Reseña de Prey es más que un pretexto para recuperar una agonizante franquicia

Reseña de Prey es más que un pretexto para recuperar una agonizante franquicia

Las franquicias en el cine fueron creadas básicamente para presentarnos a los personajes en situaciones diferentes, bien sabemos que algunas se han desarrollado mucho éxito y otras se han quedado en el intento.

La década de los 80 vio nacer y desarrollar a personajes que ya son icónicos en el género de la ciencia ficción, como: Aliens, Terminator, Robocop y Predator han sido muy del gusto de propios y extraños tan es así que se han hecho reboots de las mismas y existen algunos cortometrajes fanmade que rinden tributo a cosas que no aparecen y quizá nunca veremos en la pantalla grande.

Desde que Predator se estrenó en 1987 bajo la encomienda del director John McTiernan (Die Hard) ha pasado por mucho para tratar de encontrar un lugar en su misma historia que le de una mayor continuidad, libros, cómics, videojuegos, figuras de acción entre otros han tratado de llenar ese espacio manteniéndolo vigente hasta nuestros días.

Prey es la más reciente producción que lleva a este cazador extraterrestre a un plano completamente diferente al que conocemos y lo hace de una manera que nadie esperaba.

¿De qué va la película?

300 años atrás en la Nación Comanche, Naru (Amber Midthunder) es una joven y hábil guerrera que se crió a la sombra de algunos de los cazadores más legendarios de aquellas grandes llanuras lo que es su motivo e inspiración para pertenecer a ellos, una serie de misteriosas muertes apuntan a que hay un peligro desconocido, la presa a la que acecha y a la que tendrá que enfrentar y poner a prueba su valor resulta ser un depredador alienígena evolucionado con un arsenal técnica y tecnológicamente avanzado, algo que nunca antes había visto y tendrá que poner en práctica todos sus conocimientos en una lucha a muerte en la que solo uno podrá sobrevivir.

La idea de poner a este personaje alienígena en otro tiempo es genial pero no muy novedosa, ya antes en el año 2015 se estrenó un cortometraje llamado “Predator: Dark Age” escrita y dirigida por James Bushe que lo ubicaba en una época medieval, si bien no tiene una muy alta producción su desarrollo e idea son igualmente originales.

Predator (1987), Predator 2 (1990), Alien vs. Predator (2004), Aliens vs. Predator: Requiem (2007), Predators (2010), The Predator (2018) y ahora Prey en este 2022 es lo que conocemos y hemos visto en pantalla pero es cierto que muy poco sabemos sobre su origen, lo que sabemos es que a estas criaturas vienen de un planeta llamado Yautja Prime se les ha nombrado Yautjas, Hish-Qu-Ten o simplemente Predators que se dedican a viajar por el espacio con una avanzada tecnología, camuflaje y armas de energía buscan planetas para cazar a toda criatura digna de enfrentarse a sus habilidades y que suponga un auténtico reto, veneran a varios Dioses y su sociedad se basa en que los cazadores más hábiles son los que ostentan los altos rangos, la creación de este personaje se lo debemos a  Jim Thomas y John Thomas quienes tuvieron la visión de algo completamente nuevo y diferente a lo que ya se conocía aportando un gran personaje al acervo cultural y a la ciencia ficción.

Lo que más sorprendió de su aparición en 1997 es que nadie sabía nada, la película comienza en un punto y termina en otro completamente diferente en donde pareciera que Dutch (Arnold Schwarzenegger) ha vivido una pesadilla difícil de creer, el rumbo que tomó después de esto fue muy incierto, su secuela lo ubicaba en en la ciudad de Los Ángeles y la idea era ponerlo en otro entorno con personajes completamente distintos, Danny Glover era ahora el héroe de acción y una de las referencias que vemos casi al final es que estos seres coleccionan como trofeos los cráneos de sus presas entre los que vemos el de un Alien, lo que dio paso a que los fans quisieran ver un enfrentamiento entre estas 2 razas alienígenas que comparten un mismo universo y ya vimos los resultados.

