Hollywood tiene cierta fascinación por las películas de monstruos gigantes, en 1954 Godzilla hizo su debut en la pantalla grande y con esto nació un nuevo género cinematográfico que perdura hasta el día de hoy.
Los efectos especiales son parte fundamental cuando se cuentan este tipo de historias, pasamos de disfraces a un CGI muy elaborado en donde estas criaturas ya tienen textura y una personalidad definida que hace de estas superproducciones algo más real.
Cada país en diferentes décadas han dado su punto de vista y aporte al género, The Host (2006) película de monstruos y terror surcoreana y dirigida por Bong Joon-Ho fue la precursora de que este tipo de producciones pueden estar al nivel de lo que se hace en los grandes estudios.
Ahora es el turno de Tailandia, The Lake es una producción de gran presupuesto en coproducción con China y presenta algo nuevo y no tan original para los estándares a los que estamos acostumbrados.
¿De qué va la película?
Cuando un misterioso monstruo emerge del río Mekong, la provincia de Bueng Kan en Tailandia, todos quedan repentinamente aislados del mundo exterior, funcionarios, científicos y ciudadanos del lugar deben movilizarse para detener a esta criatura antes de que sea demasiado tarde y toda la ciudad sea destruida, pero puede ser que no esté solo después de todo y las cosas vayan más allá de lo que se pueda imaginar.
Es innegable que este tipo de proyectos llaman mucho la atención de quienes son seguidores de este género, el combinar estos elementos fantásticos con la cultura tailandesa suena muy atractivo para quienes conocemos muy poco de este país, aprovechar el recurso de las leyendas urbanas es lo que hace que esto se pueda ver desde otra perspectiva.
Todo comienza con un par de niños que encuentran algo misterioso en la orilla del lago, resulta ser un huevo de algo que para ellos y para toda la población es desconocido, uno de ellos se lo lleva para esconderlo y empollarlo en su granero, de ahí surge una criatura humanoide mitad pez y mitad reptil que han escuchado antes en las leyendas que se cuentan.
Las cosas se complican cuando un grupo de aldeanos es atacado en los arrozales y comienza así una cacería y la lucha por su supervivencia, a medida que la devastación se extiende hacia el interior de la comunidad todos deben trabajar en conjunto para derrotar a la criatura que amenaza su propia existencia y más allá de los límites conocidos.
La leyenda cuenta que estas criaturas son en realidad los guardianes de la montaña que han vivido en el lago por siglos, que emergen cada vez que su ecosistema se ve amenazado por el hombre, la religiosidad de preservar un lugar que hace cientos de años era considerado sagrado ya carece de importancia en el mundo moderno, como fieles cuidadores también han formado una sociedad en la que solo el líder puede poner huevos para preservar la especie y uno de ellos ha sido robado, lo que amenaza su secreta existencia, el colosal monstruo deberá recuperar a la cría y llevarla a las profundidades del lago antes de que los seres humanos acaben por devastar todo.
Siendo realistas, la cinta no se enfoca en el protagonismo del monstruo sino que trata de llevar un mensaje ecológico para que todos de alguna manera seamos conscientes del respeto que deben tener las especies en peligro de extinción y salvaguardar su entorno natural, como es de esperarse el ser humano es aquí el villano que con tal de adueñarse de todo lo que no nos pertenece es capaz de hacer cosas inimaginables para conseguir su objetivo.
La idea como tal entusiasma a propios y extraños pero el resultado es muy diferente a lo que se promete, una historia mal editada y organizada que no cumple en alcanzar el nivel que se necesita para que esto sea una buena película de monstruos teniendo el precedente de que hay un bagaje cinematográfico muy superior y esto incluye a las películas de serie B de los años 50.
Su comienzo es lento y prometedor, y es así cómo nos presentan a los personajes y las sub tramas como el de los hermanos que encuentran el huevo, la de un policía que tiene problemas con su hija adolescente, los ciudadanos planeando su defensa, lamentablemente ninguna de ellas cuenta con lo suficiente para mantener la atención del espectador cuando hay un monstruo en un papel secundario.
