Reseña: The Curse of Robert the Doll es un entretenimiento simple pero efectivo

Reseña: The Curse of Robert the Doll es un entretenimiento simple pero efectivo

El género de horror ha tenido una gran evolución a lo largo de los años, de este nacen sub géneros que han sido del gusto de propios y extraños, hemos hablado de varios de ellos de sus historias, de sus protagonistas y de lo que han aportado a la cultura pop en nuestros días.

Sin duda un subgénero que ha llamado mucho la atención es el horror infantil que va desde infantes poseídos, sectas, hasta juguetes y muñecos, Chucky es el ejemplo más claro que tenemos de esto y de su popularidad desde que fue creado y que ha sido también una fuente de inspiración para varios más incluyendo a la popular Anabelle de la saga y universo de películas basadas en los casos del matrimonio Warren.

Todo esto no sería posible si no existiera una base real para contar estas historias, uno de los casos que más interés ha causado de manera discreta es el de Robert, un muñeco vestido de marinero que desde principios del siglo pasado ha sido considerado como el juguete más embrujado del mundo.

Películas, libros, cómics y hasta podcast han hablado de este peculiar objeto infantil, ahora surge un documental que narra sus orígenes y que nos ayuda a entender un poco más de lo que es y la maldición de la que han sido víctimas las personas que no han seguido las reglas cuando lo han visitado.

¿De qué va la película Documental ‘Robert el muñeco maldito’?

Considerado el muñeco más embrujado del mundo, Robert the Doll vive detrás de un cristal en un museo en Key West, Florida, donde cada año miles de visitantes que no siguen sus reglas son víctimas de una maldición y han sufrido desde enfermedades graves, lesiones, accidentes e incluso la muerte, pero, ¿Qué es lo que hacen para que Robert maldiga a sus víctimas? ¿Qué entidad malvada vive dentro de este muñeco? Esta película es una exploración a lo que se presume es su verdadero origen y su  historia desde los primeros dueños en 1905 y busca descubrir por qué este muñeco ha causado horror hasta nuestros días.

La idea de hacer documentales de este tipo suena atractivo, el problema es la ejecución que tienen sobre los datos que supuestamente son verídicos, el manejo de información tiene la tendencia a estar a favor de alguna de las partes involucradas, muy pocos de ellos son los que se arriesgan a contar algo nuevo, algo que no sepamos y que sea del dominio popular.

El género documental es tan vasto como el del horror pero es justo aquí en donde las similitudes entre uno y otro se vuelven más marcadas, hay algunos muy buenos y otros que solo son una pérdida de tiempo y recurso que no llevan a nada, es por estos últimos que su veracidad se pone en duda y como espectadores nos hacemos la pregunta ¿Qué de todo lo que vimos es verdad y qué no?

Los muñecos y juguetes utilizados para algo que deriva en lo sobrenatural no es ninguna novedad pero han ganado una gran popularidad e interés con historias como la de Annabelle y la saga de películas y serie de televisión  de Chucky, las historias y sub tramas  que tienen de fondo varían según su tiempo y a qué público iban dirigidos, algunas afirman fehacientemente ser ciertas y hasta pruebas en psicofonías y videos hay, si bien Annabelle es una muñeca real a la que se le ha culpado de ser la protagonista en algunos casos aterradores, las películas tienden a llevar las cosas a otro nivel, primero exagerando las cosas y haciéndolas más aterradoras de lo que realmente son y luego a formar parte de una saga que cuente más completamente ficticias e incluso cambiar el orden de sus eventos base, Chucky es probablemente el muñeco más famoso, poseído por un asesino en serie ficticio que busca un huésped humano a través de un ritual vudú que salió mal y que supuestamente le dará vida eterna.

A lo largo de varias muy malas secuelas, un reboot y una serie de televisión, ha sido incluido en una mitología mucho más amplia y creando así su propio universo, uno que involucra a nuevos personajes como su compañera e interés amoroso Tiffany con quien incluso tuvo un hijo, como este hay muchos ejemplos de muñecos o títeres que habitan en nuestro mundo y que son de una naturaleza sobrenatural, pero  hay uno que no es tan conocido y es el muñeco Robert que está a la altura de cualquiera de los antes mencionados.

Shock Docs es una serie de televisión que se transmite por Travel Channel y Discovery+ y dentro de sus programas documentales  han estrenado un documental titulado “The Curse of Robert the Doll”, su historia es muy similar a otras que ya conocemos y lo que aquí se pretende es contar a manera de testimonios y recreaciones en flashback su origen y cómo ocurrieron los supuestos accidentes, casos de mala suerte y las muertes que dan inicio a la leyenda de una maldición que perdura hasta nuestros días.

