Greenland: El último refugio, un desastre con buenas intenciones

Greenland: El último refugio, un desastre con buenas intenciones

Las películas sobre desastres es otro género van y vienen, han estado presentes de manera discreta siendo las más populares y conocidas por todos, Meteor (1978), Armaggedon (1988), Deep impact (1998), The Day After Tomorrow (2004) y 2012 (2009) por mencionar solo algunas.

Este año la película que nos ocupa se vio seriamente dañada por la situación actual y que aunque tarde espera llegar a su meta de estrenarse en cines.

¿De qué va la película?

Greenland (el último refugio) se enfoca en contarnos la historia de John Garrity (Gerard Butler), su esposa Allison (Morena Baccarin) y su hijo Nathan (Roger Dale Floyd) considerado al protagonista como un individuo de valor en una futura sociedad, recibe una alerta secreta por parte del gobierno estadounidense para que junto  con su familia tomen un vuelo militar especial que les conducirá a un búnker subterráneo secreto, y es así como se embarcan en un peligroso viaje hacia su única esperanza de sobrevivir mientras los fragmentos de un asteroide están colisionando sobre la superficie del planeta desatando un caos inminente.

Podríamos pensar que esta fórmula está ya muy agotada y que este nuevo trabajo es una nueva 2012 porque encontramos similitudes, esta se desenvuelve mucho más en la línea del drama que en el colapso de la vida en nuestro planeta, aunque ni por sus pretenciosos efectos especiales, ni por la forma narrativa que presenta se salva y nos lleva de cliché en cliché.

La película tiene problemas muy graves en su guión, a la historia le falta trasfondo porque no explican de una manera concreta qué es lo que está sucediendo, solo sabemos que el asteroide que se va a estrellar con la tierra se llama Clark, tampoco se define bien como es que el gobierno manda mensajes a los seleccionados para sobrevivir siendo que están incompletos al no definir bien que la gente que está enferma no puede ser salvada ¿basado en qué hacen esto? .

Los gobiernos jamás notifican a la población sobre este suceso siendo los noticieros quienes cumplen esa función, solo se sabe que hay unos refugios secretos a lo largo y ancho del planeta pero no explican ni el cómo ni el cuándo ni quiénes los hicieron ni cuál es el plan de reclutar a esta gente y lo que harán con ellos, tampoco hay una vista espacial del asteroide ni científicos estudiando el fenómeno, todo es visto en la perspectiva de una persona normal, como espectador todo lo anterior deja más preguntas que respuestas y puede ser muy decepcionante para aquellos que busquen espectacularidad.

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Otra de las cosas que evidentemente están mal  son los momentos más impactantes en el plano visual se retrasan hasta la última media hora, donde por fin explican qué es lo que pasará, el fragmento más grande del asteroide Clark con más de 15 km de diámetro impactara en Europa del oeste destruyendo la mayor parte del continente provocando eventos sísmicos y el calentamiento del aire a muy altas temperaturas que se desplazará por todo el globo a una velocidad superior a la del sonido, con esto incendiara todo a su paso, los fragmentos finales ocasionarán una lluvia que calentará aún más la atmósfera matando al 75% de la vida en el planeta, y todo esto lo sabemos porque de casualidad están escuchando la radio de camino a un aeropuerto clandestino que los llevará al final de su historia, de la supervivencia extrema para ver el alcance de la devastación.

No obstante, Greenland: el último refugio es una película demasiado ligera para la gravedad de lo que se pretende contar,  las implicaciones éticas que tiene lo que sucede en pantalla, al escritor Chris Sparling le falta mucha profundidad en su guión para poder explotar mucho más el talento de sus protagonistas, Gerard Butler quién ya está acostumbrado a las películas de acción se siente cómodo con este trabajo aunque el personaje que le toca interpretar no muestre nada destacable, Morena Baccarin se ve espectacular la pongan como la pongan pero su calidad interpretativa queda muy por debajo de lo que es ella como actriz o Scott Glenn, un gran actor que hemos visto en  super producciones  y de quién hemos visto más gracias a sus participaciones en series de televisión como The Leftovers, The Defenders, Daredevil y que aquí está solo como mero pretexto de una travesía que tendrá por separado esta familia.

Por momentos sentimos que la parte dramática de la trama puede funcionar bien sin tener la historia en paralelo de un desastre global, el matrimonio de los protagonistas está en crisis, su hijo es afectado por la diabetes y es insulinodependiente por lo que no está autorizada para refugiarse del inminente cataclismo alardeando en cada momento que cuentan con el privilegio de encontrarse entre los elegidos.

El director Ric Roman Waugh (Angel Has Fallen) desaprovecha en Greenland varios momentos que podrían haber tenido como objetivo principal cierto nivel de crítica social a la forma en la que un sistema desconocido selecciona a esos “individuos especiales” o incluso, haber planteado algo muy original sobre la situación que atraviesa la población mundial ante un desastre como ese pero se queda en la línea de salida mostrándonos un desarrollo pobre con una conclusión bastante trivial y adivinable.

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Como sucede con muchas películas de este género no pueden contarnos más allá de cosas que ya sabemos hasta en documentales, todo finaliza en el punto en el que debería comenzar que es cuando muestran todo lo interesante, los 119 minutos que dura lo rellenan con una angustia generalizada pero sin mucha reflexión lo que para el espectador es un tanto frustrante empezando por el hecho de que nos resulta repetitiva y aburrida en algunas partes.

Greenland: El último refugio cuenta con un buen presupuesto pero le falta originalidad, riesgo y altura para salir de ese melodrama familiar y que por cuenta propia consiga que brille su premisa de hay una segunda oportunidad para la humanidad tras su desastre, a falta de lo anterior, al menos le habría venido bien algo más de intriga planteando más concretamente las situaciones y explicando el por qué de ellas y así  conseguir que la audiencia esté más interesada pero nos quedamos con nada memorable que no sean sus efectos especiales.

La actual crisis sanitaria ha hecho que las películas apocalípticas se conviertan en uno de los géneros más vistos por el público en plataformas digitales o formatos en video casero en estos últimos meses pero esto se queda solo en un desastre con buenas intenciones que solo entretiene.

Greenland: El último refugio tiene programado su estreno en las salas de nuestro país este 19 de noviembre.


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