Reestructurar la franquicia no ha sido nada sencillo, pero Prey pretende cambiar eso y dar un nuevo giro y dirección a todo esto sin perder la esencia de lo que es y rindiendo un homenaje a los 35 años del estreno de su primera aparición en cine, esta no es una historia de origen de un extraterrestre que aparece en la Tierra, usa las mismas armas y la misma tecnología que ya hemos visto al igual que su modus operandi, un cazador que busca trofeos de sus presas algo que lo conecta directamente con Naru y sus creencias sobre las almas y todo lo que habita en  la naturaleza, es polémico para la época y la sociedad a la que pertenece que una joven mujer guerrera deseé cazar como los hombres de su tribu quienes han sido su inspiración y más concretamente su hermano Taabe (Dakota Beavers) es de esperarse que todos ellos se burlen de ella quienes por su cultura y formación defienden que la cacería es trabajo de hombres pero, hay algo que cuenta más que todo esto y es el conocimiento, la inteligencia y las habilidades puestas a prueba, desde los primeros minutos vemos que ella puede defenderse de cualquiera en una pelea, que en ella hay algo más de lo que parece ella es la primera en darse cuenta de que hay algo diferente, algo nuevo y desconocido, algo peligroso,  una nueva criatura que asecha en su tierra y lo relaciona con la llegada de un supuesto Dios del cielo cuando ve aparecer entre las nubes una nave espacial.

Mientras desarerolla sus habilidades de cacería también vemos que conoce y domina la medicina herbolarea la cual le será de mucha utilidad, indeseadamente se une al grupo de cazadores que busca a un león de las montañas que ha estado merodeando y asesinando animales y que ha herido a uno de sus compañeros de tribu, Taabe como buen hermano protector no quiere que Naru lo siga por los riesgos que esto implica una vez que aparece el peligro real, ella es observadora de su entorno lo mismo que el Predator, mientras este último delimita su área de caza ella nota variaciones y cosas poco comunes como por ejemplo huellas en la tierra que no había visto antes y que no puede relacionar con algo que conozca o una serpiente desollada, ella estpa plenamente convencida de que ese “algo” representa una alteración en la naturaleza, algo que no pertenece al entorno y que puede ser sumamente peligroso para mantener su equilibrio, cuando se lo cuenta a su hermano este le cree a medias y haciendo referencia a los monstruos de las historias de su infancia, lo que ellos no saben es que este Depredador los está siguiendo y estudiando todo a su alrededor y preparando todo para matar.

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La presentación del Depredador como tal no resulta tan espectacular como muchos hubiéramos deseado que sucediera, durante casi toda la cinta lo vemos moverse en su modo camuflaje invisible, lo primero que hace es enfrentarse con un lobo que está cazando a una liebre, una alegoría siniestra de cuando el cazador se convierte en presa, luego vemos aquella secuencia que ya se había presentado en el trailer su enfrentamiento con un oso y entendemos junto con su protagonista que este ser es muy fuerte, tras la pelea donde resulta vencedor lo carga sobre su cabeza festejando su victoria mientras es bañado por la sangre del animal, un detalle que no habíamos visto antes en pantalla es como limpia los cráneos de sus presas con un gas que corroe toda la materia orgánica.

Tras encontrar a una manada de búfalos desollados, el director Dan Trachtenberg (10 Cloverfield Lane) juega con nosotros como audiencia haciéndonos creer algo que no es, de inmediato pensamos que lo perpetuado es obra de este alienígena pero el giro que da es presentarnos también algo peligroso en diferente proporción, un grupo de cazadores franceses quienes encuentran a Naru en una de sus trampas y que es tomada como prisionera quien descubre que también tienen a su hermano y a su perro, ellos también son conscientes de que hay algo más en esas tierras y quieren capturarlo lo que ellos no saben pero que nosotros como espectadores sí es que morirán en el intento por hacerlo a pesar de tener armas de fuego que superan por mucho las de los Comanches, es la inteligencia de lo que carecen y nada de o que saben o han estudiado los ha preparado para lo que estúpidamente quieren hacer.

