Por Noé Martínez
@noekunda
Empezaré confesando que soy fan de la película animada de Disney “La bella durmiente” y que considero a Aurora la mera mera de las princesas de la industria de Mickey Mouse. Así que cuando vi el trailer de “Maléfica”, me dio mucha curiosidad saber de qué iba la trama y cómo cambiaba y se relacionaba con la historia animada, y sobre todo, quién se iba a aventar el reto de ser Aurora.
“Maléfica” me gustó, la vi una segunda vez sin problema, aunque sigo prefiriendo la historia y animación de “La bella durmiente”. Eso sí, mis respetos para la guionista, hay que tener una mente muy ágil -y algo perversa- para retorcer el relato de Disney y convencernos de que los personajes que creíamos malos en realidad eran buenos y viceversa. Llegó un momento en que parecía que estaba viendo un episodio de la grandiosa “Game of Thrones” por tantas intrigas, traiciones e ingeniosas vueltas de tuerca.
Obvio, la Jolie es el soporte principal del elenco, ella es la película. El gran acierto fue acompañarla de actores que brillan con luz propia y no la opacan, como es el caso del rey Stephan, interpretado por Sharlto Copley, quien ya demostró su rango actoral en la gran peli “Sector 9”. La grata sorpresa llegó con Aurora, Elle Fanning no es la mááááááááááááás bella, pero eso sí, cuando sonríe tiene un carisma que llena la pantalla y hace creíble que todo el que conocía a Aurora la quería al instante.
De los grandes errores de esta adaptación es que volvieron estúpidas a las hadas y su CGI está mal hecho, y que Maléfica no es quien se convierte en dragón en la batalla final, ah, amén de que en esa escena los vestidos solemnes de la protagonista fueron cambiados por uno más apropiado para pelear: un traje ajustado de cuerhule que recuerda al de Trinity en “Matrix”. Na’más le faltaron las pistolas y los lentes oscuros.
¿Mi escena favorita de Maléfica?: la fiesta de presentación de Aurora. Empataron mucho la escena live action con la version animada, y eso es algo que a un servidor le gustó mucho.
Pero más allá de las escenas de acción, el buen CGI y la actuación de Jolie, considero que el mérito principal de esta versión es la postura que fijan (aplausos de pie) de lo que es el amor verdadero y lo que es el enamoramiento, la cual contradice a la filosofía de la gran mayoría de las historias de las princesas Disney.
A diferencia de la historia animada, aquí el beso del príncipe no despertó a la Bella Durmiente, pues la condición es que debía ser un beso de amor verdadero, y la gran atracción entre Aurora y Phillip no bastó para despertarla de la maldición. ¿Por qué?, porque era un “amor” basado en la vista, en 5 minutos de plática y eso no es amor, es enamoramiento, es lo que quieres ver en la otra persona y no lo que en realidad es. Así que aquí, el príncipe peleishon.
Y como sucede en la vida, el amor verdadero es cuando amas alguien por lo que es por fuera y por dentro, y eso se lleva tiempo, tiempo de calidad y convivencia. Y a mi modo de ver las cosas, ese planteamiento queda muy claro en “Maléfica”, pues Aurora recibió el beso de amor verdadero de quien la conocía por dentro y por fuera, de quien la había acompañado en buenos y malos momentos y que aprendió a amarla por quien era: Maléfica (aquí entre nos, daba por seguro que el ganón era el cuervo, y no, gran vuelta de tuerca. Más aplausos de pie), gran escena.
Obvio, este mensaje le puede servir mil y así a las nuevas generaciones para que aprendan a distinguir cuando están enamorados y cuando están amando y así ahorrarse uno que otro dolor de corazón.
Y sí, todo indica que el éxito de “Maléfica” abre una nueva mina de oro para Disney, así que esperemos más y más lados B de las historias de princesas que conocemos (creo que la siguiente será Cenicienta). Aunque eso sí, hay que mencionar que esta idea de mostrar que la bruja mala no era la mala tiene antecedente en el libro de 2007 “Wicked: The life and times of the Wicked Witch of the West”, de Gregory Maguire. Hace poco fui a ver la obra mexicana, y sí, Disney se “basó” muuuuuucho en esta historia para crear la de Maléfica. Si pueden vean la obra de teatro, es grandiosa, y si no han visto “Maléfica”, ¿qué esperan?, de seguro se divierten.
