Los personajes de cómic siguen teniendo gran popularidad entre propios y extraños, el género cinematográfico al que pertenecen ha tenido sus momentos buenos y sus momentos malos, nos queda claro que esto no es exclusivo de los superhéroes, en esto último pareciera que el recurso está más que agotado.
Ahora son los villanos los que de poco a poco van ganando terreno en este rubro, ya lo vimos con Suicide Squad (2018 – 2021) en sus 2 versiones y la galardonada Joker (2019), historias que nadie pensó que podrían funcionar y se debe al hecho de que son representados más como antihéroes que como las némesis del superhéroe en cuestión.
Luego de mucho ir y venir con ideas y propuestas Black Adam por fin llega a la pantalla grande en una versión live action que sigue con esta estructura, es de sorprender el entusiasmo con el que se ha hecho esta cinta y con la visión de re estructurar un universo cinematográfico que se creía perdido tras los problemas que han enfrentado los estudios.
¿De qué va la película? (Incluye spoilers)
5,000 años han pasado desde que Black Adam (Dwayne Johnson) obtuviera los poderes supremos de los antiguos dioses, su deseo de venganza lo lleva a ser encarcelado, cuando se libera de su encierro estará listo para que su sentido retorcido de la justicia impere en el mundo moderno, un grupo de superhéroes defenderá a la humanidad a cualquier costo pero esto no será suficiente ante un poder que está más allá de lo que han enfrentado.
La idea de llevara este personaje a un live action no parece ser tan mala, propios y extraños pensábamos que sería la ante sala a lo que vendría en alguna secuela de Shazam (2019), al ser su némesis por excelencia esperaríamos un gran enfrentamiento entre estos 2 personajes que comparten poderes similares, pero es aquí donde está el problema, para empezar si bien son personajes de cómic tampoco son los que gocen de una gran popularidad antes del estreno de su material en cine, pocos son los que los han seguido en su cambio y evolución y la manera de contar sus historias tampoco ha sido la mejor y cumplen con entretener.
Si tomamos en cuenta lo anterior entonces Black Adam es aún menos popular, lo que llama la atención de este proyecto es quien encarna a este ¿villano? ¿antihéroe? Johnson está más que instalado como héroe de acción en donde no se necesita una gran capacidad histriónica para desarrollar a sus personajes en historias simples y sin chiste pero entretenidas que se apoyan más en efectos especiales espectaculares que asombran fugazmente y luego quedan en el olvido, con esto no digo que no pueda hacerlo al contrario está más que perfecto para esto pero ¿qué hay de todo lo demás?
Al inicio la producción tuvo muchos problemas, directores fueron y vinieron lo mismo que un guión que fue reescrito varias veces porque no es tan simple adaptar a un personaje como este con su naturaleza villana a un medio en el que todos entiendan de dónde viene y qué es lo que lo motiva, el paso que tuvo de la tinta a la cinta ha tenido cambios significativos, al parecer para cumplir con 2 encomiendas, la primera salvar a un universo que ya está demasiado fracturado y que no tiene una dirección clara de hacia dónde quiere ir esto por tratar de imitar lo hecho por la casa de las ideas durante más de 10 años, y segundo para que este trabajo sea la presentación de un personaje que esté a la altura de todo y de todos y que una nuevamente a estos héroes en historias venideras.
En este punto no necesitamos una Liga de la Justicia ya todos vimos que eso no funcionó en ninguna de sus 2 versiones, lo que necesitamos ver para que este universo nos resulte coherente es que interactúen sus personajes por ejemplo que que Wonder Woman haga un cameo con Shazam, que se vea y se sienta que todos coexisten en un mismo universo y dejando de lado un multiverso por ahora, y eso aquí se resuelve bien pero no de la manera en la que lo esperábamos, la aparición de Henry Cavill como Superman es demasiado tardía, sí, sí aparece y es emocionante verlo aunque esto haya sido demasiado breve.
Esta espectacular aparición de la que mucho se había rumorado nos da una idea de que las cosas pueden mejorar si los directivos de los estudios se pusieran de acuerdo para re estructurar, planear y desarrollar a estos y más personajes como se debe cuándo se deba hacerlo y no que quede como un simple cameo en una escena post créditos que se siente que nos da la llave a una puerta pero que no sabemos cuál de todas es y si se abrirá o no, ya vimos que a Warner le encanta estarle jugando al pendejo con estas producciones, ha tenido tan poca visión del alcance que pueden tener los icónicos y emblemáticos héroes de DC Comics y han apostado más por competir que por presentar cosas de mayor calidad en un estilo diferente, tienen todo a la mano y lo han desaprovechado magníficamente.
