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Reseña de Jurassic World: Dominion, su espectacularidad no es el cierre de una franquicia

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La fascinación que causan los dinosaurios en el público es arrolladora, estos animales han destacado como nunca antes en la pantalla grande gracias a Steven Spielberg y su adaptación de la novela Jurassic Park.

Seis películas han conformado esta franquicia que con estas últimas cuatro se aleja por completo de su material original pero replantea su misma historia, un mundo en donde es posible que habiten los dinosaurios, lo que representa no un avance científico sino un peligro para la humanidad como la conocemos.

Jurassic Park: Dominion intenta dar un cierre a estas historias y responder a todas aquellas preguntas que se han ido formulando al paso de los años sobre este mismo material, es Colin Trevorrow el encargado de dar cierre a una era prehistórica en el mundo moderno.

¿De qué va la película? (SPOILERS)

Cuatro años después de los eventos de Jurassic World: Fallen Kingdom los dinosaurios que trajeron al continente tras la destrucción de su hábitat en la isla nublar están sueltos y han hecho de nuestro mundo su mundo, tratando de adaptarnos a ellos la humanidad corre el riesgo de desaparecer, una plaga sin control amenazan con tomar el puesto del depredador máximo en el planeta, el hombre.

El contexto de esta cinta es completamente nuevo y le da un dramático giro a lo que ya conocemos de la historia, plantea los riesgos de que estas criaturas coexistan en un mundo que no conocen y que no está preparado para ellos, lo que empezó con un experimento para crear un parque en donde estos animales fueran las atracciones principales se salió de control y que cause lo que podría causar la inminente extinción de la humanidad.

La apertura de la cinta nos ubica de manera inmediata lo que estamos por ver y lo que podemos esperar, un barco pesquero está en medio del mar cuando es atacado por un Masosaurus con terribles consecuencias, luego, vemos un resumen de lo que han sido estos 4 años y que ha sucedido con estas criaturas, en este punto cabe señalar y destacar que hace una referencia concreta al corto Battle at Big Rock presentado por Universal y dirigido por el mismo Trevorrow en 2019 como parte de la campaña publicitaria, vemos que la empresa BioSyn de ingeniería genética directa competidora de InGen, conocida por robar ideas de otros científicos usa a los dinosaurios en estudios médicos para combatir enfermedades, poner a estos gigantes al servicio del hombre, junto con esto la compañía esconde otros planes, en secreto están alterando genéticamente langostas que acabarán con los sembradíos primero a nivel local para seguir con el resto del mundo lo que causará en pocas semanas un desplome en la cadena alimenticia.

Otro de los puntos muy actuales en la historia es el tráfico ilegal de dinosaurios y como es que se comercializa en el mercado negro con estas peligrosas especies, desde coleccionistas privados hasta el propio ejercito que ven un gran potencial como arma, así mismo, el gobierno ha creado leyes que protegen a estos animales lo que causa disturbios por parte de los humanos que están a favor y los que están en contra, creando así grupos rebeldes que intentan por cualquier medio salvarlos de sus crueles destinos.

Derivado de lo anterior también está el tema de la invasión de los ecosistemas y cómo se han visto alterados, la conflictiva convivencia entre dinosaurios y animales modernos ha causado un desequilibrio ecológico no solo por la pelea por territorios habitables sino por la comida y su manera de obtenerla, el planteamiento es que el ser humano cambie su conciencia y forma de pensar para aceptar y dar lugar a estas criaturas en un mundo moderno.

El guión escrito por Emily Carmichael y Colin Trevorrow lo sitúan en tiempo real, es decir en el año 2022, no pretende llevar un mensaje pero es inevitable que no lo haga, la manera en la que esto se lleva a cabo justifica todo lo hecho en este trabajo, hace una sutil denuncia a todas aquellas grandes corporaciones médicas y científicas que usan animales para sus pruebas y experimentos, el regular estas actividades de corte ilícito e ilegales algo imperativamente necesario, denuncia también la sucia y desleal competencia que hay en el mercado por innovar en sus descubrimientos y el planteamiento de lo que son capaces de hacer por dominar el mercado, es cierto que el guión tiene fallos y se deben a que muchas de las cosas que plantea solo quedan en eso, en planteamientos, abre sub tramas interesantes y complejas que no se concluyen y nos deja con más preguntas, la historia se divide en dos, por un lado vemos a los protagonistas de la primera saga viviendo una aventura que va a salvar el mundo y por el otro tenemos a los protagonistas de la nueva era luchando por un fin personal, historias que se desarrollan aparte pero que se encuentran en un punto específico, su villano, un personaje que casi nadie recuerda sacado de la primera parte que es solo un ambicioso hombre de negocios que quiere hacerse con el control de todo y que de poco a poco se diluye hasta tener un final más que predecible que solo logra brillar un momento al hacer esa bonita referencia de tener el contenedor refrigerante en forma de espuma para afeitar.

