El formato de cortometraje es muy conveniente cuando se quiere contar una historia en pocos minutos, los géneros cinematográficos lo han usado en muchas ocasiones para relatar diversas cosas.
La animación no ha sido la excepción, es aquí en donde más se ha usado para reflejar lo que los autores quieren decir en pocas palabras y pocos minutos, con el auge de las plataformas digitales este concepto ha sido llevado a otro nivel, a uno en el que el espectador pueda involucrarse de manera directa en lo que está viendo.
Love, Death & Robots (2019) de Netflix específicamente marcó un antes y un después en las animaciones cortas para adultos, su formato y narrativa los hacen ser uno de los trabajos más destacados para estas nuevas generaciones.
HBO ha demostrado ser una plataforma con contenidos originales muy interesantes para diferentes gustos, con Only You: An Animated Shorts Collection abre camino para destacar que este tipo de animaciones ya están creando su propio subgénero.
¿De qué va la serie?
Con base en el nombre y siguiendo esta línea un grupo de diversos artistas dan vida a sus historias personales a través de una variedad espectacular de diferentes estilos animados, desde un torneo de Wall Ball de goma de alto riesgo en Coney Island hasta una odisea redentora a través del noroeste del Pacífico hasta un enfrentamiento psicológico con un vampiro preocupado por su salud, estas historias cruzan múltiples géneros incluidos el horror, la comedia y la fantasía, un viaje audiovisualmente estimulante y emocionante en esta colección de ocho cortometrajes que da la bienvenida a los corazones, las mentes y las comunidades de la próxima generación de narradores y animadores.
Es arriesgado cuando la animación es para adultos, si la ubicamos en el contexto de que son historias personales de cada uno de los involucrados en estos mini proyectos entonces está dirigido a una audiencia específica, que sabe bien de modismos, y del día a día que presentan, esto en conjunto no es muy entendido en otros países y en otros idiomas.
Lo que vemos aquí es una colección de eventos auto conclusivos que no tiene relación uno con otro, cada uno refleja en su animación el estilo propio que han definido a sus creadores, la animación va desde el simple y vistoso blanco y negro hasta la ya ahora tradicional animación 3D, cada uno de ellos tiene su propia personalidad y estructura narrativa lo que enriquece con su aporte a crear un nuevo sub género en la animación a nivel general.
Disney ya aportó lo suyo con Star Wars Visions (2021) con un concepto ánime muy poco entendido y muy cuestionado por los seguidores de la saga, esto no se trata de dividir opiniones entre a quienes les gusta y a quienes no, tomemos en cuenta que cada plataforma digital tiene su propio contenido y todas juntas brindan un amplio catálogo para propios y extraños, cada uno decide qué ver.
A medida que la animación va evolucionando cada vez se regresa a lo clásico, a las animaciones tradicionales hechas a mano, gradualmente se aprecia más este estilo a través de su atractivo artístico y el equipo técnico que le dio vida, esto es algo más que solamente para distraer con payasadas caricaturescas y personajes tontos y sin sentido, en cambio, aquí este elemento sirve como una herramienta narrativa para representar a través de su propio estilo artístico un nivel emocional, que es algo que en esta contienda la mayoría de las películas y series con este formato de corta duración tratan de lograr.
Cada creador involucrado en este proyecto tiene una visión única de la narración que quiere compartir con su público a través de su trabajo, Chris Fequiere, Yoo Lee & Xin Li, Dominick Green, Tsvetelina Zdraveva & Jerred North, Tank Standing Buffalo & Xstine Cook, Miriam Presas, Keara Lightning & Caeleigh Lightning y Aalaa Mohamed son quienes han inspirado esta colección que promete tener aún más creadores de calidad y de contenido haciendo lo que saben hacer con trabajos como este, que dan la oportunidad de hacer algo nuevo y diferente que no esté basado en nada conocido y que como espectadores nos sorprenda.
Son atractivos este tipo de proyectos por ser una de las mejores partes de trabajar en animación encontrando ese talento artístico que sí es verdaderamente original, un alguien que puede contar una historia con un estilo visual que es totalmente único que basa su trama en un momento, en una situación determinada, en un recuerdo, en un lugar, en algo pasajero, en el miedo, en la luz así como en la oscuridad que nos deja pensando más allá de este típico cliché del discurso moral que ya en estos días cansa y aburre, aquí eso no sucede.
Algo que se agradece y celebra es que cada uno en su propio contexto no pretende tener un final feliz, es un extracto de algo puesto que no necesariamente debe tener pies o cabeza, lo que han querido hacer y transmitirnos es como cuando recordamos una parte específica de algo que nos ha sucedido en nuestras vidas y de las que fuimos un fiel testigo, algo muy bien logrado aquí sin tanto esfuerzo y son caer en lo pretencioso, cada episodio establece y respeta sus propias reglas y transmite al espectador justo lo que se necesita sin mayores preámbulos.
Como es de esperarse en una producción de HBO el arte en la animación está sumamente cuidado no para parecer real sino para que sea lo que promete ser, una animación que es el transporte y soporte de una historia y no a la inversa como suelen ser las animaciones hoy en día, esto no cae en zonas de confort y los guiones están escritos a favor de contar, de narrar, de que audiovisualmente nos deje satisfechos con el tiempo que hemos invertido en verla y más aún que queramos seguir viendo más.
