El cine como medio de entretenimiento es muy efectivo en cualquiera de sus muchos y variados géneros, los trabajos basados en hechos reales captan de inmediato la atención de la audiencia dependiendo del tema que se trate pero ¿qué hay de las producciones basadas en hechos prehistóricos? aquí la cosa cambia, este tema ha sido muy bien aprovechado por el género de ciencia ficción.
Algo que fascina a chicos y grandes en cualquier edad son los dinosaurios, generaciones enteras han visto a estos seres en diferentes versiones documentales, en películas, en series animadas, Lost World del director Harry O. Hoyt del año 1923 causó sensación en su momento, los efectos especiales stop-motion dio pie a una revolución en este campo.
En una era más moderna Baby: Secret of the Lost Legend (1985) nos planteaba que la leyenda de que hay Brontosaurios vivos en lo profundo de África era posible, no fue sino hasta que Steven Spielberg trajo a la vida a los dinosaurios en Jurassic Park (1993) pero esto no hubiera sido posible si el autor de la novela en la que está basada la cinta no la hubiese escrito 3 años antes, la idea de clonar dinosaurios y hacer un parque temático con los mismos en una lejana isla sonaba espectacular, tuvo y tiene hasta nuestros días una gran popularidad.
A días del estreno de la última parte de esta saga Apple TV+ ha estrenado una serie documental de 5 episodios de 40 min de duración en donde podemos ver como era este planeta prehistórico y a estas criaturas.
¿De que va la serie?
66 millones de años en el pasado, nuestro planeta era diferente, los seres que lo habitaban desafían la imaginación de cualquiera, los nombres de las especies y que lugar ocupaban en la larga cadena alimenticia así como sus hábitos son descritos para descubrir cómo era su peligroso y cruel mundo.
Es difícil recrear algo como esto porque nadie hoy en día ha sido un fiel testigo de lo que sucedió millones de años antes, lo único que se tiene son restos fosilizados de sus habitantes en donde las suposiciones y las conjeturas llevan a resultados cada día más sorprendentes, esto último es un arma de doble filo, por un lado apoya teorías, por otro contradice a las mismas a medida de que van evolucionando los descubrimientos.
Prehistoric Planet estrenó su primer episodio y nos ha dejado con la boca abierta de lo bien hecho que está, su narrativa es simple pero también juega con esos tintes cinematográficos propios del género de ciencia ficción, lo que presentan no se parece en nada a la idea concebida que tenemos de cómo deben de ser los dinosaurios, como debían comportarse, en dónde habitaban y cuál era su relación con otras especies, su alimentación, sus ritos de apareamiento, su reproducción, su manera de defenderse de otros depredadores.
La serie que lleva varios años en desarrollo y esto se debe a que han cuidado hasta el más mínimo detalle en sus investigaciones paleontológicas que retratan a los dinosaurios de una manera más científica y menos comercial, un trabajo así ya lo habíamos visto en aquél Walking with Dinosaurs (1999) producido por la BBC que fue un completo éxito a la altura de lo hecho por Spielberg que tuvo spin-offs que contaban otras etapas, Walking with Beasts (2001), Walking with Cavemen (2003) Sea Monsters (2003), Walking with Monsters (2005) y un largometraje en 3D (2013) así como un espectáculo con luces y sonido con criaturas animatrónicas.
Desde el principio la serie nos plantea y nos muestra que estos dinosaurios son animales que vivieron en diferentes periodos en la historia de nuestro planeta, series y películas como las antes mencionadas intentaron retratarlos en un sentido más de realismo que científico, más como un espectáculo con grandes efectos especiales que algo más enfocado a una educación patológica, el episodio titulado “coasts” abre con una familia de T-Rex nadando a través del océano para encontrar comida en la costa de una isla cercana, algo que parece mu simple pero que está lleno de peligros, los depredadores acuáticos están al asecho de una presa, de un bocado fácil, se explica breve pero concretamente que este animal era un buen nadador debido a que sus huesos eran huecos y podía flotar eso ayudado por sus fuertes patas que le daban estabilidad e impulso.
La noción que muchos tenemos de suponer lo que es un T-Rex dentro de la cultura pop se aleja completamente con el hecho de que ya que no vemos a un T-Rex como solo un depredador carnicero y cruel sino como a un animal enorme que simplemente vive su vida como lo hace actualmente un león, está más que que los creadores de esta serie tuvieron largas sesiones de consultoría con el paleontólogo Stephen L. Brusatte y con el paleozoólogo Darren Naish y el ilustrador científico Gabriel Ugueto para dar vida a todo lo que vemos sin escatimar en tiempo, gastos y recursos para que esta serie funcionara por sí misma y abandonara el cliché hollywoodense.
Luego vemos que una de las crías es devorada por un Mosasauridae, llegando a la costa los sobrevivientes encuentran una tortuga marina gigante (Archelon) en la costa y aquí las cosas cambian, el macho Rex no está dispuesto a compartir los casi 900 kg de carne con las crías las cuales deben aprender a encontrar su alimento por sí solas, lo que contradice la teoría impuesta por Spielberg en The Lost World (1997) de que eran sobre protectores con su descendencia.