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En lo que refiere al campo de la bioingeniería tenemos el tema de si Maisie Lockwood (Isabella Sermon) es en realidad el primer clon humano creado bajo esta moderna tecnología o no, lo mismo sucede con la Velocirraptor Blue que ahora tiene una cría llamada Beta y cómo se relacionan esta supuesta humana con un dinosaurio, explican que ambos comparten un gen único en el que trabajaba la original Maisie y que no han podido replicar estos estudios siendo esta jovencita y la cría del dinosaurio la clave a resolver en una carrera contra el tiempo antes de que el Dr. Lewis Dodgson (Campbell Scott) director ejecutivo de BioSyn Genetics se haga con el control de esto y ponga en riesgo a toda la humanidad.

La idea básica de BioSyn como corporación malvada es la de controlar a estas langostas alteradas genéticamente para que destruyan todos los sembradíos independientes y que no cuentan con semillas creadas por ellos mismos para ser los líderes en el mercado alimenticio, como es de esperarse algo sale mal en este proyecto y los insectos toman el control, su acelerada reproducción ha puesto en peligro la cadena alimenticia a nivel global y es este gen único el que puede revertir las cosas, el Dr. Henry Wu (BD Wong) genetista principal detrás de los programas de clonación de dinosaurios en Jurassic Park y Jurassic World respectivamente no está de acuerdo con los planes de la compañía y admite que fue un error jugar con una ingeniería que necesitaba de más supervisión y más pruebas, un pseudo antagonista que encuentra su redención.

Vemos como han cambiado los personajes de las entregas anteriores, Owen Grady (Chris Pratt) quien ahora vive tranquilo en el bosque junto a Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) y son los padres adoptivos de Maisie Lockwood, él un ex-veterinario y ex-empleado de Jurassic World que ahora tiene una granja, ella ex gerente del parque Jurassic World y fundadora del  Dinosaur Protection Group que se encarga de rescatar dinosaurios que están siendo criados de manera ilegal para ser vendidos en el mercado negro, misiones que complementan cuidado a una niña que es buscada y que es secuestrada por un grupo de cazadores furtivos para entregarla a BioSyn.

No podía faltar este personaje que es visualmente hermoso y peligroso y que su especie ha sido el protagonista en toda la saga y en lo que a dinosaurios se refiere, la velocirraptor Blue que ha tenido una cría a la que le enseña a cazar y a adaptarse a un entorno nuevo y diferente, el vínculo que mantiene con Owen es muy fuerte, ha hecho su nido cerca de ellos y  basado en el respeto entre especies será esta criatura la que le pida ayuda para recuperar a Beta su cría, viajando hasta Italia donde estarán en el mercado negro y enfrentarán por sus calles a los peligrosos Atrociraptores y luego a Alaska siguen el rastro de los secuestrados.

Por otro lado, vemos al elenco original la Dra. Paleobotánica Ellie Sattler (Laura Dern) pide ayuda al paleontólogo Alan Grant (Sam Neill) para que juntos y con ayuda del Dr. Ian Malcolm (Jeff Goldblum) se infiltren en el complejo de BioSyn y obtengan una muestra del ADN de las langostas modificadas y la presenten en el senado para desacreditar y revelar los planes malvados que tiene esta compañía que ponen en riesgo al mundo.

Mientras Alan y Ellie llegan a las instalaciones son acompañados por Ramsay Cole (Mamoudou Athie) jefe de comunicaciones y mano derecha de Dodgson en BioSyn que les explica que el espacio aéreo por el que vuelan tiene una protección contra los dinosaurios voladores ya que cada uno tiene un chip que los controla y con el que pueden saber su ubicación esto con fines de estudiar su comportamiento y hacerlos más dóciles para sus experimentos.

La compañía BioSyn ha hecho un refugio para animales prehistóricos en el bosque circundante a sus instalaciones en donde podemos ver a nuevas especies de dinosaurios como son el T-Rex, al Giganotosaurus, al Pyroraptor, al Therizinosaurus, al dimetrodon y al Quetzalcoatlus, este último ataca el avión bimotor en donde van Claire, Owen y Kayla Watts )(DeWanda Wise) una ex piloto de la Fuerza Aérea que ayuda en su misión.

