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Reseña Película: Passages se arriesga por una transformación más actual

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El género de drama romántico ha estado presente en grandes superproducciones hollywoodenses, Ya sea que estén basados en una novela o sean historias originales muchas de ellas han sido galardonadas y multipremiadas siendo del agrado de propios y extraños.

El mes de febrero representa un consumismo que se ha fijado desde hace décadas, cenas, detalles románticos festejando aniversarios o simplemente el día del amor y la amistad, algo que es el pilar de grandes momentos algunos con finales felices y otros deseando serlo, la realidad es que el romanticismo no ha pasado de moda.

Pero ¿qué hay de estos romances en el siglo XXI? lo polifacético que puede ser el amor se ha visto reflejado en historias alternativas más reales, más crudas, más modernas que se alejan de los príncipes azules y las princesas buscando el amor para toda la vida, la diversidad sexual y de género también han protagonizado tramas muy intensas e interesantes entre las que podemos nombrar Kiss of the Spider Woman (1985), Philadelphia (1993), Happy Together (1997), Boys Don’t Cry (1999), Brokeback Mountain (2005), Weekend (2011), Tangerine (2015),  Call Me By Your Name (2018) Palmer (2021) y Great Freedom (2021) son el claro ejemplo de trabajos sencillos que toman un giro muy diferente a lo tradicional y trillado.

En 2023 el director Ira Sachs presenta Passages, una película dramática/romántica francesa que aborda el tema de las relaciones poliamorosas y sus consecuencias en un mundo en donde la diversidad se ha ganado un respetable lugar en una sociedad que aún se niega al cambio.

¿De qué trata la película?

Durante su último día de rodaje en París, el director de cine Tomas (Franz Rogowski) tiene un fugaz romance con Agathe (Adèle Exarchopoulos) una chica que conoce en una discoteca en una noche de copas, cuando Tomas se lo cuenta orgulloso a su marido Martin (Ben Whishaw) surge una relación apasionada entre los tres marcada por la pasión, los celos y el narcisismo con consecuencias para cada uno de ellos que será difícil y doloroso afrontar.

Para ver una película como esta debemos tomar en cuenta que esto y más sí sucede en la vida real, el contexto es muy específico sobre su trama y lo que sucede en ella, estamos en una era en la que la modernidad ha llegado a todos los ámbitos y el romántico/sexual no podría ser la excepción, bien sabemos que desde siempre este tipo de relaciones han sido ocultas de una sociedad que políticamente debe ser correcto y aquí nos hacemos la pregunta ¿quién dijo que las relaciones deben ser políticamente correctas?

Antes era una imposición social que el matrimonio reconocido por la ley y la iglesia fuera entre hombres y mujeres siendo las relaciones lésbicas y homosexuales condenadas y perseguidas por los mismos como algo aberrante que transgrede la libertad de expresión de los involucrados llegando a ser condenados y hasta asesinados, en pleno siglo XXI las cosas si bien han cambiado un poco aún hay demasiadas cosas en las que debemos ser más conscientes teniendo como base el respeto al derecho ajeno y de cada individuo así como sus preferencias sexuales y sus derechos humanos.

Los crímenes por odio y discriminación son la respresentación gráfica y plausible de que como sociedad aún nos falta mucho por aprender, pero esta no es una película de denuncia ni de educación, es un trabajo que muestra que tras 4 paredes y fuera de ellas cualquier relación entre adultos es válida siempre y cuando sea consensuada y en la que los involucrados estén de acuerdo sin transgredir sus propios derechos.

También sabemos desde muy temprana edad que la formación ideológica y cultural que tiene cada país así como la educación tienen mucho que ver con la libertad que tenga cada individuo para expresarse en lo personal, familiar, social, laboral, etc. Poco entendemos que los derechos humanos que cada uno tenemos está sustentado y basado en las leyes de cada país, nadie es más ni es menos pero la corrupción y el abuso de poder es lo que se cree que da derecho a otro individuo a violentar los derechos de los demás sean hombres o mujeres de cualquier edad.