7 especies diferentes de reptiles voladores conocidos como Pterosaurios habitan en lo que ahora es la costa de África del norte, alimentan a sus crías de lo que cazan en el mar abierto y hacen sus nidos en peñascos que protegen los huevos de depredadores y son dejados cubiertos por hojas secas de algas marinas que los mantienen calientes e incuban, luego cuando nacen trepan hasta la cima en donde aprenderán a volar hacia la costa y hacia un bosque que les dará alimento y protección durante 5 años hasta llegar a la edad adulta, en el proceso pocos llegarán pues serán cazados y devorados por otros.
De esto pasamos a conocer a una Tuariangisaurus con su cría que nadan hacia la costa en busca de una pareja para aparearse y de piedras, sí, piedras que comen para mantener el lastre en su cuerpo y que a su vez sirve para triturar en su estómago la comida que no mastican, esto es muy interesante porque hasta ahora ningún adulto enseña a las crías como aprender a hacerlo.
Los arrecifes de coral en un mundo como este proporcionan alimento en gran cantidad a los seres marinos, pero no todo se trata de esto, el Mosasaurus de Hoffman es uno de los seres acuáticos más peligrosos pero que es generoso con especies muy pequeñas de peces como el Picnodonte que en un pacto silencioso ayudan alimpiar la piel de este gigante proporcionándole alimento lo mismo que a varias especies más incluyendo anémonas y camarones, peor no todo es tan simple, uno más joven tratará de hacerse del territorio lo que termina en fatales consecuencias para uno de los 2.
La vida marina no solo es muerte, por las noches la costa se llena de luz en un fascinante espectáculo como el que tienen los moluscos llamados Amonites que surgen de las profundidades, su cuerpo puede desarrollar bio luminisencia que le es útil para conseguir alimento y pareja de apareamiento, la particularidad de la luz que emiten es diferente en cada uno de los millones que se reúnen, una huella digital propia, al hacer contacto con una hembra se crean ondas que deberán ser perfectamente sincronizadas o serán abandonados, como sucede comúnmente con estos cefalópodos aparearse es el último acto en sus cortas vidas, al salir el sol todos ellos morirán y sus caparazones cubrirán las cosas proporcionando alimento a otras especies.
Por último vemos a un grupo de Tuariangisaurus al que pertenece la madre y la cría que vimos casi al principio y vemos que después de año y medio de gestación nace una cría que posiblemente pueda vivir 80 años si aprende a sortear los desafiantes y constantes peligros de su hábitat.
El enfoque narrativo va directo en como transcurre la vida alrededor de las costas y los océanos, cada segmento presenta a animales prehistóricos en su vida diaria con sus aventuras y desventuras, las tomas van del CGI a tomas reales en sorprendentes encuadres, trabajos como este tienen como base fundamental los efectos especiales que cada vez son más realistas, han cuidado hasta el más mínimo detalle en texturas, colores, ambientes y entornos un deleite de ver pero no todo es lo que parece, los fallos que tiene son muy evidentes, el hecho de no tener una ubicación temporal acorde a lo que vemos rompe un poco el ritmo, recordemos que en ese periodo la tierra era un solo continente cosa que aquí pasa en una completa ausencia, lo que le resta credibilidad científica, otro punto es querer romantizar a estos animales, son asesinos, depredadores y predados, coexisten en un mundo en el que no hay reglas, no hay patrones definidos, impera la ley del más fuerte, entonces ¿por qué hacerlos más empáticos y hasta tiernos?
El documental es narrado hábilmente por el autor e historiador natural David Attenborough quien hace un estupendo trabajo, y nos lleva a entender más a fondo lo que estamos viendo, los productores ejecutivos Jon Fabreau y Michael Gunton junto con el guionista Paul D. Stewart y el director Adam Valdez hacen un excelente equipo que entienden perfectamente bien que esto pretende ser un documental de entretenimiento que aporta el conocimiento científico necesario para ir educando al espectador en cada uno de sus segmentos.
El tema principal y de apertura ha sido compuesto por Hans Zimmer así como la música incidental junto con Kara Talvé y Anže Rozman y tiene toda esa espectacularidad al nivel de estas colosales criaturas, un muy buen trabajo que ha hecho este equipo, cada pieza nos lleva de lo apacible a lo estruendoso que se intercala perfectamente con la peligrosa belleza de este mundo.
Es de reconocer que Apple TV+ como plataforma de streaming es arriesgada y novedosa con su contenido, se siente más estudiado, más fino, con una gran variedad selecta para todo tipo de público, no suele caer en escándalos y vulgaridades, cada una de sus producciones originales tienen la más alta calidad que es lo que muchos espectadores buscamos, así mismo, busca que todo su catálogo sea diferente al resto de las demás.
En conclusión, este documental logra un perfecto equilibrio entre lo científico y el entretenimiento, un espectáculo visual y tecnológico como no se había visto antes, convierte a estos animales prehistóricos en seres más reales alejados de mitos, leyendas y ficción, abre la puerta a la posibilidad de que estas criaturas sean vistas en un futuro de manera más natural y más real.
Prehistoric Planet ya está disponible en la plataforma de Apple TV+.