Si los estudios y estos directivos piensan que Black Adam puede salvar lo insalvable están equivocados, aquí no se trata de salvar nada lo hecho hecho está y por más que Snyder siga dando explicaciones hasta el día de hoy de por qué es tan incomprendida Batman v Superman (2016) y por qué presentó su visión de 4 horas de Justice League (2021) este universo ya no existe y nos queda claro que no va a regresar simplemente porque la visión era muy mala y si a eso le agregamos las malas decisiones del estudio el resultado es este, que un villano transformado en antihéroe venga a salvarles el día y sus traseros.
Bien, entrando ya en el tema que nos ocupa esto empieza así, la película abre con un flashback y nos presenta a un joven Teth-Adam como un esclavo hace 5000 años en Kahndaq, un país ficticio ubicado en medio oriente que está bajo el poder tiránico del rey Anh-Kot, un gobernante despiadado que hace que sus esclavos busquen los restos del Eternium, materia que perteneció a la Roca de la Eternidad y cree que con esto puede crear la Corona de Sabbac que otorgará un poder ilimitado a quien la use, como es de esperarse Teth-Adam se revela y lucha por terminar con esta injusta tiranía, es en este momento que recibe el poder de los Siete Magos del que ya conocemos a uno, poderes que llegan a él mencionando en alto la palabra SHAZAM! sí, esta parte en la cinta es muy emocionante porque es lo que muchos queríamos ver y así se convierte en un ser casi invencible con un poder masivo que arrasa con todo lo que lo rodea.
Al no saber controlar estas habilidades y dejarse llevar por la ira es encarcelado nuevamente, esta vez por los magos que se dan cuenta de que, después de todo lo visto es posible que no sea digno de su poder y que haya resultado con esto un ser muy peligroso para la estabilidad del mundo de la magia. Años más tarde y ya en la actualidad Kahndaq está bajo el control de Intergang un grupo mercenario militante que busca una antigua reliquia, una corona forjada en un antiguo mineral llamado Eternium, la arqueóloga Adrianna Tomaz (Sarah Shahi), su hermano y un socio de ellos intentan jugar al héroe rastreando el legendario artefacto y usarla para liberar a Kahndaq de la organización criminal Intergang, una vez que descubren en dónde está son atacados por soldados enemigos en un intento por salvarse Adrianna recita la inscripción que hay en la corona misma que despierta a Teth-Adam quien se libera de su encierro para una vez más comienzan a destruir todo a su paso mientras salva a su liberadora.
A Teth-Adam no le importa seguir las reglas cuando se trata de enfrentar a sus enemigos su sentido de la justicia es implacable, la Sociedad de la Justicia se entera de sus actividades y Amanda Waller (Viola Davis) envía a la Sociedad de la Justicia a Kahndaq para detener a Teth-Adam sin embargo, el místico y mágico Doctor Fate (Pierce Brosnan) ve y siente el potencial dentro de Teth-Adam para convertirse en algo más que un ser imparable y de destrucción que bien podría ayudarlos no a destruir Kahndaq sino a protegerla de sus enemigos y junto con esto al mundo.
Es de esperarse que las cosas no salgan como se planean y es Amon (Bodhi Sabongui) el hijo de Adrianna quien se hace con la Corona porque él también ve que Adam puede ser algo más, lo que no saben los demás es que este hecho traerá graves consecuencias y grandes revelaciones, Adrianna y la JSA se encuentran con Adam e intentan convencerlo de que puede ser un héroe para Khandaq que todo ese poder puede ser usado para ayudar y no para destruir.
Se nos revela que el líder militante de la organización criminal Intergang es en realidad Sabbac (Marwan Kenzari) y quiere la corona para obtener el poder para destruir a Adam y dominar el mundo, es inevitable el enfrentamiento de estos dos por obtener un lugar que uno quiere y el otro duda, durante la pelea Dr. Fate muere con la esperanza de que Adam sea un salvador, cree que todo mal puede transformarse en algo bueno si así se desea, hacia el final Hawkman usa el casco de Fate para crear duplicados mágicos y hechizos habiendolos aprendido en su tiempo y momento de Dr. Fate y ayudar a Adam a vencer a Sabbac, la Sociedad de la Justicia queda en buenos términos con Adam quien termina por aceptar cuál es su destino en un ahora mundo moderno como protector de Khandaq.
La escena post créditos es lo que más llama la atención en esta cinta, Amanda Waller logra comunicarse con Adam para advertirle que hay más seres poderosos listos para detenerlo y es cuando aparece Superman quien le dice que deberían hablar.
