Pareciera que esta película es algo que ya vimos antes pero contado desde otra perspectiva que se enfoca más en la acción y la intriga.
Muchas películas de acción tienen algo que las identifica de las demás y es su trama, así como la forma en la que nos cuentan los hechos, su desenlace no siempre es sorprendente ni tiene giros de tuerca que ayuden a entender más a detalle lo que está sucediendo.
Wrath of Man no es simplemente una película más de acción, los elementos base que toma tienen un muy buen desarrollo y por supuesto una narrativa que podría ser casi perfecta.
¿De qué va la película?
Patrick Hill (Jason Statham) es un hombre frío y misterioso que trabaja como chofer en una empresa de camiones blindados, misma que es responsable de mover cientos de millones de dólares por Los Ángeles cada semana, tras una serie de asaltos este hombre con un gran secreto tendrá que enfrentar cosas de su pasado y a la vez descubrir al jefe de esta peligrosa mafia.
La película abre con una escena en donde vemos lo que sería un día como cualquier otro, un camión les cierra el paso y aparecen por lo menos cinco ladrones, roban el dinero, asesinan a los custodios, se escuchan más disparos y hay más víctimas civiles, hemos sido espectadores de este hecho, su director es bien conocido por sus angulosas y vertiginosas tomas, en este trabajo toma un rumbo más sereno que mantendrá en toda la cinta ya con esas pistas y este acontecimiento comienza una historia de venganza.
Meses después del robo un hombre que conoceremos como H comienza a trabajar en una empresa de seguridad de camiones blindados; su jefe llamado Bullet (Holt McCallany) lo guía desde el primer momento incluso lo defiende de los chistes y bromas pesadas de sus compañeros quienes lo ven como al novato del que pueden abusar, aquí descubrimos que esta compañía es la misma que fue asaltada en un inicio, este hombre tiene sus propias motivaciones al momento de defender el dinero y a su compañero.
La historia escrita por Guy Ritchie, Ivan Atkinson y Marn Davies tiene un ritmo narrativo que la hace muy eficaz, dividida en 4 capítulos que van y vienen con la línea central lo que explica perfectamente y con pocas palabras quién es H y el por qué está en donde está.
Guy Ritchie como director es conocido por ser un amante de las historias que involucren al mundo criminal, marcadas por un ritmo rápido y llamativo e incluso a veces llega a ser exasperante, con éxitos como Lock, Stock, and Two Smoking Barrels (1998), Snatch (2000), RocknRolla (2008) y Sherlock Holmes (2009 y 2011) a Ritchie le pasa algo parecido con sus demás películas, mismas tomas, mismos encuadres, historias similares, sin embargo aquí elije un camino diferente, más sencillo, más maduro con una trama mucho más elaborada y concreta, desde sus escenas de acción hasta las explicaciones en la trama toman un camino coherente y simétrico en el que en ningún momento tendemos a distraernos, como muchas otras de sus películas ésta está construida con tomas organizadas, calculadas, lineales ejecutadas de manera clínica, con planos que se alinean en la forma de actuar y de ver el mundo a través de los ojos del protagonista.
Estamos ante una cinta que es honesta, que no busca dejarnos una reflexión sobre el mundo en el que participan estos personajes y las decisiones que toman enfrentando sus consecuencias, a Richie tampoco le interesa presentar acción por acción sin sentido en su protagonista que solo busca venganza y cumplir con este objetivo el cual no sabemos de donde viene o el por qué, cosa que se nos cuenta en su momento y que es el giro de tuerca que cambia toda la trama hacia su final porque como espectadores y quienes conocen sus trabajos anteriores, creemos que las cosas van en una dirección cuando en realidad van en otra.
Por lo general películas como esta pretenden enmarcarla con un estilo propio y creando sus propias reglas como en las presentaciones dispersas de sus personajes, cada uno con su propia historia, historia que se cruza con todas las demás en algún punto, experimentar con otro entorno en otro país no es un punto a favor porque se siente demasiado fuera de su elemento, toca la acción se desarrolla en Los Ángeles cuna de la delincuencia en las películas por excelencia y no en algún lugar de Europa, pero la sensación que vivimos de un mundo réprobo que suele ser un punto a favor para entender la historia y lo que le hace falta.
Podemos decir que uno de los fallos que tiene y que a la larga no importa es el hecho de estar contada en 4 partes en la que la primera une eventos con la segunda y la tercera con la primera y la segunda para culminar con los de la tercera hacia la cuarta parte, sí, suena demasiado confuso pero justo es la manera que debe ser contada, me pregunté ¿cómo sería esta trama si fuera dirigida por Tarantino o Scorsese? la respuesta sería que más que preocuparse por la trama el primero se preocuparía más por la violencia explícitamente gráfica y el segundo por subdesarrollar a sus personajes en sus motivaciones y sentimientos y la historia tal y como está es como funciona.
Las escenas de acción están bien puestas donde deben y como deben ser, cosa que su actor protagónico sabe hacer muy bien porque está completamente en su ambiente, se le ve ágil y confiando en lo que está haciendo porque es este tipo de personajes lo que lo hacen ser un hombre de acción que garantiza no solo entretener sino hacer un buen trabajo que nos resulte creíble dentro de las reglas que impone el género.
El plot tiene esa parte donde todos los camiones van y vienen, su tripulación se burla y se menosprecia entre sí, conocemos la variedad de personajes que no llegaremos a conocer a fondo porque no son necesarios o que no importan porque son solo la transición a otras, ellos se presentan con bromas ridículamente sobrescritas, ninguno pasa a ser un personaje convincente, algo que es muy característico en los trabajos de este director.
El elenco tiene a pocos actores, Jason Statham, Holt McCallany, Jeffrey Donovan, Josh Hartnett, Laz Alonso, Raúl Castillo, DeObia Oparei, Eddie Marsan, Scott Eastwood y Niamh Algar quienes se toman su tiempo para entender y desarrollar a cada uno de sus personajes porque no se necesita hacer un esfuerzo extra para que se vean convincentes.
Christopher Benstead (Gravity, The Gentlemen) es el compositor encargado del score que escuchamos durante toda la cinta, su fórmula es perfecta porque no es pretenciosa ni rimbombante, cada pieza es como un narrador de la misma escena que tiene su propia personalidad y estilo.
En conclusión, Wrath of Man es un buen trabajo que destaca brillantemente por su historia auto conclusiva, su guión y su narrativa que es casi perfecta, es el tipo de películas que cualquier adulto puede ver y entender de principio a fin sin necesidad de haber visto nada ni de su director ni de sus actores, se mantiene a un buen ritmo por sí misma.
La película ya está disponible en formatos caseros DVD y Bluray y en su versión digital en Prime Video.
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