Naru demuestra ser más inteligente que estos hombres blancos para manejar la situación y librarse de estos nuevos enemigos enfrentándolos con valor y eficiencia, por otro lado tenemos que la naturaleza en sí misma también puede ser un adversario cruel a quien se le debe tener mucho respeto según sus creencias, ya ubicados en quién es quién y cuáles son sus intenciones pasamos al arco final de la película en donde esta joven mujer enfrenta de manera ingeniosa y como lo hizo Arnold en su primera entrega, ella descubre que esta criatura tiene visión térmica y que solo caza a aquellas criaturas que le representan una amenaza de ahí que con sumo cuidado planea una estrategia para vencerlo.

El final es muy adivinable, ella sale avante de su prueba y tras la muerte del grupo de cazadores es ahora ella quien ostenta ese cargo, al final y durante la secuencia de créditos vemos que esto aún no ha terminado, a manera de dibujos rústicos se nos muestra casi todo lo que hemos visto excepto que unas naves espaciales llegan a la comarca.

He de reconocer que este trabajo se queda a varios pasos de ser impecable, si quitamos todas esas referencias históricas reales y la ubicamos en el contexto de su idea las cosas funcionan más que de maravilla, ver que ninguna de las armas que conocemos es capaz de detener a un cazador implacable de otro mundo sí es posible vencerlo y una de las frases más icónicas de la cinta es cuando Taabe le dice a Naru que “si sangra, lo podemos matar“.

Los puntos a favor son muchos, el que sea una protagonista femenina y muy joven no evoca el típico y trillado discurso sobre el feminismo ni tampoco al camino del héroe, simplemente es una mujer que lucha por lo que quiere algo que como era de esperarse ha causado polémica pero entendamos lo siguiente, la principal similitud que encontramos con su primera entrega es el hecho de que lo que venció al Depredador no fue un grupo de soldados desbordando testosterona ni sus armas, fue la habilidad y la inteligencia y ella como personaje los tiene y los desarrolla de una manera hábil y creíble.

Otra referencia que podemos apreciar de su segunda entrega es el de la antigua pistola que le entregan a Glover en señal de ser un digno adversario y aquí vemos el origen, pertenece a un miembro del grupo francés misma que lleva una placa que cita Raphael Andolini 1715 lo que nos da a entender sin dejarlo del todo claro y abierto que en algún momento ella es asesinada por un Depredador que se hace con el trofeo, lo que comentaba anteriormente sobre los créditos finales, esto es más que suficiente para saber que lo que vemos pertenece a un mismo universo en una misma línea de tiempo.

Otro de los elementos dignos de reconocer es su impresionante fotografía y el diseño de producción, es cierto que algunos animales como el león, el lobo y el oso caen en un CGI bastante burdo no es algo que preocupe demasiado si lo que queremos ver es a la criatura en su máximo esplendor, eso tampoco sucede de la manera en la que esperábamos y no defrauda, puede parecer que la primera mitad de la cinta es lenta, que no sucede gran cosa pero se está tomando el tiempo justo para ir revelando paso a paso cada una de las situaciones a las que los personajes deberán enfrentarse.

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El guión escrito por Patrick Aison y Dan Trachtenberg tiene los diálogos exactos que necesita sin caer en exageraciones o en sin sentidos, las sub tramas que se van armando son muy bien resueltas al final, su narrativa es similar a la de la película de 1997 y juega bajo estas mismas reglas, vemos pero no vemos, está pero no está, no saben qué es lo que los golpeó, los mutiló, los mató aquí el punto a favor que tenemos los espectadores es que ya sabemos y ya lo conocemos lo que es difícil de hacer pero que funciona muy bien porque ya sabemos que esperar, la contra parte a esto es que esperamos que todo eso sea bueno y que esté al nivel del personaje en el desarrollo de su historia.

