Cuando pensamos que el MCU ya no puede dar más y que todo lo que han presentado en películas y series es un mero pretexto y relleno para esperar eso muy GRANDE que viene, luego todo se va transformando en un fenómeno mediático es decir, es cuando la gente se involucra con un caso o lo rechaza o lo apoya pero, está pendiente.
Durante algunos meses circularon por las redes sociales e Internet un sin fin de teorías al rededor de la nueva cinta de Sony Pictures para el universo cinematográfico no de Marvel sino de Spider-Man, es sorprendente lo que causan las producciones de estos estudios entre propios y extraños, podríamos decir que es una gran dinámica para convivir entre fans y no fans y para expresar sus opiniones, ideas, teorías pero no todo es tan bueno; los estudios ya se saben esta fórmula y No Way Home es el ejemplo perfecto de que les gusta jugar con nosotros.
Ya se ha estrenado por fin en salas de cine, era de esperarse que su pre-venta de boletos también generara controversia lo que ayuda de una forma indirecta a la promoción de la película, que en este caso no es ni mínimamente necesaria, el personaje ya se vende por sí solo.
¿De qué va la película?
Una vez revelada su identidad Peter Parker (Tom Holland) tendrá que lidiar con las consecuencias buenas y malas que esto le traiga y ya no puede separar su vida normal de la de ser un superhéroe, cuando pide ayuda al Doctor Strange para arreglar todo, lo que está en juego se vuelve aún más peligroso, descubrir la existencia de un multiverso lo obliga a descubrir lo que realmente significa ser Spider-Man.
De alguna forma muy tramposa la sinopsis deja claro que la nueva situación de Peter Parker, que ahora está vulnerable luego de que fuera desenmascarado por Mysterio, la película comienza justamente en donde terminó Spider-Man: Far From Home lo que es un gran punto para no perder el hilo de su trama y su narrativa aunque hayan pasado ya 2 años.
Pongamos en contexto las cosas, su primer trailer rompió el internet por algunas horas y nos revelaba sobre el intento de Peter de arreglar las cosas y que todos olvidaran que su identidad había sido revelada, se nos habló de la existencia de un multiverso, vimos el regreso de un villano que sin temor a equivocarme ha sido el mejor para este arácnido personaje en la saga de Raimi, el Doctor Otto Octavius / Dr. Octoapus interpretado magníficamente por Alfred Molina y diciendo una frase que disparó la imaginación de muchos y la creación de un sin fin de memes alusivos “Hello Peter…” algo que nos emocionó y que comenzó a crear una serie de teorías a este respecto, algunas de ellas muy concretas, otras muy básicas, otras que no tenían mucho fundamento, otras que no tenían nada que ver y otras más que nuevamente sacaban a relucir el tema de Mephisto que viene desde WandaVisión, qué manía se tiene con ese personaje.
Esto como en los cómics sucede así, Spider-Man: No Way Home es una película destinada a hacer y ser muchas cosas en sí misma, es la tercera y al parecer no la última entrega de la trilogía de películas de Spider-Man de MCU a cargo de Jon Watts que supuestamente concluye la historia de Tom Holland como Peter Parker / Spider-Man por Tom Holland, es también la continuación y la integración de este superhéroe a la Fase Cuatro, por último es también un homenaje a los últimos casi 20 años de películas de Spider-Man que comenzaran en el 2002.
Es impresionante como ha logrado manejar elementos de películas pasadas y referencias al MCU de una manera que no se sienta pesada o apretada o saturada de personajes como fue el lamentable caso de BvS (2016) Son muchos elementos los que hay que manejar aquí y el hecho de que No Way Home logre hacerlo de manera coherente sin traicionarse así misma ni a si esencia es simplemente impresionante especialmente cuando se trata del fanservice que todos esperamos y que nos deja sumamente satisfechos pero, al igual que Peter Parker esta película no puede tenerlo todo.
La película se divide en 3 partes, en la primera vemos todo esto que está al rededor de que se sepa que Peter es Spiderman y las consecuencias que esto trae, la segunda trata sobre el como arreglarlo y las revelaciones, por último su tercera etapa es la que tiene la esperada batalla con estos villanos provenientes de otros universos, hacer esta reseña sin mencionar partes básicas de la trama que pueden ser potenciales spoilers no es nada sencillo y más si eres fan del personaje o del MCU y lo has seguido paso a paso durante casi 2 décadas.
Lo que se puede decir al respecto es que esta película junto con sus antecesoras Spider-Man: Homecoming y Spider-Man: Far From Home tiene un gran fallo del que muchos no nos dimos cuenta en un principio y es el hecho de que en esta ocasión como en las anteriores Spider-Man no tiene un villano propio o por sí mismo, es decir, todo lo que hemos visto hasta ahora es consecuencia directa de las acciones que tuvo Tony Stark a lo largo de las películas del MCU, recapitulemos, en Homecoming The Vulture (Michael Keaton) tiene una empresa que se dedica a remover los escombros en New York causados por la batalla de los Avengers con los Chiaturi y que toma Stark, en Far From Home Mysterio (Jake Gyllenhaal) es un ex empleado del mismo señor Stark que busca vengarse de él y en su camino se entera de quién es Spider-Man y aprovecha esa información para revelarla al mundo.
