Mucho hemos comentado aquí sobre el género de la animación y el aporte que ha tenido a lo largo de la historia dentro de la cinematografía mundial, Disney como estudio también ha hecho lo propio de una manera más ambiciosa seguidos muy de cerca y a veces a la par con los estudios Warner Bros. haciendo cada uno lo que les ocupa.
En el caso muy particular de Disney, su primer largometraje animado rompió con cualquier cosa establecida y después de su estreno en 1937 las cosas ya no fueron igual, Snow White and the Seven Dwarfs y basada en un cuento infantil escrito por Wilhelm y Jacob Grimm en 1812 fue un éxito en taquilla sin precedentes, convirtiéndose así en la primera película de animación de larga duración y la más taquillera de 1938, manteniendo brevemente su récord de la mayor recaudación hecha por una película sonora de todos los tiempos.
En años recientes no podemos decir que estos estudios hayan tenido un muy buen desempeño con sus últimas producciones en específico con aquellas que pasaron de la animación a la acción real, Rudyard Kipling’s The Jungle Book (1994), 101 Dalmatians (1996), 102 Dalmatians (2001), Alice in Wonderland (2010), The Sorcerer’s Apprentice (2010), Maleficent (2014), Cinderella (2015), The Jungle Book (2016), Alice Through the Looking Glass (2016), Beauty and the Beast (2017), Christopher Robin (2018), Dumbo (2019), Aladdin (2019), The Lion King (2019), Maleficent: Mistress of Evil (2019), Lady and the Tramp (2019), Mulan (2020), Cruella (2021), Pinocho (2022), Peter Pan & Wendy (2023), The Little Mermaid (2023), Mufasa: The Lion King (2024).
Ahora en este 2025 y luego de un sin fin de tropiezos tenemos la muy esperada versión live action de Snow White a cargo del director Marc Webb, cinta que pretende modernizar un clásico y hacerlo moderno.
¿De qué trata la película Snow White 2025?
Esta cinta es una adaptación en live action del clásico cuento de hadas sobre una hermosa joven princesa llamada Snow White (Rachel Zegler) que es acosada y vulnerada por su madrastra celosa y ahora reina (Gal Gadot) que quiere eliminarla por ser la más bella del reino, luego de un intento fallido ella huye y busca refugio y ayuda en la casa de siete enanos mineros que viven en la campiña alemana.
Un plot simple que ya todos conocemos, generación tras generación han disfrutado de este clásico animado que no ha pasado de moda ni por su animación ni tampoco por su extraordinaria música y canciones, propios y extraños, chicos y grandes de todas las edades identifican perfectamente bien esta cinta que su cuento original, algo que en su momento Disney supo hacer muy bien.
Desde que estos estudios han estado en situaciones críticas por las muy bajas recaudaciones de sus producciones este imperio se ha estado desmoronando poco a poco en la credibilidad y gusto de la gente, al parecer lo que más importa ahora es sacar algo sea lo que sea que trate desesperadamente de mantenerlos vigentes.
Y también hemos comentado aquí sobre los clásicos, ya sean en cine, televisión, videojuegos, cómics y novelas son muy complicados de llevar a otro medio si este no está bien definido y si no se tiene una visión clara de lo que se quiere mostrar, al inicio y en la lista de remakes en live action que han tenido de algunos de sus clásicos animados o bien de algunos de sus personajes más icónicos, los fracasos han sido más que evidentes.
Al parecer en estos estudios no se han querido dar cuenta de que este formato no les funciona, tanta es su obsesión por mantener a un público cautivo y atraer a nuevas generaciones con discursos morales ridículos e inclusiones a lo políticamente correcto que ya no les importa en absoluto la calidad del producto y Snow White lo demuestra una vez más, lo triste y lamentable de esta cinta es que en nada trata de hacer un homenaje a aquella cinta animada que contribuyó a la historia del cine animado sino todo lo contrario es más una burla descarada a todo aquello que en su momento hicieron bien.
Esta versión del 2025 es tan espinosa y tan espantosamente innecesaria que bien sabemos todos que desde que se concibió esta idea todo apuntaba a ser un fracaso total y no hablemos de las recaudaciones en taquilla ni de lo que pueda hacer en plataformas, sino de la pérdida de tiempo y recurso que esto representa tanto para ellos como para nosotros como audiencia, si tomamos en cuenta que la historia original fue escrita hace más de 200 años por los hermanos Grimm muchas cosas han cambiado desde entonces, ahora bien, la película animada de Disney tuvo su estreno hace 88 años, como público esperamos que esto esté medianamente a la altura de lo que se necesita.
