Este 31 de marzo Netflix puso a la disposición de todos sus suscriptores una nueva serie denominada 13 Reasons Why: Más allá de las razones, una serie cuyo protagonista es Clay, un adolescente un poco retraído que conocemos en los días posteriores a que una chica con la que compartía la escuela y el trabajo en el cine local, se ha quitado la vida. Afectado (aunque no lo parezca), Clay empieza a evocar momentos que ha compartido con Hannah, cuando regresa asu casa encuentra un paquete para él que contiene cassettes – que han recibido varias personas y pueden hacerse públicos- en los que la propia Hannah va relatando los hechos que la orillaron a tomar la decisión del suicidio.
Aunque sólo he visto dos capítulos, ya se adivina una narrativa interesante y con descubrimientos y nuevos personajes a cada paso (1). Esta nueva serie ha tenido cierta atención porque entre sus productores se encuentra Selena Gomez (2), la ex-estrella de Disney Channel que seguramente recordarán en la película original de Netflix, The Fundamentals of Caring donde compartió créditos con el otrora hombre-hormiga, Paul Rudd.
El papel de Clay lo interpreta Dylan Minnette (3), un veterano actor de 21 que recientemente vimos en Escalofríos al lado de Jack Black, y que particularmente su cara de tabla pega muy bien con el espíritu de apatía adolescente, pero conforme lo vamos conociendo empezamos a ver reacciones sutiles. Además, otro punto a favor para la serie es que los adolescentes son interpretados por actores jóvenes que tal vez no tengan la edad para estar en la secundaria pero lo aparentan (4), lo que dota de credibilidad la acción, muy diferente a ejercicios de antaño como Beverly Hills 90210 en que Luke Perry interpretaba a un Dylan McKay con un evidente problema de calvicie.
Mi quinta razón es para volver a ver Kate Walsh, la actriz que hacía de la ex esposa infiel de McDreamy en Grey’s Anatomy y que en el mismo papel de Addison Montgomery tuvo su propia serie denominada Private Practice, y tratar de descubrir cuál fue la cirugía que se hizo porque aunque se ve bastante diferente todavía es renocible en 13 reasons… donde encarna a la mamá de Hannah.
Los valores de la producción sin ser espectaculares traen un aspecto realista a todos los ambientes también es una clase de cómo hacer televisión efectiva sin ser pretencioso (6); lección que deberían aprender muchos realizadores en el plano nacional.
La narrativa, la producción, el casting todo se ve potencializado por la psicología (7) de los personajes, existen misterios que se van revelando pero no parecen sacados de la manga, seguramente está relacionado con que la historia está basada en una novela del mismo nombre, que aunque está dentro del género tan vilipendiado por Stephanie Meyer et. al. de la novela juvenil, 13 Reason Why, publicado en 2007, obtuvó al menos 8 premios editoriales (8).
Si no creen en mí, en IMDB tiene una puntuación de 9.1 de 10 basada en calificaciones de más 1,600 usuarios y en Rotten Tomatoes los críticos le han dado un 95% mientras que la audiencia en general la ha calificado con un 86% (9).
Y tal vez la décima y muy válida razón es para cuestionarnos hasta dónde es aceptable el bullying, acepto que las redes sociales han potencializado conductas buenas y malas, y la escuela debe funcionar como un microcosmos de lo que será la vida y por ello estoy en contra de los ambientes totalmente sanitizados que generen personas que no puedan lidiar con el mundo real. En el primer capítulo podemos ver que Hannah podría ser la perfecta víctima, pero también empieza un proceso de resiliencia que trae más preguntas, específicamente. ¿Por qué terminó suicidándose?
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