La secuencia narrativa del documental se divide en 2 partes que se van alternando, una que es la más interesante es la que recrea y habla de la historia de la familia Otto, residentes de Key West en Florida Estados Unidos y en especial de Robert el hijo que fue el primer dueño y amigo del muñeco, después de traerlo desde Alemania como un regalo de cumpleaños este juguete no solo se convirtió en su compañero de juegos sino que poco a poco fue apoderándose de la personalidad del niño al punto de quitarle su nombre y hacer cosas perturbadoras, de aquí que van surgiendo pequeñas sub tramas basadas en los testimonios de quienes lo han visto, en general se trata de saber el origen y qué entidades malvadas lo poseen.

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Esta narración incluye a muchas generaciones de personas tanto quienes lo han visitado y han sido víctimas así como de quienes lo han tenido y a lo que se han enfrentado, es de reconocer que su director Brian Knappmiller y los productores  Allison Berkley , Joseph Freed, Brian Henson, Brian Knappmiller y Vince Raisa hicieron todo a ciegas, conocen la leyenda pero nunca estuvieron presentes en el museo haciendo grabaciones sencillamente porque está prohibido hacerlo, la recreación de los interiores son una copia exacta de cómo está hoy en día, la casa que fuera ocupada por los Otto y que ha cambiado de dueños a lo largo de los años es real.

Cuando vemos los saltos que hay de las recreaciones a los testimonios pareciera que estamos viendo 2 cosas completamente diferentes, es también de reconocer que la historia familiar es su parte más interesante de la cuál bien podía haber sido un largometraje dejando fuera la parte más débil, cada persona que participa y que narra lo que le ha sucedido no es tan interesante y más porque nos están contando un origen que constantemente se ve interrumpido.

Lo que le resta mucha de su credibilidad al documental es el hecho de que se va más por el lado paranormal que raya en lo fantasioso, mientras unos piensan que todo es una charlatanería montada otros creen que esto es cierto, mientras que en su historia de recreación pasamos de alguno que otro sobresalto inesperado a eventos escandalosos muy poco creíbles, por el lado de las personas entrevistadas y que se refieren a ellas como víctimas potenciales de una maldición no aportan ninguna evidencia que respalde su teoría.

Es aquí donde las cosas se transforman y esto pasa de pretender  ser un documental serio a un mero entretenimiento que raya en lo morboso, como tal es innegable que nos mantiene interesados en cada una de las cosas que van sucediendo y queremos saber la conclusión de todo y que en realidad no la hay, nunca sabemos si las personas que pidieron disculpas les fueron aceptadas y sus vidas volvieron a una nueva normalidad, tampoco se nos dice que a nadie durante 118 años se le ocurrió la idea de destruirlo, quemarlo, cortarlo, enterrarlo, lo único que hacen es encerrarlo en armarios o maletas.

Vamos, es que hay que ser muy estúpido para pensar y luego actuar creyendo que si encerramos a este muñeco ya nada nos va a pasar, como documental juegan mucho con la crediobilidad de la historia y la credibilidad que tenemos nosotros como espectadores, los sucesos que deberían ser más terroríficos quedan solo en la suposición de que algo inentendible está sucediendo, el muñeco Robert es una recreación exacta hecha por Jim Henson Creature Shop y que vemos como ha ido desgastándose con el paso de los años hasta tener su apariencia actual.

Tyler Butchman es el encargado de los contados pero efectivos efectos especiales que vemos durante 110 min de duración que van desde un niño que viste un traje que simula que el muñeco puede moverse y andar por la casa hasta los gestos que tiene en un rostro inexpresivo, la personalidad que tiene Robert es muy particular y lo enfatizan a cada momento algo que es completamente innecesario si desde que decidimos ver el documental ya sabemos cómo audiencia en qué nos estamos metiendo.

Como era de esperarse este documental es muy blando para el tema que aborda, es tan poco arriesgado que cae en la zona de confort de solo asustar por asustar, la parte de la medium que habla sobre lo que ha sucedido con el muñeco tampoco tiene una base comprobable, ella deduce que no es una posesión sino un portal a otra dimensión en donde hay almas atrapadas en el, como origen cuentan que una niñera afroamericana tuvo un amorío extramarital con el señor Otto del que nació una niña que murió en circunstancias misteriosas, la tristeza y la ira de esta madre es la que desencadena una maldición en un rito vudú que ella hace.

Lo anterior es una teoría de las más comentadas pero también de las más absurdas y telenovelescas porque a ver, ¿una niñera tiene amoríos con su patrón, nace una hija y nadie se da cuenta si viven bajo el mismo techo? el que todo venga de un ritual que invoca espíritus demoníacos es caer en el típico cliché hollywoodense para llamar la atención, se cree más en la segunda teoría que involucra más a que este muñeco al ser traído de Alemania sin saber cómo fue fabricado tenga un pasado aún más misterioso.

