumamente impactantes.
Jugar con una de estas historias da la oportunidad de contar uno o más puntos de vista diferentes o bien, contar algo nuevo que lleve al jugador a vivir una nueva experiencia, el género del horror ha tenido muy buenos exponentes creando un mundo muy aparte del que conocemos en la pantalla grande y la pantalla chica.
The Last of Us es la nueva serie estrella en la plataforma HBO max adaptando uno de las historias más audaces y difíciles en este ámbito, un videojuego de horror, acción y aventura postapocalíptica desarrollado por la compañía estadounidense Naughty Dog y distribuido por Sony Computer Entertainment para la consola PlayStation 3 en 2013. Aunque sí eres fan, sabes que en el 2014 lanzó la edición remasterizada y apenas el año pasado el remake para PlayStation 5.
¿De qué va la serie, Los Últimos de Nosotros?
Veinte años después de que una pandemia acabara con casi toda la población mundial, las ciudades han sido abandonadas y la naturaleza ha ocupado su lugar, los humanos infectados se han convertido en monstruos que vagan sin control y los pocos supervivientes que quedan se preocupan y se matan por comida y protección. Joel (Pedro Pascal) ha sufrido una gran pérdida que lo han convertido en un hombre violento tratando de sobrevivir en un mundo caótico que se complica más cuando es contratado para sacar de una zona militar y de cuarentena a Ellie (Bella Ramsey) una chica de 14 años que es la única esperanza para la humanidad.
Nuevamente vemos que el recurso post apocalíptico no ha pasado de moda, estas historias con una estructura en común hablan del colapso de la humanidad ante lo que se desconoce y de lo que se tiene que sobrevivir a toda costa, monstruos, zombies, mutantes, asesinos, son lo que sostiene secundariamente una línea argumental que viene desde las novelas literarias, cómics, películas y hasta de leyendas urbanas.
No todo lo que brilla es oro, estas propuestas pueden o no tener éxito dependiendo de cómo sean contadas y más aún las que tiene ya un material base establecido en el gusto popular, estas adaptaciones suelen ser engañosas, empiezan siendo muy fieles a lo que se conoce y esto de poco a poco se va diluyendo para dar paso a una sub adaptación más libre que se aleja por completo de lo que queremos ver y nos cuentan algo completamente diferente como sucedió con The Walking Dead como serie televisiva y las comparaciones con ésta son inevitables.
En The Last of Us estamos ante un material muy interesante, ante uno de los juegos más cinematográficos de todos los tiempos de Sony y Naughty Dog que fue lanzado en 2013, un fenómeno que rápidamente se convirtió en un éxito comercial y de crítica que ahora podemos ver a manera de una serie con una primera temporada de 9 episodios que está basado en el primer juego la acción del primer juego que ha sido recientemente re-lanzado en una versión para PS5 titulada The Last of Us: Part 1, desde su interesante y aterrador prólogo hasta su final casi perfecto podemos decir que su primer episodio es una deconstrucción muy interesante del juego que principalmente se basa en su personaje principal con una narrativa que acompaña muy bien a la acción.
Por un lado tenemos un videojuego que plantea, respeta y acata sus propias reglas, por otro lado tenemos el formato televisivo que también cuenta con sus propias reglas aunque estas sean diferentes y más flexibles consigo mismas, cuando mezclamos estos 2 elementos entonces se tiene que jugar bajo unas nuevas reglas que permitan a la historia desarrollarse por separado y que todos entiendan y se involucren con la historia sin saber absolutamente nada de su material original, esto es muy difícil de llevar y es aquí donde radica el fallo en este tipo de producciones.
Ahora bien, siendo la versión para otro medio las cosas tienden a acomodarse de diferentes maneras para que su historia tenga su propia personalidad, ser más inclusivas, llevar el típico y trillado mensaje y discurso moral, que en esta ocasión se enfoca más a la supervivencia, al ingenio, al compañerismo, al sentimentalismo, a la amistad, al amor, al recordar lo que nos hace humanos en un mundo devastado que se ha vuelto salvaje y en donde no puedes confiar en nadie, esto suena a un gran reto más aún porque su historia post-apocalíptica no es nada novedosa y pareciera que este tipo de trabajos pertenecen a un multiverso en donde la humanidad no tiene oportunidad de restablecerse y está condenada a la extinción.
El primer episodio abre situándonos en 1968, durante una entrevista escalofriante en el que un experto expone su creencia de que la pandemia que acabará con el mundo será fúngica y no viral, lo que plantea las bases de lo que sucedería con un calentamiento global y la evolución de estas especies, de ahí da un brinco al año 2003 donde de poco a poco empieza a manifestarse el colapso de la sociedad como la conocemos, este episodio de 80 minutos de duración se divide en 2 partes, la primera mitad nos presenta a sus protafonistas y nos pone en contexto de lo que vamos a ver conocemos a Joel, a su hija Sarah (Nico Parker) y al hermano menor de este, Tommy (Gabriel Luna) con base en el prólogo lo que sucede y cambia todo a su alrededor es una infección fúngica conocida como Cordyceps que se se vuelve altamente contagiosa, el mundo se convierte en un caos en cuestión de horas la desesperación por no saber lo que sucede y no saber a dónde dirigirse para estar a salvo es el rpincipal objetivo de esta familia que en un momento cambiará sus vidas en lo que suponemos sucederá durante esta temporada.