El guión a cargo de, Adam Sztykiel, Sohrab Noshirvani y Rory Haines maneja muy bien la manera en narrar los eventos, sabemos que esto es una adaptación muy libre sobre el material en cómic, es evidente que los cambios que ha sufrido son a favor de la misma cinta y de querer darle una dirección que nos resulte más familiar y no que sea solo una cinta que quiera llegar a un lugar común, si las cosas hubieran funcionado en este universo no sería a la Sociedad de la justicia a quienes viéramos enfrentando a Black Adam sino a la Liga de la justicia pero es de reconocer que este movimiento fue muy acertado porque nos presenta algo nuevo y traer a nuevos personajes y modernizarlos en una versión live action como nunca se habían visto, Hawkman (Aldis Hodge), Cyclone(Quintessa Swindell), Atom Smasher (Noah Centineo ) y Dr. Fate (Pierce Brosnan) no son héroes tan conocidos pero que aquí cada uno brilla y tiene su tiempo justo en pantalla y su potencial como personajes en este universo.
Los fallos que tiene empiezan con el tono oscuro muy a la Snyder que sabemos que no funciona, su director Jaume Collet-Serra (Orphan 2009) no está tan involucrado con este tipo de cintas en el género de acción y se apoya mucho en la experiencia que tiene Dwayne Johnson en este tipo de trabajos y que a su vez es productor de junto con Beau Flynn, Hiram Garcia y Dany Garcia quienes están de acuerdo que esto es un cine de espectáculo y nada en serio como The Batman (2022), la muerte de Dr. Fate tampoco funciona muy bien porque es un personaje que daba para mucho más, la representación de Amon como un chico rebelde y mamón no lo hace ni moderno ni cool para una nueva generación, es el típico personaje que va de un lado al otro sin tener una personalidad propia lo mismo que su villano Sabbac y aquí nos preguntamos ¿para qué necesita un villano tener un villano? Si bien respeta el material original es el hecho de que el protagonista no tenga un desenlace en el que lo veamos así sino que cae en el trillado cliché de ser un antihéroe.
Por otro lado tenemos otra vez ese discurso moralista que nos habla una vez más de la importancia del amor, la amistad, la familia, el trabajo en equipo, la redención y el perdón, todo esto ya lo tenemos más que entendido y en una película de este tamaño todo esto sale sobrando porque es un villano que al menos en esta entrega no tenía por qué redimirse y sí presentarse como lo que es, y se exagera el hecho de ponerlo como el ser más poderoso en este universo luego de Superman porque si bien tiene poderes estos no se aprovechan y todo queda en un “para después” más que ser una historia de origen es un producto comercial transitorio en vías de ver si funciona y traer de nuevo al famoso y chocante Snyderverse que no se ignora pero que tampoco concretiza y darle la forma que debería de haber tenido desde un principio.
Si esta cinta tiene éxito se debe más a lo que ha hecho Johnson por su parte, que por el mismo estudio, sabemos que el señor entiende perfectamente bien el cine de superhéroes pero sobre todo, sabe lo que los fans quieren ver y con y pese a todo quienes estamos interesados seguimos pendientes de lo que va a suceder y lo que no, aún falta mucho por contar pero en la intención está el resultado, Warner como empresa se ha preocupado más por el resultado económico de sus productos que por la calidad de los mismos y esto lo demuestra, Black Adam es una cinta limpia que muestra la espectacularidad de estos personajes en la pantalla grande y de por qué hasta ahora sigue teniendo millones de fans sin tener que imitar o copiar cosas de otros estudios sino que lo que hace es reivindicar lo que antes estuvo mal en su propio universo.
El cast está a la altura de lo que se necesita para que un proyecto así funcione, Dwayne Johnson, Aldis Hodge, Noah Centineo, Sarah Shahi, Marwan Kenzari, Quintessa Swindell, Bodhi Sabongui y Pierce Brosnan entienden perfectamente bien a dónde quieren llevar sus personajes y lo que como actores les pueden aportar a su desarrollo pero sobre todo a darles una personalidad propia.
La música compuesta por Lorne Balfe (Mission: Impossible – Fallout) tiene también su propia personalidad y tiene lo justo para cada una de las escenas de acción sin caer en pretenciones ni solo como relleno.
En conclusión, Black Adam es una buena cinta de acción que tiene la oportunidad de presentar a personajes poco conocidos pero que destacan por sí mismos en un universo que no necesita ser rescatado sino bien dirigido hacia un punto común que es lo que todo fan quiere.
Black Adam ya está de estreno en salas cinematográficas de nuestro país.
