Reseña Película Mickey 17

La película Mickey 17 es confusa, complicada, aburrida y muy poco entretenida

Ya hemos hablado aquí que la ciencia ficción como género ha explorado una infinidad de temas a lo largo de toda su historia en la conematografía, uno de los géneros modernos más interesante es el de la clonación humana, algo que hoy en día es más una realidad que una fantasía.

La fascinación que sentimos como individuos hacia este tema abarca diferentes medios científicos hasta los del entretenimiento, novelas, cómics, videojuegos, series de televisión y películas, todos con un punto de vista diferente que va de lo más tecnológico a lo aterrador.

Tener una copia exacta de nosotros mismos o en este caso de un personaje puede tener más de solo un contexto, seguramente copartiríamos historias en común y lo demás sería por adquisición, cintas como Groundhog Day (1993) de Harold Ramis, The Island (2005) de Michael Bay, the Deaths of Ian Stone (2007) de Dario Piana del after dark horror fest films, Moon (2009) de Duncan Jones, Edge of Tomorrow (2014) de Doug Liman Basada en la novela corta japonesa All You Need Is Kill de Hiroshi Sakurazaka, son solo algunos ejemplos de la variedad de temas que esta idea tiene.

En este 2025 el director ganador de un Oscar Bong Joon-ho nos trae su propia visión sobre la clonación humana Mickey 17 es una cinta basada en la novela Mickey7 de Edward Ashton con un toque muy propio que pone las cosas en otro plano y en otro nivel.

¿De qué trata la película Mickey 17?

Mickey Barnes (Robert Pattinson) es un hombre fracasado que para huir de un mafioso que quiere eliminarlo se embarca en un proyecto para ser prescindible y es enviado a un planeta helado para colonizarlo en donde será clonado y cada uno de sus réplicas tendrá que morir una y otra y otra vez, por un accidente uno de sus tantos clones sobrevive y se niega a ser simplemente un elemento de reemplazo y dejar que Mickey 18 tome su lugar, ambos entenderán que son más de lo que creen cuando se enfrenten así mismos y solo uno tenga que sobrevivir.

Una idea muy solicitada y pocas veces muy bien desarrollada, es indiscutible que un tema así cause curiosidad, algo que ya hemos visto más de una vez con excelentes, buenos y no muy buenos resultados, y el problema radica principalmente en el desarrollo y narrativa de la trama principal así como en su conclusión.

Mickey 17 como película es la mezcla de muchas cosas, comedia, ciencia ficción, drama, romance, acción y no logra a bien definir qué es, Mickey Barnes como personaje clonado muere, luego muere de nuevo, luego muere otra vez y otra vez en diferentes formas que van de lo grotesco y cruel hasta las más banales y sin sentido.

En un futuro no muy lejano parecería que todos estos peronajes están huyendo en lugar de tratar de salvar la Tierra, los humanos tienen ahora la idea de dejar morir su planeta natal para encontrar uno nuevo para colonizar, consumir, desperdiciar y finalmente destruir, este es el nivel de naturaleza y calidad humana que tiene esta historia, los colonizadores a bordo del Proyecto Nilfheim son uno de esos grupos minoritarios que siguen ciega y fielmente a un político estadounidense fanático y concomplejo de dios que ha convencido a una legión de seguidores y trabajadores pobres para que se unan a él en la conquista de un nuevo mundo.

Podemos entender que el director coreano tenga una línea de trabajo muy marcada y aún más en su desarrollo y narrativa, aquí explora algunos de los mismos temas de sus dos anteriores trabajos Okja y Snowpiercer en donde la sociedad tiene disparidades económicas abiertas, el agotamiento de recursos naturales y la destrucción del planeta por parte de la humanidad, los peligros del autoritarismo y por último el mal uso de la tecnología, estos temas tan actuales son la base de sus historias y adaptaciones cinematográficas dada la ideología de derecha que se ha extendido por todo el mundo en los últimos años y así mismo los representa con su propio estilo dándole una personalidad satírica, evidente y muy descarada.

Mickey 17 podría parecer una decepción para propios y extraños y con ello un fracaso en taquilla, muy atrás quedó el exquisito dominio del tono y la tensión que mostró en Parasite (2019) el guión escrito por él mismo aborda temas interesantes pero muy disperso en su narrativa, la misma cinta no sabe hacia dónde ir ni a dónde quiere llegar, la primera mitad es muy interesante y muy poco explorada y la segunda mitad es dispersa, confusa y sumamente pendeja, pareciera que estamos viendo 2 películas diferentes unidas sin sentido en una post producción.