El guión escrito por Lee Thongkham sirve más para llevar un mensaje con conciencia ecológica que lo que se prometió que sería, bien sabemos que mensajes como este est´pan acompañados de la importancia de la familia, la amistad, el respeto, la tolerancia, la inclusión, etc, la manera en la que aquí se lleva eso resulta funcionalmente limitado, venga, queremos ver al monstruo haciendo cosas de monstruos, acción y destrucción de principio a fin y eso aquí, no sucede, en cada momento trata inútilmente de imitar secuencias que ya vimos en Godzilla de Ronald Emmerich (1998), The Relic (1997), Jurassic Park (1992), DeepStar Six (1989), Leviathan (1989) y en muchas más, la diferencia es que todas las anteriores tienen una propia identidad y que aquí tratan desesperadamente de encontrar.
La estructura narrativa que tiene es diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, se centra más en los dramas familiares y en lo que se puede hacer con esto que en sí a la amenaza que representa el tener un ser desconocido que no se detendrá hasta terminar con todo y con todos, si vemos esto en su propio contexto entendemos que la manera de contar las cosas en cada país es diferente por el tipo de público al que está dirigido y al que nosotros no estamos acostumbrados.
Esto último puede resultar ventajoso si nos gusta el cine o las series de televisión, como espectadores nos da la oportunidad de apreciar las cosas como son hechas y vistas por otros creadores que no conocemos, el cine asiático se caracteriza por ser sumamente exagerado en la presentación de las cosas, no hay un punto medio los buenos son muy buenos, los malos muy malos y el drama es muy dramático, propio de una cultura muy poco expresiva.
El diseño de producción es más del estilo de una serie de televisión de bajo presupuesto pero que logra tener momentos de acción muy interesantes gracias a los movimientos de cámara que son más lentos y menos dinámicos lo que nos permite ver qué es lo que está sucediendo desde diferentes planos secuenciales, como es de esperarse la mayor parte de su narrativa es de noche, sus directores Lee Thongkham, Aqing Xu aprovechan muy bien el recurso para hacer del monstruo algo amenazante.
El diseño de la criatura es ingenioso tiene una descendencia parecida a un dinosaurio más que a algo mutante pero a medida que avanza la película, esta se siente menos amenazante, menos efectiva e imponente, especialmente porque lo que hacen tiene pocas consecuencias, la narrativa en cuanto a esto es confusa y engañosa, primero nos hacen creer que solo es una y resulta que no y que son responsables de una devastación mayor de la que vimos al inicio, es casi al final que sabemos el meollo del asunto con este monstruo para finalmente revelar que esto solo es el inicio de algo más grande, algo que bien puede ser explotado en posteriores secuelas si las hay.
El monstruo tiene efectos prácticos su diseño es creación del artista Jordu Schell (Starship Troopers Cloverfield, Predators) que usa animatronics y CGI, muy al estilo de lo hecho por Stan Winston en Jurassic Park, pareciera que con el paso de los años esto debería evolucionar, en este caso sí se nota lo que está hecho de una manera y lo que está hecho de otra, por ejemplo las tomas completas y abiertas se notan más artificiales y las que son de planos cercanos y close up se notan más mecánicas, el punto a favor es que de las 2 maneras no pierde personalidad y mantiene todo su detalle.
Como película tiene fallos, uno de ellos son los agujeros de guión que tiene, se concentra más en historias que no llevan a ninguna parte que en la acción que debe de tener una película del género de monstruos, es evidente que se ha dedicado un gran esfuerzo en su realización pero esto no es suficiente para que en sus 104 minutos que dura nos parezca que su mensaje sea coherente con la resolución de todo, desafortunadamente no llega a tener el potencial para ser una buena película de monstruos.
El elenco lo conforman Sushar Manaying, Vithaya Pansringarm, Lamyai Haithongkham, Wanmai Chatborrirak, Teerapat Satjakul, Palita Chueasawathee, Su Jack, Zang Jinsheng y Chartchai Ketnust quienes hacen un buen trabajo aunque en América no sean tan conocidos y populares.
La música compuesta por Bruno Brugnano tiene piezas con acordes simples que se repiten una y otra vez en diferentes tonos y que está a la altura de lo que estamos viendo.
En conclusión, The Lake es un buen ejercicio para conocer cómo se hace este tipo de cine en otros países pero no como algo que logre llegar a ser un clásico moderno que aporte y enriquezca el género de monstruos, es de esas producciones tan malas que resultan ser buenas.
The Lake estará disponible en formato casero en el mes de Mayo.