Lo que tenemos como resultado es a una princesa pseudo heroína que pierde su tiempo y juventud esperando algo que no sabemos qué es ni si llegará cantando Some Day My Prince Will Come mientras está en el pozo de los deseos, luego tiene que huir de una madrastra ambiciosa que quiere matarla simplemente porque es supuestamente más bella que ella, cosa que dudamos enormemente y que nos ha parecido nada creible desde la elección de cast, despues de un intento por asesinarla que fracasa ella huye al bosque dentro de la comparca alemana sonde encuentra una casita habitada por 7 enanos, ella al no tener otro sitio a donde ir se queda con ellos les guste o no, quieran o no simplemente porque es la princesa y la hija de un generoso rey y muy alegremente les transforma la vida, después es envenenada por la madrastra y solo un beso de amor no consensuado si hablamos de lo políticamente correctos que quieren ser de un príncipe que nunca ha visto y que tampoco es príncipe, luego de todo esto tendrá que luchar mano a mano con todo el pueblo para derrocar a la reina malvada y envidiosa para que ella tome el lugar que le corresponde y que todos vivan felices en paz y armonía.
El guión escrito por Erin Cressida Wilson se toma algunas libertades creativas dentro de su propia modernización más que en una adaptación, aquí nos presentan a un personaje central en su infancia Snow White es llamada así haciendo referencia a la tormenta de nieve en la que nació, sino también a sus padres (Lorena Andrea y Hadley Fraser) que la crían y educan para que sea amable, humilde y justa, bien sabemos que es tradición e idílico para estos estudios que un factor que determine los hechos principales es el fallecimiento de su progenitora debido a una enfermedad inexplicable allanando el camino para que su padre el rey quede deslumbrado por una hechicera de una tierra extranjera que nadie conoce y que nunca explican que pronto se convierte en su nueva esposa y reina (Gal Gadot).
Rápidamente la mecánica familiar muy al estilo de los estudios y la iconografía con derechos de autor entran a ocupar su lugar y a establecer sus propias reglas, el rey es eliminado y la ahora nueva reina malvada condena a la pobre de Snow White a ser solo parte de su servidumbre mientras se obsesiona con su espejo al que le exige saber a diario quién es la más bella de todas, cuando la respuesta a esta pregunta cambia es cuando una hijastra es condenada a muerte, pero termina viviendo con siete enanos que ahora y de la nada son mágicos.
Para hacerla diferente a cualquier cosa que hayamos visto y que sea inclusiva hay cambios muy notables por ejemplo, en lugar de ser rescatada y besada por un príncipe aquí tiene un encuentro casual y coqueto con Jonathan (Andrew Burlap) un ladrón de papas que de la nada se convierte en su salvador y capitán de la rebelión contra la reina malvada y su alegre banda de forajidos que originalmente serían los enanos en la primera versión y que al parecer se negaron a descartar y que sirven como fuente para muchas de las nuevas, aburridas e innecesarias canciones en una película que trabaja demasiado en sí misma para tratar de alguna desesperada manera de agradar en sus 109 minutos de duración y convencernos de que esta es una princesa más proactiva, intrépida, aventurera, independiente, carismática, puntual, honesta, justa, humilde, empoderada, revolucionaria, feminista, inteligente, madura para su edad pero que incluso aún debe ser salvada eventualmente por un beso.
Es inevitable no hacer comparaciones con la cinta animada por la que la mayor parte de la audiencia incluyendonos tenemos y seguiremos teniendo un enorme afecto y esperaríamos que se volvieran a recrear aquellos elementos esenciales que la hicieron un verdadero clásico en la cinematografía animada de todos los tiempos y eso aquí no sucede y es más, podemos atrevernos a decir que jamás pensaron en que esto fue hecho sin este conocimiento de causa.
Una equivocada forma en que intenta enhebrar la trama principal con las innecesarias subtramas es queriendo que todo parezca normal dentro del propio contexto de un cuento infantil como elemento central del cuento popular original y todas las versiones hechas desde entonces, incluyendo la adaptación cómica Mirror Mirror del 2012 dirigida por Tarsem Singh y protagonizado por Lily Collins y la descarada pero muy divertida Julia Roberts en el papel de la reina malvada algo que vale más la pena ver.
En esta nueva versión la pregunta tiene más matices es si vale o no la pena de ver y de analizar, porque esta nueva joven Snow White es enseñada por sus padres un rey y una reina amables que se preocupan por el bienestar de su pueblo, que debe aprender a ser valiente, auténtica y justa, hay un especial énfasis en el deber de los nobles de apoyar y hornear pasteles de manzana para los aldeanos para demostrar que la humildad es la base de todos los valores.