Quizá los únicos fallos que tiene esta serie es que consta solamente de 8 episodios en su primera temporada creados por doce artistas subrepresentados. Cada episodio tiene un estilo que muestra los simbolismos representados por los personajes, objetos y fondos, el resultado es que son casi perfectos y que logran brindar un futuro más brillante a nuevos talentos, a nuevos artistas que es lo que necesita la industria del entretenimiento hoy en día para sobresalir entre tanta basura exageradamente comercial, otro fallo que no lo es tanto es el tiempo de duración, algunos nos dejan con más preguntas que respuestas y queremos saber más de lo que sucede antes y después, las motivaciones de cada personaje para hacer lo que hace, pero esto ya está establecido previamente en su estructura, estamos tan acostumbrados a que todo se nos explique a detalle y a que vivamos en la era de las secuelas y las precuelas que algo como esto nos pone en un lugar muy aparte de todo lo demás.
La animación utiliza una variedad de imágenes distintas, cada corto aporta un refrescante sentido de identidad en su narración y género, cada cosa va directamente al punto pero es evidente que algunas de ellas toman como referencia influencias de anime o el estilo chino de marionetas que se asemeja o rinde homenaje a todas esas películas de bajo presupuesto hechas en los años 70’s las animaciones 3D parecen sacadas de una escena de algun videojuego independiente, y no está mal pero si lo comparamos con lo que se puede hacer ahora en este campo queda muy por debajo del nivel que debería alcanzar.
Los elementos adultos que maneja la historia como la migración, la depresión, la humanidad, el medio ambiente, la autoaceptación, el crimen, la lealtad, la ambición, si bien estos cortos se benefician de sus distintos estilos son sus temas los que invitan a la reflexión y sus narrativas creativas lo que los convirtieron en obras de arte y en un fenómeno mediático que está ahí pero está pendiente.
Los cortos animados son:
Burning Rubber de Chris Fequiere.
Duane Ruiz es un jóven y un vago sin oficio ni beneficio, sin aspiraciones en la vida que aún no ha terminado la universidad y no tiene ni busca otras opciones, con tan mala suerte que tiene que elegir entre las responsabilidades que tiene en casa como pagar la renta o competir en el torneo de alto riesgo Burning Rubber Wallball que le dará a ganar un dinero fácil.
Welcome to 8th Street de Yoo Lee y Xin Li.
Cuando unos recién llegados intentan establecerse con paz y armonía en un vecindario de Nueva Jersey ubicado en 8th Street, algunos encuentros extraños los hacen cuestionar su decisión de mudarse, sin embargo, eso cambia cuando aparece un pavo salvaje en su bloque, sí, un pavo salvaje.
Kent Hammer de Dominick Green.
Kent Hammer es un hombre de negocios seguro de sí mismo y muy exitoso, con una familia amorosa y unida pero poco a poco va perdiendo el contacto con la realidad a través de un episodio psicótico que lo está llevando a la locura, Kent se hace amigo de su maletín mientras habla y lo guía a lo largo de su viaje, pero es posible que otros suministros de oficina no le resulten ser tan útiles pero sobre todo confiables.
Yellowbird de Tsvetelina Zdraveva y Jerred North.
Mientras vive en Nueva York, una joven inmigrante recibe noticias trágicas del extranjero y debe elegir entre irse a casa o quedarse en los EE. UU. para mantener su legalidad.
Monstr de Tank Standing Buffalo y Xstine Cook.
¿Cómo sigues viviendo cuando te lo quitan todo en un abrir y cerrar de ojos? Esta es la historia de un joven artista que se enfrenta a sus demonios internos mientras aprende con un tallador de tótems del noroeste.
Aroon de Miriam Presas.
Un héroe engañado se ha atrapado a sí mismo dentro de la leyenda de un libro de cuentos donde siempre salva el día, después de una experiencia desgarradora el héroe comienza a cuestionar su moralidad, su propósito y qué es lo que hace que valga la pena vivir una vida como la suya.
Kimotiwin: The Act of Stealing de Keara Lightning y Caeleigh Lightning.
Para recuperar una flor que es especial para su amante Tiska se embarca en un peligroso viaje a través de un paisaje cubierto de maleza, luchando contra demonios en una ciudad post-apocalíptica.
Leech de Aalaa Mohamed.
Un vampiro obsesionado con la calidad de la sangre que consume se hace pasar por un entrenador de salud para asegurarse de que pueda controlar el estilo de vida de sus clientes y obtener con ello la sangre casi perfecta que necesita para seguir sobreviviendo.
Cada tema podría estar más en el rubro de lo fantástico que de lo cotidiano, este desequilibrado balance es lo que hace que este trabajo sea de lo mejor que se ha visto en esta temporada de estrenos.
En conclusión, Only You: An Animated Shorts Collection es un ejemplo plausible de lo que puede lograr la animación en conjunto con buenas historias, esto ya no es un género hecho para niños o para adolescentes que buscan más acción que calidad, esto es una forma llana y directa de un arte que expresa las reflexiones de un artista sobre la vida y su sentido de la creatividad que representan dentro del medio y los valores artísticos de las personas que los hicieron.
Ojalá HBO nos siga brindando este tipo de trabajos que tanta falta hacen y por supuesto que haya más creadores, más historias y más temporadas.
Only You: An Animated Shorts Collection ya está disponible en la plataforma de HBO max.
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