Lo que sabemos no por este documental sino por otros medios previos es que  el protagonista es el niño Robert Eugene Otto, conocido por su apodo de Gene miembro de una familia respetable y acaudalada, en su cumpleaños Robert/Jean recibió un regalo especial de parte de su abuelo, un muñeco de marinero que le compró a la empresa alemana Steiff durante un viaje que realizó por el país, una figura de gran tamaño, aproximadamente un metro, un rostro inexpresivo de aspecto minimalista, ojos negros brillantes, cabello rojizo y una mueca a manera de sonrisa que a simple vista resulta inquietante.

Otra de las cosas que se dicen es que el padre de Jean no se caracterizaba por tener muchas amistades y que fue la niñera quien practicaba y estaba muy interesada en temas de magia negra, religión y vudú que fue ella quien lanzó una maldición a toda la familia por medio del muñeco al más puro estilo dramático de, si yo no puedo tener una familia ustedes tampoco.

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Fue así como empezaron a suceder cosas extrañas a su alrededor, familiares y los mismos sirvientes escuchaban al niño hablar con el muñeco algo que puede parecer natural y lógico si no fuera porque también se escuchaba otra voz, una más distorsionada sus padres fueron los primeros en descubrir que entre el niño y el muñeco había una relación enfermiza tanto que lo trataba como si fuera un ser humano.

Por las noches se escuchaban gritos desde el dormitorio del niño y que en las repetidas ocasiones en que los padres entraron en la habitación solo lo veían sentado en la cama junto al muñeco Robert ya su alrededor un desorden, tiempo después sus demás juguetes iban desapareciendo poco a poco, a unos les cortaron la cabeza a otros les arrancaron los ojos o bien que Robert aparecía en lugares extraños en los que no había estado antes.

Se dice que este niño pasaba horas con el verdadero Robert The Doll, dormía junto a él y jugaban, como es natural y al paso de los años este creció y mudó a Chicago y Nueva York para estudiar arte, queriendo ser uno de los pintores más famosos y  representativos de su localidad, como adulto tuvo una personalidad muy compleja ya que constantemente competía con el éxito de su esposa Annette Parker, cuando regresan a vivir a su casa de la infancia es cuando se reencuentra con el muñeco.

Según cuenta la historia, la esposa de Gene nunca estuvo de acuerdo ni simpatizaba con el muñeco que ahora era la  obsesión y fuente de inspiración de su esposo, la pareja pasó varias décadas en esa casa hasta que Gene murió en 1974 y después la de Annette dos años después  mientras que Robert pasó la mayor parte de este tiempo encerrado bajo llave en una maleta el ático, posterior a esto la casa fue vendida a una mujer llamada Myrtle Reuter y luego de esta a su actual propietario.

En 1994 y tras un incidente que tuvo su dueña  el muñeco fue donado al museo East Martello en Key West Florida, donde y desde entonces se ha desarrollado un ambiente de terror histórico, actualmente se encuentra detrás de un cristal, algunos visitantes al museo afirman que este muñeco ha provocado desgracias por no cumplir las normas que son:

  1. Cuando estés frente al muñeco dile tu nombre y preséntate.
  2. Sé cortés y nunca le faltes al respeto.
  3. Si vas a hacer alguna fotografía pídele permiso antes.
  4. Despídete de él cortésmente.

El Museo recibe cientos de cartas, notas y correos electrónicos de disculpa cada año que son enviados por turistas que decidieron romper las reglas, hacer esto es  quizá esperar que el muñeco les proporcione el perdón y hay otras tantas en su minoría que piden que el muñeco sea removido definitivamente del museo para evitar que curiosos mal intencionados sigan con esta cadena de desastres.

Pero no solo han sido los curiosos los que han sido víctimas de esto, están también los empleados del museo que cuentan de incidentes extraños que les han sucedido con el muñeco, cuentan que en una ocasión recibieron la visita de un equipo que quería grabar sin permiso y la cámara dejó de funcionar sin motivo aparente y que en algunos de los videos que sobrevivieron pueden ver a Robert moviendo las piernas, moviendo la cabeza e incluso gesticulando o las típicas de que el muñeco cambia de pose aún estando encerrado, objetos que caen y se rompen, algunos otros dicen que no ha pasado o han sido testigos de lo que supuestamente ha ocurrido.

Como es de esperarse la mercadotecnia no ha perdido la oportunidad de beneficiarse de esta leyenda en particular, se hacen visitas guiadas al museo así como también la venta de merchandising que va desde llaveros, camisetas, fotografías oficiales, diversos libros con la historia hasta réplicas de Robert que podemos conseguir hasta en ediciones especiales.

La música compuesta por Ceiri Torjussen juega un papel muy importante en este trabajo y más en las recreaciones, este trabajo es un mero homenaje a todas aquellas cintas de horror fácil que con un par de notas causan un efecto en su audiencia.

En conclusión The Curse of Robert the Doll es un entretenimiento simple pero efectivo que pretende ser algo más serio y que solo nos da la referencia de que hay otras producciones basadas en esta historia que han sido más exitosas en su momento.

The Curse of Robert the Doll ya está disponible en las plataformas Prime Video (próximamente) y Discovery + (algunos países).


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