Por otro lado, los personajes de los diferentes Mickey’s tampoco se explora tan a fondo como esperaríamos, sabemos que dentro de este programa científico  cada clon aún tiene los recuerdos del anterior a lo que viene la eterna pregunta ¿Que se siente morirse? Al principio esto se maneja como una investigación, luego pasa a ser una pregunta morbosa para que al final termine siendo una pregunta sumamente incómoda, más aún si uno de los protagonistas no quiere morirse y quiere seguir viviendo como una persona independiente y no como algo próximo a desecharse.

En este punto la profundidad de la ideología de cada uno de ellos es inexistente, mientras que uno es exageradamente violento y ridículo como suelen ser los desarrollos de personajes en las películas coreanas, el otro simplemente quiere vivir y ser libre, el problema radica en que en esta nave colonizadora a cargo de uno de los villanos más estúpidos de la historia del cine tiene sus recursos y alimentos justos para la tripulación y los colonizadores, uno más representa un grave problema según esta mini sociedad.

Cuando sabemos que este proyecto está basado en una novela de ciencia ficción Mickey 7 escrita por Edward Ashton y publicada en el 2022  Mickey 17 se toma muchas libertades,  vemos en los 2 materiales las aventuras y desventuras masoquistas del personaje principal un “prescindible”en un lejano planeta 30 años en el futuro, Mickey se ha registrado para ser clonado y reimpreso en su propio cuerpo con sus propios recuerdos y morir repetidamente según el programa científico lo indique, su trabajo es ejecutar interferencias para los colonizadores de este nuevo mundo ya sea respirando aire potencialmente tóxico o probando vacunas experimentales, cualquiera que sea una de estas muertes es mejor que las amenazas de los gángsters de la Tierra a los que les debe dinero.

Durante una misión particularmente peligrosa cae en una cueva y es dejado por el amigo que lo metió en esta situación cuatro años antes para que muera congelado, con lo que no contaba es que en esa cueva habitan unos seres extraterrestres parecidos a unas larvas con inteligencia que es quienes lo salvan y así empieza una odisea por sobrevivir y no ser parte ya de un experimento sino un ser libre y con su propia identidad, los técnicos del laboratorio creen que esta versión de Mickey 17 ha muerto por lo que clonan una nueva versión numerada como Mickey 18. Pero cuando Mickey 17 regresa es considerada una violación a la regla de los governmental contra múltiplos por lo que los dos deben descubrir cómo coexistir y convivir sin que sus mismos recuerdos los traicionen.

Mickey 17 es de buen carácter mientras que Mickey 18 es arrogante y agresivo, la idea de que haya desviaciones en sus personalidades y en sus conductas es el punto más inteligente de la cinta pero también el menos explorado, los efectos especiales son casi perfectos más aún los que realizan uno frente al otro interactuando de manera muy independiente, algo similar a lo que vimos en The Flash de 2023, en una variedad de entornos maximalistas, tener a dos Mickeys también es una perspectiva emocionante para su novia Nasha (Ackie Naomi), un oficial de seguridad y bombero mientras que su otra compañera Kai (Anamaria Vartolomei) se siente atraído por la versión más amable de él y recién llegada.

Todos en esta nave viven con miedo del personaje más estúpido de la cinta y que dirige toda la operación de colonización el político fracasado Kenneth Marshall (Mark Ruffalo) con su bufonería divertida y su autoengrandecimiento inconfundible y su inmamable esposa Ylfa (Toni Collette) apoya mucho a su esposo y la naturaleza repugnante de sus personajes lo que resulta en algo aburrido y tedioso que entorpece su trama principal.

Mickey 17 se complica demasiado con cosas simples y ya establecidas, pasa de ser una cinta de ciencia ficción futurista a ser un drama romántico por la supervivencia en torno a la llegada de Mickey 18, es evidente el discurso moral que tiene, una vez más vemos que el amor, la amistad, el compañerismo, la familia, la importancia de cuidar los recursos naturales y el mal uso de la tecnología tienen consecuencias catastróficas, algo que está marcadamente forzado y que no necesitábamos saber.

