Reseña: Morbuis no es buena pero tampoco es mala

Reseña: Morbuis no es buena pero tampoco es mala

Luego de retrasos por la situación mundial actual y re filmaciones en algunos productos cinematográficos las salas de cine poco a poco vuelven a tener la misma afluencia de espectadores, regresar a una nueva normalidad implica sus riesgos, uno de ellos es que ahora visitar una sala de cine depende mucho de lo que esté en exhibición.

Lo anterior es un ejercicio interesante que luego de más de 2 años en donde las plataformas de streaming han ganado terreno con producciones originales, como espectadores nos parece más cómodo que aplicar todo ese protocolo de ir a un estreno.

Sony Pictures por fin pudo estrenar en salas su tan retrasada producción Morbius, propios y extraños ya no recordaban que este personaje y villano que debutó en el Amazing Spider-Man #101 (1971) haría su debut en la pantalla grande pero, ¿esto fue del todo bueno?

¿De qué va la película?

El Doctor Michael Morbius (Jared Leto) es un exitoso bioquímico que sufre una extraña enfermedad en la sangre, luego de varios intentos por curarse y dar una respuesta a su trastorno decide experimentar con murciélagos y éste sin darse cuenta se infecta con también una extraña forma de vampirismo, tras esto Michael se siente más vivo que nunca y adquiere habilidades como fuerza y velocidad además de una necesidad irresistible de consumir sangre, lo que antes parecía un logro se convierte en una tragedia que lo convierte en un imperfecto anti-héroe, el Doctor Morbius tiene una última oportunidad para demostrar que su error puede corregirse pero sin saber a ciencia cierta el alto precio que deberá pagar.

Al ser un personaje muy poco conocido y que se ha mantenido como parte de una galería de villanos, tener un film en solitario resultaba muy ambicioso aún más por las ausentes referencias a su eterno y su arácnido adversario, cuando se piensa en un personaje así se debe de considerar lo siguiente, que tenga una buena historia con un muy buen guión que soporte mantenerlo en pantalla, que tenga a los actores correctos, que tenga un director que sepa narrar esta historia, que tenga una banda sonora acorde a lo que estamos viendo, y principalmente que nos tenga interesados y entretenidos.

Lo difícil que hay en este personaje es que mezcla 2 conceptos diferentes, por un lado tenemos al científico humano que se transforma en un vampiro ¿también humano? podemos decir que el Dr. Michael Morbius es un vampiro viviente que se convirtió en esto sin tener que morir primero y aquí nos preguntamos ¿cómo puede suceder esto? la magia del cine puede hacer cualquier cosa, aquí se fusiona el ADN humano con el ADN de un murciélago vampiro en un intento de curar una rara y fatal enfermedad que padece en la sangre, el resultado de esto es que, muy a la Spider-Man de 2002 (también de Sony) adquiere un nuevo cuerpo más atlético cuando es humano, súper velocidad, súper fuerza, habilidades de ecolocalización, una apariencia sumamente siniestra cuando es vampiro y un apetito voraz por la sangre, en resumen lo que vemos es un vampiro científico superhéroe y entonces esto significa que las reglas del vampirismo aquí no se aplican porque recordemos que ya es políticamente correcto que no haya villanos como tal o bien que estos se rediman y hagan el bien, no no no y no, los villanos son eso, villanos, y hacen cosas villanescas y ponen a la humanidad en peligro precisamente para que los héroes nos salven, eso es la estructura correcta y no que se transformen en algo que les cause culpa y luego digan “ay no ser malo es malo mejor seré bueno aunque todos piensen que soy malo”.

La premisa que tiene esta historia es qué Morbius es un científico célebre que trabaja en un  laboratorio está financiado por la familia Crown y está realizando experimentos lo suficientemente cuestionables desde el punto de vista ético / científico / médico como para que los involucrados en este proyecto piensan que es mejor llevarlos a cabo ¿por qué no? en en un barco que navega en aguas internacionales en donde esto no tiene consecuencia legal alguna, cosa que no representa el más mínimo problema porque los que pagan son ricos y poderosos que obvio están por encima de cualquier ley, la primer prueba se hace en un ratón el cual se muere pero no se muere pero tampoco se transforma en una rata-vampiro cosa que hubiese sido genial y como es de esperarse la valentía de este hombre lo lleva a prestarse para su primer prueba con un humano y como también es de esperarse algo sale mal o bien depende de la perspectiva lo que deja ocho marineros muertos y que hace referencia al barco fantasma narrado por Bram Stoker al inicio de su novela y al apellido de Murnau (Nosferatu) que así se llama el navío.