La segunda mitad ya nos ubica en la actualidad, en el año 2023 y en una nueva visión del mundo sabemos que el mundo está devastado y a impuesto sus propias reglas de sobrevivencia, la mayor parte de la población mundial ha muerto o se han transformado en criaturas infectadas, las grandes ciudades han caído y conocemos que Boston se ha convertido en una zona de cuarentena en donde se supone que quienes no han sido infectados encuentran un refugio que está muy lejos de serlo, aquello es como una cárcel en donde pelear por vivir un día más se convierte en algo cotidiano, este infernal lugar está, protegido, vigilado y resguardado por fuerzas militares despiadadas que a su vez han creado un grupo rebelde clandestino conocido como las luciérnagas.
En un mundo que se ha detenido en su evolución y desarrollo los suministros más básicos como la comida y los medicamentos son escasos lo que ha impuesto un nuevo orden mundial, Joel es ahora un rebelde y contrabandista que trabaja con Tess (Anna Torv) una mujer que vive en el peligro, su misión es encontrar una batería que pueda hacer funcionar un vehículo en el cual puedan escapar para buscar y encontrar a Tommy, como es de esperarse las cosas no salen como se planean y luego de ser traicionados el único modo de salir es aceptando una misión que podría cambiar el mundo como lo conocen.
Las luciérnagas lideradas por Marlene (Merle Dandridge) tiene bajo custodia a una joven llamada Ellie quien resulta que podría tener la clave para la supervivencia de la humanidad, ahora tendrán que escoltarla y llevarla con ellos en lo que será una travesía más peligrosa de lo que se imaginan, aquí hay varios elementos a considerar, es inevitable que los que conocen el videojuego se sientan cómodos con los personajes y la manera en la que se van desarrollando las cosas pero no es así para quienes no lo conocemos y este es un gran fallo al que ya estamos acostumbrados y más aún porque muy poco se explican las cosas.
Es muy temprano para dar una opinión más certera de si la serie es buena y funciona o se queda en una sola temporada con un final que a nadie le importe, el establecer las reglas y las cosas desde un principio aquí funcionan bien a secas, con su duración dejan muchas cosas para “después” y es válido mientras sepan cómo utilizar este recurso a su favor, los primeros 3 minutos enganchan y como espectadores queremos saber más, un buen inicio para algo que promete ser bueno y que no se logra en su totalidad en esta primera entrega.
Escrito y adaptado por Craig Mazin y Neil Druckmann tiene una forma muy particular de presentar una civilización diezmada y vista a través de los ojos de su protagonista y de cómo tiene que enfrentar un profundo dolor personal y la angustia de una búsqueda mientras intenta sobrevivir y no caer en la locura, la estructura de los personajes está bien planteada desde el principio, no todos son buenos y no todos son tan malos, la corrupción forma parte de su día a día lo que es una evidente denuncia a lo que ya nos tocó vivir durante una pandemia que ha sido real y devastadora para todos nosotros.
En términos de narración y diseño el programa se apega a su material de origen y representa un apocalipsis y sus consecuencias, los efectos especiales son pocos pero efectivos, aún falta mucho por ver y mucho más por desarrollar , lo verdaderamente aterrante en este episodio son esos pequeños detalles que son mostrados de maneras sutiles por ejemplo, con la vecina en silla de ruedas que vemos su transformación de poco a poco hasta saber qué le ha sucedido lo que nos deja con la pregunta de ¿y cómo se contagió? sabemos que viajaba del Austin Texas a una ciudad para sus revisiones médicas, luego tenemos ese caos que se va desatando hasta concluir en una tragedia familiar, si esto hubiese sido presentado durante los meses de resguardo por la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 el efecto y el impacto serían diferentes.
La escena final del episodio es brillante, sabemos que la música es una pieza clave en los mensajes que se envían y que se reciben del exterior, Never Let Me Down Again de Depeche Mode nos da la certeza de que el personaje de Tommy sigue vivo y está en alguna parte, en general nos deja más preguntas que respuestas ¿en dónde ha estado los últimos 20 años? ¿qué ha pasado con él que no ha buscado a su hermano? ¿cómo y con quién ha sobrevivido por tanto tiempo? esperemos que todas tengan una respuesta en alguna parte de esta temporada.
En cuanto a las actuaciones Pedro Pascal no defrauda en lo absoluto, es un actor tan versátil con los trabajos que toma que pareciera que actúa sin actuar y es convincente en cada momento que tiene en pantalla, a momentos podemos percibir que su personaje queda muy por debajo de su calidad y experiencia histriónica, junto con él podemos ver a Nico Parker, Anna Torv, Merle Dandridge, Gabriel Luna, Bella Ramsey, Nick Offerman, Murray Bartlett, Lamar Johnson, Keivonn Woodard y Storm Reid quienes adaptan y desarrollan bien a sus personajes pero es evidente que aún nos falta ver mucho más de todos ellos.
La partitura compuesta por Gustavo Santaolalla sigue la línea del videojuego inspirada en la música del viejo oeste con un tono más siniestro que enmarca muy bien aquellas escenas que deberían ser más perturbadoras.
En conclusión, The Last of Us tiene todo el potencial para ser una digna adaptación de uno de los mejores videojuegos mientras sepan plantear el rumbo que tomarán las cosas y que en su contexto libre deje satisfechos a una audiencia que espera más de lo prometido con este producto.
The Last of Us ya está disponible en la plataforma de HBO max.
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