Hacia el final o supuesto final de todo esto vemos los típicos clichés y fan service que ha impuesto la misma saga, el encuentro entre los viejos y los nuevos personajes y como se unen con un fin común, el enfrentamiento del T-Rex con el Giganotosaurus con ayuda del Therizinosaurus y quien de los dos sale avante, el doloroso pero justo final que tiene Lewis Dodgson siendo devorado por tres Dilophosaurus cuando trata de escapar del complejo, un final que evoca al de Hammond en la novela original y que fue modificado para la película de 1993, se concreta finalmente el romance entre Ellie y Alan, el que se resuelva el problema de las langostas gracias al estudio de los genes de Maisie, el reencuentro de la Velocirraptor Blue con su cría Beta y como reafirman estas su amistad y lealtad con los humanos que le ayudaron, y por último, ver que estas especies que aunque no son las originales y son clones obtienen por fin su lugar en el mundo, una manada de Parasaurolophus corriendo con caballos salvajes en una vasta llanura, el Masosaurus conviviendo en paz con unas ballenas o a una manada de elefantes junto a unos Triceratops y esa voz en off que nos dice que el mundo es grande y en donde podemos convivir todos juntos en un ambiente de paz y armonía si hay respeto por todo.

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Esto no es un final como tal es la conclusión y la respuesta a muchas de las preguntas que nos hicimos, el mensaje es claro, la tecnología está en la mano del hombre pero sabiéndola usar, que sabemos que como especie el ser humano es una basura que nunca se acabará el problema del maltrato y del tráfico de animales sean de la especie que sean pero que siempre habrá alguien que los defienda y esté dispuesto a luchar por ellos, también y no podía faltar el mensaje de que la familia es importante seas o no un clon, que se está dispuesto a hacer cualquier sacrificio por el bienestar de nuestros seres queridos, el hacer lo correcto y reconocer que se han cometido errores y tratar de resarcirlos por bien propio y el de los demás pero que no se siente sincero, falta mucha emoción y química entre estos personajes que haga creíble que eso es real, el tema del feminismo y la inclusión de que una mujer es capaz de hacer cosas inimaginables, todo lo anterior está claro pero su ejecución es confusa y poco creíble.

En cuanto a los aspectos técnicos deja a muchos años atrás, 29 para ser exactos, a la Jurassic Park, aquí los dinosaurios tienen más tiempo en pantalla y es lógico porque es la última vez que los vamos a ver en este contexto, la tecnología del CGI ha evolucionado así como los animatrónicos creados por John Nolan se ven más reales que nunca, sus colores, sus diseños, sus texturas, los sonidos, los movimientos, les dan a cada uno su propia personalidad, han cuidado hasta el más mínimo de los detalles para que luzcan impresionantemente hermosos: La fotografía por John Schwartzman es impresionante en todo momento, desde las tomas aéreas hasta las persecuciones lucen limpias y retratan perfectamente bien lo que es la grandeza de este proyecto.

Bien sabemos que la película se retrasó un año por la situación mundial actual y que en ese tiempo hubo cortes y cambios por ejemplo, el corte final que vemos en pantalla no incluye el metraje con los primeros cinco minutos y treinta y tres segundos que sirvió como teaser trailer dirigido por el mismo Trevorrow quería darle a la franquicia algo que nunca se había visto, a dinosaurios durante la prehistoria algo que él desde su infancia y creo que todos habíamos querido ver en pantalla, y se decidió lo anterior son el fin de mantenerlo independiente, así como varios enfrentamientos entre especies actuales y dinosaurios, que fueron filmadas y retiradas, en este punto creo que este proyecto debió ser dividido en 2 partes que detallaran más algunos hechos y desarrollaran más las sub tramas así como a los personajes.

El casting de actores reúne a 2 generaciones, Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, DeWanda Wise, Mamoudou Athie, Omar Sy, Isabella Sermon, Campbell Scott, BD Wong, Laura Dern, Jeff Goldblum y Sam Neill que hacen una estupenda mancuerna así como un impecable trabajo modernizando a sus personajes porque los nuevos ceden la parte más importante a los veteranos.

La música compuesta por Michael Giacchino no nos es desconocida ya que ha estado en la franquicia por mucho tiempo, cada pieza musical sigue la continuidad de sus trabajos anteriores, el sample del tema de Jurassic Park compuesto por John Williams se hace presente cautivando a todos y abogando por la nostalgia como un personaje más que se despide de todo y de todos con sus acordes que suenan esperanzadores.

En conclusión, Jurassic World Dominion y su espectacularidad no es un cierre como tal es el final de una saga pero no de la franquicia, es el planteamiento de o que podría suceder si no se toma conciencia del mundo en el que actualmente vivimos, es la nostalgia y la modernidad mezclados en una historia que a momentos llega a ser dolorosa por la implacable verdad que proyecta, aún hay mucho por contar de aquellas dos novelas escritas por Michael Crichton y que han tomado vida en la pantalla grande, un gran proyecto que cumple muy bien con entretener y emocionar, por su guión, su narrativa, sus impecables efectos especiales, sus personajes, su música, sus referencias al pasado y por traer a estos gigantes de vuelta a la vida para el regocijo de propios y extraños.

Jurassic World: Dominion ya está de estreno en cines de todo el país.

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