Ira Sachs es uno de los creadores de dramas cinematográficos que más arriesga llevando historias diferentes a la pantalla grande, Passages toma un lugar y un momento muy específico en el cine independiente que no llega a ser tan comercial que tiene su propia audiencia, en este caso es un triángulo amoroso en el que 2 hombres homosexuales se relacionan sentimental y sexualmente con una mujer creando con esto una relación que cae en lo turbulento, enfáticamente sexy y presuntuosamente desesperante.

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Sin embargo, el contraste que hay entre la trama principal y las sub tramas que a la par se van desarrollando hacen que sea sumamente interesante e intensa, ambientada en un París contemporáneo no hay ni se necesita un mundo exterior con el que puedan relacionarse sus personajes, es decir, el entorno en el que viven es lo suficientemente potente para crear una atmósfera en la que se involucran y nos involucran a nosotros como espectadores en una trama que en cada momento se vuelve más compleja.

Esto comienza en un set de filmación en donde vemos al director Tomas haciendo una película de época llamada Passages, él es un autor irritable y muy exigente con el trabajo de los demás, gestiona y cuestiona a su elenco y a sus extras lo que significa que no tiene un asistente de dirección en quien pueda delegar ese tipo de trabajo o simplemente la producción es así y en cierta medida abusa de su poder sobre los demás, durante la fiesta de clausura del rodaje a Tomas lo acompaña su esposo Martin en donde podemos ver que como pareja son divertidos y se compaginan muy bien, bromas, alcohol, risas sobre si podrán bailar o no y con quién Tomas se pasea por la pista con Agathe, una mujer que ha estado al pendiente de la producción en el set, se sienten atraídos e interesados  el uno por el otro, Agathe acaba de terminar su relación con su novio y está muy disponible a lo que pueda surgir, en cambio Tomas está casado pero también está muy abierto a la posibilidad de vivir nuevas experiencias.

A partir de este puinto la cinta nos plantea que no es tan necesario dar demasiadas explicaciones sobre lo que vamos a ver, ya plantearon una situación y a los personajes involucrandose con ella, nunca se hace una mención explícita sobre hasta qué punto la relación de Martin y Tomas es abierta pero después de que este director de cine pasa la noche con Agathe tiende a compartir con su esposo de manera exuberante que tuvo relaciones sexuales con esta mujer y quiere ponerlo al tanto de todo.

Es de esperarse que Martin no responda con el mismo entusiasmo y sienta celos de ella y de su relación que creía era hasta ciertos límites monógama mientras que Tomás asiente e insiste que ha sido emocionante, algo diferente pero que como espectadores sabemos que cae en una rutina del autoengaño en donde Martin sabe que hace eso cada vez que termina un rodaje, fuera de esto, el objetivo de Tomás es editar la cinta para que llegue a tiempo al festival de Cine de Venecia lo que nos va desarrollando más a su personaje y entendemos más sobre sus motivaciones derivados de su creativo estrés laboral para justificar su comportamiento ante los demás, cambiar la orientación sexual de este personaje es un enfoque diferente e inusual para afrontar sus miedos y sus inseguridades con su pareja, lo conocemos siendo un tipo fascinantemente talentoso, manipulador, creativo pero indeseable para los demás excepto para Agathe y Martin quienes se sienten tan atraídos no solo físicamente por él sino por su actitud segura y retadora, lo ven como el hombre ideal que puede enfrentar todo y a todos por defender su forma de pensar, su forma de ser y a quienes realmente quiere.

Passages desarrolla una historia convincente y actual sin caer en los excesos plantea lo que debe plantear sin tomarse más tiempo del necesario, el desarrollo de los personajes no es exacto ni tampoco planeado ni Agathe ni Martin son débiles pero en diferentes puntos de la narración ceden ante lo que Tomás quiere, no son víctimas ni victimario están de acuerdo los tres en llevar una relación así de tormentosa sin tomar en cuenta las consecuencias que esto tendrá para cada uno, como es de esperarse y al involucrar sentimientos son estos mismos con los que juegan sin poner limitaciones en sus actos.