Cualquiera que hayan sido las intenciones creativas buenas o malas que hay en este proyecto queden muy por debajo y en duda de lo que realmente está en pantalla, en cambio tenemos a una princesa cosplay de algún turno en un parque temático de Disney,lo que una vez fue seductor en el cine hora es solamente un pretexto para ganar dinero de las tantas películas modernas de Disney que han fracasado y que seguirán fracasando con esta fórmula.
Y ni qué decir de su diseño de producción los personajes de los enanos Doc, Grumpy, Happy, Sleepy, Bashful, Sneezy y Dopey que aquí finalmente son creados por CGI son entre otras cosas su punto más débil, mientras que en la cinta animada cada uno tenía su propia personalidad y representaba una parte importante en el desarrollo de la trama, aquí solo están porque tienen que estar, y luego están los conejitos, las ardillas, los pajaritos, el venadito que insisten de manera poco persuasiva en ser adorables y creíbles tratando de recrear muy torpemente el encanto de ellos en la animación.
El entorno y los escenarios mal creados, mal reproducidos en un trabajo que está pésimamente dirigido, pocas tomas en locaciones y un CGI demasiado pobre para el nivel de espectacularidad que se necesitaba para medianamente tener una personalidad parecida a la animación, el vestuario no va más allá de pretender ser algo moderno pero clásico pero vistoso que aparente ser espectacular, en realidad no hay nada de eso, los sets y todo en conjunto se ve como algo que quiere ser más allá de lo que es engañando al ojo del espectador.
Este pésimo elenco lo conforman Rachel Zegler, Andrew Burnap, Ansu Kabia, Patrick Page, Hadley Fraser, Lorena Andrea, George Appleby, Colin Michael Carmichael, Samuel Baxter, Jimmy Johnston, Dujonna Gift, Idriss Kargbo, Jaih Betote, Jeremy Swift, Tituss Burgess, Andrew Barth Feldman, Martin Klebba, Jason Kravits, George Salazar, Andy Grotelueschen y Gal Gadot que hacen lo que pueden con lo que tienen, el caso de las protagonistas que una mala dirección, un mal guión demuestran lo poco preparadas que están como actrices para interpretar a sus respectivos personajes.
Aunado a lo anterior, una cara bonita ayuda pero no lo es todo refiriéndome a Gal Gadot quien queda muy por debajo de lo esperado, una actuación nada convincente, exagerada y en momentos hasta ridícula, sobre Rachel Zegler no hay mucho que decir ni siquiera debió haber formado parte de esta cinta teniendo un protagónico que más que saber y poder desarrollarlo hizo exactamente todo lo contrario.
El score compuesto por Jeff Morrow, las canciones clásicas adaptadas por Larry Morey y Frank Churchill y con las nuevas canciones escritas por Benj Pasek y Justin Paul tienen muy poca simetría con todo lo demás, quizá la única cosa musical que podamos mencionar es la nueva versión de Heigh-Ho interpretada por eremy Swift, George Salazar, Jason Kravits, Tituss Burgess, Martin Klebba, Andy Grotelueschen que si bien no suena tan espectacular como esperamos sí nos recuerda un poco al clásico animado en una de las escenas más icónicas de su animación.
Esta manía que tiene Disney por querer musicalizar todo en momentos en donde es completa y totalmente innecesario es un recurso barato para alargar el tiempo de su material y a su vez entorpecer a cada momento las tramas poco interesantes y aburridas en sus producciones live action, no es tampoco una justificación que antes de su estreno haya sufrido un sin fin de retrasos y de regrabaciones primero por la pandemia de COVID-19 y después por todas las diferencias creativas que el propio estudio apruebe un resultado como este..
Dejemos de normalizar a las nuevas generaciones que mierdas como esta son cine, que no por el hecho de ser producciones de alto presupuesto el resultado sea mediocre, patético y algo que insulte a la palabra horrible y a la inteligencia colectiva, lo único que está haciendo este y otros estudios es poner al cine y a las obras clásicas que mucho hicieron por la industria con sus aportes a un cine sin valor y a solo gastar a lo pendejo tiempo y dinero.
En conclusión, estamos ante un trabajo que bien puede ser un clavo más al ataúd de Disney como estudio, en general su desempeño en el entretenimiento no ha sido del todo bueno en ninguna de sus adquisiciones y material propio, algo que tendría que ser espectacular no lo es y queda solo como un cine de pésima calidad y un engaño para nosotros como audiencia que aún esperamos pendejamente producciones de muy alto nivel y que al final terminarán por hartarnos y que desaparezcan como estudio.
Snow White ya está de estreno en cines y NO la recomendamos…
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