Si algo sorprende en todo esto más que su trama es la cinematografía distópica detallada y bien elaborada de Darius Khondji, el imponente entorno industrial de Fiona Crombieities que se basa en los diseños de Aliens (1986) y de Batman (1989) que dan una atmósfera claustrofóbica y tensa a las diferentes escenas.

El fallo más grande que tiene esta cinta es que las sub tramas no están tan bien planteadas, no tienen mucho desarrollo y algunas se quedan en la nada, como por ejemplo el hecho de  involucrar a estas criaturas alienígenas que se asemejan a unas orugas horribles y adorables, este elemento alienigenoanimal aborda la idea sobre inmigración y colonización, la invasión de un hábitat y entorno, la protección y quizá la humanización de su propia especie, esto se plantea de una forma en la que simplemente se complica sin dar mayor explicación o contexto de lo que sucede antes, durante y después.

Luego tenemos el hecho de que muy poco de esta trama tiene un sentido lineal en su narrativa, así como el poco desarrollo de algunos de sus personajes mientras que los otros son secundarios y ridículamente exagerados, no hay una simetría en cuanto a que cada uno debe de tener una función específica que una las sub tramas con la trama principal, podemos ver reacciones sumamente violentas mientras que otras son largas y aburridas como cuando Mikey 18 trata de matar a Mickey 17 en un horno, o bien las motivaciones que tiene este villano para hacer líder de un mundo que ni siquiera el propio escritor del guión sabe de qué es y de qué trata.

Su final es predecible este villano idiota quiere eliminar a las orgías de este planeta y es Mickey 18 el que se sacrifica para que todos vivan entendiendo así que su existencia no tiene más razón que morir por el bien común de los demás y ya no por un proyecto científico, un final que no logra impactarnos como debería, si bien no es un felices para siempre sí es una alegoría a que las cosas pueden cambiar si están bien planteadas, en este caso eso no sucede.

El auror de la novela publicó en 2023 la continuación y secuela llamada Antimatter Blues: A Mickey7 Novel que explora lo que sucede después del final de la primera parte y lo que pasa con estos colonizadores en este planeta, esperemos que esto no sea  también una secuela cinematográfica que pretenda ser una nueva franquicia y si lo es por la ambición desmedida de Universal y los Estudios Warner Bros. sea a cargo de un director que sí tenga una idea y una visión más concreta de los hechos, que trabaje el material como debe ser y tenga una coherencia narrativa que nos permita ver que esto es algo que puede durar por mucho más tiempo.

El cast de lo que pudo ser un gran proyecto y no lo es lo conforman Robert Pattinson, Steven Yeun, Naomi Ackie, Toni Collette, Holliday Grainger, Anamaria Vartolomei, Thomas Turgoose, Angus Imrie, Patsy Ferran, Daniel Henshall, Steve Park, Tim Key y Mark Ruffalo quienes hacen lo que pueden con lo que tienen, debe ser desconcertante para un actor interpretar a un personaje que está mal escrito y mal dirigido, Sabemos que Pattinson y Ruffalo por su parte han hecho trabajos muy destacables y que aquí sobra mucho de su talento, sobra mucho actor y falta más personaje.

La música compuesta por Jung Jae-il sigue con la estructura cinematográfica coreana, piezas que no nos conectan con lo que estamos viendo, audiovisualmente hablando la cinta va por un lado y la música por otro, nada destacable, un trabajo plano que nos recuerda que este músico ha hecho algo muy similar en Okja, Parasite y en Squid Game.

En conclusión, Mickey 17 es una rara curiosidad en el entretenimiento cinematográfico y los géneros que quiere ocupar, algo que ya hemos visto antes qué quiere ser y no puede, una muy buena idea desperdiciada que no logra ser ni una cinta estadounidense ni una coreana, es la fusión de 2 cosas que no logran tener ni sincronía ni simetría, visualmente es impresionante pero muy poco interesante a menos de que no seas fan de Robert Pattinson entonces tampoco vas a disfrutar con cada una de sus muertes, un trabajo que en su propio contexto y personalidad podría ser destacado por la rareza de su desarrollo pero no por ser un ejemplo de algo que esté bien hecho.

Mickey 17 ya está de estreno en salas cinematográficas de nuestro país.