Uno de los cambios que salta a la vista de inmediato es el cambio en la imagen del Depredador, los hemos visto en diferentes rangos, portar diferentes armaduras y armas, en esta versión no existe el cañón de plasma que lleva al hombro y la razón que ha explicado su director es que los Comanches estarían en una gran desventaja y lo que se pretende es todo lo contrario que si bien no están a su nivel lo que hagan pueda verse y sentirse creíble, lo mismo la versión del alienígena, quería que se sintiera igualmente primitiva y que esto permitiera tener un rango más amplio en su historia y evolución.

Los fallos que tiene son comprensibles pero no justificables, el hecho de que los protagonistas deambulan entre hablar en inglés y en comanche le resta seriedad al proyecto, aparentemente también se filmó una versión completa en este idioma que esperemos lleguemos ver, el vestuario trata de ser lo más apegado a la época y en momentos falla y se ve moderno, como un disfraz escolar, algunos de los diálogos suenan tan correctos usando palabras que no se usaban en esos tiempos lo que a momentos nos saca del ritmo que lleva y entonces parece que estamos viendo lo que creen que debió ser así en ese tiempo, el descuido y la falta de investigación histórica es evidente porque nadie se preocupó por hacerlo y darle realismo a lo que vemos, si bien entendemos a los personajes una falla ostensible es el hecho de que nadie hace nada por mantener vigente la regla de que los hombres hacen cosas de hombres y las mujeres de mujeres, deducimos que esto sucede porque el guión así lo pide a su favor, quizá si su protagonista fuera masculino el resultado sería muy diferente.

Me atrevo a decir que en lo que más ha fallado este proyecto es el hecho de no haberse estrenado en cine y que fuera para una plataforma digital, muchos de los elementos que tiene serían mejor apreciados en pantalla grande como esas escenas a campo abierto, sin duda que la experiencia sería completamente diferente y esperemos que tras el éxito que ha tenido esto llegue a ser posible.

Los efectos especiales cuentan como ya mencioné con un CGI muy poco cuidado en algunas partes y en otras es sobresaliente, las coreografías en las peleas tienen la acción necesaria y se esfuerza por mostrar que esta es la visión de lo que el equipo creé que debió ser y funciona al momento de ver que con muy poco hacen mucho y con esto me refiero a que enfrentar a un ser del que no saben nada y que poseé una tecnología que los supera en todo sentido logran dañarlo y volverlo paulatinamente vulnerable.

El cast lo integran, Amber Midthunder, Dakota Beavers, Julian Black Antelope, Michelle Thrush, Stormee Kipp y Dane DiLiegro que a pesar de ser poco conocidos hacen lo que pueden con lo que tienen y lo hacen bien, cada personaje se toma su tiempo para ser desarrollado, en todo momento simpatizamos con Midthunder y entendemos cuáles son sus motivaciones y su rebeldía ante unas reglas impuestas por su tribu y su forma de vida.

La banda sonora compuesta por Sarah Schachner no tiene ninguna reminiscencia ni sampler a lo que habíamos escuchado antes en otros compositores que han participado en esta franquicia, aquí cada pieza ha sido cuidadosamente seleccionada para funcionar como un importante apoyo en las escenas de acción, un muy buen trabajo que queda un poco por encima de todo.

En conclusión, Prey no es un pretexto para recuperar una agonizante franquicia, los fanáticos no se sentirán defraudados con esta entrega que cumple cabalmente la regla que se ha impuesto así misma, lo que puede ser la entrada a ver cosas nuevas y a saber más de este personaje en futuras entregas, un muy buen trabajo digno y a la altura de lo que representa.

Prey ya está disponible en la plataforma Star+


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