Después de que Tomas confiesa a su esposo y pretende sostener una relación con Agathe Martin por su parte comienza una aventura con Amad (Erwan Kepoa Falé) un joven y brillante escritor/editor que se involucra y comprende lo que pasa diciéndole a Martin que es débil y que aún no puede ver del todo las consecuencias de lo que hace y permite a lo que de seguir así ninguno de ellos sobrevivirá a esa relación, el final no es esperanzador pero nos deja claro que personajes y personas en la vida real como Tomás que a pesar de los estragos emocionales que se ha causado y que ha causado a otras personas no ha entendido ni  aprendido nada y que seguirá haciendo lo que hace hasta que los demás y su propia vida se lo permita.

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El guión escrito por Mauricio Zacharias y el mismo Sachs se toma demasiadas libertades sin caer en el tedio o en el aburrimiento, cada diálogo está estratégicamente planeado para que toda la trama vaya cobrando sentido y podamos ver un desarrollo narrativo más ágil que nos mantiene interesados a cada momento de lo que está ocurriendo, no hay giros de tuerca sorprendentes, para el final ya sabemos cómo terminarán las cosas algo que no nos defrauda pero que nos deja pensando y preguntándonos ¿qué estamos haciendo bien y mal en nuestra relación? ¿la persona con la que estamos es suficiente para querer pasar tiempo con ella o necesitamos de algo que de un giro a la relación?

La historia es concreta y bien definida hacia dónde quiere llevarnos, es efusiva y exigente en sí misma y con las transiciones, grandes y pequeñas, en las motivaciones y justificaciones, en las decisiones que se toman, dispone de un sentimentalismo dramático, las escenas sexuales no son explícitas pero sí con una dosis de erotismo propio de una película más para adultos, es menos interactiva y más observacional en la inteligencia de su ejecución y analiza directamente los momentos de transición en la vida de cada uno.

Es profunda en el conflicto de saber si están o no están preparados para sostenerse así mismos en una vbase más sentimental, en momentos llega a ser conmovedora e íntima en sus planteamientos independientes con los personajes, en el bagaje de vida que cada uno tiene y en la experiencia en sus relaciones, plantea el por qué no funcionan en pareja pero sí en un trío o cuarteto poliamoroso en el que aún no saben como definir las reglas y los límites, algo que se define dentro de la misma relación y por los individuos involucrados sin tyomar en cuenta una  cultura, educación y sociedad imperativa.

Sin embargo, Sachs como director no trata esto como si fuera un discurso de reflexión moral o de implosiones emocionales, no pretende llevar un mensaje en el que el amor entre dos personas sea lo más importante, o que el amor triunfa por sobre todas las cosas, es más bien una mirada a lo que sucede en la sociedad actual y en las relaciones que buscamos en aplicaciones o en sitios propios para el caso ya sea de manera fugaz o a largo plazo, o la importancia de formar una familia, el aborto, como cinta no es tan cínica en su planteamiento y llama a las cosas por su nombre y está dirigida explícitamente a un público adulto sin hacer una denuncia o ataque a la forma de ser y de pensar de quienes forman parte de una comunidad diferente.

Su director así como los guionistas equilibran muy bien lo que es el deseo con la desesperación en un matrimonio que ya ha dado todo y no puede dar más, narrado en 2 partes  en donde en la primera mitad de establece emocionalmente a los personajes mientras que en la segunda mitad desarrolla las causas y plantea su final simple y complejo a la vez.

El elenco lo conforman Franz Rogowski, Ben Whishaw, Adèle Exarchopoulos, Erwan Kepoa Falé como Amad, William Nadylam, Caroline Chaniolleau y Olivier Rabourdin hacen un estupendo trabajo, cada uno sabe perfectamente desarrollar su personaje y darle más credibilidad y realismo.

En resumen, Passages es una cinta independiente y arriesgada que transforma audazmente un tema que puede ser polémico en algo más real y actual sobre la complejidad humana y las relaciones de pareja, un trabajo casi impecable que nos deja pensando  en algo más allá de un simple mensaje.

Passages ya está disponible en las plataformas Mubi y Apple TV.

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