Luego de esto la histora replantea que hacer este tipo de experimentos son malos pero, lo justifican diciendo, no tengo el dinero pero mi amigo Lucien (Matt Smith) de la infancia al que quiero muchísimo y que no he visto en años pero vamos, el poder de la amistad puede hacer cualquier cosa aunque luego te utilicen y termines siendo el antagonista que sufre de la misma enfermedad que yo sí, entonces, le voy a decir que me ayude financiando el proyecto y así todos salimos ganando.

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Si bien las cosas salieron mal estas nuevas habilidades pueden ser o bien una bendición o una maldición que conlleva una gran responsabilidad, ahh no, una pesada carga porque qué chinga no puede saciar una imperiosa sed de sangre, lo que obviamente pone en peligro a su interés amoroso y a los que lo rodean, por otro lado, ¿cómo le hacemos para que este buen hombre se transforme en este oscuro ser? ahh pues muy simple que se enoje muy a la Hulk (2003) y entonces así estamos tomando referencias de personajes de cómics de la misma editorial, el CGI refleja a un ser con pómulos pronunciados y macabros, manos con uñas largas como garras, colmillos grandes porque vampiro, una nariz como la de los murciélagos y unas orejas que le permita usar como radar, es inevitable no pensar que eso pudo verse mucho mejor si hubieran usado efectos prácticos de maquillaje y prostéticos con materiales tangibles y transformar a un ser humano en este monstruo y viceversa.

La manera de replantear el mito del vampiro podría haber sido una mejor idea si los guionistas Matt Sazama y Burk Sharpless quienes tienen unos éxitos de taquilla como Dracula Untold  (2014), The Last Witch Hunter (2015) y Gods of Egypt (2016) hubieran entendido que este personaje necesita ser manejado con muchísimo cuidado y darle una personalidad propia que estuviera por encima de cierto héroe arácnido y que nos preparara para lo que viene porque aquí se entiende lo siguiente, Sony quiere hacer su propio universo con Spider-Man, esto se debe a que ya no comparte los derechos con Marvel/Disney Studios, entonces, No Way Home plantea que todo el MCU que conocemos ya no sabe su identidad, ya no existe, cosa que sus estudios quiere aprovechar y replantear todo en donde sus películas como Venom (2018), Venom: Let There Be Carnage (2021) y ahora Morbius para que en algún momento puedan interactuar ya sea en grupo o por parejas o en un mano a mano.

La película como tal tiene muchos problemas, empezando porque al personaje casi nadie lo conoce y no se hizo referencia alguna de él en películas pasadas, cosa que hubiese estado muy bien como prólogo a lo que vemos aquí, luego, las regrabaciones que tuvo dejó cosas inconclusas que al verlas no tienen sentido como por ejemplo el hecho de que su mejor amigo termina convertidose en el villano/vampiro de la cinta, usando la misma fórmula pero nunca vemos de dónde la sacó, o cuándo supo que funcionaba, o como supo que tendría los mismos efectos en él, secuencia que claro está no vemos en pantalla, o que otros personajes mueran y vuelvan a la vida después de probar la sangre de Morbius sin ese elemento sobrenatural que tiene como regla el vampirismo y que aquí se maneja desde el punto de vista médico/científico como una infección, como una enfermedad, lo que termina siendo incoherente y contradictorio porque usamos las reglas básicas cuando nos conviene y cuando no lo justificamos así, eso sin tomar en cuenta el dilema moral que tiene el protagonista porque sus asesinatos no tienen consecuencias y son el resultado directo de sus intentos por ayudar a la gente lo que es un grandilocuente cliché sobre la obligación que tiene como médico/científico con habilidades de proteger a los menos afortunados porque sufren de bullyng.

Otro gran problema que hay aquí es que su director Daniel Espinosa estructura la cinta muy al estilo Sony, aquí vemos nuevamente peleas en la noche muy sacadas de lo que ya vimos en Venom y Venom: Let There Be Carnage pero con vampiros en secuencias con movimientos rápidos de cámara donde no entendemos quién le está pegando a quién y cansa porque como espectador sientes que nuevamente te están tomando el pelo con esto, porque nuevamente tienen todos los elementos para hacer una película arriesgada que replantee que estos villanos son villanos, que haya más sangre sin llegar a lo gore y lo exagerado pero que cumpla con las reglas que plantea, que tenga el nivel de tensión que se necesita y que refleje la verdadera naturaleza de este ser, aquí eso no sucede simplemente por ser un producto meramente comercial que llene salas de cine y cumpla con entretener.

