El día de hoy llegó a la plataforma de streaming líder en el mundo su más reciente producción original: Ozark.
Visto desde la perspectiva que obvió la guerra contra el narco de Calderón – la económica-, Ozark cuenta además con un gran ritmo que no desesperaría a los espectadores de tramas simples ni decepciona a los que están acostumbrados a contenidos frenéticos, tiene la gran ventaja de contar en sus roles principales con dos actores de renombre y carreras sólidas en los medios estadounidenses aunque tal vez no tan famosos a nivel internacional como son Jason Bateman – que además dirige el primer episodio – y Laura Linney; a él lo pueden recordar en Juno, Horrible Bosses o la serie Arrestment Development, y a ella en El exorcismo de Emily Rose, Truman Show, la miniserie John Adams o en The Big C.
Siempre insisto con los valores de producción que son de muy buena calidad, los actores de cuadro con desempeño solvente y particularmente en esta historia, la calidad del guión y la manera en que se va complicando la historia (al menos en los 3 capítulos que me eché al hilo) antoja para terminarla en pocas sesiones.