Desde los albores de la televisión, la vida de los médicos ha intrigado a los realizadores al grado que algunas de las series más longevas como General Hospital, Hospital Central (España), ER, House M.D. y hasta Dr. Doogie Howser o Scrubs.
Y el tema que hoy ocupa este blogs tiene dos motivos fundamentales:
- El hype que se ha creado en redes sociales con la criminalización de un médico en Oaxaca, luego de que uno de sus pacientes – que resulta ser un niño- presentó una masiva reacción alérgica a un medicamento que le suministró y falleció. Hoy el médico ha sido imputado por homicidio doloso (¿?).
- Que la Temporada 14 de Grey’s Anatomy está cada día mejor y si alguna vez estuviste la intención de abandonarla, este nuevo aire hará que la adoptes como en los mejores momentos y por cierto hay fan service con la emisión del episodio 300 y una remembranza a canciones emblemáticas de la serie.
Sí yo sé que ambos casos podrían no tener mucho en común, pero este tipo de seriales nos enseña a ver a los profesionales de la salud como seres humanos, aunque también hay los que sólo ven esta profesión sólo como una chamba más.
Evidentemente, la criminalización de la labor médica no es una vía deseable en este país tan impregnado por la corrupción, un juez amiguista (que puede haber llegado ahí por sus relaciones y dado cauce al caso con el catalizador de un faje de billetes) no puede decidir sobre algo que a veces ni siquiera los médicos mismos son capaces de comprender.
La llamada a la acción es a sumarse a la indignación pública por este caso y a buscar la más reciente temporada de la serie creada por Shonda Rhimes – o en su defecto esperar a agosto (aprox.) que Netflix la ponga disponible.