Otro punto discutible es su villano, ¿por qué un villano protagonista necesitaría un villano antagonista? en este caso sale sobrando, no tiene sentido de ser ni una motivación lo suficientemente importante como para que siendo su mejor amigo de la infancia ahora quiera matarlo después de que le financió la investigación que obviamente tenía su dizque plan oculto que no involucra ni desarrolla nada, quiero pensar que esto también tiene que ver con las re filmaciones, al menos esperaba un cliché como que quiere hacer su propio ejército vampírico para dominar el mundo y tiene que ser detenido por Morbius en una pelea por ver quién de los 2 es el villano más chingón pero, eso no pasa.

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Por último, las escenas post créditos ya muy tradicionales en este tipo de películas involucran 2 cosas, la primera tiene relación directa con No Way Home y con el cielo morado fragmentándose donde vemos parte del multiverso de donde aparece en la celda de una cárcel Adrian Toomes / Vulture (Michael Keaton) de Spider-Man Homecoming (2017), en la segunda vemos a Morbius como era de esperarse como un fugitivo en un auto deportivo poca madre para luego entrevistarse con Tomes quién le propone formar parte de un grupo de villanos, cosa que traiciona toooooodo lo que vimos antes porque, ¿o eres villano o no? y claro está esa esperadísima mención en donde se menciona que eso es culpa de Spider-Man pero, entonces ¿esto cuándo pasó, de dónde sacó ese traje nuevo, como es que acepta estar en un nuevo universo? y lo más importante, según los eventos de No Way Home todos regresaron a sus universos ¿por qué él no? este tipo de cosas confunden al espectador, confunden al fan y se notan las malas elecciones por parte de los guionistas y el director que solo revelan una sorprendente falta de imaginación, quienes se propusieron hacer una película con una trama que involucra a un híbrido/vampiro/superhéroe y terminaron con una película muy poco entendible pero que cumple con entretener si la ponemos en el contexto de que es eso, solo una película de origen en la que no necesitamos recordar de dónde viene.

El cast que cuenta con las actuaciones de Jared Leto, Matt Smith, Adria Arjona, Jared Harris, Al Madrigal y Tyrese Gibson y que otra vez digo que hacen lo que pueden con lo que tienen, Leto es un actor sumamente comprometido con lo que hace y aquí encarna a un hombre que está en un constante conflicto por estar enfermo y su obsesión por encontrar una cura, es difícil interpretar a un personaje que está muy poco estructurado y nada desarrollado que solamente desperdicia talento, es ostensible que este tipo de papeles no le favorecen a Leto en lo absoluto y no es por la encarnación sino por los guiones y la dirección.

Los efectos especiales están cargados de un CGI muy burdo, sí, tipo Venom que se reserva lo mejor para las transformaciones que a nadie impactan, la ambientación y la atmósfera que quiere manejar está entre ser una película de suspenso y una de horror clásico con escenas como la de una enfermera caminando sola y despreocupada por un pasillo solo y espeluznante de un hospital a altas horas de la noche (cliché, cliché) y de repente la luz parpadea y vemos pero no vemos una forma siniestra, al intruso, al monstruo, al ente, al ser, al vampiro, ella corre desesperadamente para tratar de salvar su vida (cliché, cliché) en un momento se detiene para recuperar el aliento y seguir con su huída pero, una mano monstruosa aparece, ella grita mientras la iluminación en el pasillo parpadea hasta que solo se puede ver su cuerpo inerte y la forma sombría de su atacante sobre ella, la cámara se acerca y al voltear vemos que es Morbius (cliché, cliché), si toda la cinta estuviera en este mismo tono el resultado sería muy diferente.

La música de Jon Ekstrand quién és el compositor de cabecera de Espinosa y aunque sus piezas son buenas no llegan a ser tan impactantes como se esperaría, no hay una que evoque ese horror de ser un vampiro o que enmarque la acción y la lleve al siguiente nivel, queda solo como un trabajo poco trascendente.

En conclusión, Morbius es una película indiferente que pretende ser diferente, que entretiene pero que no aporta nada a este nuevo universo y queda como un trabajo hecho a la medida para solamente cumplir como puente para lo que se supone podamos ver más adelante, no es mala pero tampoco es buena simplemente solo es algo, está en duda si tendrá o no una secuela en donde puedan explicar cómo es que lo que vemos pueda pertenecer a un nuevo universo arreglando sus errores, en donde se pueda recuperar la esencia de este personaje como villano y no como un héroe sin causa.

Morbius ya está de estreno en salas de cine en nuestro país.


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