En un esfuerzo por proteger a sus seres queridos, Peter acude al Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) y le pide que elimine el problema con el uso de la magia, es de esperarse que las cosas salgan mal, el guión escrito por Chris McKenna y Erik Sommers es sumamente inteligente al desarrollar estos elementos, algo que se nos hace poco en los 148 minutos de duración que tiene la cinta, algo que bien daba para hacer una mini serie de 6 episodios en donde se pudiera explorar más a detalle estos eventos.
Su director Jon Watts se corona como un director propio y apto para cerrar este ciclo, en parte porque conoce bien al personaje y porque en momentos él mismo juega con sus trabajos anteriores en esta franquicia, trae de regreso a villanos de las cinco películas anteriores de Spider-Man, tenemos al Green Goblin (Willem Dafoe de Spider-Man 2002 ), al Dr. Octopus (Alfred Molina de Spider-Man 2 ), Sandman (Thomas Hayden Church de Spider-Man 3 ) Lizard (Rhys Ifan de The Amazing Spider-Man) y Electro (Jamie Foxx de The Amazing Spider-Man), cada uno de estos personajes ha sido traído a este universo en el justo momento antes de ser vencidos y ven en ello una oportunidad de vengarse de “otro” Spider-Man al que es evidente que no conocen, la misión que empezó con olvidar que todos sabemos la identidad secreta de Peter se transforma en una carrera por encontrarlos y enviarlos de regreso a donde pertenecen, en este proceso veremos la evolución de este joven en el héroe que debió ser desde un principio, y no estoy revelando nada de la trama principal ni fomentando el spoiler simplemente es lo que es y lo que vimos en los trailers y spots publicitarios.
No Way Home es muy es muy grandilocuente al jugar con sus personajes, cada uno y cada villano tiene su momento y tiempo en pantalla lo que le permite lucirse en todo su esplendor, como en el trailer es emocionante ver al Dr. Octopus abrirse paso entre los autos en un puente, volvemos a ver a Green Goblin con característica sonrisa diabólica o a Electro en una versión muy diferente a como lo vimos con anterioridad aquí lo vemos con más fuerza y seguridad que aquél tímido hombre, vemos aspectos muy diferentes en todos ellos, una reinvención de sí mismos que funcionan perfectamente bien con lo interpretado por Holland, quien tiene esa frescura muy propia de los jóvenes hoy en día y lo vemos bromear en las peleas mientras lidia con el peso cada vez mayor de tener que ser un superhéroe.
Jon Watts como director ya no se preocupa por ser demasiado explicativo, ya conocemos a los personajes y él lo sabe muy bien, esta es una película muy complaciente los cameos y referencias están presentes en cada momento en escenas que están perfectamente diseñadas para ser la delicia de los fans, hay grandes revelaciones que despeja muchas dudas y rumores que por meses han circulado, hacia el final no solo es un gran homenaje a las películas de Sam Raimi, Marc Webb y al mismo Watts sino también al personaje en los cómics, algo que tiene mucho corazón y que abre un nuevo camino para más historias, tampoco se esfuerza mucho por dejar satisfechos a todos aunque en momentos pueda parecer que la película se trata más por mantener los derechos del personaje que del propio Spidey.
La pregunta que queda en el aire y que toca a ustedes responder es si ¿aparecen Andrew Garfield y Tobey Maguire? o si ¿todo esto es un mero pretexto para introducir a este universo la versión live action de Miles Morales?
El elenco regresa para completar muy bien el arco de sus personajes, Tom Holland, Zendaya, Jacob Batalon, Marisa Tomei, Jonathan Kimble Simmons, Jon Favreau, Jamie Foxx, Willem Dafoe, Alfred Molina, Tony Revolori, Charlie Cox, Benedict Wong y Benedict Cumberbatch quienes hacen un trabajo estupendo que es lo que mejor saben hacer y que dan mucho de si mismos para seguir manteniendo ese nivel de calidad que los caracteriza.
Un punto débil más no malo es la música compuesta por Michael Giacchino que no tiene nada nuevo en las piezas ni reinventa nada que nos suene sorprendente, se mantiene con calidad pero nada más.
En conclusión, este trabajo es de lo mejor que se ha visto del personaje pero que muy poco aporta a todo lo que ya vimos y conocemos del MCU a lo largo de más de 10 años, una película hecha para complacer más que por innovar, es entretenida en su justa medida y homenajea de una forma diferente a toda esa nostalgia que viene desde el año 2002.
Spider-Man: No Way Home ya está en exhibición en las salas cinematográficas de todo el país.
