Para los parques temáticos en Disney sus atracciones suelen ser espectaculares y del gusto de toda la gente que los visita por su producción, por su tecnología y por el cuidado que han puesto en cada uno de ellos, la finalidad que tienen es de divertir y de que se pase un rato sumamente agradable.
Es de mencionarse que resulta un tanto extraño que de eso se pueda hacer una película, una que no justifique ni que sea precuela o secuela sino que tenga una personalidad propia y que lo que se nos cuente quede muy a parte de la experiencia real de la atracción en el parque como anteriormente lo fueron Pirates of the Caribbean y The Haunted Mansion.
En este año Jungle Cruise ha dado una grata sorpresa en propios y extraños, la película basada en esta atracción generó controversia por su protagonista pero más por cómo sería su historia y que nos contarían en ella.
¿De qué va esta peculiar película?
La científica Lily Houghton (Emily Blunt) está en busca de un antiguo árbol del que se dice que sus flores pueden curar cualquier enfermedad, motivada por encontrarlo y ayudar a la humanidad con sus males viaja con su hermano MacGregor Houghton (Jack Whitehall) al amazonas donde conoce al capitán Frank Wolff (Dwayne Johnson) y que junto con él se embarcan en una aventura en la que no todo es lo que parece, que involucra grandes secretos y una maldición.
Es adecuado decir que una película basada en la atracción de un parque temático no da para mucho, que puede ser entretenida y divertida pero nada más, en este caso la mezcla entre comedia y acción funciona muy bien con esa línea que ya hemos visto antes en Journey to Mysterious Island (2008), Jumanji (2017) y Jumanji: The Next Level (2019) protagonizadas por Johnson donde hay escenas exageradas con diálogos graciosos, bromas simples y tontas pero que al final nos damos cuenta que son una parte fundamental en la cinta.
Aquí las cosas comienzan en 1918 y se centra en la Dra. Lily Houghton y su hermano MacGregor quienes están investigando un árbol que es una leyenda en el amazonas llamado Lágrimas de la luna, los pétalos de sus flores que puede curar cualquier enfermedad, cuando la asociación a la que intentan convencer de su existencia para que los apoye niega su solicitud esta pareja decide ir a buscarla ellos mismos en su viaje se encontrarán con criaturas peligrosas, zombies con una maldición y alemanes en un submarino.
Su éxito se debe en gran parte al valor de entretenimiento que tiene, aquí no se necesita un gran guión que esté cuidadosamente escrito porque paso a paso lo que ves lo entiendes muy bien, su narrativa es muy sencilla, tiene la misma estructura en su configuración casi con los mismos personajes, efectos especiales similares de otras películas como The Mummy (1999), Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl (2003) tenemos al aventurero, a la científica audaz, al hermano chistoso y a una serie de personajes secundarios que ayudan a sostener la trama que se apoya en gran parte en sus efectos especiales.
El casting elegido para interpretar estos roles no fue al azar, cada uno de ellos ya tiene una experiencia en películas de acción, Dwayne Johnson, Emily Blunt, Jack Whitehall, Édgar Ramírez, Jesse Plemons, Veronica Falcón y Paul Giamatti a estos actores se les dan estos personajes y se les permite aportar su propio encanto y sentimiento; Johnson es naturalmente carismático y su versatilidad le permite interpretar a diferentes personajes aquí es genial y divertido, Emily Blunt aporta una buena cantidad de acción con su carácter y humor incluso los personajes antagónicos interpretados Giamatti, Plemons y Ramírez son muy entretenidos porque no son tan pretenciosos y cada uno tiene una motivación específica, la forma en que trabajan unos con otro beneficia a la cinta de una forma en que hay muchas escenas que tienen un ritmo y una sincronización muy buenos con un fuerte sentido del ingenio que hace que mantengamos el interés en lo que estamos viendo.
La película también toma la decisión inteligente de no estancarse en los clichés a los que este género acostumbra, la acción es tan dinámica que pasamos de un punto a otro de la trama con mucha facilidad, los personajes se las arreglan muy bien para ir uniendo todas las piezas y llegar a esos giros de tuerca y revelaciones que si bien no las esperábamos sí las imaginamos, el guión escrito por John Requa, Glenn Ficarra y Michael Green saben muy bien en qué enfocarse y como resolver las sub-tramas que parecerían igualmente sencillas pero que van tomando su peso e importancia hacia el final.
La atracción en el parque temático es algo parecido que se vive en primera persona que va en un pequeño bote por un río donde se va encontrando con animales animatrónicos, nativos falsos que atacan a las personas y un montón de efectos especiales prácticos, el punto aquí es que no es algo que por vivirlo se pudiera decir que se puede convertir en una película blockbuster, la presentación del personaje de Johnson es un gran homenaje con sus efectos obvios y su sentido del humor cursi pero a la vez oscuro de donde decidieron tomar este material y hacerlo lo más entretenido posible con muy buenos resultados.
El director Jaume Collet-Serra (Orphan, The Shallows) aborda muy bien este género alejándose de los que ya le conocemos. los giros de tuerca de la trama que maneja incluyen una maldición que cae sobre los primeros exploradores que son encontrados por la tribu que resguarda a este místico y cósmico árbol, cabe mencionar que los mensajes sutiles que da este trabajo están muy bien planeados para que no se sienta que son criticas sociales descaradas para ser políticamente correctos, nos hablan sobre la ayuda y la traición y las consecuencias que esto trae, de la ambición y el beneficio propio, del feminismo y de la generosidad, habla muy bien y muy respetuosamente de la homosexualidad de uno de sus personajes porque recordemos que si bien es para todas las edades está más enfocada al público infantil.
Los efectos especiales por parte de Industrial Light & Magic y Rodeo FX tampoco caen en lo convencional, el CGI está bien empleado así como el maquillaje y los vestuarios nos ubican perfectamente en la época que representa cuidando hasta los detalles más mínimos para que todo luzca y se vea creíble.
La música también es un elemento que sorprende, su compositor James Newton Howard de quién hemos escuchado partituras para películas como The Fugitive (1993), Waterworld (1995), Space Jam (1996), Signs (2002} entre muchas otras, lo que escuchamos suena muy acorde con lo que vemos, las escenas de acción están fuertemente apoyadas en piezas que suenan espectaculares.
En conclusión, Jungle Cruise es un ejercicio muy entretenido y divertido pero sobre todo bien hecho, no es una película seria que abusa de su propio recurso, los personajes son agradables, su humor rápido y su alto valor de entretenimiento la hacen muy disfrutable.
Es evidente que tras el éxito obtenido veamos a estos personajes más adelante en otras aventuras que se alejarán por completo de lo ya presentado y que tomarán su propio lugar y personalidad en lo que podría ser una nueva franquicia.
La película ya está disponible en salas cinematográficas de nuestro país.
